25. Hablar en chino
IMPORTANTE:
Hasta ahora no pongo las traducciones de cada frase cuando Ivanna habla en francés. ¿Por qué? Mi intención es que el lector experimente la misma incertidumbre que Luca por no entender el idioma. Aun así, facilmente pueden ir al traductor a disipar dudar, o quizá algún lector ya lo hizo y dejó la traducción en comentarios. SIN EMBARGO, el idioma chino es más complicado de traducir y hace falta más que un traductor. De manera que esta vez sí dejé las traducciones escritas en paréntesis y ya pensaré que hacer en ambos casos de salir alguna vez estos libros en físico. Y es que en físicio es mucho más fácil poner pies de página, en cambio aquí habría que estar subiendo y bajando. ¡En fin! c: Ahora ya lo saben; las traducciones están en parétesis y ES CLARO que son invisibles para Ivanna, ¿de acuerdo? Ella no entiende Chino.
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25. Hablar en chino
IVANNA
No creo estar alucinando.
Aunque tampoco se me cruza por la mente ningún motivo por el que Luca literalmente esté hablando en chino. Por el que Luca, excepcionalmente, sepa chino. ¡Chino! Y aunque me atrevo a considerar que por los efectos de la embriaguez esté fingiendo, lo cierto es que por los acercamientos que tuve con los empresarios de China reconozco el idioma a pesar de que no lo hable más allá de Wǒ ài nǐ o Nĭ hăo.
Sin dejar de sostener su cara, me arrodillo frente a Luca para estar a la misma altura y aunque es en vano intento poner atención a lo que dice.
—Wǒ xiǎng nǐ (Te extrañé) —Lo susurra con palabras entrecortadas.
En el estacionamiento de Cashba ya solo nos encontramos el Audi, el Corolla, Luca, Alexa y yo; ella, en particular, firme junto a la garita de entrada, esperando impaciente Roy.
—Nǐ hěn měilì (Eres hermosa)
«¿Nǐ...?»
Arrugo mi entrecejo.
De cantar «Hasta que te conocí», pasó al mandarín.
—No entiendes lo que digo, ¿cierto? —agrega, demandando por completo mi atención y niego con la cabeza.
«Después de todo parece ser consciente del enredo que provoca», pienso.
—Pues así se siente —suelta enseguida, sorprendiéndome.
Me mantengo en silencio sin saber qué responder a eso. Mi cabeza todavía da vueltas debido al alcohol. ¿Lo imaginé?
—¿Có-cómo dices? —titubeo, por fin.
Luca intenta incorporarse pero los tequilas lo mantienen en el piso.
—Que así se siente no entender qué es lo que piensa de ti la persona que amas —agrega, herido, y procurando mantener alzada la barbilla.
Ladeo mi cabeza hacia un lado con interrogante, estoy helada y él no aclara que sea una broma.
—L-Luca —digo su nombre como si me escociera por dentro.
—Wǒ xǐhuān hé nǐ zài yīqǐ (Me gusta pasar tiempo contigo).
—Entonces sí te estás vengando —Las primeras lágrimas brotan de mis ojos al decirlo y él traga duro.
»Por eso allá dentro no pudiste prometer que no me lastimarás —concluyo, apenas asimilándolo, y es que; solo ebrio pudo hablarme con la verdad.
Ya sea por la ebriedad o algún otro sentimiento dentro, Luca vuelve a cerrar sus ojos.
—Wǒ bìng bùshì shuō zhè shì bàofù, jíshǐ tā kàn qǐlái xiàng zhèyàng (No digo que sea venganza, incluso si se ve así) —dice, vagamente, ¡pero en chino!
»Dàn jīntiān wǒ quèbǎo nǐ hěn ānquán (Pero hoy me aseguré de que estés a salvo) —agrega, sin que pueda entenderlo.
—¿Por qué? —le pregunto, aunque al percatarme de la estupidez de mi declaración me contesto yo sola —. Claro, yo sé por qué —río sin humor.
»Me lo merezco, supongo. ¡No, nada de suponer! —Niego con la cabeza y me pongo de pie—. Me lo merezco.
—Dàn rúguǒ wǒ lí nǐ hěn jìn, wǒ zuìzhōng huì fāfēng de (Pero si estoy cerca de ti, terminaré volviéndome loco) —vuelve a susurrar Luca, abriendo los ojos.
»Yīnwèi wǒ réngrán ài nǐ, zhè shānghàile wǒ (Porque todavía te amo y eso me lastima)
»Wǒ hái ài nǐ (Todavía te amo)
»Wǒ hái ài nǐ (Todavía te amo)
—Lo arruiné en serio —digo, molesta por no entender y giro sobre mis pies para caminar en dirección opuesta a él.
Aún no tengo puesto un zapato, por lo que pareciera que salto al mismo tiempo que camino y tampoco avanzo en línea recta; sigo ebria, pero necesito alejarme.
No puedo creer que esté en el estacionamiento de Cashba: el último lugar en el que pensé estar hace una semana.
—Lo arruiné en serio —me recrimino, poniendo no menos cuatro metros de distancia entre Luca y yo—. ¡Lo arruiné en serio! —repito, otra vez girando sobre mis pies para de lejos volver a verlo de frente y de ese modo alzo mi dedo índice—. ¡Pero aprendiste chino solo para que no pueda entenderte! —le echo en cara como si fuera mi logro.
—¡Pero aprendiste chino solo para que no pueda entenderte! —repito, llorando—. Para que no pueda entenderte —lo digo más despacio, sintiendo en cada palabra un dolor diferente.
—Solo lo hablo un 65%, aún cometo muchos errores —balbucea Luca.
Pero yo, lastimada, preparo mi propia venganza:
—Oui, je t'ai caché longtemps que je t'aime (Sí, te escondí por mucho tiempo que te amo) —digo en francés.
»Je ne voulais pas l'accepter (No quería ceptarlo)
»Mais je t'aime! (¡Pero te amo!)
»Vraiment Je t'aime (De verdad te amo) —termino.
»¡Ahí está! —agrego a continuación, señalándolo una vez más con mi dedo índice—. ¡Jamás sabrás lo que dije!
Luca, todavía intentando levantarse del piso apoyándose en el Audi, solo sonríe.
—Oui, oui (Sí, sí) —se burla.
—Pero aprendiste chino solo para que no pueda entenderte —le recuerdo, estirando mi boca en una sonrisa mucho más amplia que la de él.
Si bien esto es demasiado doloroso.
—Wǒ yě ài nǐ (También te amo) —contesta viéndome a los ojos y con frustración golpeo el piso con el tacón del único zapato que llevo puesto. «¡Quiero entender lo que dice!
—Wǒ yě ài nǐ (También te amo) —repite Luca al terminar de ponerse de pie y como puede empieza a avanzar hacia donde estoy yo.
—Tráeme mi bolso y mi zapato —le pido, señalando el lugar en el piso donde Alexa los dejó caer.
Luca los coge y viene con ellos para acá.
Al llegar hasta mí me los entrega, como puedo me pongo el zapato que me hace falta y lo amenazo con mi bolso porque no deja de repetir Wǒ yě ài nǐ al mismo tiempo que intenta abrazarme.
—¡No! —Lo empujo poniendo de por medio el bolso.
»Fue suficiente.
»Ya no más.
Luca rasca su frente, pensativo.
—Quedamos en tener una relación de solo se...
—Pero no puedo —interrumpo.
—¿No puedes? —ríe.
—No.
Examino en todas direcciones el estacionamiento, un taxi acaba de llegar y es recibido de forma críptica por Alexa.
—Así que esta vez me marcho yo —continúo, devolviendo mi atención a Luca que parece escéptico.
Así de importante se siente... y lo es.
—Soportaste poco menos de seis días.
—Sí, y fue suficiente.
—Yo aguanté más —me echa en cara en tanto que el taxi se acerca.
Me paro firme.
—Ni modo. Supéralo.
Luca ríe y, empujándolo, vuelvo a poner entre los dos mi bolso.
—Estás tensa —infiere—. Vamos por ahí y hablemos.
—No —me niego—. Iré a mi apartamento.
—No —repite Luca, con la clara intención de no darme su autorización y entrecierro mis ojos exigiendo que empiece a rezar o se explique.
—¿No? ¿Por qué no? —mascullo.
—Eso es tóxico —dice Roy, bajando del taxi con la mirada fija en nosotros.
—Alarmantemente tóxico y machista —Está de acuerdo Alexa, también bajando del taxi por el otro lado. Se subió en la en la entrada para llegar con Roy.
—Veinte a que le contesta «Porque yo lo digo» —dice Roy, esta vez mirando solo a Luca.
—Porque no está bien que manejes en ese estado y quiero que hablemos —dice Luca, decepcionando a Roy y relajo mis hombros.
—¿Ves? —le dice Alexa a Roy—. No puedo creer que no hayas confiado en Luca. Me siento asqueada, Roy, asqueada.
»Y apostar a que Luca diría eso es machista.
—¿Y vamos a criticar a Luca por asumir que diría eso pero no a Ivanna por agarrar de arma el bolso? —defiende Roy.
—Pero eso no fue machista, fue tóxico —opina Alexa.
—Inconfundiblemente tóxico —asiente Roy.
Luca hace girar sus ojos y se vuelve hacia ellos con desaprobación.
—¿Yo me meto en zzu relación? —reprocha.
Alexa da un paso al frente.
—No, pero deberías.
Eso también fue un reproche.
—Por favor dame mi teléfono —le pido a Alexa y me lo entrega—, y déjame conducir o llévame a mi apartamento —insisto.
—Pero ¿qué te parece si antes tomamos un café? —dice, preocupada.
Mi semblante no debe ser el mejor. Aparte de seguir ebria no he parado de gritar y llorar.
—Es buena idea —dice Luca, serio.
—Tomemos un café para que te sientas mejor y después te llevo a tu apartamento —insiste Alexa.
Acepto por ella no por Luca, y, una vez me siento más tranquila, se dirige Luca:
—¡¿Qué le hiciste orangután montado en un platanero?!
—¿Por qué tengo que ser yo el que hizo algo? —se defiende Luca.
—¡Uno: porque eres hombre —replica Alexa, entrecerrando sus ojos— dos: porque eres hombre y tres: porque eres hombre!, ¡Y cuatro...: porque te oí hablar en chino!
Y Luca, pese a estar ebrio, al menos tiene la «amabilidad» de mostrarse culpable.
—Roy y yo tenemos problemas —continúa Alexa—, pero yo jamás lo he tratado de esa manera.
—Me aplicaste la ley de hielo y pediste a todos fingir que no existo —se queja Roy.
Alexa cuadra los hombros y coloca un tacón detrás del otro.
—Es un contexto diferente, Roy. Un contexto diferente.
»Y esto es una tregua —le recuerda—. Así que tú el Corolla y yo el Audi.
Alexa se pone de acuerdo con Roy a dónde nos llevarán y me pide las llaves del Audi.
...
Cubro con mi mano el vaso de café para entretenerme y no tener que ver directamente a Luca, y es que Alexa, con el propósito de que podamos hablar, nos puso frente a frente en la mesa, quedando ella a mi lado y Luca al lado de Roy.
Para que ella y Roy al igual puedan hablar, quizá. Porque me hace bien pensar que esto no es solo sobre nosotros.
Ya bebí tres cuartas partes de mi café y ahora meto chicles en mi boca, en tanto Luca, casi acostado en la silla, bebe su café con una pajita al tiempo que parece replantearse la vida.
3:23 A. M.
Los dos somos más conscientes de lo que hacemos y él, específicamente, parece arrepentido de su travesía luego de empinarse trece shots de tequilas. Porque mientras yo lo ignoro él no deja de verme.
—Te estás precipitando —insiste.
¿Entre más minutos pasan y más café bebe, más parece arrepentirse de abrir la boca?
Roy, en cambio, contrario a lo que pensé felicita a Alexa por su corte de cabello estilo retro.
—Asumí que el problema había sido el cambio de Alexa —reconozco.
—¿Por qué me molestaría eso? —dice Roy y concuerdo.
»Como hombre, Alex siempre fue una mujer en eterno período —agrega Roy y tanto él como Luca ríen.
Alexa ve de uno al otro, molesta.
—Eso es ma, ¿machis...?
—Sexista —opino.
—Irritantemente sexista —asiente enérgicamente Alexa.
Luca no deja de reír:
—Perdón, sigo ebrio.
—Yo sí río sin culpa —admite Roy.
»Pero lo sucedido entre nosotros fue mucho más complejo que un desacuerdo por su transformación —agrega.
Y me preocupo, tanto Roy como Alexa me caen bien, pero Luca vuelve a hacer girar sus ojos. «¿Qué sucede?» Él mismo me dijo que tendría que escuchar de boca de ellos el problema para entenderlo.
—¿Qué pasó? —insisto.
Roy y Alexa dudan en hablar.
—Se lo diré yo —le dice Alexa a Roy—, porque esto es grave y punto de debate.
Escuchar lo último me obliga a soltar un «Uau».
—Pero primero la voy a poner en contexto —explica y asiento.
»Cuando decidimos vivir juntos Luca nos regaló su Funko de Linterna verde edición especial que años atrás le obsequió Pru —empieza.
—Prudencia —corrige Luca dando otro sorbo a su pajita y lo veo con extrañeza.
—Todo marchaba bien —continúa Alexa—, lo pusimos en exposición junto con otros Funkos igual de especiales. Hasta que... Roy y yo tuvimos nuestra primera discusión importante y consideramos separarnos. Le dije a Roy «Entonces, ¿quién se queda con el Funko?» Y dijo «Yo».
Alexa hace pausa dramática en lo que yo vuelvo a ladear hacia un lado mi cabeza.
—Roy, no quiso que me quedara con el Funko y eso prendió mis alertas. Me dije «Alexa, esto es una bandera roja».
—Y no podían simplemente comprar otro Funko —opino.
—Luca. —Roy demanda a Luca que me explique. Porque, al parecer, más idiota no puedo ser.
—Funko de Linterna verde edición especial —me remarca Luca y quisiera tenerlo en mi mano para golpear con este a los tres.
—Yo podría ceder —continúa Alexa—, pero el punto es...
—¿Por qué no cedió él desde un principio? —concluyo y Alexa esboza un gesto afirmativo.
»Ni cede ahora —explica con Roy volviendo la cara en dirección opuesta a ella.
»Con el tiempo salió con otras mujeres —continúa Alexa.
—Y tú con otros hombres —la acusa Roy.
Alexa carraspea:
—Se acostó con ellas.
—Y tú con ellos —la vuelve a acusar Roy.
—Solo ha sido con diecisiete, Roy —se defiende Alexa, dignamente, y enseguida me mira a mí—. He explorado mucho mi sexualidad.
—Bien por ti —la felicito.
—Y aunque en este momento te digas «Oh, Dios, ¿cómo es posible que Luca y yo peleemos por nimiedades cuando Alexa y Roy tienen problemas reales», te digo que ningún problema es demasiado grande o pequeño cuando lo que prevalezca sea el afecto entre los dos.
Roy mira con enfado a Alexa tras esa declaración y yo hago lo propio con Luca.
—Sí. Qué sería de nosotros de pelearnos por un Funko —mascullo.
—Edición especial —agrega con el mismo tono burlóm y le doy un traspié bajo la mesa.
—¡Ivanna!
—¡Como si yo no hubiera intentado hablar! —le reprocha Roy a Alexa, pero ella, ignorándolo, pone en su teléfono The Winner Takes It All en un volumen relativamente alto.
—Eso es tóxico —la vuelve a acusar Roy.
—Agotadoramente tóxico —está de acuerdo Luca y reafirma su postura al intentar cubrirse los oídos.
Me burlo en silencio de él mientras repaso en mi mente las últimas dos horas. «Aprendiste chino solo para que no pudiera entenderte», recuerdo, fingiendo una vez más que me hace mucha más gracia de lo que me duele.
Pero mi tren de pensamiento se ve interrumpido con una llamada entrante de Victoria.
—Tori, ¿cómo estás? —saludo con un bostezo.
Pasé de estar ebria a tener sueño, son casi las cuatro de la mañana.
—Nana, lo mismo te iba a preguntar —me dice Victoria—. Debimos cuidarnos más e irnos de ese lugar juntas —Ella también se escucha en mejores condiciones.
—Estoy bien.
Sin embargo, cuando estoy por agregar que no se preocupe, que me encuentro en buenas manos y que por favor me salude a Gary, callo al oír la voz de Omi.
«Está con Omi».
Luego repaso en mi mente lo que me dijo Alexa sobre quién se marchó con quién. Me dijo que Michelle llevó a su casa a Simoné y creo recordar que alguien llegó por Lina, pero no recuerdo que me dijera nada de Victoria.
—Préstame el teléfono, le voy a preguntar a Luca cómo está, lo vi vomitar —le pide Omi a Victoria y ella le entrega en el teléfono.
—¡Jódete, Llamaditas! ¡¿Me oíste?! ¡Jódete! —me grita Omi al otro lado de la línea, claramente todavía ebrio.
—Omi, soy yo; Ivanna —explico y en ese momento Luca también empieza a prestar atención a la llamada.
Victoria adicionalmente regaña a Omi.
—Perdón, Ivanna —se disculpa él conmigo—. Pero pásame a Luca, ¿quieres? Lo vi vomitar y le quiero preguntar cómo está.
Sin embargo, Victoria le quita el teléfono.
—Nana, me alegra que estés bien. Más tarde hablaremos, ¿de acuerdo? —se despide.
—Sí. En definitiva más tarde hablaremos —digo seria y ella guarda silencio.
Pero, para no angustiarla de más, también me despido y cuelgo la llamada.
—Fui demasiado duro. Hablemos —me pide Luca—. Quédate conmigo hoy, desayunemos juntos y hablemos. Hay cosas que aún te quiero decir... en español —se apresura a agregar—. Cosas que tú quieres saber —insiste, antes de que vuelva a soltar un no.
«¿Se referirá a La loba?»
Vuelvo la vista hacia Alexa y Roy, se siguen ignorando y, por consiguiente, están lo suficiente cansados como para obligarles a ir de un lado al otro con el Audi y el Corolla. De modo que, cediendo, le pido a Roy llevarse el Audi con él y Alexa, Luca y yo nos vamos en el Corolla al apartamento de ellos.
Al llegar, Alexa me pregunta si prefiero dormir en su habitación y le digo que estaré bien. Aun así; me presta una pijama, le hace prometer a Luca que se comportará y me pide gritar si necesito ayuda, lo que vuelve a enfadar a Luca.
En la habitación no hay mucho que contar. Luca va al baño a lavarse los dientes, pero regresa a sacarse la ropa y ponerse la pijama frente a mí, ¡qué más da, esta es su habitación!; pero yo prefiero apropiarme del baño para hacerlo todo.
Ahí limpio mi cara, me saco la ropa y me meto en la pijama que me prestó Alexa.
Y hago bien en no tener expectativas, porque al volver a la habitación Luca ya está dormido, y no pasa nada, prometió que hablaríamos hasta el desayuno; así que me meto en la cama con él, me giro en dirección opuesta a su cara y trato de dormir a pesar de no dejar de pensar en chino.
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Para mí era importante que los problemas entre Alexa y Roy no tuvieran que ver con la transformación de ella. ¿Ven cómo ya estaban demonizando a Roy?
Ahora ya saben qué siente Luca :'c Y hay más. Hay mucho detrás.
Aun así, llegó el momento de que conozcan a Laura. ¿Cómo creen que será? ¿Qué pasará?
Twitter: TatianaMAlonzo (Allá comparto adelantos)
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Grupo de Facebook: Tatiana M. Alonzo - Libros (Para el desmadre)
¡Gracias por apoyar mi trabajo dejando estrellitas, CADA VOTO es un Wǒ yě ài nǐ que Luca le dijo a Ivanna. Team: #Luvanna c: ! ♥
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