Visita
Dos semanas después.
Daba vueltas de un lado a otro en su lugar, mientras sus hijos lo veían sentados en el sillón, el timbre sonó y el acomodó su ropa antes de ir a abrir la puerta y sus hijos se pusieron de pie para recibir a sus visitas. No pasó mucho cuando su padre volvió, acompañado de su abuelo ahora.
Dégel: Saluden... - le susurro a sus hijos que después reaccionaron.
Camus: a... si, buenos días abuelo Krest.
Isaac: buenos días es un gusto volver a tenerlo aquí - siguió mientras los otros dos solo atinaron a decir buenos días. Su abuelo por su parte pasó a ver a su papá.
Krest: que lindo - dijo sarcásticamente el pequeño hombre, Dégel por su parte solo robo los ojos molesto, el hombrecito se acerco a los menores, dando una vuelta al rededor de los cuatro que solo se vieron - están más delgados que la última vez que los vi, ¿no los haz estado alimentando bien Dégel?
Dégel: por favor. Si se la pasan comiendo a cada rato - susurro incrédulo.
Krest: esto es una prueba más de que en esta casa falta mano dura con estos niños - sentenció mientras pasaba su dedo sobre la mesita que ahí había - así como también una buena limpieza, ahora realmente es preocupante. Esto es prueba de que te urge compañía cariño - Camus y sus hermanos pasaron a ver a su papá que solo suspiró - por cierto, ¿Dónde está esa persona? - pregunto sorprendido a los otros.
Dégel: no tarda mucho en llegar, dijo que estaba en camino. Estoy seguro que te va a agradar - afirmó mientras los otros confundidos se vieron entre sí.
Krest: eso esperó... tú padre tampoco tarda en llegar así que hay que preparar todo para darles la bienvenida ¿no crees? - pregunto mientras lo veía.
Dégel: no creo que sea necesario hacer gran alboroto, ella es muy humilde - dijo rápidamente.
Krest: no te preocupes, será algo digno de admirar, vamos niños. A buscar ropa decente - ordenó mientras los otros más confundidos que nunca fueron detrás del mayor. Dégel solo vio por donde se iban, no estaba tan seguro de que aquella farsa se la pudiera creer Krest, lo habían preparado todo a escondidas de sus hijos y había dado ciertas indicaciones al ángel que parecía no importarle mucho. Y creí que no le había prestado importancia.
Dégel: Athena, por favor protegenos con tú luz divina - pidió para después irse detrás de su mamá.
Horas después.
En la mansión de los Chevalier.
Dégel veía de forma impactada la gran fiesta que había armado su mamá en tan poco tiempo.
Dégel: ¿Que parte de "no hacer gran alboroto" no entendiste? Esto es exagerado por amor a los dioses - expresó molesto.
Krest: no es tan humilde como hubiera querido, pero fue muy poco tiempo para planear todo esto, no debería haber inconveniente - hablo sumamente tranquilo.
Dégel: Dios... - fue lo único que dijo mientras escondía su rostro entre sus manos.
Xx: ¿Dégel? Muchas felicidades, no sabía que ya habías conocido a alguien más, eso me alegra, Kardia hubiera estado más tranquilo - comentó mientras se acercaba.
Dégel: ¿Asmita? - preguntó al borde del llanto.
Asmita: me alegro mucho por ti Dégel, esperemos que esta nueva persona que se integra a tu vida se lo merezca realmente - declaró sonriente.
Dégel: gracias...
Por otra parte Camus, Isaac, Hyoga y Aurora estaban confundidos, ¿desde cuando su padre conoce a alguien? Además de Seraphina y el hermano de ella Unity no conocían a nadie más.
Isaac: ¿creen que podrá ser ella? - preguntó.
Aurora: agh... que se te haga chicharrón la boca - expresó molesta mientras Hyoga la vio serio - lo lamento mucho Hyoga, no tengo nada en contra de Seraphina, sin embargo no quisiera ser familiar de ese maldito de Unity. O sus hijas, no importa si mi padre esta enamorado, no, quiero, hacerlo.
Hyoga: pues aunque no te guste si es ella tendrás que aceptar. O cambiarte de apellido - le dijo mientras la menor solo lo vio molesta.
Camus: ¿lo habrá vuelto a encerrar en ese lugar? - preguntó llamando la atención de los trillizos.
Isaac: ¿de quien hablas Camus? - preguntó llamando la atención del mayor.
Camus: estoy hablando del ángel que mantenían encerrado en aquella jaula, ¿lo habrá vuelto a encerrar ahí? - preguntó mientras los otros solo bajaron la cabeza con tristeza.
Aurora: no se lo merece, hace poco nos salvó de lo que hubiera podido ser nuestro final sin su ayuda.
Hyoga: ¿y que les parece si vamos a sacarlo?
Isaac: ¿Que?...
Hyoga: aprovechando la fiesta no nos tendrán vigilados, y al haber muchos invitados en todo el lugar parecerá como si alguien más se lo robo - explicó mientras los otros lo pensaron.
Camus: tienes razón, es lo mínimo que podemos hacer, vamos... - dijo mientras los otros tres asintieron, y ya se iban a ir hasta que escucharon como los sirvientes de la mansión, fueron a decirle a su padre que su visita había llegado.
Por lo cual los tres lo vieron dirigirse a la puerta, y como la curiosidad les había ganado al ver a toda la gente de la fiesta ir detrás de él, pues... ellos también lo hicieron.
Al llegar afuera de la mansión, pudieron ver un carruaje blanco y lleno de diamantes, lo cual les dio el índice se que esa persona. No podría ser alguien cualquiera, o por lo menos alguien conocido ¿verdad?
Xx: wow...
Xx: parece como si fuera de algún linaje alto.
Xx: ¿Quién será?
Esos eran los comentarios que se escucharon de las demás personas, que curiosas trataban de ver quien se escondía dentro de ese carruaje, Krest también estaba impactado ante tal escena y solo vio como Dégel se acerco al carruaje, donde abrió la puerta, para seguidamente ayudar alguien a bajar. La escena realmente fue impactante, un enorme vestido, brillante de un hermoso color blanco fue lo primero que se vio, a la par de unos tacones de color plateado y una hermosa joven de cabellos azules fue lo que vieron descender del carruaje junto a Dégel.
Krest: imposible... parece ser.
Aurora: una princesa... - susurro sorprendida.
Isaac: ¿pero quien rayos es esa chica? - preguntó sorprendido, mientras que Camus y Hyoga, parecían haberse dado cuenta de quien se trataba. Cuando ambos llegaron a estar frente de todos vieron a la joven hacer una pequeña reverencia, mientras que sonriendo dijo.
Milo: muy buenas noches, lamento mucho haberlos hecho esperar - fue lo que con una encantadora sonrisa expresó.
Continuará...
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