libertad prestada
Con Dégel.
9:00 PM.
Dégel se encontraba asustado y tratando de llegar a la puerta que conducía al sótano. Estaba temblando y respiraba de forma agitada, la luz en toda su casa se había ido y no sabia donde estaban sus hijos y su pequeña princesa estaba mal. Parecía como si algo la hubiera poseído. Escuchó una risa femenina y justo en ese preciso momento encontró la perilla de una puerta la giró suavemente y entró de golpe justo en el momento en él que su "hija" se abalanzó sobre él desde las sombras. Respiro con alivio al estar en aquella habitación o escalones, se animo al verlos dándose cuenta de que estaba justo donde quería se apresuró a bajar llegando al sótano dónde justo pudo ver al ángel.
Dégel: Oye... - dijo llamando la atención del ángel, él suspiró para después acercarse - sé que no comenzamos muy bien, pero... necesito tú ayuda ahora - dijo mientras Milo lo veía atentamente - hay algo muy siniestro al rededor de la casa y eso no es todo. Mi hija, mi hija al parecer fue poseída. Por favor... por favor ayúdame - dijo llorando frente a la jaula, de rodillas ante él, suspiró para después ponerse de pie y extender sus alas, provocando una sombra que cubrió Dégel que rápidamente se levantó viéndolo con sus ojos llorosos y preguntó - ¿me vas a ayudar? - preguntó a lo que el ángel asintió.
Milo: lo haré, porque ese es mi trabajó. Pero... necesito algo - dijo, hablo por fin.
Dégel: si, si que es lo que quieres - dijo poniéndose rápidamente de pie mientras secaba sus lágrimas.
Milo: necesito que me den las cosas cosas me robaron cuando llegue - pidió serio.
Dégel: tus cosas... no se donde están. Alone y Sasha jamas quisieron darme una explicación de su paradero - respondió mientras veía hacia todos lados, Milo suspiró y después dijo.
Milo: bien. ¿Tienes por lo menos alguna flauta y un cuchillo que me puedas prestar? - preguntó mientras Dégel asintió.
Rápidamente busco las llaves de la jaula para poder abrirla y cuando las tuvo en sus manos fue a abrir o eso intentó hasta que Alone llegó y lo detuvo.
Alone: ¡no!, ¡detente Dégel ¿que crees que haces?! - preguntó molesto mientras el otro lo volteo a ver.
Dégel: ¿que hago?, trato de salvar a mi familia eso hago, todo esto es tú culpa - dijo mientras Milo preocupado vio hacia el techo.
Alone: no lo hagas, una vez esté afuera nos asesinara a todos - dijo mientras Dégel volteo a ver a Milo.
Milo: escuche viejo demente. Si pudiera matarlos, lo hubiera hecho desde un principio pero a los ángeles, incluso a los caídos se les tiene prohibido hacer daño a los humanos, mi trabajo es apoyarlos y cuidarlos en todo lo que pueda, pase lo que pase sin importar cuando daño me hayan hecho no puedo hacerles nada si no quiero condenarme más... lo único que tengo permitido matar son demonios - explicó él sorprendiendo al rubio.
Alone: ¡¿esta hablando?! - preguntó.
Milo: no soy mudo idiota - dijo serio. Sintieron el suelo retumbar y un grito se escuchó en la lejanía, Dégel reconoció aquel grito era Isaac Milo por su parte veía serio el techo - ¿pero que diablos estas haciendo? - preguntó molesto mientras veía al techo.
La puerta de la jaula se abrió y en la puerta se encontraba Alone, él cual no se veía seguro de lo que estaba haciendo, le extendió la bolsa que le había quitado hace años y viendo hacia otro lado nada contento dijo.
Alone: no importa que es lo que hagas, solo pon nos a salvo por favor - pidió.
Milo por su parte se acerco y tomo sus cosas, abrió la bolsa rápidamente de donde saco una bolsita más pequeña la cual también abrió y sacó un pequeño polvito blanco el cual vio con una sonrisa triunfante, para después soplar lo en dirección a la puerta haciendo que todo el lugar volviera a iluminarse.
Afuera.
La casa volvió a iluminarse mágicamente, mientras algo parecía salir corriendo rápidamente de ahí, Hyoga quien se había escondido con sus vistas en su habitación se asomó un poco para ver el pasillo de su casa.
Hyoga: parece que estamos a salvo - susurró.
Camus por otra parte salió de su escondite, tenía planeado ir hacia donde se encontraba él ángel, sabía que el sabría que hacer, a esas iba cuando escucho a su hermano menor llamarlo.
Isaac: ¡Camus! - gritó.
Camus: ¿Isaac? - preguntó confundido. Mientras se volteó. Viendo hacia su alrededor para ver si podía encontrarlo, pero nada, lo volvió a escuchar.
Isaac: ¡Camus!... - volvió a gritar. Camus por su parte ya sabía de donde lo llamaban, era de afuera por lo cual rápidamente se dirigió hacia la puerta principal donde tomó la perilla decidido a ir por su hermano, pero cuándo estuvo a punto de abrir, se vio interrumpido al ver una mano posicionarse sobre la suya evitando que abriera. Lentamente dirigió su vista al dueño de aquella mano, dándose cuenta de que era aquel ángel.
Camus: Tú... - susurro sorprendido. Él por su parte suavemente lo alejó de la puerta para después decirle.
Milo: yo no haría eso si fuera tú - le dijo.
Camus: ¿Cómo saliste de la jaula?, y ahora me puedes hablar - dijo sorprendido.
Milo: lo único que te diré es que trataba de cuidar la poca dignidad que me quedaba. Por otro lado, hay demonios allá afuera, si sales te mataran - le dijo mientras Camus aún no salía de la impresión. Detrás de él vio a su padre aproximarse junto con aquel rubio.
Dégel: hijo mío, ¿dime estas bien? - preguntó mientras lo abrazaba.
Camus: si, si tranquilo - respondió mientras le daba unas ligeras palmaditas en la espalda.
Dégel: que bien... ¿Donde están tus hermanos? - preguntó.
Camus: Hyoga esta escondido en su cuarto con nuestras visitas, en cuánto cuánto Isaac y Aurora. Me temo que ambos están afuera - dijo mientras veía asustado hacia ahí.
Alone: Sasha también se encuentra afuera - dijo preocupado.
Milo: no durarán mucho ahí - fue lo que dijo mientras se agachaba y ponía su bolsa en el suelo buscando algo.
Alone: ¡¿Cómo que no dudarán mucho ahí?!, ¡haz algo! - le gritó.
Camus: Oye no le hables así, después de como lo trataron él esta en su derecho de oponerse a ayudarnos. Sin embargo agradecería mucho que lo hicieras - dijo preocupado mientras veía al ángel que sacó una flauta de la bolsa.
Milo: a... aunque no quiera me veo en la obligación de ayudarlos tranquilo Camus - dijo mientras lo veía - no vayan a salir de aquí por favor, la casa está bañada por luz sagrada por lo tanto los demonios no podrán entrar, tratarán de hacer lo posible por sacarlos pero hagan lo que hagan, escuchen lo que escuchen. No salgan si no quieren morir - pidió él mientras abrió la puerta, para después cerrarla detrás de él.
Lo último que escucharon fue como abrió sus alas y comenzó a volar, Camus aún tenía un poco de miedo pero confiaba en que él podría lograrlo, después de todo no por nada era un ángel, ¿verdad?.
Alone: ¿Dégel confías realmente en él? - preguntó haciendo que Camus lo volteara a ver mal.
Dégel: se que es muy loco pensarlo, pero es la única opción que me queda para recuperar a mi familia - dijo el mientras veía preocupado la puerta.
Camus: por favor salvalos, prueba le a este señor. Que tú no eres como él por favor - fue lo que pensó Camus mientras también veía la puerta.
Continuará...
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