Capítulo 27. Una noche de marcha
Al día siguiente, Ana y Daniela estuvieron estudiando todo el día. Ya por la tarde, Ana discutió con Diego porque éste no sacaba tiempo para estar con ella y Ana ya estaba cansada y asqueada de la relación que tenía con Diego, por lo que le pidió a Daniela salir a tomar una copa ya que necesitaba airearse un poco y animarse. Daniela sabía que a Ana le vendría bien salir a tomar algo, así que no le quedó más remedio que decirle que sí.
Daniela se puso unos jeans claros ajustados y muy cortos con una camiseta de tirantes color sangría bastante escotada. Dudaba si recogerse el cabello en una coleta o no, pero finalmente decidió dejárselo suelto. Y se puso unas sandalias con bastante tacón . La verdad es que la joven lucía espectacular y es que con el cuerpazo que tenía le quedaba todo como anillo al dedo.
Esa misma mañana había estado chateando con Patricia pero ya no volvió a hablar más con ella, ya que Patricia tenía turno de tarde. Y por lo que se ve, debió de tener el turno muy liado porque si sacaba algún momento libre solía escribirle por WhatsApp.
Daniela ahora solo tenía la cabeza en su amiga Ana. Quería que ella estuviera bien y no quería verla triste. Mientras cerraba la puerta de su casa, iba absorta en sus pensamientos cuando al darse la vuelta se dio de bruces con la doctora.
-Hola Daniela...Buenas noches. ¿Vas a salir?- preguntó Patricia sin poder quitarle los ojos de encima. La joven estaba guapísima a pesar de ir vestida de forma muy sencilla.
-Hola Patricia...-Daniela se puso muy nerviosa cuando la vio. No se esperaba verla en el rellano, pero a decir verdad, por la mañana la doctora le dijo mientras chateaban que saldría a las 10pm de trabajar, y eran justo las 10:30pm. La joven se acercó a la doctora y agachó su cabeza para poder plantarle un beso en la comisura de los labios, ya que al llevar calzado con tacón y Patricia ir de plano, ahora era un poco más alta que la doctora. Luego se apartó de Patricia.
-Eh, bonita, perdona pero después de lo que hicimos ayer ¿Tú crees que me voy a conformar con un beso cerca de mis labios?
Daniela sonrió. A decir verdad, ella quería dárselo en los labios, pero no sé atrevía a hacerlo y tenía miedo que Patricia la rechazara. Ésto de tener algo con alguien era totalmente nuevo para ella y aún no tenía muy claro cómo debía de actuar, y más con una mujer de la talla de Patricia. Además aún no habían hablado de lo que había entre ellas, y la joven no quería ni agobiar ni incomodar a la doctora con las ganas que tenía de tirarse encima de ella en ese mismo momento.
Patricia la acercó a ella cogiéndola de la cintura con sus dos manos, la apretó a su cuerpo y luego la abrazó. A Patricia le encantó sentir sus pechos contra los de Daniela. Encima no llevaba sujetador y con esa camiseta de tirantes se le notaba toda la forma de su pecho. ¡Joder! esa visión la iba a dejar tonta perdida. Finalmente acercó sus labios a los de la joven y ésta, mientras, estaba encantada de sentir esos labios tan apetecibles besar los suyos, y los pechos de la doctora aplastando los suyos. ¡Joder! Se estaba poniendo cachonda perdida.
-Daniela, estás preciosa. ¿Dónde vas tan guapa si se puede saber?
Daniela profundizó el beso todo lo que pudo. Metió la lengua entre los labios de Patricia y a ésta se le escapó un pequeño gemido.
-Daniela, Daniela...Si sigues así, vas a tener que anular tu cita y meterte conmigo en mi ático...-Patricia la agarró del trasero y apretó su entrepierna a la suya. Joder esos vaqueros le quedaban perfectos. Luego pasó una mano por debajo de la camiseta de Daniela para tocar su perfecto abdomen y lo acarició con la palma de su mano, hasta que se cansó de acariciarlo y decidió subir la mano para rozar con sus dedos el pezón de Daniela. Ésta soltó un gemido al momento. A Patricia la volvía loca tocarle los pezones a Daniela. Para ella los pechos de la joven eran perfectos. Luego acercó sus labios y su nariz al cuello de la morena. Quería olerla y quería que su perfume la acompañara durante toda la noche. Patricia también se estaba excitando con tanto roce, por lo que decidió meter los dedos entre los vaqueros de Daniela y se dispuso a rozar con la punta de ellos el principio del monte de venus de Daniela.
A Daniela empezaba a costarle respirar, así que aunque le costó un mundo hacerlo, se separó un poco de Patricia. Apoyó su frente en la de la doctora, mientras rozaba su nariz con la de la otra mujer, y entonces consiguió hablar con ella.
-Patricia, no sigas tocándome así, por favor. Me voy a ir por ahí muy caliente. Verás...Ana está de bajón y me pidió que fuéramos a tomar una copa por ahí.
-Pues si no quieres irte caliente por ahí, puedes venir a mi casa y ya me encargo yo de enfriarte. ¿Y mañana no tienes que estudiar?-Preguntó Patricia. No le hacía mucha gracia que Daniela saliera por ahí, además iba guapísima y de sólo pensar que alguna chica le podía entrar, le hervía la sangre. Pero también era consciente que Daniela era joven y tenía todo el derecho a salir por ahí. Ella ya había pasado por eso y no podía recriminarle nada a la joven.
-Patricia, sabes que soy una chica muy responsable. El estudio lo tengo totalmente controlado. Y si hoy salgo es porque Ana me necesita. Tomaré una copa y me volveré a casa. Bueno, ya me tengo que ir. Ana debe estar esperándome en el portal.
-Ah, muy bien, entonces pasadlo bien y espero que tú amiga se anime. Mañana me cuentas qué tal.
-Gracias Patricia. La verdad es que si no hubiera quedado con Ana, ahora mismo te pediría que me dejaras entrar contigo a tu ático.
-No me lo digas dos veces que te secuestro y te hago mía. Es lo que más deseo ahora mismo. Es que aún vistiendo tan sencilla,te ves preciosa y muy sexy.
-¡Joder Patricia! te deseo tanto...-Daniela le besó y le mordió el cuello y la doctora vio las estrellas cuando le hizo eso Daniela. Esa joven tenía mucho peligro- Pero de verdad que me tengo que ir. Mañana hablamos, ¿Te parece?.
-Me parece... Pásalo bien, guapísima- Estuvo a punto de decirle que luego se pasara por su casa. La verdad es que se moría de ganas por dormir con Daniela y sentir su cuerpo pegado al suyo durante toda la noche. Y luego despertar con ella a su lado, con las piernas entrelazadas unas con las otras. Pero seguramente la joven llegaría tarde a casa y ella necesitaba descansar. Si por ella fuera, le daría un juego de llaves a Daniela y le ofrecería su casa para cuando ella quisiera ir, pero le daba miedo agobiarla y que se alejara de ella por no darle su espacio.
Daniela por fin consiguió despedirse de la doctora a pesar de que no quería hacerlo. Deseaba con toda su alma quedarse con ella y hacerle el amor durante toda la noche. Quería repetir lo que hicieron la noche anterior. Pero el deber con su amiga la llamaba.
A la media hora Ana y Daniela estaban en un local de moda del centro de la ciudad. Se acercaron a la barra y pidieron un vodka con limón cada una.
-Dani, cariño, muchas gracias por salir hoy conmigo. Llevo unos días muy malos en los que lo único que hago es estudiar y trabajar, y necesito un poco de diversión. Además parece que Diego pasa de mí. Yo ya estoy cansada de remar contra corriente.
-Ana, sabes que puedes contar conmigo siempre que lo necesites. Y si Diego no está a la altura de la relación, él se lo pierde. Céntrate en los exámenes y cuando los acabemos ya vas viendo qué hacer con él.
-Si, eso voy a hacer. Porque si no voy a volverme loca. Y no quiero que Diego ocupe todos mis pensamientos ahora qué aún me quedan exámenes.
-Bueno, ahora por lo pronto vamos a pasarlo bien, ¿Vale?.
-Si Dani, estoy contigo. Por cierto, no te gires ahora mismo, pero detrás tuyo hay una castaña guapísima y con una delantera descomunal que no te quita la mirada de encima... A ti y a tu culo- Le dijo Ana riéndose.
-Joder, lo que me faltaba. Tranquila que no miraré. ¿Vamos a bailar?.
-Me parece buena idea.Vamos.
Las dos amigas se dirigieron a la pista de baile. Mientras bebían de sus copas, bailaban muy animadamente una con la otra. Estuvieron un buen rato bailando y bebiendo hasta que la guapa y exuberante castaña se acercó por detrás a Daniela y se le pegó tanto que ambos cuerpos se rozaron. Cuando Daniela se dió la vuelta, tuvo que reconocer que la chica era guapísima y muy exuberante. Tenía un escote que era imposible no mirarlo, aunque Daniela intentara que sus ojos no se perdieran en él.
La joven se presentó a Daniela. Se llamaba Eva y tenía veintidós años. La chica se había prendado de Daniela. Quería bailar con ella y si surgía algo más, ella encantada. Daniela pensó que por bailar con esa preciosidad, no estaba haciendo nada malo. De hecho se pusieron a bailar muy pegadas una con la otra.
Eva se puso delante de Daniela y pegó su trasero a la entrepierna de la morena mientras bailaban bien pegadas. A Daniela le gustó el cosquilleo que sintió en sus partes íntimas y tuvo que reconocer que si no estuviera conociendo a Patricia, ya se hubiera enrollado con esa castaña tan preciosa.
A Ana, que ya llevaba alguna copa de más, no se le ocurrió otra cosa que hacer fotos de las dos mujeres bailando, y bien juntas la una de la otra. Y también se hizo fotos con ellas dos. Luego para demostrar lo bien que se lo estaban pasando, colgó las fotos en sus redes sociales. Lo que ella no sabía que Daniela tenía en sus redes a Patricia, por lo que ésta acabaría viendo esas malditas fotos.
En un momento dado Eva intentó besar a Daniela pero ésta se apartó al instante. Le dijo que tenía pareja y que lo sentía pero estaba muy enamorada de ella. Así que a Eva no le quedó otra que quedarse con las ganas de tener algo con Daniela.
Era la 1am cuando Daniela y Ana se fueron para sus respectivas casas. Daniela había conseguido que Ana se animara. Había logrado su objetivo.
Patricia como estaba desvelada, se le ocurrió mirar el Facebook de Daniela, para ver si había colgado alguna foto de la salida nocturna con Ana. Ella no había colgado ninguna foto, pero cuando vio las fotos que colgó Ana casi le da algo. De repente le costaba respirar. ¿Para eso había salido Daniela? ¿para bailar pegada a una tetona guapísima y joven? Joder, esas fotos le hicieron más daño del que le podían haber hecho. No se esperaba que le doliera tanto lo que vio. Tampoco se esperaba que Daniela le importara tanto como le importaba.
De repente, habiendo visto esas fotos, Patricia se dio cuenta que con Daniela iba a sufrir más de la cuenta porque entre lo guapa que era la joven y los años que se sacaban, era más que probable que la joven acabara cansándose de estar con una mujer mucho más mayor que ella o lo que era peor, podía acabar enamorándose de otra chica tan joven como Daniela. Al final Patricia se acabó por desvelar.
Daniela llegó por fin a su casa. Era tarde y estaba cansada. Aunque a decir verdad la tal Eva esa la había dejado muy cachonda con sus roces y provocaciones. Así que no se le ocurrió otra cosa que tocar a la puerta de Patricia muy despacio. Si Patricia estaba despierta, quizás le abriría la puerta, y si ya estaba durmiendo, con ese suave toque en la puerta no se despertaría.
Daniela iba a darse la vuelta pensando que Patricia estaría ya durmiendo cuando de repente la puerta de Patricia se abrió.
-Hola Patricia. No te habré despertado ¿verdad?- Daniela solo pudo mirarla con un deseo que la estaba torturando. Llevaba una bata de seda muy fina puesta y debajo de ella debía llevar sólo ropa interior, o igual ni eso.
-Vaya Daniela, Yo te hacía bailando con una chica preciosa con una buena delantera...¿Te cansaste ya de ella?¿Te ha dejado tan caliente que ahora vienes a que yo te sofoque el fuego que ella te ha provocado?.
-¿Qué?-Daniela se quedó de piedra cuando Patricia le dijo eso.¿Cómo sabía que había estado bailando con una chica con esas características?
-Bueno Daniela, lo mejor será que te vayas a dormir. Yo no soy el segundo plato de nadie ni sofoco fuegos que otras provocan. Buenas noches- Patricia iba a cerrar la puerta cuando Daniela se lo impidió.
Sin pensárselo dos veces, Daniela se lanzó encima de Patricia. No quería por nada del mundo que ella la rechazara, y menos por algo que para ella no había significado absolutamente nada.
La empotró contra la pared lo más suave que pudo. Patricia intentó zafarse de ella pero le fue imposible. Daniela metió sus manos por debajo de la bata y comenzó a tocar con delicadeza la piel de la doctora, poniéndole toda la piel de gallina. A Patricia se le escapó un suave gemido. En efecto, Patricia iba sólo con ropa interior. Pegó su cuerpo con el de la doctora ya que necesitaba sentir su calor al máximo. Daniela intentó besarla pero Patricia se negó. Patricia tuvo que hacer un gran esfuerzo para rechazarla, ya que muy a su pesar y aunque no lo quisiera reconocer, le había excitado muchísimo ver a esa joven tan despampanante arrimándose y frotándose con Daniela. Pero no podía permitirle eso a la joven.
Daniela volvió a intentar besarla y de paso acercó su mano a las bragas de la doctora y cuál fue su sorpresa cuando las encontró más húmedas de lo normal. Mientras con la otra mano le levantó un muslo y lo apretó. La volvía loca apretar los gruesos muslos de Patricia. Tenía donde coger y donde apretar, y eso la excitaba como pocas cosas.
-Patricia, ¿por qué me rechazas si tienes las bragas humedísimas?- Daniela consiguió retirarlas a un lado, acariciándole los labios durante unos segundos y finalmente metiéndole rápidamente dos dedos en su interior mientras no dejaba de pasar su lengua por sus labios.
Patricia estaba a punto de sufrir un colapso. Comenzó a gemir pero a la vez no quería seguir haciendo lo que estaba haciendo con Daniela. Quería que Daniela la follara ahí mismo pero también quería alejarla todo lo más lejos posible de ella.
-Daniela...Por favor...Para ya...No quiero que sigas...Joder...
-Patricia, yo creo que sí quieres que siga, estás empapada y muy sexy con esa bata de seda que llevas, me vas a volver loca...
-Sí, estoy muy empapada, pero no quiero que sigas.
Entonces a Daniela no le quedó otra que parar. Por nada del mundo quería forzar a Patricia, ya le había dejado más que claro que no quería seguir.
-Patricia...No sé cómo te has enterado pero no he hecho absolutamente nada con ella. Ana te lo puede decir.
-En las fotos que ha colgado Ana en su Facebook se os ve a las dos muy bien y muy pegadas, ella te pasa sus grandes pechos por la cara y su trasero por tu entrepierna.¿Y quieres que piense que no has hecho nada?
Mierda, Daniela no contaba con que Ana colgará esas fotos. Ahora estaba perdida.
-Patricia, por favor, tienes que confiar en mí. Sólo bailé con ella. Es verdad que ella intentó besarme pero yo le dije que estaba enamorada de otra mujer.
-Daniela, suéltame por favor. Y vete a tu casa. Después de las fotos que he visto no pienso acostarme contigo. Así que vete. Ya mañana hablaremos.
-Joder...Lo siento. De acuerdo, me iré, pero por favor, no me alejes de tu vida por ésto. Yo...Yo...Yo te quiero, Patricia, y sería incapaz de hacerte daño.
¿Patricia había oído bien?¿Daniela había dicho que la quería?joder, dos lágrimas se le escaparon de sus ojos. No se podía creer lo que acababa de oír de la boca de la joven.
Quería con todo su alma perdonar a la joven y dejarla pasar a su casa para hacerle el amor durante toda la noche y luego dormir abrazadas, y sabía que Daniela no había hecho nada con esa chica, pero ya el hecho de verla tan pegada a esa mujer, era suficiente motivo para rechazarla esa noche. No podía ver a "su Daniela'' con otra mujer que no fuera ella. Le era superior a sus fuerzas y no podía evitarlo. Así que aunque le dolió en el alma, le volvió a pedir a Daniela que se marchara. Ésta lo hizo con lágrimas en los ojos. No se creía que por una tontería así Patricia la rechazara. Odiaba que la mujer de la que estaba completamente enamorada la tratara así. Pero también podía entender que estuviera dolida por haberla visto tontear con otra mujer. En realidad no tenía porqué haber bailado con esa mujer.
Daniela salió de casa de Patricia y ésta, nada más cerró la puerta, se fue directamente a su cama a llorar. Las dos pasarían una noche de mierda. El daño ya estaba hecho. Veríamos si el amor que sentían una por la otra podría ser más fuerte que la desconfianza y el miedo que tenían ambas a perderse.
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