Propuesta
En la casa de Camus.
Después de a ver hablado con su hermana decidió que era momento de regresar a la casa, para cuidar que esos humanos no volvieran a meterse en problemas. Suspiró cansado jamás pensó que terminaría sus días así.
Milo: me pregunto que estarán haciendo los demás, de seguro no encuentran que hacer con ese demonio travieso - fue lo que pensó, ese demonio tenia una forma de actuar que muy pocos podían aguantar.
Territorio de los ángeles.
Shun se había ido del lugar y la puerta otra vez se había quedado sin guardián. Para sorpresa de muchos ya que Shun era uno en los ángeles más pacientes que existían.
Kanon: ¿y ahora que hacemos? - preguntó el gemelo menor al mayor.
Saga: pues que crees, ocuparnos del problema nosotros - dijo el aburrido.
Kanon: hm... yo creo que no, bastante tengo con cuidar mi puerta como para hacerme cargo de la de Milo - respondió sonriendo - oye Saga, ¿que tal si vamos por él?.
Saga: ya dije que no. Si pudiéramos tener a Milo de regreso, la misma Sendai lo hubiera traído aquí, ¿no crees?.
Kanon: hay pero que malo eres conmigo hermanito - dijo haciendo un puchero. Mientras vio al mayor suspirar para después acercarse a él y tomarlo por los hombros.
Saga: anda, quédate aquí un momento, en lo que voy a ver si podemos conseguir un relevó - pidió él.
Kanon: como usted ordene señor - dijo colocando su manos por sobre su frente, como si de un soldado se tratase.
Saga por su parte se fue dejando a su hermano, él cual después de verse solo se acerco a la puerta y la golpeó suavemente, para después pegar su oreja a ella.
Kanon: ¿sigues vivo? - preguntó.
Xx: vaya... por fin una buena visita, hola Kanon. ¿Sabes donde esta Milo? - preguntó.
Kanon: hm... lamento informar que no. No se donde esta él bicho, desapareció hace diez días y no lo hemos vuelto a ver - informó.
Xx: hm... le dije que tuviera cuidado, que tenia un mal presentimiento. Bueno eso explica porque hace unos minutos un montón de demonios desaparecieron y aparecieron un instante - dijo llamando la atención de Kanon.
Kanon: ¿los demonios desaparecieron? - preguntó confundido.
Xx: Si, pero al cabo de unos minutos volvieron a aparecer - respondió él.
Kanon: eso es raro, ¿por qué motivo los abra llamado?, ¿será que tiene problemas en donde quiera que esta? - preguntó viendo al cielo.
Xx: ¿crees que esta en peligro? - preguntó mientras el otro sonriendo dijo.
Kanon: no, no, no... no vas a salir de aquí aún - le dijo sonriendo.
Xx: oh... - dijo con pena.
Volviendo al mundo humano.
Milo incómodo veía la escena, Dégel por su parte se alejó rápidamente de aquella mujer mientras ella no se veía contenta por eso.
Milo: em... perdón por interrumpir - dijo nervioso para después cerrar la puerta de forma incomoda.
Milo: hay que vergüenza - fue lo que nervioso pensó Milo.
Camus: oh... volviste, me tenias preocupado - dijo mientras Milo rápidamente lo pasó a ver.
Milo: Camus... - susurro.
Camus: ¿sabes si mi padre esta adentró? - preguntó mientras Milo con un ligero rubor se pasó la mano por su nuca un tanto nervioso.
Milo: si esta aquí, pero no creo que puedas entrar ¿sabes?, están haciendo algo... - dijo a lo que Camus entendió.
Camus: comprendo. Oye, disculpa este... ¿ahora sí podrías decirme tú nombre? - pregunto a lo que Milo lo vio.
Milo: perdón jamás te respondí a esa pregunta, ¿verdad? - dijo a lo que el chico sonriendo asintió.
Camus: descuida, si no te sientes cómodo con eso pues... podrías decírmelo después con más calma, no hay prisa - dijo sonriendo.
Milo: gracias, pero creo que ya e guardado por mucho tiempo silenció. Mi nombre es Milo, muchas gracias por todo lo que me diste en todo este tiempo - dijo sonriendo.
Camus: no hay de que - respondió.
Ambos se vieron a los ojos por unos minutos, para después ver como Dégel salió de la oficina, los vio a ambos para después ver a Milo.
Dégel: podrías ser tan amable de seguirme - pidió a lo que él ángel sin mucho que hacer solo asintió. Para después ver como Dégel comenzó a caminar y después de ver por unos minutos a Camus comenzó a seguir a Dégel, Camus por su parte no se quedó ahí estaba preocupado por lo que su padre le pudiera hacer así que decidió seguirlos.
Con Dégel y Milo.
Lo llevó al jardín de la casa donde después de suspirar se agachó frente a él y desde ahí lo vio.
Dégel: te agradezco mucho por lo que hiciste por mi familia ayer - dijo.
Milo: no te preocupes ese es mi trabajó - dijo él.
Dégel: ahora necesito que me hagas otro favor - pidió de rodillas.
Milo: ¿Que es lo que sucede? - preguntó mientras Dégel tomó sus manos de forma suave - ¿hm?...
Dégel: necesito que te hagas pasar por mi esposa - soltó de golpe.
Milo: ¿Que?... - preguntó sorprendido mientras suavemente le quito sus manos a Dégel.
Dégel: se que es una completa locura y estas en todo tú derecho de ponerme en duda pero... necesito de tú ayuda para evitar que me quiten a mis hijos - dijo mientras Milo. No supo que hacer. O por lo menos que decir.
Milo: ¿A caso este tipo se a vuelto loco? - fue lo que mentalmente se preguntó.
Dégel: lo siento mucho, pero realmente ahora estoy desesperado. Le mentí a mis padres y les dije que ya estaba a pocos días de casarme y ellos ya establecieron fecha limite para esa boda.
Milo: a ver, a ver, a ver... y en primer lugar, ¿por qué demonios les dijiste que ya te ibas a casar? - preguntó molesto.
Dégel: entiende que habían amenazado con quitarme a mis hijos si no lo hacía, en primer punto me habían propuesto casar a Camus, pero viendo mejor las circunstancias y las candidatas preferiría ser yo quien haga el sacrificio - explicó.
Milo: quiero golpearte ¿sabes?
Dégel: si y a mi también me encantaría que lo hicieras - hablo triste, Milo suspiró, realmente sabía que esto terminaría muy mal. Sin embargo ayudar fue lo que le ordenaron y eso tenia que hacer.
Milo: esta bien te ayudare - dijo resignado mientras el otro sorprendido lo paso a ver - pero explícame una cosa, ¿que fue lo que le prometiste a tus padres, esposo o esposa?
Dégel: ¿eso importa?
Milo: obviamente, no puedes enseñarles un esposo si prometiste que era esposa, ¿realmente haz dormido bien estos días o por que eres tan idiota? - preguntó de brazos cruzados.
El peli verde por su parte lo veía con una sonrisa y mirada de nostalgia, lo cual le incomodo en sobre manera por lo cual hablo.
Milo: ¿me estas escuchando?
Dégel: claro que si, y perdón si te incomodo pero... cuando me insultaste no pude evitar pensar en mi esposo, me hubiera dicho exactamente lo mismo en esta situación - explicó mientras Milo se sintió culpable por esa situación, sentía que su gran parecido con el cónyuge de es joven le daba un insistente recordatorio de culpa.
Milo: ¿estas seguro de lo que vamos a hacer? Siento que si lo hago, terminaré lastimandote en algún punto de todo esto - indicó, Dégel por su parte solo tomó su mano para después dejar un suave beso sobre ella.
Dégel: tranquilo, no tardará mucho, solo en lo que me deshago de ellos - dijo a lo que Milo suspiró.
Milo: esta bien. Pero para evitar malos entendidos con respecto a mi apariencia voy a tomar la forma de una mujer ¿no te molesta?
Dégel: claro que no, me parece perfecto, muchas gracias. Prometo que no dejaré que te ocurra algo malo o te falte algo - fue lo que le dijo mientras Milo no muy seguro de lo que iban a hacer solo asintió.
Por su parte Camus, no había escuchado nada porque estaba muy lejos de donde ellos estaban. Aunque no negaba que se sentía un poco molesto al imaginar que su padre pudiera estar amenazando a Milo. Por la cara del angel era lo más lógico.
Continuará...
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