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Capítulo Treinta y Dos




Capítulo treinta y dos.

—Hay cosas que nunca voy a perdonarme —dice William.

Alzo la vista de mis manos sosteniendo la taza de té para encontrarme con sus ojos, me da una sonrisa triste para luego ver la cafetería de este hospital en donde nos encontramos a casi medianoche luego de un día particularmente duro para Arthur.

—Hay dolores a los que no debemos aferrarnos, Will.

—Hay momentos en los que te veo y recuerdo las fotos que he visto, sobre cómo te viste embarazada, pero no puedo imaginar la primera vez que él te dio patadas o cuando te dijeron que sería niño, cuando vino al mundo o sus primeros meses de vida. Su primer cumpleaños, todos los que vinieron después... Llegué tan tarde.

—No, no has llegado tarde y en todo caso lo que me importa es que llegaste.

—Son momentos que no recuperaré e incluso si tengo otro hijo, no es lo mismo, cada bebé es especial y diferente.

» ¿Qué pasa si...? —Se calla abruptamente.

— ¿Si qué?

— ¿Qué pasa si llegué lo suficiente tarde para tener que dejarlo ir? —Su voz se quiebra—. Estoy aterrado de compartir con mi hijo una cifra incluso menor a la mitad de los años de vida que tiene.

—Por favor no digas eso —imploro—. Por favor no pienses en esa posibilidad.

—Lo siento, tienes razón —estira la mano por sobre la mesa para tomar la mía—. Solo estoy teniendo un horrible momento de culpa, perdona y olvida lo que acabo de decir.

Pero no puedo olvidarlo ¿Qué pasa si el tiempo comienza a agotarse? No ha sido suficiente, nunca será suficiente.


6 de abril, 2016.

Es un despertar diferente y no lo digo por el hecho de hacerlo en la cama de Andrew, usando una de sus camisas y aun sintiendo las sabanas tibias a mi lado que me hacen saber que no lleva mucho de haberse despertado. Lo digo porque este es un despertar lleno de posibilidades, un despertar luego de dos pruebas de embarazo con resultados positivos.

Giro hasta estar acostada sobre mi espalda y con la vista en el techo, llevándome casi de forma inmediata las manos al vientre. Mordiéndome el labio inferior, lucho contra la sonrisa que se quiere plasmar en mi rostro, porque sé que aún es necesario una prueba médica, que necesito tal vez un eco, algo que lo haga más real y positivo, que los resultados de ayer no son certeros, pero ¿Cómo hago para reprimir esa emoción y alegría que crece con cada minuto?

Realmente ¿Está sucediendo? ¿Tengo a este puntito creciendo dentro de mí que luego se convertirá en mi persona favorita?

Cerrando los ojos puedo viajar en el tiempo, adentrarme en mis recuerdos y recordar cada sensación de mi embarazo, cuando llevaba a Arthur en mi vientre, pese a que fue hace tantos años. Es evidente que las situaciones son muy diferentes, en aquel momento estaba aterrada cuando lo supe, solo tenía quince años y no era un embarazo planificado, pero con el tiempo, al miedo se unió una emoción real y genuina al saber que le daría vida a una persona cuyo rostro no conocía, pero ya amaba. Puedo verme con mi lindo vientre crecido, quejándome, siendo una pequeña mandona, pero también sonriendo. Las fuertes patadas, el dolor de espalda, los pies hinchados y cómo tomaba la tarjeta de papá para comprarme cualquier ropa de maternidad que me parecía "linda" lo que tenía a Eva enloqueciendo.

Ahora soy adulta, busqué a un bebé, no tengo que tomar la tarjeta de papá y mi miedo es muy diferente al hecho de ser madre ¡Cielos! ¿De verdad podría estar sucediendo? ¿De verdad estoy embarazada?

Supongo que es uno de esos momentos en los que deseas tanto algo que cuando se asoma la posibilidad de volverlo realidad un sinfín de emociones te embargan casi haciéndote colapsar. En este momento siento demasiado.

Quiero salir corriendo, quiero rodar en la cama, quiero gritar de emoción, llorar, encerrarme durante nueve meses, comprar cosas, celebrar, reír... ¿Es esto real?

—Te ves tierna y dulce —Escucho la voz de Andrew y cuando abro los ojos, lo encuentro de pie, en nada más que el pantalón ajustado de su pijama y recargado del marco de la puerta.

Se lleva con lentitud lo que luce cómo una taza de café a los labios antes de acercarse a la cama y dejarse caer sentado. Viéndolo de cerca, noto un chupetón en su pectoral derecho y un par de rasguños en sus hombros así como en sus abdominales. No pensé que la posibilidad de estar embaraza funcionase cómo algún afrodisiaco para ambos, pero cuando salimos de ese baño parecíamos llevar con nosotros otro tipo de energía.

Volvimos a la fiesta y duramos poco más de una hora, tiempo suficiente para presenciar cómo Adelaide y Jocker eran abrumados por montones de abrazos cuando informaron que estaban comprometidos; también fue tiempo suficiente para bailar con Elanese mientras luchaba para no soltarle lo que hicimos en el baño, y no me refiero a la cosa de estar de rodillas frente a Andrew, y tiempo en el que contaba los minutos para estar nuevamente a solas con Andrew.

Regresamos en mi auto y ni siquiera pregunté si quería que me quedara cuando me estacioné en su residencia y baje del auto para caminar a su lado, subimos lado a lado en el ascensor y apenas entramos al apartamento, estábamos uno sobre el otro, riendo, sonriendo y gimiendo mientras nos besábamos, acariciábamos y quitábamos la ropa. Fue un sexo alucinante que de igual forma se sintió dulce, fue una primera vez para el tipo de sexo que es lento y profundo, no es mi tipo favorito, pero Andrew hizo que fuese alucinante cada tortuoso segundo en el que me penetraba con lentitud, pero con una profundidad que me tenía aferrándolo y clavándole las uñas.

Sabiendo que pensar en ello tendrá algún tipo de reacción en mí, vuelvo a la realidad incorporándome y estirando una mano para con los dedos acariciar el chupetón. Andrew sonríe y bebe más de su café cuando me inclino y dejo un suave beso en el lugar antes de acostarme de nuevo, pero apoyando mi cabeza en sus piernas y sintiendo de inmediato sus dedos en mi cabello.

De forma distraída me llevo las manos a mis pechos sensibles, hace unas horas cuando Andrew puso su boca sobre ellos dolió de una manera que resultó estimulante y placentera, sin embargo, es un poco incómodo la manera en la que fuera del sexo se siguen sintiendo tan delicados. Cómo una masoquista los aprieto cómo si verificara que me duelen los pezones, lo hago un par de veces antes de escuchar la risa baja de Andrew y alejar las manos.

Permanecemos en silencio de esa forma y siento tanta paz, tanta tranquilidad que por un momento deseo quedarme así por siempre, en esta pequeña burbuja y en otro instante quiero llorar, de hecho derramo lágrimas que Andrew debe de sentir contra su pantalón de tela fina porque detiene sus caricias en mi cabello.

—Oye... —murmura— ¿Qué pasa?

—No sé —Me rio—, solo estoy experimentando una sensación muy bonita, no sé cómo explicar mis emociones en este instante, pero lo que sí puedo decirte es que pensé que pasarían años para volverme a sentir así.

»Fue difícil recuperarme de la muerte de Arthur, básicamente hui buscando un lugar nuevo en el que sanar mis heridas y aunque estaba bien conmigo misma, me sentía positiva y bien, este tipo de felicidad, esta emoción, esta sensación de querer sonreír y sonreír se sentía tan lejana, pensé que estaba a años luz de experimentarla de nuevo alguna vez.

» ¿Se escucha cómo demasiado si digo que desde ese encuentro en el cumpleaños de Eva, en enero, todo se volvió más especial? —pregunto en voz baja—. Antes te veía en silencio o con torpeza, me ponía nerviosa saber que nuestros caminos se encontrarían siempre por la relación de Ela con Dexter y ahora estoy aquí, pensando que podríamos tener un bebé y es abrumador, pero no de una mala manera.

Alzo la vista encontrándome con su sonrisa cuando dejando la taza a un lado en la cama, sus dedos limpian las lágrimas en mi rostro.

—Siento mucho por ti —susurro.

No digo las dos palabras, pero él se detiene asimilando lo que he dicho y estoy muy segura de que su inteligencia lo lleva a leer entre líneas cuando su sonrisa se vuelve más encantadora y me acaricia la ceja con el pulgar.

—También siento mucho por ti.

— ¿Y ahora?

—Ahora tomamos una ducha, esperamos a que venga la bioanalista que siempre nos hace los exámenes de sangre en el grupo y luego vamos a desayunar mientras esperamos los resultados.

»Basándonos en los resultados, entonces sabremos si debemos programar una cita con tu ginecólogo o seguir intentándolo.

— ¿Concertaste que ella viniera mientras dormía?

—Lo hablé con Max, porque ir a un hospital o clínica por un examen nos haría propensos a terminar en internet con muchas especulaciones y él me dijo que la enviaría aquí, que esperara. Debe de estar por llegar dentro de poco.

—Eso quiere decir que no hay ducha juntos —Me lamento incorporándome.

—Eso tomaría muchísimo tiempo —Me sonríe con complicidad—. Dúchate en mi baño, lo haré en uno de los otros dos.

Me estiro y asiento poniéndome de pie, él también se incorpora y se ubica detrás de mí, pegándome a su cuerpo con una mano ubicada sobre mi vientre. Siento su aliento contra mi oreja antes de que susurre sus próximas palabras.

—Siento muchísimo por ti, Leslie y me alegra que sea recíproco.

Me planta un beso en el cuello y me deja ir para darle continuidad a una mañana en la que ambos esperaremos una respuesta, por favor, que sea positivo.

***

Sigo con la mirada a Olivie, la simpática y linda adolescente de la que Andrew fue niñero en su adolescencia. Ella tiene demasiada energía y resulta divertida, también al parecer le caigo bastante bien.

—Tenemos que esperar tal vez media hora más —dice Andrew en el teléfono a Max—, todo fue rápido, solo era extracción de sangre, pero ya sabes, luego en caso de que sea definitivo, habría que organizar una consulta con un ginecólogo.

»Ya lo conversamos y Leslie prefiere continuar con el suyo, considera que será lo bastante discreto, pero sé que querrás un contrato de confidencialidad...

Volteo a verlo, escuchando su parte de la conversación sin culpa alguna porque está hablando de mí, de nosotros y nuestra situación deseada. Como otro poco de mi desayuno, me resulta difícil engullirlo todo cuando me encuentro tan nerviosa a la espera de que le hagan llegar a Andrew los resultados del laboratorio.

Tengo trabajo con el que ponerme al día, llevo al menos un día de retraso en ello, pero supongo que luego planeo volverme alguna especie de máquina, porque no hay manera en la que me siente en la casa a trabajar mientras la incertidumbre me está matando.

¿Dos pruebas positivas son lo suficientes confiables, verdad? ¿Tengo permitido ilusionarme?

Cuando Andrew finaliza la llamada ya he terminado mi intento de comer y me encuentro con mi teléfono en las manos para verificar algunos detalles para la despedida de soltera de Elanese, planeo que ella la pase realmente increíble.

— ¿Qué haces? —Me pregunta Andrew antes de continuar comiendo.

—Despedida de soltera.

— ¿Cuál es el plan para la gran noche?

—No te lo diré ¿Qué pasa si se lo dices a Dexter?

—No soy un chismoso.

—Todos ustedes lo son, solo que algunos más que otros —me burlo.

—Entonces tampoco te hablaré de la despedida de Dexter.

—Escuché que hay conflictos de intereses —digo alzando la vista del teléfono—. Hilary mencionó que Doug guarda resentimiento sobre la despedida que los Jefferson hicieron para él y quiere vengarse.

—Doug solo bromea, después de todo, él no tiene quejas realmente porque luego tuvo su despedida con una Hilary emocionada —Se ríe por lo bajo— y de todas maneras, Harry no dejará que le arruine la despedida a su hermanito.

—Quisiera colarme en esa despedida de soltero, pero la de mi hermana estará genial —Lo veo comerse una fresa de una manera que resulta muy sucia—. Si estoy embarazada, supongo que Kaethennis y yo seremos chaperonas de un montón de posibles borrachas.

—Si la despedida se pone un poco cómo la de Hilary, te deseo suerte con eso.

— ¿Qué tanta suerte?

—A ver, tienes a Grace que se vuelve más habladora de lo normal y tiende a perder el equilibrio al caminar, también hace llamadas. Hilary se pone demasiado sucia para el público y escuché que tu hermana también. Naomi es de las silenciosas bailarinas, pero no te confíes, así fue cómo se casó en Dinamarca.

»April ni siquiera te lo puedo explicar, es impredecible, Bridget es incoherente, solo puedes contar con Katherine y eso es porque no la he visto borracha y no sé qué tipo es.

—Mierda —mascullo— y tenemos también a Eva que es una ebria de confesiones y demasiado directa, no sé qué tipo sea Fabricia.

—Oh, y creo que viene Leah Ferguson, hija de Pet y ella es una borracha horrible porque escuché a su papá quejarse una vez que la pilló.

— ¿Tengo que cuidarme también de las madres? —Pregunto— Emma y Hannah vienen.

—Por respeto me reservo la respuesta —dice comiendo otra fresa de su ensalada.

— ¡Andrew!

—Ya te he dado suficiente información, estás advertida.

—Solo estás exagerando para asustarme.

—No, amor. La despedida de soltera de Hilary fue una locura y ahora hay nuevas integrantes al grupo, imagina lo que podría suceder ahora.

— ¿Qué tanto pasó en esa despedida? Cuéntame de ello.

—Te contaré, pero no creo que eso ayude mucho con tu pronto escenario.

Escucho con atención, riendo de la manera en la que narra la despedida de soltera de Hilary o al menos cómo terminó y aunque asegura que desconoce muchos detalles, yo disfruto con los que me cuenta.

—Supongo que de alguna manera todos consiguieron pasarla bien al final, excepto yo, yo me fui a casa solito.

—Ow, pobre Andrew —imito el puchero que se encuentra haciendo—. Esta vez no tendrás que irte solito, me tienes a mí.

—Te tengo a ti —afirma con una sonrisa coqueta.

Mi teléfono vibra y sonrío viendo una foto de mi amiga Risa con su prometido, nuestras diferencias horarias son grandes, pero no ha impedido que nos comuniquemos desde que volví.

—Vamos a tomarnos una foto para enviársela a mi amiga en Japón —Le pido a Andrew y no duda en sonreír a la cámara— ¡Dios, qué molesto eres, Andrew!

— ¿Qué? ¿Por qué?

—Porque en todas las fotos, incluso las inesperadas, tienes que salir cómo algún ser celestial enviado a la Tierra para ser el hombre irresistible que eres —amplío la imagen antes de enviarla— ¡Es que mira nada más cómo sonreíste! Y esa mirada...Soy afortunada, pero imposible que no llames la atención a donde sea que vayas.

» ¿Por qué mi novio es tan atractivo? ¿Cómo sobrevivo a ver su linda carita todos los días? —pregunto a la pantalla de mi teléfono aun viendo la foto.

—Pareces muy fan de mi aspecto físico ¿Crees que soy muy bonito? —Se burla.

—Eres el más lindo, amor —Le guiño un ojo y él ríe—, si hay bebé tiene que parecerse a ti.

—No lo sé, me gusta pensar que podría ser cómo tú, al menos el primero.

— ¿El primero? —enarco una ceja.

—El primero o la primera —Me guiña un ojo—, pero háblame de tu amiga, parecía que querías decir algo más.

—Ah, sí, sí —Lo retomo—, mi amiga se casa en unos meses en Japón, pienso ir...Aun no compro el boleto porque parece que soy fanática de la adrenalina de último momento —Me mira en silencio, esperando que prosiga—. Así qué... ¿Irías conmigo? Estoy suponiendo que para ese entonces no te habrás cansado de mí.

—A mí me encantaría, pero...Depende mucho de la agenda de la banda, están organizando nuestro cronograma y la agenda se ve un poco...Llena, pero hazme saber la fecha e imploraré.

Asiento mientras él continúa comiendo y de nuevo hago un repaso de lo necesario para la despedida de soltera porque quiero que mi hermanita tenga una fiesta espectacular e inolvidable. En algún momento, Olivie viene a nuestra mesa y conversa con nosotros por un par de minutos antes de irse corriendo y luego el teléfono de Andrew suena, pero lo ha hecho tantas veces que no le doy mayor importancia hasta que él dice mi nombre.

— ¿Son los resultados? —pregunto con cautela.

Él asiente y sin importarme lo que puedan decir las personas en el restaurante o si un fotógrafo nos captura, me levanto de mi silla frente a la suya y rodeo la mesa para subirme a su regazo. El corazón se me acelera y hay un nudo lleno de expectativa en mi estómago cuando abre el correo electrónico y descarga el documento, el resultado de mi examen.

Hay varias líneas, pero me las salto yendo directamente a la palabra en negrita que sobresale.

Positivo.

Parpadeo sintiendo que con demasiada rapidez mis ojos se humedecen y trago antes de presionar mis labios contra los de Andrew, besándolo y acariciándole la mejilla, sintiendo el rastro de barba que no afeitó esta mañana.

—Felicidades, Andrew Wood, muy buen trabajo, futuro papá.

Él ríe contra mis labios antes de dejar el teléfono sobre la mesa, envolverme con ambos brazos y darme un abrazo que me hace no querer liberarlo nunca mientras envuelvo mis brazos alrededor de su cuello.

Este momento lo es todo, es increíble y es nuestro.

El corazón me late rápido, no sé qué hacer con toda la emoción embargándome y mucho menos con la manera en la que quiero llorar o gritar ¡Qué increíble se siente estar embarazada cuando soñabas con ese bebé!

¡Estoy embarazada!

¡Estoy embarazada con el bebé de Andrew Wood!

¡Estoy embarazada con el bebé del hombre del que estoy enamorada!

De todas las maneras suena alucinante y sentir la emoción de Andrew igual de intensa que la mía, es algo que ni siquiera sé cómo explicar.

No está asustado, no se arrepiente o cuestiona. En lugar de ello, me da una mira conmovida y su nariz se sonroja de una forma que me dice que tal vez quiere llorar y se contiene. Recargo mi frente contra la suya y no creo que alguna vez pueda olvidar la sonrisa en su rostro o la manera en la que sus ojos brillan.

— ¿Y bien? —pregunto, enarca ambas cejas— Esta es la parte en dónde me repites si voy a tener tu bebé cómo mil veces o vomitas...

—No soy Harry y definitivamente tampoco soy Doug —Se ríe—. Yo...Estoy...Sin palabras. Sabía que quería este escenario, solo no imaginaba cuánto ni que tan feliz me sentiría, muchas cosas pasan por mi cabeza, ahora puedo entender cómo se sentían ellos cuando lo supieron.

»Está emoción, estas ganas de hacer mil preguntas, el miedo, la incertidumbre, la felicidad e incredulidad de creer que realmente hay un bebé...

—Es una locura —Me rio—, es...Se siente impresionante, no me lo puedo creer.

—Te lo dije, eres fértil —dice con burla.

—Y tú pareces también serlo.

—Haremos a Arthur un hermano mayor —susurra.

Y ¡Dios! Eso lo logra, un par de lágrimas se deslizan por mis mejillas ¿Qué hice en mi otra vida para conseguir finalmente este tipo de amor tan desinteresado, apasionado e increíble? Andrew es físicamente hermoso, pero la belleza de sus emociones, sentimientos y su personalidad es un tipo de belleza que no todos logran conseguir.

—Gracias por estar en mi vida, Andrew Wood.

—Gracias por dejarme ser parte de tu vida, amor.

***

8 de abril, 2016.

Eva me mira por encima de su copa antes de llevar la mirada a Andrew y por último pasar una página de la revista de vestido de novias que encontró en el sofá.

Y sé que continuará con sus declaraciones, por suerte para ella, a Andrew no le importa escuchar ¿Y de qué va a quejarse? Es claro que le divierte.

—Ni siquiera iba a casarme con un vestido que me gustaba o que sintiera que era el indicado —señala—. Quería algo sexy y elegante porque siempre soy seria con mi ropa de trabajo ¿Sabes? —le pregunta y él se limita a asentir—, pero dejé que su madre eligiera y parecía tan antiguo, no era un vestido feo, pero no era el que yo quería.

»Sentí que me asfixiaba cuando me vi en el espejo envuelta en toda esa tela, lo rompí antes de huir, hubiese sido una buena escena para una película de comedia romántica, excepto que después... —Ella me da una mirada y se calla de forma abrupta antes de tomarse lo que queda de su copa y servirse más.

— ¿Planeas convertirte en una alcohólica o es el vino tu mejor amigo? —pregunto viendo por la ventana si Elanese y Dexter llegarán pronto.

— ¡Qué va! Solo me tomo una copa de vino en mis tiempos libres que son pocos.

—Pensé que tus tiempos libres eran para saltar sobre Allan.

—Soy una mujer que puede hacer más de una cosa a la vez —afirma con descaro y eso me hace saber que las cuatro copas de vino ya la tiene achispada a la una de la tarde—. ¿Seguro que no quieres una copa, Andrew?

—Seguro, estoy bien por ahora, tú bebe por mí.

—Bueno —dice Eva pasando una página de la revista—. ¿Sabes que tampoco me gustaba? El pastel, era un pastel simple y tan aburrido, pero era él que él quería.

— ¿Por qué es que te estabas casando? —Le pregunta Andrew con diversión.

—Por estúpida, estirada y arrogante. No quería admitir que me estaba equivocando. ¿Sabes que era aburrido? —Él sacude la cabeza en respuesta—. El sexo, era predecible, un punto en lista que tachar cuando sucedía. Al principio fue bueno, con el tiempo, más de lo mismo. Fingir orgasmos es aburrido y que no noten que los finges es decepcionante.

Sí, Eva está más que achispada, pero al menos se ve relajada.

—Entonces en mi despedida de soltera, que era horrible y la que mis hermanas transformaron, Allan apareció y bajó sobre mí, sí sabes a lo que me refiero ¿No? Puso su boca en...

—Él lo entiende —Le digo.

Me acerco al sofá individual en donde se encuentra sentado Andrew y me dejo caer sobre su regazo, pasando un brazo por alrededor de su cuello, de inmediato sus brazos me envuelven, descanso las palmas sobre mi estómago.

No interrumpo a Eva, le permito avergonzarse porque pocas veces consigo material de primera que podré usar después y Andrew parece estarse divirtiéndose demasiado mientras crea tal vínculo especial con ella.

—Así que cuando Allan hizo cosas grandiosas...

— ¿Estabas ebria? —pregunta Andrew interrumpiéndola.

—Había bebido y puede que en un principio estuviera achispada, pero luego estaba en mis sentidos, ebria estaban mis hermanitas —Sonríe a través de la copa—. De haber estado ebria, Allan jamás me hubiese puesto un dedo encima, él es un caballero.

—Solo garantizaba que las cosas estuvieran en orden —dice Andrew recargando su mejilla de mi hombro, mi hermana le sonríe.

—Gracias por tu preocupación —Eva da otro trago—. La cosa es que cuando él sacudió mi mundo, mi vida cambió. Sé que no podría ser una infiel...

Quisiera interrumpir y decirle que ese acto fue precisamente una infidelidad, pero la dejo continuar.

—Así que pensaba ¿Vivir toda una vida con un hombre del que estaba alejada emocionalmente y con el que el sexo no era lo que experimenté con otro? Sentí pánico y me sentí triste al darme cuenta de que durante años estaba en una relación estancada que quería hacer funcionar a la fuerza cuando afuera había alguien que me hacía arder y sentir viva.

»Y ahora Allan es mi feliz amante, un amante ardiente.

—Suena dramático que lo llames "amante" cuando de hecho ambos están solteros y no es una relación sórdida la que mantienen —comento.

—Amante es una palabra caliente y apasionada que me gusta usar —Se sirve más en la copa antes de ver a Andrew—. Soy su jefa, creo que encuentra divertido y ardiente follarse a su jefa, Dexter podría entenderlo, se quería follar a Elanese apenas la vio.

—Ela no era la jefa de Dexter —Se ríe Andrew—, pero entiendo el punto.

—Igual no estamos rompiendo ninguna regla, leí el manual, soy súper correcta.

—Claro, correcta —comento con sequedad.

—Trato de mantener todo profesional, pero no te haces una idea de lo difícil que es trabajar y verlo desde mi oficina a la suya, además, hay una nueva interna que no deja de coquetearle —frunce el ceño—. No me agrada, pero ella hace un trabajo espectacular que no rebajaré por mis molestias sentimentales.

La puerta de la casa se abre y escucho la risa masculina y ronca de Dexter mientras Elanese le dice que es un fastidioso. Cuando aparecen él aún está riendo mientras ella rueda los ojos. Mi hermana menor camina hasta mí y nos envuelve a Andrew y a mí en un abrazo antes de pasar hacia Eva.

—Hueles a vino —Se ríe Elanese—. ¿Cuánto has estado bebiendo?

—Unas pocas copas —La escucho responder mientras estoy saludando a Dexter—. ¿Quieren?

—Dex conduce y a mí no me apetece, recién vengo de probar un montón de bocadillos para la boda —Se sienta al lado de Eva—. No puedo creer que ya será pronto el día.

Dexter se sienta en el brazo del sofá en el que nos encontramos Andrew y yo y se inclina para susurrarle algo que no alcanzo a escuchar, pero que hace que Andrew ría mientras sacude la cabeza.

—Eres todo un caso, Dexter Jefferson —Es lo que le dice Andrew.

—Bueno, ya que estamos todos, llamaré a papá que está esperando por nosotros —anuncio ganándome la atención de todos.

— ¿Llamaremos a papá? —pregunta Elanese desconcertada.

No le respondo, en su lugar, me pongo de pie y activo las bocinas conectados a la laptop, así como posiciono en una altura adecuada la cámara en el estante – conectada igualmente a la laptop – antes de iniciar la vídeollamada que papá no tarda en contestar desde su oficina.

— ¿Y ustedes quiénes son? —pregunta apenas aparece en pantalla.

—Queremos venderle un seguro de vida, señor Loick Anderson —anuncio haciéndolo sonreír.

—Hola, mis hermosas hijas... Y a los caballeros que las acompañan.

—Yo estoy sola, papá —Alza Eva la copa hacia él.

—Te veo bien acompañada de una botella de vino, hija mía.

—Solo me he tomado un par.

Sí, claro, un par multiplicado, pero no me enfocaré en delatarla frente a papá que tonto no es.

—Estamos ansiosos de que vengas a la boda —dice Dexter y la alegría es palpable en su voz—. ¿Ya sabes cuándo vendrás?

—Un par de días antes del gran día ¿Por qué? ¿Me quieres invitar tu despedida de soltero?

—Siempre eres bienvenido a la fiesta —Se ríe Dexter.

—Estará muy buena —asegura Andrew—, suena prometedora.

— ¿Qué tan buena? —pregunta Elanese con sospecha.

—Tranquila, hermanita, la tuya estará mejor —digo—. Ni por asomo será cómo la de Eva.

— ¡Oye! Al menos no me casé.

—Gracias a Dios por eso —suspira papá destapando un envase en donde tiene su almuerzo.

— ¡Salud por eso, papá! —Brinda Eva.

—Entonces ¿Ahora eres cómo una alcohólica o algo así? —le pregunta papá antes de llevarse comida a la boca.

—Solo me estoy relajando en mi tiempo libre y si fuese alcohólica esa no es la manera de decirlo —Le regaña Eva y papá rueda los ojos.

—Estás medio ebria, por lo que no aceptaré que me vengas a regañar en ese estado —Le dice él—. ¿Cómo les fue ayer con Caden? ¿Conoció a los muchachos BG.5? ¿Qué les pareció a ustedes, muchachos? Ese niño es de mis orgullos.

—Es encantador —Sonríe Andrew—, un poco cínico y con un humor extraño, pero agradable.

—Me cayó bien, pero... —dice Dexter alargando la última palabra— Me amenazó de una manera pasivo agresiva sobre lo que me haría si le rompo el corazón a su primer amor, eso antes de decirme que soy talentoso.

—De haber sabido que nuestra diferencia de edad no se vería extraña en los veintes, que él sería así de atractivo y con una personalidad tan madura, me quedaba a esperarlo —dice Elanese en tono pensativo y Dexter suelta un bufido que la hace reír—. Solo estoy bromeando, no te cambiaría por nadie, mi corazón hermoso precioso magnifico deslumbrante único y espectacular.

—Cuánto amor —masculla Eva.

—Por mucho que ame verlas reunidas y que me gusten mis yernos, solo tengo la hora del almuerzo así qué ¿A qué debemos esta reunión?

Mientras Elanese y Eva comienzan a hablar al mismo tiempo, una sobre la boda y la otra sobre el trabajo, yo respiro hondo y me llevo las manos al vientre antes de voltear a ver a Andrew que me sonríe después de darme un asentimiento y luego mi mirada se encuentra con la de Dexter que ve de mis manos a mi rostro con una expresión de sorpresa, lo ha descubierto y no puede creérselo. Girando hacia la cámara me aclaro la garganta para cortar el rollo de mis hermanas.

—Pues la verdad, papá, es que quería que lo supieran al mismo tiempo —Dejo ir una profunda respiración antes de soltarlo—. Estoy embarazada.

Podría haber sido más sutil porque de esa manera la botella de jugo que papá se llevaba a la boca no hubiese caído sobre su camisa de vestir blanca ni de una manera dramática Eva se hubiese ahogado con el vino que ahora sale por los orificios de su nariz. Supongo que me dejé llevar por la emoción y olvidé lo que es tener tacto a la hora de hablar.

Pero no importan sus reacciones, yo estoy sonriendo y dando pequeños saltitos, porque ahora que Andrew, Max y yo no somos los únicos en saberlo, se siente todavía más real.

— ¡Puta madre! —Rompe Dexter el silencio antes de envolverme en un abrazo desde atrás y alzarme sobre mis pies—. ¡Felicidades, hermanita!

Eso hace que todos reaccionen y en instantes hablan al mismo tiempo, tengo a Ela abrazándome, Dexter sobre Andrew quien se encuentra riendo y Eva soplándose la nariz para eliminar cualquier rastro de vino que pueda quedar.

— ¡No me lo puedo creer! ¡Seré tía otra vez! —Elanese habla demasiado fuerte y con voz aguda por la emoción.

—No la hagas saltar tanto —dice Eva antes de atraerme para un abrazo en dónde me soba la cabeza con una mano cómo si yo fuese un perro—, debemos proteger a nuestro bebé.

—Estoy embarazada, no convaleciente —Me rio.

—Shh, mi chiquita tiene un bebé —susurra sin dejar de sobarme la cabeza.

Elanese tiene razón, Eva huele totalmente a vino y ahora que le cayó sobre la camisa, mucho más. Cuando consigo que me libere, me acerco a la cámara justo a tiempo para ver a papá limpiarse unas lágrimas mientras sonríe.

Él me apoyó y conversó conmigo cuando le hablé de mi decisión de ir por otros métodos médicos para tener un bebé, no me juzgó o cuestionó, siempre ha estado conmigo y ¡Dios! El amor que tengo por mi papá es enorme e incalculable, creo que está en un pedestal del que ningún hombre lo bajará, nunca entenderé por qué mamá no le dio el valor que él merecía, pero supongo que son asuntos de pareja que nunca entenderé en lo que respecta a ellos dos.

—Dime algo, papá.

—Algo —Bromea y luego ríe antes de aclararse la garganta—. Felicidades, cariño, siento que quiero decir muchas cosas, pero la emoción no deja que salgan.

»Sé cuánto deseabas esto y sé la madre increíble que eres...Y solo pienso en ser abuelo una vez más y el mundo me da vueltas —Ve detrás de mí—. Estoy suponiendo que el padre es...

—Sí, soy yo —dice Andrew detrás de mí, ubicando una mano sobre mi hombro— y estoy tan feliz que creo que tampoco puedo explicarlo, señor Anderson.

—Llámalo, Loick —dice Eva—, total, ya lo harás abuelo.

—Felicidades, Andrew —dice papá luego de reír de las palabras de Eva— y sí, al igual que Dexter, puedes llamarme Loick. Espero que sepas lo bendecido que te encuentras porque no habrá mejor madre para tu bebé que una de mis bebés.

—Lo sé, Loick, soy afortunado desde que ella puso sus ojos en mí, soy consciente de ello.

—Ella también es afortunada —interviene Dexter cómo un padre orgulloso—. Mi Andu bebé es un tío de puta madre, estoy seguro que de papá será un nuevo nivel celestial, lo imagino de papá y me dan hasta escalofríos.

—Todo lo que quiero para todos ustedes es felicidad —papá sonríe— y yo ahora me siento tan feliz con mi bebé menor a nada de casarse y estudiando lo que quiere; mi otra bebé embarazada, siendo de las mejores en su trabajo, y mi Eva...

— ¿Borracha? —ofrece Elanese con diversión.

—Triunfadora en lo profesional, una grande en el mundo —dice papá ignorando a Elanese—. Cómo padre mi deseo era verlas felices de la forma en la que ustedes se sintieran cómodas, solas, acompañada, madres o independientes, casadas o solteras, todo lo que me importa es que sean felices y lo puedo ver ahora y... —Se le quiebra la voz, por lo tanto yo comienzo a llorar—. Su madre estaría orgullosa.

Estoy segura de que Elanese podría estar haciendo una mueca o pensando "a mamá le daría igual", porque en lo referente a las fallas de mamá a ella le pega un poco más que a Eva y a mí, no es que le guardemos rencor a nuestra madre, pero sin duda hay algunos reproches que son difíciles de dejar ir, cómo el hecho de que su gemela siempre estuvo por encima de nosotras, pero no es momento para enfocarnos en ello, no cuando papá continúa diciendo palabras hermosas que me tienen llorando y con unas ganas inmensas de abrazarlo. Si volviera a nacer, rogaría a la vida para que lo hiciera mi padre una vez más.

Lo escucho, apoyando mi espalda del pecho Andrew y me cuesta mucho responderle a papá sus hermosas palabras por el nudo que tengo la garganta. Hablamos mucho y lloramos también, pero en algún punto es su hora de volver al trabajo.

—Hazme saber lo que te digan en la consulta, cuídate mucho, cuídense todos —Papá nos sonríe—. ¿Cómo manejamos esta noticia? ¿Puedo decirle a Rosalie?

—Lo mantendremos oculto de la prensa tanto cómo podamos y solo nuestros familiares más cercanos lo sabrán —dice Andrew.

—Puedes decirle a Rosalie, confío en ella tanto cómo lo haces tú, papá.

—Gracias, cariño. Las amo mucho y ya deseo verlas, contaré los días, háganle llegar mis saludos a todos.

Le devolvemos las palabras de amor y luego la llamada finaliza. Me giro, rodeando la cintura de Andrew y presionando mi frente de su pecho, inhalo su aroma y me siento abrumada por las emociones.

—Eso fue bastante bien —susurra contra mi cabello y yo rio.

—Fue increíble, se siente aún más real.

—Ahora debemos ir con mis padres.

Mis nervios incrementan porque la situación con los padres de Andrew aun es delicada, sobre todo ahora que el detective a cargo del asesinato de Ally cada poco arroja nueva información que les desconcierta o remueve heridas. No sé cómo vayan a tomarlo y eso me tiene ansiosa, pero asiento hacia Andrew porque hoy ellos también van a saberlo y solo espero que lo tomen al menos la mitad de bien que lo hizo papá.

—Estoy nervioso por decirles o cómo reaccionen —confiesa y ¡Mierda! Eso aumenta mis propios nervios.

—Todo irá bien —Nos reconforto a ambos.

Lo llamamos Santo Wood, Andu bebé también, un tipazo increíble que al parecer se sabe mover bien —canturrea Dexter—. Nadadores ofreció y en el lugar indicado los dejó, papá, papá él será y en pocos meses un bebé en sus brazos tendrá.

Con lentitud giro para ver a Dexter y lo encuentro con una gran sonrisa, él se encuentra extasiado con la noticia, de verdad ama la idea de tener más bebés a su alrededor.

—Aw ¿Conseguí una canción? —Le pregunta Andrew.

—Me inspiraste... ¡Joder! Tendré otro bebé para mí —Celebra frotándose las manos—. Ya quiero conocerle ¿A quién se parecerá? ¡Ah! Estoy emocionado.

»Ahora, quiero ver cuándo le digas a Ethan que será tío o padrastro —Dexter se ríe—. Jodidamente necesito ver eso.

— ¡Yo quiero decirle! —pido—. Por favor, por favor, por favor...Vamos a invitarlo a cenar y ¡Bam! Lanzamos la bomba.

—Eres malvada con mi amorcito —Me acusa Dexter—, pero me gusta ese plan.

—Ethan estará feliz por mí —Lo defiende Andrew—...Luego de hacer su berrinche.

—Tendremos un bebé —dice Eva y volteamos a verla, alza la copa—. Arthur lo logró, un hermanito y de ¡El hombre! ¡Por mis sobrinos!

Y aunque ninguno de nosotros, aparte de ella, está tomando, todos repetimos:

—Por tus sobrinos —Mientras ella se da un largo trago.

Estoy feliz. No sé cuánto tiempo tengo, no sé su sexo, no sé básicamente nada. Solo sé que estoy embarazada, que Andrew y yo creamos a alguien maravilloso que cambiará nuestras vidas, estos próximos meses serán excepcionales...E interesantes.








¡¡¡AHHHH!!! Hoy se festeja por Landrew, mi gente, mira tú qué puntería la de Andrew ¡Vivan esos nadadores!

Vamos a gozarnos estos momentos, dejen la paranoia que igual si algo malo va a pasar, pues pasará jajaja disfruten de lo bueno, déjense llevar.

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Espero les guste.

Un beso.

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