Capítulo 59: Hiraja Manawari
(Tágalo) Pueden tus sueños ser realidad.
La primera presentación del musical, en la forma más simple de describirlo, fue tan exitoso como su versión en la Isla Fel, con una gran diferencia, había más gente, y entre el público se encontraban un considerable número de productores. Muchos de ellos quedaron encantados con la actuación de muchos de los estudiantes, el arduo trabajo de los últimos 7 meses había rendido sus frutos.
Por un momento, en mitad del espectáculo, mientras los violines no sonaban Luary vio a Athan en el escenario, el momento se le antojó eterno. Las luces eran gentiles con su rostro, resaltaban sus mejores facciones, pero no era eso lo más llamativo de Athan. En ese preciso momento, estaba tan metido en su personaje, que brilló, tal vez la mejor manera de describirlo es esa, brillaba. Su carisma destellaba con las luces del escenario, cada paso que daba, cada mueca que hacía denotaba su amor por estar ahí, Athan pertenecía a ese escenario tanto como Luary pertenecía a una sinfónica. Y ella no fue la única que lo notó, aunque sí fue la que más amó ese momento. TJ también se dio cuenta, el hecho de que Athan entrara en la "zona" sólo hizo se esforzara más.
Al terminar, el corazón de Luary estaba más que satisfecho, se había conmovido hasta la punta de sus cabellos con la actuación de Athan; al mirar a su alrededor, se sintió orgullosa de sí misma. Había conseguido lo que por tanto tiempo se le había negado, tocó con una orquesta completa, en un teatro, fuera de su país. Estaba feliz, completa y verdaderamente feliz y lo irradiaba.
Pero no todo era felicidad cuando regresó al escenario, miró los asientos del teatro, ahora vacíos y solitarios. Un fugaz y triste pensamiento pasó por su mente.
«¿Y si ellos me vieran ahora? ¿Estarían orgullosos?»
Athan la observó, se quiso acercar para asustarla por la espalda, pero se detuvo al ver cómo ella se limpiaba la mejilla, entonces comprendió lo que pasaba por la mente de la chica que tanto quería.
–Se siente extraño verlo vacío, ¿verdad? –Dijo Athan.
Luary volteó a verle, tomó aire y esbozó una sonrisa.
–Gracias. –Continuó él. La miró y tomó su mano con gentileza. –Sin ti, probablemente no hubiera logrado subiré al escenario otra vez.
–¿Qué dices? Lo hubieras logrado de todas formas.
–No habría sido lo mismo. Ahora puedo decirte "Mira, lo hice, lo logré" y tú me dirías...
–Lo hiciste genial. –Completó ella. –Estoy... muy orgullosa de ti.
–Estoy, muy orgulloso de ti.
Los ojos de Luary se llenaron de lágrimas. Athan la abrasó, mientras ella trataba de ahogar su llanto.
–Lo hiciste genial, eres asombrosa. Creo que me enamoré un poco más de ti. Claro que no eres tan asombrosa como yo, pero...
Ambos rieron. Athan dio por terminada su tarea, la hizo sonreír con sinceridad. Tomó su mano y salieron para dar alcance a un TJ eufórico y un Takashi agotado por todo el trabajo.
Al salir del teatro se encontraron con los padres de Athan, ambos sonrieron al ver la nueva pareja. La madre de Athan se acercó a él y le acarició la mejilla, su mirada emanaba amor y cariño, estaba sinceramente orgullosa de su hijo. Luary contempló la escena consciente de que ella no la viviría.
–Lo hiciste excelente. –Dijo su padre colocando sus manos sobre los hombros de su hijo. –Y no hablo sólo de tu presentación. –susurró la última parte y le dedicó una mirada de complicidad.
–Gracias papá.
–Luary tocaste increíble. –Dijo la señora Zeev abrasando a Luary y le susurró al oído. –Gracias. –Se separó. –Entonces vamos a celebrar esto.
–Sí, ve. –Le dijo a Athan. –Yo regresaré al hotel con Takashi y TJ.
– No Luary. –Dijo la señora. –Tú también tienes que venir con nosotros a celebrar.
–Esta es la primera vez que tocas en un teatro, ¿verdad? –complementó el padre de Athan. –Algo así debe celebrarse. Además, sería bueno que Athan nos presente a su novia.
Athan tomó de la mano a Lu, ella estaba roja cual tomate, y subieron al auto de sus padres. Una vez en el restaurante los padres de Athan comenzaron a interrogarlos sobre su relación, que cuándo comenzó, que quién se gustó primero. Trataron de no hablar de la situación familiar de Luary, se limitaron a hacer bromas entre ellos y luego los regresaron al hotel, donde ya todos dormían.
Fue lindo, fue lo que necesitaba, pero no era lo mismo...
El día siguiente la rutina general no fue muy diferente. La gran diferencia estaba entre esos dos.
Luary fue la primera en salir a desayunar. Saludó a los estudiantes del instituto que ya estaban ahí. Se sentó sola en otra mesa y se sirvió café, sin quitarse los audífonos.
–Mira, es ella. –Susurró una chica sentada en la mesa de al lado.
–Shh, te va a oír –Dijo otra.
–Está con audífonos, no creo que escuche.
–¿De verdad estará saliendo con el chico Zeev?
–Sí, los vi anoche tomados de la mano.
–Entonces, ¿es cierto? ¿Athan dejó a Dilara por ella?
–Heey... no lo creo, Dilara y él siempre peleaban.
–Shh, ahí viene él.
Athan vio a Lu de espaldas, sonrió y se acercó a ella, abrasándola por la espalda.
–Buenos días. –La saludó con un beso en la mejilla, disfrutó por unos segundos el agradable aroma a lavanda que emanaba de ella.
–Buenos días, ¿dormiste bien? –Saludó ella al tiempo que se quitaba los audífonos.
–Hm. –Athan se sentó a su lado y le quitó una tostada. –Aunque todavía no me acostumbro a no tenerte al otro lado de la pared.
Luary lo golpeó suavemente en el hombro, haciendo que él riera, pero la sonrisa no duraría mucho más.
–Luary, ¿podemos hablar luego?
Ella suspiró, sabía que no era nada bueno, mucho menos si lo decía de esa manera.
–Hm... –imitó su modismo, ahora de forma inconsciente.
Athan sonrió con tristeza, le colocó uno de sus mechones tras la oreja mientras ella le daba un sorbo a su café.
–Dios... qué linda eres. –susurró con voz ronca, como si la frase se hubiera colado por sus labios para salir.
Lu dejó escapar una risita.
–Piensa en voz baja, galán. Harás que me atore con el café.
Athan llevó a Luary a un parque, pasearon un rato en silencio, tomados de la mano.
–¿Cuándo me lo dirás? –Preguntó ella ya ansiosa.
–Ven.
Tomaron asiento en una de las bancas a la sombra de un árbol. Athan tomó las manos de Lu entre las suyas, sentía una presión en el pecho, por un momento pensó que le daría un ataque.
–Hey. –Le dijo ella con una sonrisa. –Está todo bien.
–No todo. –Respiró profundamente. – Hace unas semanas me ofrecieron un contrato para ser trainee en una compañía grande, muy grande, aquí en Corea.
–Eso es genial.
–Lo rechacé, no me interesa ser trainee. Evander dijo que me ofrecerán un nuevo contrato mañana, si es que siguen interesados en mí. –Hizo una pausa. –Sé lo que dirá el contrato, es por eso por lo que me disculpé la otra noche. No quería ilusionarme contigo, es muy probable que me prohíban tener una relación. Así que me convencí de vivir sin decirte jamás lo que sentía... Y pensé que estaba bien, que no sentías lo mismo, pero tú... siempre haces cosas que no espero. Ahora, me estoy volviendo loco, porque creo que te quiero aún más que antes, pero... no sé qué hacer.
–La respuesta es bastante simple. Firmarás ese contrato y debutarás en tu país, como siempre lo soñaste. –Ella habló convencida de cada palabra que dijo.
–Pero...
–Yo te apoyaré. No importa si debemos terminar para todo el mundo, si debemos dejar de hablarnos y vernos. No quiere decir que... yo deje de quererte. –Athan la miró, ella estaba triste, pero sonreía con orgullo. –Debuta, y logra lo que quieres, ¿ok?
–¿Y si quiero estar contigo?
–Me odiaría si soy la razón por la cual no debutas. No te haré lo que mi mamá me hizo, Athan. Yo quiero vivir de mi música, así que necesito hacer otras cosas. Llegaré con André Rieu y tocaré con él. Yo haré lo mío, tú haz lo tuyo.
–Y... ¿Qué pasa si encuentras a alguien más? No sabemos cuánto tendremos que estar separados. –Luary se acercó a besarlo.
–¿Crees que encontraré a alguien como tú?
Athan la abrasó, ella se aferró a él.
–Debemos crear un lenguaje, para darnos una señal. –dijo él al separarse. –¿Me tatúo tu nombre en la muñeca? –rieron. –Ya sé. Mira.
Formó una "L" con la mano izquierda y luego juntó ambos dedos y formó un corazón.
–Apareceré mucho tiempo en televisión, lo haré en cada momento que pueda, será mi marca personal, una L que tiene mi corazón.
Lu soltó una risa, avergonzada
–¿Qué pasa? ¿No te gusta?
–No. –Dijo tajante, rio en consecuencia. –mejor esto.
Colocó una mano en su pecho, a la altura de su corazón, luego la cerró en un puño y la volvió a abrir, sin separarla del cuerpo del chico. Su sonrisa se perdió, ahora ya no podía esconder su tristeza.
–Lamento haber tardado tanto. –Dijo ella y apoyó su cabeza en el pecho de Athan. Él la abrasó nuevamente, esta vez con más fuerza.
Esa vez, ambos estaban conscientes de su inminente separación.
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