015 El capítulo final contra el Rataton
El barrio era un lío, perros en el suelo y algunos gatos expectantes en los techos. Jonatan no podía creer semejante despliegue de animales y ladridos. Anka se acercó junto con Tora a él y le pidió a la perra que traduzca sus maullidos.
—Anka ya me contó que los perros se van a enfrentar a los ratatones. Los gatos tenemos planeado llevar a todos los que se pueda a un solo lugar para emboscarlos. La peste que conoció Magui es distinta a ésta, porque ahora no se comen entre ellos, son menos fuertes pero más numerosos y esto los hace más peligrosos. Los informes de la ladra me dan a entender que tienen distintas formaciones y funciones, ahora no compiten, aprendieron a cooperar, esperemos que el gato de la suerte todavía pueda absorber su enfermedad sin perecer en el intento—
Zoro, siendo la pieza clave de todo el plan, se acercó a Tora con su típica tranquilidad entre todo el caos animal
—Hola vos, voy a la carnicería como me pediste—
Y tocó la nariz de Tora con la suya. La gata abrió los ojos espantada.
—¡Gato idiota! Te llevaste mi suerte también, la íbamos a necesitar para la colisión, ¡ESTO NO ERA PARTE DEL PLAN!—
Zoro se alejó sonriendo tranquilamente con toda la suerte de los gatos del barrio hacia su posición como si nada pasara. Pero giró la cabeza para decirle
—Si el mundo esta dado vuelta, permitime voltearlo para vos—
Nunca había tenido tanta suerte en su poder, le gustaba mucho sentirse así de "suertudo".
La ladra informaba que los ratatones llegaban desde todas las direcciones, pero aguantaban su posición en la frontera del barrio esperando a que lleguen los demás que no paraban de venir. El miedo estaba generando pánico en los perros que vivían en las casas haciendo que los informes de la ladra sean algo confusos. Olivia se percató de eso y pidió tranquilidad, porque si cundía el pánico los ratatones iban a arrasar con todo, así que la ladra calló. Se pidió que se rompiera el silencio cuando los ratatones entraran al barrio, no sin antes decirles a todos los perros
—No vamos a permitir que el rataton arrase con nuestro hogar sin dar pelea. Que la ladra viva en todos nosotros y cuide a nuestros seres queridos porque la ladra es nuestro mayor orgullo como perros—
Y se hizo el silencio, como el que se encuentra en el ojo de un huracán. En ese silencio Tora le pidió a Jonatan a través de Anka que tome un auto
—Toranella no tengo auto—
—Agarra uno cualquiera—
—No puedo agarrar uno que no es mio, no lo voy a hacer—
—Si los ratatones llegan al barrio y no esta la entrada de la carnicería abierta van a ir a nuestra casa, como Lili está sola, primero le va a dar un ataque de miedo y luego se la van a comer—
Jonatan entendió la situación y la tomó en serio. Anka orejeando le indicó el auto que debían tomar. En ese momento ocurrió un milagro. Llegó el dueño y le tiró las llaves por la cabeza a Jonatan
—Que no aparezca que quiero cobrar el seguro, me tiene harto esta porquería... Un momento, yo a vos te conozco, no me imaginaba que eras un ladrón de autos—
Jonatan en pánico hacia gestos de "no" rápida y repetidamente con los brazos, cabeza y sus labios no paraba de decir esa palabra nervioso. El dueño del auto sacaba la rueda de auxilio y el bolso de las herramientas
—No me interesa lo que hagas. Solo quiero que desaparezca, no lo quiero volver a ver—
Jonatan trataba de decirle que lo necesitaba porque sino le iba a pasar algo malo a Lili pero el dueño del auto que era dueño de la carnicería que iba a reventar, lo interrumpió —No me interesa, listo, ya saque todo. Andate y que no vuelva, necesito la plata del seguro—
Jonatan entró al auto con Anka y Tora. Al hombre le pareció raro que se metiera con los animales al vehículo. Se dio media vuelta y luego de andar un rato Jonatan todavía no se iba, este le grita otra vez "PERDOOOOOOOON". Luego del milagro vino el inconveniente. Jonatan no sabía manejar autos. Entendía el concepto del embrague, caja de cambios y acelerador porque en su juventud tuvo una moto con cambios, pero nunca practicó con un auto. Lo prendió como pudo y cuando arrancó el vehículo se desató la ladra.
—Vienen los ratatones — dijo Anka desde el asiento trasero con Tora que le decía que se apurara a reventar el frente de la carnicería, que recientemente había comprado el espacio continuo para expandirse porque el local de al lado había quebrado. "Ese espacio grande todavía vacío será nuestro lugar para la emboscada". Desde atrás se sentían a los ratatones que llegaban al barrio. Jonatan trataba de andar como podía en el vehículo, que tomó todo el envión que pudo cuando vio el frente de la carnicería. Se lo veía a Zoro esperando en el techo irradiando luz de buena suerte, con sus ojos cerrados y una sonrisa plena. Tora y Anka no previeron la fuerza de la inercia que cuando el auto se llevo puesto el frente del local salieron volando por el parabrisas delantero, primero Anka rompe el vidrio, Tora por detrás de ella vuela dentro golpeandose y perdiendo el conocimiento, el mundo estaba dado vuelta para ella. Anka cómo pudo la lleva afuera porque allí adentro se desataría la carnicería. "Zorito de la suerte" salta tranquilamente del techo al capo del auto y entra al local para dar comienzo a la emboscada. Adentro estaba justamente el dueño del auto que había ido al local inmediatamente después de habérselo dado a Jonatan, llegó antes porque estaba a 3 calles del hecho, entre que Jonatan lo encendía, se ponía el cinturón de seguridad, acomodaba los espejos retrovisores, probaba los pedales y lo trataba de hacer andar torpemente. El hombre ya estaba allí desde hacia un rato, su cara se transformó cuando vio que su auto había destruido la entrada de su local, casi pierde los estribos y se abalanzó hacia Jonatan que le dice medio atontado "ya vienen los ratatones" el hombre ve la horda de pestes que van directo hacia su local y exclama —MIEEERDAAA ¿EL PRESAGIO ERA VERDAD?— e instintivamente lo arrastró metiendolo dentro del comercio, refugiándose ambos en la gran heladera (cámara frigorífica) —Pibe preparate que vamos a tener una noche larga, los perros ya me dijeron que hacer.
El terror se desató en el barrio. La ladra estaba convulsionada. Había ratatones que se querían meter en las casas para atacar a las familias que tenían perros, lo cual empezó a afectar la red de comunicaciones, porque en vez de mantener a la ladra unida, estaban protegiendo su hogar. Olivia no podía coordinar la defensa, su tropa de perros callejeros era limitada y no podían estar separados, la unidad trabajaba junta porque separarse sería un suicidio. Otros ratatones no pudieron con la tentación y se abalanzaron ciegamente a la carnicería tentados por la esencia de Zoro, eso afectó a la formación rataton, se lo veía a "Zorito de la suerte" que saltaba dentro de la carnicería que tenía todas la maquinaria encendidas, él solo esquivaba ratatones, los mismos al querer atraparlo para comerlo patinaban en la sierra sin fin partiendolos al medio, caían dentro de la picadora de carne, se golpeaban la cabeza contra la pared o volaba una cuchilla por un salto de otro rataton o se cortaban con vidrios, en una danza gatuna de lo más tranquila y precisa, con tanta suerte todos creen que es imposible que sufra el más mínimo rasguño.
Anka llevó a Tora a la casa del árbol de paltas. Lili estaba encerrada y no podía salir. Hitokiri estaba en la entrada del lado de afuera con Magui cuando vio a la gata herida. Él la recibió con un patazo reclamando: ¿Dónde están mis tropas?
Ella respondió como pudo —Ya llegaron
Por los techos van llegando *Totoro con su familia, Harry con su familia, Anita con su pandilla de gatas, y su archienemigo el gato naranja con su pandilla de gatos callejeros. Los entrenaron los gatos fantasma negros y mascarita, quienes siguieron a los ratatones que buscaban a Magui y se unieron a la batalla.
Hitokiri inmediatamente le dio un patazo a Tora porque estaba muy enojado con ella, le reclamó "¿Por qué tardaste tanto en traérmelos?" el gato inmediatamente pone patas a la obra dirigiéndose a su ejército
"Para salvar al barrio hay que ayudar a "la ladra" mientras Tora le enseñaba nuestro idioma a Anka me encargue de aprender el idioma de los perros, no creí que ese ruido horrible que hacen pueda ser un idioma, pero vi tanto empeño en Tora que me dispuse a investigar un poco, no lo hablo a la perfección pero entiendo lo suficiente, los perros son seres demasiado simples comparados con mi grandeza, así que fue fácil aprender lo básico y no me interesa profundizar en su ridículo idioma, sus ubicaciones son distintas a las nuestras, así que tuve que investigar varias referencias, es fascinante ver lo que ven estos seres enjaulados, son una risa lo idiotas que son, en fin, solo tenemos que ir recuperando la comunicación de "la ladra" para que Olivia con su tropa de perros de la calle hagan el trabajo más complicado, mientras nosotros hacemos la parte más refinada que a un perro le es imposible hacer, como no piensan, no se dan cuenta que la parte de la ladra que no da informes quiere decir que está plagado de ratatones, con esa simple deducción les voy a ir avisando a donde tienen que ir para limpiar las comunicaciones" y así hicieron, Hitokiri les fue diciendo a las unidades de Totoro, Harry, Anita y del "Gato naranja" a donde tenían que ir para limpiar las comunicaciones, Magui y Anka que estaban en la casa del árbol de paltas, cuidando a Tora, esta le dijo a Anka "Olivia sola no puede repeler al rataton con una sola unidad grande, va a ser mejor que vayas para dividir a la unidad en dos y sea más eficiente la defensa, son muchos ratatones y en cualquier momento nos van a desbordar y van a devorarlo todo" Magui le dijo a Anka que ella se va a quedar con Tora y Lili para cuidarlas, que cumpla con su deber, Anka fue corriendo a asistir a Olivia y cuando llego Oli le dijo "No molestes que estamos muy ocupados, anda a jugar con tus gatos en vez de molestarnos con tus locuras" Anka le pidió que dividiera la unidad porque los ratatones desbordarían la defensa y no podrían con todo, Olivia muy enojada le iba a contestar de mala manera pero "la ladra" empezó a informar otra vez de a poco, avisando que los gatos están ayudando a restablecer las comunicaciones apoyando a los perros. Olivia no podía creer que Anka tuviera razón todo este tiempo y dividió la unidad como pidió, de hecho, le solicitó que se encargue de liderar a toda la ladra porque solos no habrían podido hacerle frente a la amenaza, y que su intervención junto a los gatos fue la que les dio una oportunidad de eliminar la peste. Por lo tanto entre Hitokiri y Anka se encargaron de erradicar lo que quedaba de la peste.
Luego de unas horas los ratatones dejaron de entrar a la carnicería, las unidades de Anka y Olivia estaban dando resultados en defender el barrio y ahora estaban empujando a la peste y cazando todo lo que quedaba. De hecho gatos de otros barrios se acercaban a la zona de conflicto porque el aire olía a muerte y para ellos representaba una "rica comida", así que el rataton no solo era diezmado desde dentro sino que ahora no podía escapar porque estaba rodeado por lo gatos de afuera. El dueño de la carniceria salio de la camara frigorifica recien instalada junto a Jonatan, ambos estaban que tiritaban de frío, el carnicero le dijo a Jonatan, "me debes un gran favor y ahora me vas a pagar, vas a ser carnicero por un día" así que sin chistar ni repreguntar se puso a disposición del carnicero que le dijo que agarre todo el rataton que está partido por ahí y que simplemente lo metiera en la picadora de carne y guardara el resultado en la cámara frigorífica donde estaban escondidos, luego de más o menos una hora la tarea estaba hecha, y el ruido de perros, gatos y ratatones peleando cambio por el ruido de las sirenas de policías, bomberos y ambulancias. Jonatan salió manchado de sangre de la carnicería y se desplomó en la vereda. Lili logró salir de la casa rompiendo una ventana, vio a Jonatan tirado en el piso y fué en busca de una ambulancia. Encontró una que estaba cargada con gente, pero había espacio para uno más y lo llevaron a un hospital.
Jonatan despertó a la noche siguiente. Lili estuvo con él todo el tiempo, al verlo abrir los ojos fue a buscar a un doctor, enfermero, enfermera, o lo que fuera para atenderlo, justo habían servido la cena y Jonatan la tenia en frente. Olivia y Anka se acercaron a la ventana, él un poco perdido la saludó "Hola perruches, ¿Como están?" Anka orejeó
—Hola papá, estoy bien, todos estamos bien, mmm que rico, medallón de rataton y espinaca, los hacen en la carnicería que abrimos con el auto—
Jonatan había comido la mitad del medallón y le dio un ataque de nervios, se levantó y dijo a los gritos, "¡SON DE RATATON, NO LO COMAN QUE SON DE RATATON!" al tiempo que tiraba los medallones que encontraba a la basura, Lili llegó con ayuda y lo vieron histérico así que lo contuvieron entre varios. Lili entre llantos trataba de tranquilizarlo, le dieron un sedante, y cuando se iba relajando decía que la perra le dijo que los medallones son de rataton, y que aprendió el idioma de los gatos, todo el tiempo están charlando, ella me dice lo que tengo que hacer y yo lo hago" luego sollozaba porque no quería separarse de sus perros "ellos me cuidan por favor necesito estar con mis perritos" mientras Lili lloraba acariciandole la cabeza hasta dormirse —buenas noches papá— le dice Anka en gato y se va junto a Olivia
a Jonatan le diagnosticaron esquizofrenia que se generó por estrés post traumático.
Jonatan está al cuidado de Lili bajo tratamiento psiquiátrico, El barrio está libre de la peste y la carnicería de la esquina se pudo recuperar gracias los medallones de "pollo y espinaca rebozados" más ricos y económicos de todo el distrito de Merlo, ahora su gente va a poder saborear un rico rataton con espinaca rebozado mientras que los animales ladran, maúllan, saltan, arañan, muerden, comen, comen, comen y calientan sus panzas al sol en la casita del árbol de palta que todavía no da paltas.
Fin de la primera parte.
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