
Capítulo 52: Utopía
Lugar imaginario o estado de las cosas en el cual todo es perfecto.
TJ recogió a Takashi a las 9 de la mañana, llevó un gran ramo de flores y estaba muy bien arreglado. Takashi se sonrojó cuando abrió la puerta y vio el ramo.
–¿Y eso?
–No es para ti. –TJ entró a la casa y encontró a la madre de Takashi aún en pijamas. –Hola mamá, le traje esto.
–Oh TJ, que lindo... ¿Qué me vas a pedir?
El muchacho rio nervioso y travieso.
–Quiero tomar prestado a Takashi hasta mañana.
–Oye... –Intentó interrumpir Take.
–Bien, no olviden usar protección. –Dijo restándole importancia.
–¡Mamá!
–Gracias mamá.
–¡Diviértanse!
TJ tomó de la mano a Takashi, quien apenas si logró despedirse, y subieron al auto.
–No tenías que decirle eso.
–Sí, sí tenía, se preocuparía si no regresabas en la noche. Ahora ponte el cinturón.
TJ le acomodó el cinturón a Take y aprovechó para besarlo.
–¡Qué lindo que es mi novio, Dios mío!
Takashi rio avergonzado.
–¡Vamonooos!
La primera parada fue en el parque de diversiones, llegaron relativamente temprano y había muchos juegos disponibles. TJ quería subirse a todos. Takashi, más cauto, temía subirse a los juegos que amenazaban con su vida, pero terminó adoptando el amor de TJ por los juegos extremos.
Luego se probaron ropa de pareja, diademas graciosas y finalmente, fueron por helados y algodón de azúcar.
–Oye... ¿No crees que esto es muy cliché? –Preguntó Takashi.
–¿Te parece? Siempre quise tener una cita ultra cliché. Terminaremos el día con fuegos artificiales en la terraza de un hotel.
Takashi rio.
–Vaya...
–Si te incomoda podemos hacer otra cosa.
–No, no, está bien, muy bien. –Tomó un sorbo de su helado. –¿Qué era lo que querías decirme?
La sonrisa de TJ se perdió lentamente y Takashi temió lo peor. TJ notó la preocupación de su novio y le tomó la mano.
–Hace unos día, un productor de Corea vino a ofrecerme un contrato... firmaría con la agencia Big Hit.
Takashi sonrió ampliamente y sujetó la mano de su novio con más fuerza.
–¡Qué bien, TJ! ¿Y qué dijiste? Firmaste, supongo.
–No. Bueno casi. Firmaré luego del viaje si siguen interesados. Pero, Takashi... –Lo miró con tristeza. –Regresaría a Corea.
–Obvio, no vas a quedarte aquí para entrenar.
–Y... ¿Nosotros? ¿Qué pasará con nosotros?
Takashi soltó la mano de TJ y bajó la mirada.
–Tengo un plan. –dijo TJ. –lo estuve pensando todos estos días, y no quiero terminar contigo, aunque el contrato me obligue a hacerlo.
–TJ... Se supone que salir conmigo no tiene que darte problemas.
–No me los da, eres todo menos un problema para mí. Así que estaba pensando en.... vender mi departamento, y con todo lo que he logrado ahorrar, comprar un departamento allá y pedirte que vengas conmigo.
–Qué... Impulsivo. ¿Y qué haré allá? Yo aún tengo responsabilidades aquí. Además, no quiero irme, mi mamá vive aquí, Lu vive aquí, estudio aquí.
–Pero...
–El profesor Yuan quiere llevarme a Italia junto con Ahmya y otros tres estudiantes, tendré que estar de intercambio allá. No sé cuánto tiempo dure, pero tengo que ir. Tú tienes que debutar y yo tengo que ser mejor para convertirme en el diseñador de tu agencia.
TJ lo pensó, y un plan aún mejor surgió en sus locos pensamientos.
–Venderé mi departamento, y con lo que tengo ahora y lo que logre ahorrar allá, te ayudaré a poner una tienda, así no dependes sólo de la agencia y puedes vender tu línea de ropa allá.
–Te sale mejor alquilarlo, al largo plazo puedes tener más dinero, es un ingreso seguro. Y no lo hagas para ayudarme a poner una tienda, ahorra, pero vive bien, ¿ok? Me sentiré muy mal si te matas de hambre por ahorrar.
TJ rio y se acercó para besar a Take.
–Te amo Takashi. ¿Tendremos un relación a distancia entonces? –Take asintió con ternura y se acercaba para besarlo cuando su celular vibró.
–Perdona, es Lu.
–Siempre es Lu. –Dijo TJ resignado.
–Hola... –Contestó divertido, su sonrisa desapareció a la velocidad de la luz cuando la oyó llorar. –¿Luary? ¿Qué pasa?
–Perdón, sé que estás en una cita, pero... ¿Puedes...? –La voz de su amiga sonaba quebrada y no podía articular bien las palabras. –¿Puedes...?
–¿Le pasó algo? –Preguntó TJ al ver la cara de Takashi.
–Lu tranquila, dime qué...
–Dile que tome un taxi a mi departamento. –TJ se adelantó como un adivino.
–TJ dice que tomes un taxi a su departamento.
–No tengo dinero. –Excusó ella.
–Yo te espero allá y te lo pago–Solucionó Takashi.
–Ok... –colgó.
–Perdona, pero podemos...
–Sí claro. –TJ tomó las cosa que tenían sobre la mesa, dejaron los helados y corrieron al estacionamiento.
–¿Lu está bien? –Preguntó TJ preocupado.
–No lo sé, no sé qué pasó.
TJ lo tomó de la mano y le sonrió.
–Tranquilo, seguro no es grave.
–Es su cumpleaños, no debería sentirse así.
–¡¿Es su..?! Ay por Dios, ahora me siento horrible.
TJ marcó a Athan con el manos libres de su auto.
–¿Hola? –Contestó su amigo.
–Athan, necesito un favor, estamos atrapados en el tráfico y no creo que lleguemos a tiempo, baja, Luary está a punto de llegar, págale el taxi y...
–Ok ok, pero ¿qué pasó? Suenas alterado.
–¡No lo sé! Sólo hazlo, y llama a alguna panadería para que te lo traiga un pastel y haz sopa de algas.
–No me digas que...
–¡Es su cumpleaños! –Gritaron TJ y Takashi al mismo tiempo.
–Mierda.
–Athan. –Habló Takashi. –Luary no está bien, ¿puedes cuidarla hasta que lleguemos?
–Claro, apresúrense. Ella querrá verte, Takashi. –Colgó.
Athan se vistió lo más rápido que pudo, salía de tomar un largo baño cuando TJ lo llamó. En lo que bajaba a recepción pidió el pastel, al hacerlo se dio cuenta de que Luary lo había llamado antes, se maldijo mil veces mientras hacía el pedido.
Se sintió ansioso mientras esperaba el taxi, se golpeaba cada vez más fuerte la mano con su celular, hasta que vio un taxi parar.
Ella también lo vio, se arregló lo poco que pudo mientras Athan pagaba el taxi. Cuando bajó se acercó a Athan cabizbaja.
–Perdona, estaba en la ducha y no escuché tu llamada. Soy un imbécil. Feliz Cumpleaños. –Athan detuvo su trabalenguas cuando Luary apoyó su cabeza en su pecho. –¿Estás bien?
–No, estoy molesta, triste, quiero golpearte, pero lo peor de todo es que... tengo hambre.
Athan rio mientras la abrasaba. En eso llegaron los otros dos.
–¡Lu! –Dijo Takashi bajando del auto como un suicida.
–¡Espera! Ellos... –Takashi no pudo escuchar a TJ. –No importa, arruinemos cada oportunidad que tengan para estar juntos. Yupi.
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