—Hasta ahora no ha pasado nada jefe, te repito que esta situación no afectara tu carrera, no te preocupes, que al bajo mundo no le interesa tu vida actoral— le anuncio la voz al otro lado de línea, con la clara intención de calmar a Seokjin en su estresante momento.

—Hoseok, pero todo ese mundillo ahora debe hablar de mi, ¿qué me asegura que en una alfombra roja una bala no me atravise el cráneo?, estoy demasiado expuesto— Un suspiro frustrado escapo de sus labios, al solo pensar en la proxima reunión que tendrían con su padre y la gran reprimenda que seguramente recibiría de su parte —Solo... Investiga sobre esa banda, quiero saber todo sobre el jefe, su trabajo, como conoce a mi familia, qué hace, sus padres, abuelos, hermanos, todo, y llama a Jungkook y a sus amigos cuando tengas esa información. Eso es todo, avísame cuando todo este listo, adios.

La llamada se cortó, y lo último que escuchó fue una entusiasmada afirmación. Sabía que a Hoseok le gustaba que se comportara como el líder firme y serio que alguna vez fue su padre.

—Llegamos Seokjin— La voz de Namjoon se oyó con fuerza en el automóvil, y mientras se colocaba sus normativos lentes y curbebocas con la intención de pasar desapercibido, le observó con cuidado y sin tapujo alguno habló —Todo estara bien, lidearemos con nuestro padre, ahora cálmate, que no es la primera vez que la situación se nos escapa de las manos— no podía verlo, ya que Namjoon era el conductor, pero estaba seguro de que su pequeño hermano le sonreía con confianza, intentando animarlo.

Seokjin solo permitió escapar una sonora risa mientras repetía sus acciones y sin decir más, ambos bajaron de su vehículo para entrar a ese complejo departamental, donde fueron a la puerta principal que daba la entrada del hogar de esos extraños pintores.

La puerta fue abierta, y ambos fueron recibidos por la calida mirada amorosa de Taehyung, el lindo pintor le permitió la entrada a su hermano y a pesar de haberlo visto detrás de él, cerró la puerta con brutalidad, golpeando su famoso rostro en la acción y dejándolo con una gran sopresa en el pasillo del lugar. La puerta fue únicamente abierta por un apenado Yoongi, luego de regañar a su compañero de departamento.

—Kim Seokjin ¿cómo te atreves a siquiera pisar nuestro hogar luego de ser el causante de los golpes de Yoongi? ¿No tienes vergüenza?

—Tae, por favor, ya te dije que fue mi culpa; no te perdonaré si vuelves a hacer eso— sus palabras fueron serias y la mirada de Taehyung se vio notoriamente apagada y molesta —Seokjin siempre tendra una entrada en nuestro hogar, porque él es sumamente importante para mi.

La conversación acabó con la enojada mirada de Taehyung, una que parecía casi infatil, pero ello no quitaba la clara ira que sentía hacia Seokjin. Sin hacer más, sostuvo la mano de Namjoon y lo llevó a su estudio, segundos después solo se logró oír un fuerte ruido de la puerta siendo brutalmente cerrada.

—Lo siento amor, para no decirle a Tae lo que paso la semana pasada, invente que intentaron robarnos y termine en una pelea con los ladrones, de alguna forma él cree que trate de protegerte y te culpa por ello. Es demasiado sobreprotector, me disculparé luego... Fui demasiado duro— Seokjin sintió una fuerte presión en su pecho, no creyó que Yoongi realmente siguiera su pedido de ocultar su secreto, mucho menos con alguien tan cercano como lo era Taehyung, además, ver su recuperado rostro por los golpes que había recibido una semana atrás, le hacian sentir peor.

—Por favor, todo esta bien Yoongi, no debes disculparte— su pena era clara y el dolor en su ojos se reflejaba cruel en sus palabras —Me alegra que estes mejorando, tu rostro ya casi se encuentra mejor que antes...— Su mano estaba sobre el rostro ajeno, acariciando su mejilla, la misma que aún se encontraba de un sutil color morado y rojo. No se dio cuenta de esa acción instintiva, hasta que Yoongi posó su mano sobre la suya sin moverla de su mejilla, solo allí reaccionó a lo cercano que estaban y la mirada ilusionada que el pintor tenía puesta sobre el —De verdad me alegra...— y como si el tiempo se detuviera, lo besó, sin quitar la mano que tenía en su rostro, acercando su cuerpo al ajeno y pasando su brazo, sobre su hombro.

No lo pensó, simplemente quería hacerlo, era una acción casi obligatoria. Esa cercanía, sumada a su fuerte tensión, era imposible no ceder. Seokjin quería besarlo, pobrar esos labios de nuevo, y agradecía que Yoongi se lo permitiera, porque inmediatamente sostuvo su cintura y correspondió con sus propios movimientos.

Era un acción que ambos deseaban desde la primera vez, y Yoongi no podía estar más feliz por ello; porque realmente amaba a Seokjin, muy a pesar de que hasta el creyó tonto su amor a primera vista. Porque como artista amo su increíble belleza, pero como persona, cada pequeño aspecto de Seokjin era un sueño, sus repentinas pausas para pensar, su falsa confianza, su doble vida, su carisma y coquetería superficial; y no era que Yoongi adorara su ficticia personalidad, mas que eso, quería saber por qué se ocultaba, por qué quería mostrarse de una forma tan distinta a como era esa tímida personalidad que muy íntimamente y pocas veces llego a mostrar. Porque, a pesar que para Jin, el libro abierto fuera el, para Yoongi, su adorado amor era un museo de arte sin llave o limitación alguna, solo que lleno de pasillos por los que poco a poco quería pasear.

—Amor... Te quiero— fue suave, ligero, el fin a su mágico beso, pero como esperaba, no correspondido, solo logró ver un sonoro sonrojo y sorpresa intrigante en sus brillantes ojos.

—Es bueno saber que estás bien— Sus brazos lo rodearon con más fuerza, hasta lograr un abrazo con el pintor, y perdido en su situación continuó —Yo... Quería pedirte que por favor te quedaras aquí, por algún tiempo, lejos de mi. Lo que ocurrió; Yoongi, si te vieran conmigo, irían a por ti, mi familia puede cuidarse sola, sé que Namjoon y mi padre estarán bien, pero tú... Sería mi culpa si algo ocurriese.

—Amor, Taehyung te mataria— fue su única respuesta, y como si fuera magia la risa de Seokjin se escapó de sus bellos labios, una curiosa risa que nunca había escuchado en el, chillona y hasta similar a limpiar un objeto de cristal —Que lindo, de saber que esa era tu risa, haría chistes malos todos los días.

Sus ojos se abrieron en sopresa, su boca fue cubierta veloz por sus manos, y en sus orejas fue claro el sonrojo; esa vergüenza abismal que sentía no se comparaban a ninguna pena previa. Se había reído de esa forma sin pensar, sin premeditar, tan natural e infantil. Llevaba tiempo sin reirse asi.

—No escuchaste eso jamás— Murmuró mientras se separaba aún más de el, evitando su mirada e intentando ocultar todo vergonzoso gesto.

—Esta bien, amor, rie más para mi, las veces que desees— La anunció, mientras sostuvo una de sus manos, guiandolo a su estudio para comenzar con su arte, sabiendo que su estro no iba a negarselo —Y Seokjin... Me niego rotundamente a dejar de estar a tu lado, puedo ocultarme, darte una semana, pero mi arte debe continuar y mi fecha límite esta demasiado cerca... Y, aunque no fuera así, hay una razón más importante, y es que no voy a dejarte solo, y si voy a ser asesinado, estara bien si de dejo de ser un peso para ti...— Su caminar se detuvo, solo porque Seokjin paró en seco, incrédulo por sus palabras y hasta molesto.

—Yoongi, no, piensas que permitiré tu locura solo por tu colección y por mi, no habría forma— su alterada voz dejó de ser serena, para marcar el terror que sentía por ser el posible causante de la muerte a ese pintor, que no tenía culpa alguna en todo su situación.

—Seokjin, mi madre me enseño a no negociar con terroristas, mi pasión y mi amor por ti es mayor— llegaron a su estudio y su mirada fue directo a sus ojos antes de abrir la puerta —Y solo me permitiré esa semana sin verte, si me dejas presenciar tus torturas... Quiero volver a ver a mi inspiración en el epítome de su esplendor...

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Ahhh Yoongi y Taehyung discutiendo es lo peor que he hechoo, que son hermanos. Lit Yoongi es la amiga que se distancia de ti por su nuevo novio ah.

Eso es todo gracias por leer. ❤