Era otro día en la escuela, la mente de Azul estaba despejada, ya no pensaba tanto en sus padres, su mente decidió olvidar el asunto, creyendo que eso sería todo y no los volvería a ver. Estaba más concentrada en clases y disfrutaba de nuevo sus actividades escolares. Aunque la escuela también podía ser un desastre, era la época de carnaval, otra temporada espantosa para nuestra querida pianista, sin embargo ya estaba acostumbrada a eso, así que era soportable.

Azul odiaba esa semana tanto, como, a los juegos inter-cursos, era un tiempo para jugar, hacer disfraces, máscaras y elegir la reina, además se hacía muchos concursos en los que todos los niños debían participar.

La señorita Claire tomó el primer día de la semana para elegir la candidata del salón.

—A ver chicos. Vamos a elegir la reina de este año.

Un niño gritó —Tiene que ser una niña bonita para ganar.

—Todas son relindas —Explicó la señorita Claire—, Pero debemos elegir una sola.

Azul estaba enterrada en su libro de música, no le importaba ni un poco de lo que estaban hablando hasta que, mencionan su nombre.

—Que sea Azul nuestra Reina —Se escuchó una vocecita desde atrás del salón.

Azul envió sus ojos hacia el sonido de la voz para encontrase con los ojos de Juan, un chiquillo algo travieso que disfrutaba molestar a la pequeña, el pequeño la observaba con una gran sonrisa mostrando todos sus dientes, Azul lo fulminó con la mirada. La señorita Claire se dirigió a ella.

—¿Querés ser la candidata de este año? —timidamente la nena indicó que "no" con la cabeza. La señorita Claire decidió entenderla esa vez, así que eligió a alguien más. Era un milagro que al fin su maestra no se encizañara con ella.

* *

Como era carnaval Louis tenía mucho tiempo libre, aprovechó el momento para darle una pequeña sorpresa a su estudiante favorita. Azul iba a su lección como normalmente lo hacía, al entrar al aula observó a 4 personas allí, recordó lo que pasó cuando su maestra Emily quiso que tocará enfrente de los chicos de primer año.

Al momento de entrar, se detuvo en seco, giró sobre sus pies con el objetivo de regresarse, para su mala suerte, Louis estaba detrás de ella y la tomó de los brazos —¡hey! ¿A dónde irás?, ven conmigo quiero presentarte a mis compañeros de clases.

Louis sujetó su mano con fuerza y casi la arrastró hasta los chicos que estaban sentados conversando en el pequeño escenario.

Aclaró su garganta —Azul, ellos son mis amigos; Matías el más loco de todos, el joven parecía un chico relajado, tenía el uniforme desarreglado pero en realidad no le molestaba, estaba sentado con las piernas abiertas sin preocuparse mucho de su apariencia. —Susurrando en el oído—, Ten cuidado con él, creo que le falta un tornillo.

—Oye puedo oírte —reclamó Matías juguetonamente, Louis le sonrió.

—Ella es Antonella, la única señorita del grupo —por el contrario de Matías Antonella si se preocupaba por su apariencia, su uniforme estaba intacto, su cabello castaño recogido es una coleta—. Él es Taeyang todos les decimos Tae o Yun como prefieras —continuó Louis, presentando al chico quien tenía evidentes rasgos asiáticos— y él es mi mejor amigo de la infancia Jorge —era el más bajo del grupo pero delgado, su cabello largo dejaría formar una coleta si lo deseara, caía desordenadamente sobre su rostro.

Dirigiéndose a sus amigos —Chicos, es un placer presentarles a la chica que decían que era mi novia; Azul... No sé ¿Por qué no querían creerme? Les dije que no era mi novia.

Los amigos de Louis se cayeron a carcajadas y saludaron a Azul con empatía.

—Hola Azul —dijo Antonella sonriendo—, Así que no sos la novia de Louis.

—No, él está enseñándome a tocar el piano.

—Oh que bien ¿te gusta?

—Claro que le gusta —Interrumpió Matías reposando su brazo en el hombro de Antonella—, Si es la mejor del colegio ¿verdad Azul? —explicó guiñando un ojo con una sonrisa de oreja a oreja.

—Deja de coquetear con la nena —Se quejó Antonella dándole un manotazo en su brazo para que lo quitará de encima de su hombro.

—Ummm ¿Por qué lo crees? —consultó Azul a Matías, quien se sobaba su brazo.

—Te vi la otra vez por la ventanilla, sos mejor que Louis, para ser tan pequeñita sos muy buena —Azul sonrió ante el halago.

—Por supuesto que es mejor que yo —expresó Louis—, tiene la sangre de Beethoven recorriendo en sus venas.

Azul se sintió extrañamente cómoda con los amigos de Louis, todos estudiaban música, por lo que hablar con ellos era como hablar en otro idioma, las conversaciones se centraban en Chopin, en la composición más famosa del momento o en algún estilo de música nuevo, era extraño pero agradable.

Todos habían comprados bocadillos para pasar el rato. —¿Cuál es tu compositor favorito Azul? —Preguntó Jorge mientras repartía bolsas de cheetos y tubos de pringles.

—Mozart —Contestó sin pensar mucho y con una seriedad con la que los chicos no estaban acostumbrados.

—Y la razooón... es? —Preguntó Tae con curiosidad casi cantando la pregunta.

Azul le dió una mirada dulce. Pensativa respondió —Mozart amaba la música desde muy chico, admiro el esfuerzo que, él hizo desde muy pequeño y a su padre, que siempre estuvo allí para apoyarlo, me encanta que no haya frustrado sus sueños.

—Wow, eso es increible —dijo Antonella, asombrada por la sensates y madurez con la que Azul se expresaba.

—Que hay de Beethoven ¿no te gusta? —Comentó Louis repartiendo lo único que caracterizaba a Louis cuando de comprar bocadillos se trataba "chocolate".

—Beethoven fue un niño prodigio pero quizás, él no iba a serlo. Debido a la presión que su padre impuso sobre él, ayudó de alguna manera a que se convirtiera en el gran músico que todos conocemos. —Todos quedaron en silencio, Azul bajó la mirada preocupada porque todos se habían quedado callados con las miradas fijas en ella y algunos boquiabiertos, temía que hubiera dicho algo malo pero en realidad estaban sorprendidos por su forma de hablar —. Aunque es... realmente impresionante que la sordera no haya impedido que abandonará su... carrera —continuó para intentar ahogar el silencio.

—Es aún más impresionante oírte hablar Azul —dijo Jorge llevando palillos amarillos de masa horneadas a su boca para comerlos—, Sos una piba muy madura e inteligente, quizás más que Matías, deberías darle unos cuantos consejos —comentó en un tono burlista.

—¡Oye! —Replicó el ofendido—. ¿Por qué todos creen que soy inmaduro? —preguntó levantando las manos en señal de confusión. 

Todos los chicos miran hacia él con desaprobación.

—Bueno, bueno lo admito, en algunas ocasiones puedo comportarme como un niño, pero sé que ustedes me aman por eso —todos rieron con gusto.

Azul comenzó a sentirse muy a gusto y no entendía porqué, eran unos completos desconocidos, pero estaba realmente cómoda con la presencia de sus nuevos amigos. Después de conversar un rato Antonella se levantó, extendió la mano hacia la más chica.

—Me enseñás a tocar el piano, mostrame que podés hacer con esas delicadas manos de pianista.

Azul sujetó su mano, se levantó y tomaron asiento en el taburete.

—¿Cuál es do primera? —preguntó Antonella.

—Es esta de acá —Señaló con la mano derecha, presionando la tecla.

—Oh ¡vaya! ¿Qué hay de re?

—Aquí.

—¿Cómo tocarías estos pequeños acordes? —La chica señaló una partitura en frente del piano.

Y así, sin tanta presión Azul comenzó a tocar. Los demás se levantaron uno por uno y se acercaron al piano para observarla, no pararon de darle ánimos. Le preguntaron cosas como ¿cuál era su melodía favorita?, ¿qué fue lo más difícil que aprendió?, ¿Cuál es el nombre de su padre? ¿Cuántas hermanas tenía? Y un sinfín de cosas más.

Louis usó la misma estrategia en cada clase. Algunos días solo estaba Antonella en el salón, otros días solo Matías y Jorge, a veces estaban todos y de esa manera Azul se fue acostumbrando.

Cuando Louis notó que su joven aprendiz saludaba a sus amigos con demasiada confianza, quiso aumentar la dificultad e incorporó dos chicas más a su pequeño grupo. La pequeña se adaptó rápido, aunque era muy astuta, sabía lo que hacía Louis, no fue difícil deducirlo al darse cuenta que ya había 8 chicos en el salón.

¿Qué es lo que haré? Cuando Louis traiga 100 personas más, pensó. Su subconsciente le respondió —Morirás sin duda alguna.

Nota: hello people, espero que les guste, es hora de que Azul enfrente sus miedos no creen?, cuantos de ustedes han tenido miedo de unirse a un grupo, de tener amigos, para las personas como Azul es algo muy importante pero difícil de conseguir.

Me he dado cuenta de algunos errocillos por allí, que voy a corregir por ello me disculpo si les llega notificaciones de actualizaciones viejas de verdad disculpen pero no puedo evitar no arreglar esas palabritas.

Bye