Capitulo 17
Cuando Lexie llego a la mansión Coppola todo estaba oscuro, cosa que la pareció extraño aún más viendo que solo del despacho de Salvatore salía luz al estar la puerta entre abierta. Así que quitándole el seguro al arma que había sacado de su bolso camino hasta la puerta lentamente.
Aunque no lo admitiera en voz alta aquella escena le ponía de los nervios, cosa poco frecuente. Cuando estuvo enfrente de la puerta la abrió lentamente
Ahí, sentado detrás del escritorio estaba Salvatore con una expresión siniestra mientras sostenía un vaso lleno de su wiski favorito al detectar cuando vio a su esposa en el umbral de la puerta su expresión se acentuó aún más.
Ella bajo su arma al ver que era su esposo y la puso en una de las mesitas auxiliares que había cerca de la puerta.
--Vaya hasta que decides aparecer – su tono era acido, cargado de veneno – O más bien hasta que Christopher te dejo ir
-¿De que estas hablando?
--Sé que el imbécil de Di'Tella estuvo en el bar, en tu oficina – se levantó y se acercó a su esposa, luego de tomar de un solo trago el contenido del vaso dejando lo sobre el escritorio, hasta quedar frente a ella --¿Hicieron un trio con Konstantine? ¿Lo disfrutaste? ¿Lo hicieron en el bar o en el departamento al que fueron? ¿Por lo menos usaron condón? No quisiera tener que criar al bastardo de uno de los dos.
Salvatore sintió la mano de su esposa golpeando su mejilla izquierda, haciendo que girara el rostro. Lexie estaba furiosa cada palabra salida de su boca la había ofendido de sobre manera.
--Yo no soy como las putas a las que estabas a acostumbrado—Salvatore volvió su rostro en su dirección con la mandíbula apretada tanto que Lexie podía jurar oír sus dientes rechinar – Además tú no tienes el derecho de hablarme así no soy un objeto, soy tu esposa.
Lexie se dio la vuelta para salir de la estancia cuando sintió como la tomaban de la nuca, darle la vuelta y quedar con el rostro de su esposo frente al suyo, debido a que este se había encorvado a la altura de su esposa.
--Qué bueno que lo tengas presente, muñeca, porque desde que te folle la primera vez nadie, absolutamente nadie tiene derecho de ponerte un dedo encima---ambos se miraban fijamente a los ojos, la tensión entre ellos era demasiada.
--El hecho que te haya dejado follarme no quiere decir que vaya a ser un objeto y mucho menos de tu propiedad –Aquello aumento el instinto posesivo de Salvatore aún más.
Salvatore la beso a la fuerza, ella intento alejarlo pero lo único que logro fue que Salvatore la llevara contra la pared más cercana azotando con fuerza su espalda contra esta. Lexie intentaba alejarlo, estaba furiosa por las palabras de su esposo, pero entre más intentaba alejarlo él se negaba más a soltarla.
Para suerte de Salvatore, Lexie había decidido usar una falta con una pequeña abertura a la altura del muslo la cual aprovecho para subir su pierna a la altura de su cadera y evitar que escapara fácilmente añadiéndole que ahora podía tocarla como había querido hacer desde hace varios días
Toco uno de los pechos sobre la camisa y con satisfacción noto que no llevaba sostén, también noto como se erguían los pezones bajo su tacto cosa que lo hizo gruñir sobre los labios de su esposa, al notar que Lexie dejaba de resistirse y comenzaba a gemir bajo sus labios a su barbilla y cuello.
--No ... hagas... eso... por favor—Le suplico entre gemidos, aunque era una súplica que no esperaba que cumpliera, él sabía que uno de los placeres que más disfrutada Lexie era que le besaran el cuello.
Mientras su mano derecha masajeaba el seno de Lexie, la mano que había subido la pierna a la altura de su cadera lentamente comenzó a hacer su camino por el interior del muslo hasta la intimidad de Lexie, cosa que la hizo gemir aún más para deleite de su esposo que seguía besando su cuello y mandíbula.
Cuando su mano llego a su intimidad, cubierta por una fina braga, encontrándola húmeda cosa que lo hizo gruñir en la boca de Lexie mientras comenzaba a masajearla sobre la tela y con la presión justa y disfruto ver como su esposa se retorcia de placer por aquella caricia.
Lexie ya no podía sostener su peso en una pierna por lo que dio un pequeño salto para enganchar su otra pierna en la cintura de su esposo que había dejado de acariciar sus pechos para poder quitar la blusa mientras ella comenzaba a desabrochar la su camisa rápidamente.
Saco la camisa de Salvatore del pantalón y comenzó aquietarle el cinturón para luego desbrochar el botón y bajar la bragueta del pantalón para luego meter la mano dentro del bóxer para sacar su miembro y acariciarlo.
Ambos se acariciaban con fervor, pasión, lujuria y deseo, pero para ninguno eran suficientes aquellas caricias querían y necesitaban más Salvatore rompió su braga, quito la mano de Lexie de su pene para luego penetrarla de una sola estocada y sin darle tiempo a su esposa de acostumbrarse comenzó a moverse de manera salvaje.
Queria que Lexie de alguna manera sintiera su enojo y frustración "que mejor manera que la sienta teniéndome en su interior asi" pensó mientras mordia con algo de fuerza el labio inferior de su esposa.
Los gemidos de ambos se escuchaban por toda la estancia, ambos se veían a los ojos mientras sus respiraciones de mezclaban, las penetraciones de Salvatore se volvían más bruscas y placenteras, Lexie le besaba el cuello y la mandíbula provocando que su esposo gruñera de placer.
Mientras Salvatore la penetraba salvajemente y los gemidos de Lexie eran más fuertes, sin dejar de ser sexys y lujuriosos, rodeo con su mano el cuello ejerciendo fuerza al tiempo que devoraba su boca. Sentía las uñas de Lexie clavarse en sus hombros con mucha fuerza.
Cuando Salvatore sintió que las paredes de Lexie lo apretaban dificultando sus embestidas supo que estaba a punto de correrse al igual que él, por lo que aumento el ritmo mientras llevaba una mano entre los dos hasta el clítoris de Lexie para acariciarlo.
Un gemido gutural broto de la garganta de Salvatore mientras se corría en el interior de Lexie, quien también se había corrido al mismo tiempo con un gemido de estaxis. Lexie sentía el semen de Salvatore en su interior y lo disfrutaba enormemente, cosa que jamás articularia en vos alta.
Pasaron varios minutos así cosa que le pareció extraño pues Salvatore cuando se corria salía de ella inmediatamente y solia poner distancia entre ambos, cosa que ella también hacia cuando ella estaba encima al terminar.
--Más te vale no engañarme, muñeca, porque te mataría con mis propias manos
--Ya puedes bajarme, Salvatore—se dio cuenta que su esposo tenía el entrecejo fruncido--¿Qué sucede?
Sin previo aviso Salvatore se cayó al suelo con Lexie en sus brazos, cubriéndola con su cuerpo al tiempo que las balas entraban destrozando el enorme ventanal del despacho.
Cuando la ráfaga de balas se detuvo unos minutos ambos se separaron y mientras arreglaban su ropa Lexie gateo hasta la mesita en donde había puesto su arma.
--¿Quién carajos se atrevería a atacarno?—tomo su arma sin levantarse --¿Y tus hombres?
--No lo sé, pero cabe la posibilidad que nos hayan vendido los que no, muertos –Salvatore tomo una de las armas que siempre mantenía escondidas en los muebles—Los matare a todos los malditos traidores.
Salvatore maldijo a su adentros al darse cuenta que no tenía su celular a la mano, pero recordó un botón de pánico que ,mandaba una señal a los celulares de él y sus hermanos en caso de que fuera accionado, habían puesto en caso de que Gala estuviera en peligro.
Se arrastró hasta el hueco de las piernas de su escritorio donde estaba el botón y lo presiono para luego volver con Lexie, al tiempo que se escuchaba como tiraban la puerta principal.
Ambos intercambiaron una mirada antes de salir del despacho mientras disparaban a todo aquel que entraba por la puerta principal. De la nada comenzaron a entrar hombres por la puerta del jardín asi que Lexie dejo a Salvatore con los hombres de la puerta principal
Lexie maldijo cuando se le acabaron las balas pero eso no la detuvo comenzó una pelea de cuerpo a cuerpo, logro noquear a dos golpeándolos con la culata de su arma mientras mantenía una sonrisa de suficiencia.
Estaba peleando con un quinto hombre cuando escucho un disparo a su espalda lo que la llevo a volver su mirada dándose cuenta que Salvatore había sido quien disparo a un hombre. Salvatore vio como un hombre al que su esposa había noqueado recuperaba la conciencia y al ponerse de pie iba a atacarla por la espalda y usando su última bala había matado aquel hombre.
Pero aquella distracción los llevo a ser capturados a Salvatore lo golpearon en el rostro para luego inmovilizarlo, a Lexie solo la inmovilizaron subestimando su fuerza. Mientras lo sacaba de la casa hacia la entrada principal dio patadas en el aire intentando soltarse por su parte Salvatore no hizo nada por resistirse simplemente se dejó llevar por aquellos hombres.
Al salir Salvatore vio los cuerpos de algunos de sus hombres y como la sus sangre manchaba el suelo y en algunos casos las paredes de la mansión. Miro al frente en donde se encontraba un hombre de mediana edad algo bajo de estatura y con el cabello poblado de canas, se dio cuenta que Lexie dejo de resistirse en cuanto lo vio. El hombre los miraba con una sonrisa burlona mientras los ponían de rodillas ante él.
--Signora e signora Coppola, piacere mio –la sonrisa en su rostro se agrando con satisfacción – Ci dispiace interrompere la vostra serata ma volevamo una conversazione con voi che manda la signora Samantha
(Señore y señora Coppola, un placer. Lamentamos interrumpir su velada pero queríamos una conversación con ustedes, nos envía la signora Samantha)
--¿Signoras? –Lexie rio con amargura –No sabía que ahora cualquier puta podía llamarse señora
Salvatore forcejeo cuando vio como aquel hombre volteaba el rostro de Lexie con una sonora bofetada, pero los hombres lo sujetaron con más fuerza.
--Recuerdo que hace 17 años estabas en la misma posición –Lexie se templo ante aquello, aun con su rostro hacia un lado por alguna razón el hombre le hablo en francés –Estabas llorando, asustada, suplicando...
Sin que nadie lo vira venir Lexie se soltó de sus captores y se abalanzo sobre el hombre y comenzó a golpearlo con una fuerza descomunal. Por su parte Salvatore aprovecho la conmoción y se liberó de dos de los cuatro que lo tenían tomando sus armas, al tiempo que varias camionetas entraban disparando a los enemigos.
Lexie sintió como la tomaba de los brazos y comenzaban a arrastrarla lejos del hombre que rápidamente se levantó y comenzó a caminar hacia una camioneta para llevarse a Lexie e irse.
--Vaya, gatita, ahora sí que sabes pelear será interesante.
Salvatore al percatarse que de cómo se querían llevar a Lexie corrió hacia ellos pistola en mano. Cuando les llego por la espalda sin que se dieran cuenta les disparo sin miramiento a los hombres en la cabeza, pero dejo vivo al hombre al que había atacado Lexie.
Todo alrededor de ellos era un caos habían más muertos pero todos eran enemigos. Salvatore miro como la mirada de Lexie carecía de brillo y por más que le hablaba no contestaba.
Sin importarle nada se volvió a ir sobre aquel hombre solo había una palabra en su cabeza "matar". Tan concentrada estaba en aquello que no se dio cuenta que todos la observaban con asombro, jamás habían visto a una mujer golpear a alguien tan salvajemente.
--Joder Lexie –la aparto del hombre inconsciente y desfigurado – Ya lo necesitamos vivo, ya está –le dio vuelta tomándola por los hombros para sostenerla contra su pecho mientras ella tenía las manos llenas de sangre y los nudillos destrozados.
La familia de Lexie los miraba alejados, habían sido avisados por Stefan del ataque, atentos y sorprendidos. Los hermanos mantenían una media sonrisa en el rostro mientras que el patriarca solo miraba la escena.
--Vaya parece que la ya dominaron –rio Renaud al ver que su hermana estaba calmada luego de unos minutos -- ¿No crees, papá?
--Solo falta que lo admita
--Mejor pídanle que asesine a medio mundo –Francois recibió un golpe de Armand que reía. Mirado como Lexie se separaba de Salvatore y luego de mirarlo fijamente unos segundo se apartó de él y al mirarlos camino hacia ellos.
Camino hacia su familia abrazándose así misma meditando sobre lo que sentía por Salvatore, tenía un mar de confusión en su cabeza y su parte calculadora le decía que tenía que dejar de lado aquellos pensamientos que solo el estorbaban.
--¿Cómo se enteraron?—fue lo primero que dijo al acercarse.
--Tu cuñado—señalo Benedikt – Ahora necesito que me digas ¿Por qué los tomaron con la guardia baja? Y lo más importante ¿Por qué perdiste el control así?
Mientras Lexie les contaba todo a su familia, omitiendo el hecho del sexo, los hermanos Coppola hablaban de lo mismo en el otro extremo bastante alejado de los Berlusconi.
--Jamás pensé ver a Lexie perder del control así –Dante miraba a los Berlusconi que mantenían una conversación algo intensa a simple vista – Siempre se ha caracterizado por ser una mujer muy controlada y usualmente serena.
--Lo sé, pero algo que dijo el hombre la descoloco por completo – Stefan lo miro con el ceño fruncido – Volvieron a mencionar algo de hace 17 años sobre ella de rodillas
-- Si es algo de hace 17 años ella tenía 7 años –el mayor asintió – Al perecer los Berlusconi tienen demasiados secretos.
--Tengo que saber qué es lo que esconden
--Yo que tu esperaba que ella te contara –señalo Dante haciendo que los mayores lo miraran con el ceño fruncido --¿Qué? A las mujeres no les gusta que sepas por otro sus cosas.
Stefan y Salvatore rodaron los ojos ante la opinión de Dante, le faltaba mucho que aprender.
--Háganlo hablar a toda costa, quiero saber todo—le ordeno Lexie a uno de los hombres de su familia – Yo me encargare de él después.
--¿Crees que diga algo?- Francois miro a su hermana quien simplemente se encogió de hombros.
--Ya lo haremos hablar—aseguro Benedikt
"Tengo que hacer que paguen" pensó Benedikt. El pasado era una carga muy pesada para él, no había día que no sintiera la culpa carcomerlo desde adentro y más cuando miraba a Lexie, cuando ella le sonreía y en especial cuando lo miraba a los ojos.
Lexie rio por un comentario de uno de sus hermanos y lo miro a los ojos con una sonrisa, la culpa de Benedikt se agrando, se culpaba por mantener a sus hijos en constante peligro ya había perdido a dos miembros de su familia y aunque no lo demostrara eso lo había afectado mucho, también sabía que si perdía a otro hijo se moriría.
Lexie miro otra vez a su padre, mientras reía por los comentarios de Francois y Armand, en el momento en que se escuchó un disparo para luego sentir como la sangre de Benedikt le salpicaba por todo su rostro y ropa.
Lexie grito mientras sus dedos se deslizaban por su rostro cubierto de sangre dejándose caer de rodillas junto a su padre. El disparo le había atravesado el pecho, Benedikt escupía sangre y se le dificultaba respirar.
--No, no, no papá, tu no ---le rogaba Lexie mientras sus manos tocaban su rostro luego de ponerlo en su regazo --- Tu no te puedes morir – la vos de Lexie apenas era un murmullo, con el grito se había lastimado las cuerdas bucales, las lágrimas bañaban su rostro mezclándose con la sangre—Muévanse imbéciles –miro a sus hermanos – no podemos dejar que papá muera – ellos no se movieron solo se agacharon hasta donde estaban ellos –por favor muévanse.
--La mia principessa(mi princesa)—la llamo Benedikt – La mia principess dagli occhi vedi (mi princesa de ojos verdes) todo estará bien –lloro aún más ella sabía que no, le habían dado en un punto donde no había posibilidad que el sobreviviera –Tienes que ser fuerte, tus hermanos y tu tienen que serlo—tosio sangre – solo se tienen a ustedes, nunca se separen recuerda "nunca doblegado".
Los hijos de Benedikt se acercaron y tomaron la mano de su padre, quien les sonrió mirándolos antes que su corazón dejara de latir.
"Por fin juntos, amore mio"
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Se que nadie se esperaba este final para Benedikt pero es lo que hay, mentiras quiero que sepan que yo no mato a nadie sin razón alguna y que me dolió mucho matarlo pero nada pasa sin una razon.
Pd yo les dije que no se encariñaran con nadie y que no me hacia cargo de los daño que mis personajes les hicieran :).
Hasta la proxima
Besos
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