ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 03
ʀɪᴄʜᴀʀᴅ
Lo primero que descubro al despertar es que Allison no está. Y eso me resulta sorprendentemente algo molesto pensé que esperaría que me despertara como siempre (ayer) pero parece que tenía otros planes.
Ya con el humor arruinado, por la falta de la rubia al despertar, me dirijo en su búsqueda a la fogata, es el único lugar dónde imagino, esté.
La arena comienza a molestarme, y el agua salada me pica, debo encontrar algún estanque de agua dulce para bañarme, ya, la situación comienza a ser demasiado insoportable.
Lo primero que veo al llegar es a Denisse y a la pequeña Meredith la hermana mayor y embarazada juega con el cabello de la adolescente, la imagen me alegra un poco, no todo puede ser pensar en la supervivencia, también hay que relajarse un poco.
—Buenos días chicas. —Saludo y por el rabillo del ojo puedo notar que Henry está mirando el océano, creo que debo contar la verdad en cuanto tenga oportunidad, estas personas merecen saberlo.
—Buenos días. —Responden ambas a la vez.
Miro a mi alrededor y sigo sin verla y mentiría si dijera que jodidamente no me preocupa ni un poco no verla, comienza a incordiarme el hecho de que me preocupo más por ella que por el resto.
—¿Buscas a alguien? —Pregunta risueña la hermana menor, Meredith.
—Si. —Respondo distante pero sigo sin verla,a la única rubia que llama mi atención.
—Toma un poco de agua, comete una banana—Ofrece Denisse. No la conozco muy bien, pero puedo notar que ambas hermanas están ocultando algo, por la manera en que ninguna mira a mis ojos y apartan la mirada cuando se cruzan con la mía, además de que el movimiento de las manos de la mayor, sobre el pelo de la pequeña se ha vuelto más torpe.
Sonriendo, fijo caer en su juego y me arrodillo para estar a su altura, me puedo fijar en que estaban haciendo unas especies de redes para pescar, antes de ponerse a jugar a la peluquería, también me gusta que no pierdan el tiempo.
—Soy un militar, teniente, fui miembro del FBI. —Sigo sonriendo. —No me pueden engañar... Diganme ¿Dónde está Allison ?
Ambas se quedan mirándome fijamente, se que Denisse demorará en soltar la sopa por la manera en que sus ojos verdes parecen inexpresivos y no tengo tiempo que perder así que ataco con la mirada a su hermana.
—¿A quien intento engañar? —Resopla la pequeña rubia luego de quince segundos mirándome fijamente. —Anda de niñera.
—¿Niñera? —Miro a Denisse.
— Hey Capitán América. —Es la voz de Henry lo miro sonriendo, sabia que el soltaría la información solo para que me añeje de su esposa —Tu "rubia"se fue con un grupo de chicos a explorar.
Mi sonrisa se borra de un plumazo.«No me jodas» Me pongo de pie. —Gracias Superman.
Ni siquiera se porque me molesta tanto, o bueno si. Primero porque es una jodida imprudente, si quería explorar solo tenia que pedírmelo, segundo ¿por que demonios fue solo con chicos?
—Detente Rick—Susurro adentrandome en el bosque. Debo a concentrarme, analizar la situación para encontrarla en menor cantidad de tiempo, porque si no perdería tiempo innecesariamente además de:—Ella puede andar sola con quien quiera.
Joder, a quién intento engañar, apenas conozco a esa chica y siento demasiadas cosas y no me gusta estar tan al pendiente de alguien que muy pronto voy a dejar de ver, pero hay enemigos contra los que son imposible luchar, por más que se retrase la batalla.
En contra de mi voluntad y batallando contra mi mismo la sigo buscando entre los árboles, no debieron ir lejos, estoy seguro, poco a poco comienzo a orientarme mejor y a encontrar pistas que indican pasos inexpertos de humanos, sin duda el grupo de inútiles que la acompañan.
Y contra todos mis deseos, escucho un grito, su grito, mi sangre se hiela y mi mente se llena de recuerdos,los recuerdos de gritos similares de gente que fue importante para mi, antes de desparecer de este mundo, todo lo que la he oído hablar ha sido suficiente para reconocer su voz en cualquier situación.
—¡Allison! —Echo a correr y los veo. El grupo de jóvenes está alrededor de algo o alguien y estoy seguro de que es ella.
«Por favor que este bien, no quiero sentirme inútil otra vez, quiero cumplir lo que me prometí, salvarla »
Llego hasta ellos empujandolos para verla y ahí está con un tobillo inflamado y lágrimas de dolor saliendo de sus ojos.
«Mierda»
Trato, de verdad lo hago de controlarme pero no puedo, estoy muy molesto.
Verla sufrir me hace perder el control.
—¿Alguien que me diga, de quien demonios fue la jodida idea de venir? —Mantengo mi mirada fija en Allison quien como un robot seca sus lágrimas y me mira asustada. —¡Qué tenga los pantalones de hablar, ya!
—Yo—El aterrorizado susurro de un chiquillo me hace volterame y tomarlo por el cuello.
—¡Tú! trozo de imbécil... Pudieron haber muerto... ¡Allison! pudo haber muerto.
—Yo... Yo lo...
—¡¿Lo sientes?! —Alguien sujeta mi mano que ni siquiera me había dado cuenta que la tenía levantada a punto de pegarle al chico en su estúpido rostro de moldelito
Es Allison.
—Ni se te ocurra pegarle. —Hay odio en su voz y me toma desprevenido—Estamos bastante grandes para asumir nuestros riegos.
Dejo ir al chico quien se va corriendo como todo los otros gallinas, dejándome solo con la causa de mis mayores preocupaciones en estos momentos.
—Tú eres la principal inconsciente. —Sé que hay rabia en mi voz, sé que no debería hablarle así, pero que resultara herida me molesta mucho. —En vez de decirles que se quedaran, vas y los acompañas...Estúpida.
—Deja de llamarme estúpida.
—¿Oh qué? —Sonrió con suficiencia— vas a tomar tu ejército de... niños y me vas a atacar.
—Gilipollas.
Su voz está llena de ira, está molesta ¡bien! Yo también y tengo una ganas terribles de hacerla entrar en sus casillas, no puede hacer cosas así, no puede ponerse peligro por gusto y esperar luego flores y corazones por mi parte.
Me mira con desdén y sin más se va, no tardo mucho en darme cuenta que le resulta trabajoso caminar, así como pudo escuchar pequeños gemidos de dolor venir de ella.
—Allison —La llamo pero no hay respuesta sigue caminado. —¡Allison! —Corro a su lado y pudo ver las lágrimas caer por sus sonrojadas mejillas, pero la furia no desparece de sus marrones ojos.
Menudo estúpido soy.
Un trueno anuncia la lluvia, que mo demora mucho en caer a grandes cantidades, así no podremos llegar a casa, el suelo se ha vuelto demasido fangoso y la vista periférica casi nula por la cortina de lluvia, podríamos perdernos en segundos.
—Allison detente. —Grito bajo el agua.
—Largate. —Me empuja. —Dejmane morir y así te ahorras trabajo.
Sus palabras me hacen sentir peor de lo que ya me siento, no debí gritarle, cuando debía ayudarla, no pudo dejarla así, debemos ir a la cueva, es lo más cercano que tenemos , así podemos perdernos.
Sin esperar un segundo más la cargo ella lucha en mis brazos pero le es imposible liberarse.
—Pegame cuando estemos a salvo, pero ahora déjame compensar mi estupidez.
Allison y yo solos en una cueva ¿Qué podría pasar? Y comienzo a subir hacia la cueva.
Miro a Allison sigue sin hablarme, la noche ha caído y la lluvia no cesa su pie sigue muy dañado y cuando trato de ayudarla a moverse o algo ella se queja y me ignora.
Verla llorar me hizo darme cuenta de mi estupidez y el silencio me ha hecho meditar, no debí alterarme tanto pero por alguna razón la simple posibilidad de que ella corra peligro, cierra mis sentidos.
—¿Tienes hambre?
Ella me mira con sus profundos ojos marrones, sus mejillas encendidas por el sol de los anteriores días.
—Qué crees genio, llevo todo el día sin comer nada, no soy de piedra.
Joder, que ni siquiera la conozco, no entiendo porque me molesta tanto el que ella se moleste conmigo.
Soy estúpido y solo me queda mirar la lluvia. No puedo evitar sentir hambre también, no soy de hierro, pero me molesta más el hecho de su silencio... No lo soporto más.
Me he vuelto un debilucho.
Allison me ha vuelto un debilucho, en horas
—Allison, hablemos. —Tomo sus manos. —Odio esto... Odio no poder hablarte... Ni siquiera se por que. —Ella hace que la estancia en la Isla no sea tan pesada... A su lado me olvido de lo que pasa.
Joder menuda estupidez.
—¿Quieres hablar? —Por su tono se que se me acerca una buena. —Hablemos.
Sus ojos son muy expresivos, siempre que los miro puedo descubrir su estado de ánimo y ahora la rubia está muy molesta.
—No eres mi jodido padre, ni siquiera él se preocupa tanto por mi. —Me apunta con el dedo y veo que su ya enrojecida piel, se vuelve aún más roja. —No soy un objeto débil, puedo tomar muy bien mis decisiones. —Voy a responder pero si quiero llegar a la paz con la rubia más me vale callarme.—En fin estoy molesta por tu molestia... Por que me gritaras, todo sin explicación alguna... Y me molesta que la única razón que me da mi mente para que me protejas tanto es porque soy la única que se de medicina del grupo.
Tomo un fuerte suspiro y con la paz como objetivo tomo sus manos, están frías, seguramente como toda ella.
—Yo tampoco sé porque me preocupo tanto por ti... Pero no es porque sepas de medicina, es algo mas...—Con sinceridad se gobierna el mundo.
Ella por primera vez en el día me regala una sonrisa y siento que la oscuridad de la noche ya no es tan oscura.
—Prometeme que cuando lo sepas me lo dirás.
—Lo prometo.
....
La noche sigue avanzando, al igual que el frío el hambre y los mosquitos, no nos dejan dormir es imposible volver a la playa, y con esta humedad es prácticamente más difícil lograr hacer fuego. Lo único bueno es que la hinchazón del pie ha disminuido y ya no le duele tanto.
—Creo que deberíamos explorar en interior de la cueva. —Dice luego de un rato en silencio.
—¿Estas segura? —Me preocupa su pie.
—Claro, tengo hambre, estoy aburrida y es mejor moverse que dejar que los mosquitos nos drenen, ni siquiera soy donante de sangre
—Al ver su sonrisa sincera suspiro de alivio, ya no me odia.
Menudo gilipollas soy, me he vuelto un total blandengue, una sonrisa de una extraña me alegra.
Mientras caminamos sin rumbo por la cueva decido que ya no quiero que sea una extraña, que quiero conocerla.
—¿Por qué decidiste estudiar medicina? —Pregunto.
—Para darle donde le duele a mi madre, amo ayudar a los demás, pero me dio mucho más placer, decirle que pasó varios años pagando una universidad de medicina y no una de derecho.
—¿Tienen mala relación? —No quiero sonar brusco pero no puedo evitarlo
—Soy la oveja negra de la familia. —Ríe. —Por eso le doy tan poca importancia a mi vida. —No me da tiempo analizar lo que dijo. —¿Ahora cuentame de ti?
Quiero insistir en el tema de su familia, pero sus marrones ojos me suplican que cambie de tema y no la quiero presionar.
—Me volví soldado porque siempre desde pequeño he sido bueno para la supervivencia, además amo a mi patria y quise defenderla.
—¿Por qué lo dejaste?
—Odio que mueran las personas con que me he encariñado, odio ver a alguien morir en general, tuve amigos que hubieran deseado vivir y la guerra no los dejó.... Por eso no pude dejar que murieras en el avión.
—Wow... Lo siento por ti.
—No lo sientas, mientras este vivo, ellos estarán a mi lado.
—Eso ha sonado poético. —Ríe.
Voy a responder cuando,un reflejo llama mi atención.
—Que belleza. —Susurra Allion perdida en la vista.
Se trata de una cascada dentro de la cueva, una pequeña gruta, divina, y la luz de la luna hace que se vea misteriosa y preciosa, me siento cono si acabásemos de encontrar la fuente de la juventud.
—Agua dulce. —Con esto resolveríamos los problemas de agua del grupo, y nuestra estadía se volvería más pasable.
—Un baño de agua dulce. —Es lo primero que dice Allison antes de lanzarse como si ya no tuviese absolutamente nada en el pie.
No dudo en seguirla. Después de todo un poco de diversión no le hará daño a nadie. Si vamos a quedarnos un buen rato en esta isla, lo mejor será pasarla bien, y si es a su lado mejor todavía
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