Capítulo Cuarenta y Ocho
Capítulo cuarenta y ocho.
Sé que debo levantarme de esta cama.
Sé que soy lo suficiente fuerte para continuar.
Sé que prometí ser feliz y que quiero serlo.
Pero lo que no sé es cómo no extrañarlo.
No sé cómo aprender a vivir sin él.
No sé cómo no acurrucarme en su cama y llorar.
No sé cómo no extrañar la calidez de su cuerpo.
No sé cómo sobreponerme a que hace tres días vi su cuerpo dentro de un ataúd que luego fue sepultado.
No sé cómo ser mamá de alguien que ya no está.
No sé cómo reunir coraje para continuar.
Y no sé cómo explicarles a las personas que quiero, genuinamente deseo, seguir adelante, pero el ama me pesa.
Así que lloro, sollozo en la habitación de mi hijo y me pregunto si algún día no dolerá, si alguna vez seré capaz de enfrentarme nuevamente al mundo y emprender una vida con su ausencia.
Me pregunto si siempre me sentiré vacía, si alguna vez seré feliz y si en algún momento podré sonreír más de lo que lloro.
¿Algún día aprenderé a vivir con su ausencia y sentiré más que dolor?
15 de octubre, 2016.
Veo el bonito jardín y me pierdo en mis pensamientos. De nuevo me encuentro pensando en el hermoso sueño que tuve de Arthur mientras estuve en el hospital.
Generalmente dicen que cuando sueñas con rostros de desconocidos o características que crea tu mente, no eres capaz de recordarlo al despertar, pero yo lo hago. Tengo grabada en mi mente la forma en la que sus ojos azules brillaban, el abundante cabello negro que se despeinaba con la brisa, lo alto que estaba, su piel pálida de manera saludable y ese sonrojo que siempre le tintaba las mejillas. En mi corazón sé que esa es la manera en la que mi hijo se vería si viviera, siento que fue un regalo, un abrazo de fuerza para volver y vivir con la tranquilidad de que él está bien.
Despertar para saber que estuve unas largas diez horas inconsciente y que me atendieron de emergencia para verificar que mis niñas estuviesen bien, fue aterrador, pude verlo en la expresión de Andrew, quien no dejaba de tocarme, besarme y sonreírme cómo si le hubiese dado el mejor regalo.
Al despertar estaba tan abrumada por el sueño y el alivio de que mis bebés se movieran que me tomó minutos volver a lo sucedido y hacer las preguntas, la principal de ellas: garantizar que Andrew estuviese bien.
Lo que Andrew sufrido había sido una puñalada "superficial", pero él sangró lo suficiente para que se sintiese débil durante mucho rato, sin embargo fue lo suficiente terco cómo para no querer ser puesto en observación y esperar en una silla afuera de mi habitación. Cuando yo había dudado que estuviese realmente bien, se había alzado la camisa, enseñándome una venda pequeña que se asemejaba a un parche, había sonreído diciendo un "no me dolió y no quedará cicatriz"; es un hombre terco y encantador...También un hombre astuto y malvado incluso bajo situación de estrés.
Cuando cada uno de los miembros de BG.5 y mis hermanas habían aparecido, escuchando preguntas y respuestas en plurales sobre bebés por parte del doctor y de mi esposo, Andrew ni siquiera afligido se había doblegado para revelar nuestro secreto, en lugar de ello "son gemelos" me contó que fue su respuesta, lo que generó conmoción, un par de chistes y nuevas apuestas. Pobre ilusos, si supieran que todavía hay una más.
En cuanto a Travis, él se encuentra detenido, de la manera en la que tiene que ser, con una cantidad considerable de delitos y a la espera de un procedimiento legal que no será fácil, pero que intuyo se acerca a un cierre para la familia Wood. Ha sido doloroso comprender que él proclama de un amor que alcanzó la crueldad de arrebatar una vida, no hay manera de absolverlo de lo que hizo y pensar que Ally no será la primera ni última víctima de un femicidio tan violento, duele.
Una muchacha exitosa, dulce y amada fue asesinada de manera violenta con múltiples puñaladas, siendo dejada en un mar de sangre en una calle...Tal vez si Travis la hubiese llevado a un hospital ella habría vivido, en su lugar le tocó la espera de ser encontrada quince minutos después que hicieron la diferencia.
Siempre habrá incógnitas sobre la muerte de Allyson Wood, sobre quién era y las cosas que ocultó, pero de igual manera siempre será amada.
Hoy también estoy pensativa porque finalmente creo que Isla queda atrás, la orden de restricción ha salido y además de ello, supe que ella está recibiendo ayuda psicológica, ha tenido intenciones de contactarnos y "disculparse", pero puedo vivir sin su disculpa y la mejor disculpa que puede ofrecernos es hacer su vida lejos de nosotros...Cosa que supongo hará, escuché que fijó fecha para su boda y que se le ve "más centrada". La verdad no sé qué le espera, las personas no cambian de la noche a la mañana y a ella le queda un largo recorrido para reencontrarse y ser una mejor versión de sí misma, espero lo consiga y pueda rehacer su vida sin pensar en nosotros. Espero no volver a coincidir porque ya no poseo la paciencia para lidiar con ella.
Sonrío de costado cuando en mi vientre parece que hay una fiesta. Si bien pasé uno de los peores sustos de mi vida cuando mis bebés no se movieron, ahora no paran de hacerlo, cosa que hizo que Ethan hiciera una mueca hace un par de días, porque hasta yo tengo que admitir que es francamente inquietante ver a mi piel elevarse.
Sé que este embarazo me tiene muy feliz, pero tampoco puedo romantizarlo todo. Los dolores de espaldas han estado apareciendo, la hinchazón de los pies la odio y debido a que es un embarazo múltiple me está costando movilizarme porque si bien acabo de cumplir los siete meses, se ve más grande que eso pese a que según mis exámenes mis niñas son más pequeñas y pesan menos que el promedio. Otra cosa son los gases, ya dejé de avergonzarme, pero no es que lo ame incluso si Andrew finge no darse cuenta y falla por terminar riendo. Soy más mandona y sé que mi esposo a veces quiere zarandearme por caprichosa, mis posiciones para dormir comienzan a hacerse escazas y he suspendido el sexo porque me siento sofocada y estresada cuando sucede.
Así que sí, estoy feliz y amo a mis bebés, pero toda moneda tiene dos caras y esta no es la excepción. Sin embargo, me digo que vale la pena y que cuando las sostenga nada de esto importará. Además, cada vez que Andrew les canta, me acaricia o le habla a mi panza, me derrito y sonrío cómo tonta, vivo por esos momentos.
Y hablando del esposo del año, siento su calor detrás de mi espalda cuando aparece, deslizando sus manos por mi cintura hasta apoyarlas sobre mi vientre y acariciarlo con lentitud, puedo prometer que él está locamente enamorado de esa parte de mi cuerpo. Vive para besarla, acariciarla, hablarle o cantarle. En cualquier momento del día encontrarás a Andrew haciendo algo de eso, viéndose tan feliz y encantado.
—¿Qué harás cuando esta panza ya no esté? —pregunto con curiosidad.
Porque no habrá más. Decidí que tres niñas son más que suficientes y espero ligarme las trompas luego del parto. Es mi cuerpo, pero lo conversé con Andrew para que él supiera de la decisión que había tomado y conocer cómo se sentía al respecto. Había asentido, procesado y luego con seriedad me había dicho "igual con tres tenemos las manos llenas y si se nos apetece un niño, tomamos uno prestado de los demás" eso me había tenido riendo al punto que tuve que ir de prisa al baño antes de orinarme encima.
—Cuando ya no esté esta hermosa panza, tendremos a tres bebés con las que seré muy feliz y con las que estaré muy ocupado.
—Muy ocupado.
—Ellas serán buenas conmigo, unas bebés tranquilas —dice de manera soñadora.
No me apetece desilusionarlo, pero no creo que estas bebés que se mueven cómo si vivieran de fiesta vayan a ser precisamente tranquilas.
—¿Qué opinas de la casa?
—Es linda y espaciosa, tiene un jardín muy bonito —respondo.
—¿Pero? —pregunta con diversión.
—No me siento en casa. Algo no termina de encajar y creo que se trata de que la idea de una casa enorme no me entusiasma.
»Me encanta tu apartamento, pero comprendo que es pequeño para habitar con tres personitas más, sin embargo ¿No podríamos ir por un apartamento amplio con suficientes habitaciones? Me gusta esa idea de un lugar con el espacio suficiente para no apretujarnos, pero el poder vernos con facilidad. Me gusta nuestra dinámica y estoy encantada con ese tipo de divisiones pese a que es la primera vez que vivo en un apartamento.
—Podríamos conseguir un pent-house —dice en tono pensativo—, uno lo suficiente amplio, tampoco me entusiasma mucho la idea de una casa, pero pensé que era lo "convencional".
—¿Cuándo tú y yo hemos sido convencionales? —pregunto, girando en sus brazos.
—Nunca —Sonríe besándome la comisura de la boca—. Todo lo que quiero es un lugar con habitaciones para las niñas, seguro y amplio para jugar, también amplio para no ser pillados teniendo sexo, eso sería traumático para ellas.
—Muy traumático.
Arruga la nariz de manera linda antes de darme un beso en la boca y una palmadita al trasero.
—Volvamos y hablemos con la agente de bienes y raíces.
—Y vayamos por pizza y luego a casa, quiero acurrucarme, dormir y un masaje en los pies.
—Guau, sí que me siento esclavizado.
—No escuché quejas cuando me embarazaste.
—Tampoco fui tratado cómo esclavo cuando se crearon las bebés.
Se hacen unos largos segundos de silencio en dónde nos vemos luchando contra las sonrisas.
—Entonces... ¿Masajes para los pies y la espalda?
—Ahora agregamos la espalda —musita.
—Y juegas con mi cabello, me encanta cuando haces eso.
—¿Algo más?
—Quiero algo sucio —digo con una nueva idea, eso lo tiene entrecerrando los ojos—. Quiero que mientras me acuesto, te des placer a ti mismo.
—Guau ahora también soy el anfitrión del entretenimiento caliente —Se ríe.
—Solo amo ver a mi esposo darse placer —Me encojo de hombros.
—¿Qué tal si me tocas tú? —susurra.
—¿Estás negociando? —Me rio y hace un puchero—. Por supuesto que voy a tocarte, me encanta deslizarte en mi mano.
—¿Ah, sí?
—Muchísimo. Sentirte duro, cálido, suave y con la punt...
—¿Señores? —Nos llama Lydia, la agente y rompemos a reír.
—Seguiremos esto en casa —Me promete.
Me toma de la mano y volvemos con Lydia, redirigiendo nuestra búsqueda para el hogar de nuestra familia.
***
22 de octubre, 2016.
—¿Qué? ¿Qué dices, bebé? Ah, ya te entiendo... Que estás perturbada porque tío rojo no deja de hablarte y tú solo quieres escuchar la voz de papá —Le habla Andrew a mi estómago, acariciándolo con la palma de su mano.
Para darle crédito al menos dos de las bebés se mueven al escucharlo y Dexter suelta un bufido.
—Esas niñas jodidamente me aman —asegura antes de beber de su cerveza—. Básicamente son mías.
—En teoría vendrían siendo mías —dice Ethan y los tres volteamos a verlo—. Quiero decir, soy el amor de Andrew, Leslie está obsesionada conmigo y tiene un enamoramiento por mi novia...En teoría si ellos murieran, las dos bebés vendrían con nosotros, así que por favor no mueran. Dos bebés son demasiado.
—No moriremos para no causarte tales molestias, Ethan —digo con ironía y alza su cerveza hacia mí.
—En realidad las bebés se quedarían conmigo —Interviene Elanese—. Soy su tía biológica, tenemos una conexión especial e inquebrantable.
—Exacto, serían nuestras, de este matrimonio —Afirma Dexter tirando de mi hermana para que se siente sobre su regazo—. Tenemos una jodida ventaja.
—Pero la princesa y yo somos buenos en la crianza, miren a Rayito, el prototipo de niño perfecto y soñado —Doug muestra una foto adorable de su hijo en la pantalla del teléfono—. Haremos un excelente trabajo con las gemelas.
—El experto en niños soy yo —comenta Harry sin levantar la vista de la laptop en la que se encuentra concentrado.
—Tú ya tienes suficientes niños —Bufa Dexter.
—Lo bueno es que Leslie y yo no planeamos morirnos y darles a nuestras hijas, tenemos el plan de criarlas —Andrew me besa por sobre la camisa—. Tranquilas, bebés, mamá y papá no irán a ningún lado.
—Es la escena más tierna que veré —dice la voz de Hilary entrando con cajas de pizza junto a Grace.
—Mi lado Fiver se derrite —Asegura Grace antes de acercarse a mí, agacharse y ver con intensidad mi panza—. Hola, pequeñitas.
»Estás enorme, Leslie...No de mala manera, lo digo en plan ¡Qué genial! Y guau, qué buenas tetas... ¿Se mueven demasiado? ¿Puedes levantarte sola? ¿Ya estás cansada? ¡Guau! ¡Qué enorme! —concluye en un suspiro y con una sonrisa—. Me daría miedo tener dos bebés, pienso en pujar dos cabezas y ¡Ufs! No suena divertido.
—No es tan malo —comenta Hilary besándome la mejilla y luego la de Andrew antes de acurrucarse contra Doug en un sofá individual—. Creo que es manejable y tolerable, pujar para sacar a Jeff no fue traumático, lo que vino después sí lo fue.
—Es que Jeff es tan perfecto que incluso su mami no la pasó mal trayéndolo al mundo —dice Doug con orgullo—. Tengan hijos cómo el mío, no cómo los de Harry, transforman a Hottie en un demonio.
—En eso estaré de acuerdo —Se ríe Harry sin levantar la vista y finge estremecerse—. Kae da miedo cuando los trae al mundo.
—Te estoy escuchando —advierte Kaethennis entrando con un cochecito en donde se encuentra un bebé de ojos azules y cabello castaño oscuro.
Hay que admitir que Heath Jefferson es un mini Harry, es exactamente igual a su papá de una manera infantil, me parece impresionante. Al decir que es igual a su papá, puedes imaginar cuán hermoso es dicho bebé.
Ahora que Kaethennis y Heath han llegado, Harry sí deja a un lado la laptop, se pone de pie con una sonrisa y esquiva a los demás para llegar hasta Kaethennis, abrazarla, besarla de una manera no inocente y luego inclinarse hacia el coche.
—Hola, pequeño ¿Viniste a visitar a papá? —Su voz se vuelve dulce y más suave—. Ah, papá también te extrañó ¿Te sacamos del coche?
Hay un sonido encantador de bebé y luego Harry sostiene a un pequeño que no deja de mover los pies y que va vestido cómo si posará para una revista. Él lo alza, soplándole en la panza y él bebé sonríe antes de meterse una mano en la boca.
—No lo sacudas demasiado, acaba de comer —Advierte Kaethennis antes de acercarse a saludar a todos y tomar asiento.
Al final Grace se queda en el suelo, pero ríe cuando Ethan se pone de pie, la levanta y la lleva consigo al sofá para que esté con él.
—Ahí estás mejor —Le dice plantándole un beso en el cuello—. Hueles bien, habladora. Hueles a mí.
—Pasó minutos roseándome un perfume increíble, para que me digas que huelo a ti —Se queja ella.
—Huelo mejor que cualquiera de tus perfumes y huelo mejor en ti.
—Tu técnica de romanticismo es bastante entretenida, Ethan —señala Kaethennis y él se encoge de hombros con una sonrisita arrogante.
La conversación se retoma y participo en tantas de ellas. Se siente la buena energía y felicidad porque finalmente hoy BG.5 ha terminado de grabar su álbum, si bien Andrew me explicó cómo debían hacer arreglos, regrabar algunas partes y que el proceso de edición, o cómo ellos lo llamen, iniciaba ahora, han conseguido componer todas las canciones y van bien con el tiempo acordado. He escuchado pocas, han sido recelosos, pero sé que han trabajado muchísimo, que hasta ahora ha sido quizá el proceso creativo más intenso que han vivido y que están muy orgullosos con lo que serán los resultados.
Esta parece ser una mini fiesta, así que cuando Andrew me pidió que viniera, no dudé en decirle a Ela que pasara por mí y aquí estamos.
—¿En dónde está Max? —pregunta Kaethennis antes de masticar su pizza.
—En una cita —responde Dexter y todas volteamos a verlo—. Bueno, en realidad no sé. Dijo que tenía una reunión con esta abogada que sabemos quiere con él ¿Será una jodida cita o una reunión cordial?
—Extraño a Allen —murmuro, pero varios alcanzan a escucharme—. He hablado con ella, sigue siendo genial y divertida.
—La prensa en Estados Unidos la atosiga demasiado —Se queja Hilary—. Siempre rumores, fotos, persiguiéndola...
—¿Pero son todos realmente rumores? —comenta Ethan—. Tal vez...
—Shhh, vivamos en la ignorancia —Lo calla Doug y asiento en acuerdo—. Si no lo sabemos, no nos duele.
—¿Quieres pizza, Leslie? —Me pregunta Harry sosteniendo a Heath acunado en su brazo.
Un rápido vistazo a Dexter me hace saber que muere por tomar al bebé, es solo que Harry es algo egoísta sobre compartir al pequeño. Hace una semana se lo pedí para cargarlo e inventó una terrible excusa sobre que el bebé estaba a nada de dormirse y amaba dormir sobre él, que en otra oportunidad o en un rato —que no llegó nunca— me dejaba cargarlo. Conseguí cargarlo porque Kaethennis se lo quitó y me lo dio, ese hombre no sabe compartir, no podía ser perfecto.
—No tengo hambre —respondo.
De hecho tengo acidez y el estómago revuelto.
Hay mucho ruido, pero eso es normal cuando tienes reunidas a tantas personas ansiosas de hablar.
—Oye —Le susurro Andrew dejando un beso en su barbilla, él traga su bocado de comida y voltea a verme—. Me hago pis ¿Me ayudas a levantarme?
Alguien ríe y entrecierro los ojos, pero no descubro quién fue. Solo sé que Doug camina hacia mí y extiende las manos con una sonrisa.
—Ven, te ayudo, ese sofá es demasiado bajo para ti cuando claramente esas bebés pesan —Me dice sin perder la sonrisa y le devuelvo el gesto.
—Gracias, la verdad es que creo que pronto dejaré de verme los pies.
No menciono que ya no me veo la entrepierna ni el interior de los muslos.
—Uno, dos —cuenta antes de tirar de mi cuerpo— y tres ¡Arriba!
Un resoplido y quejido de esfuerzo sale de mí cuando me apoyo en toda su fuerza y siento la mano de Andrew en el culo dándome el empujón final. Doug me ayuda a estabilizarme.
—¿Todo bien? —Se asegura.
—Todo bien, pero necesito ir urgentemente al baño.
—Te acompaño —dice mi hermana con rapidez ubicando una mano en mi espalda baja, eso me hace reír.
—Aun puedo caminar sola, Elanese.
—Déjate ayudar —Me reprende, guiándome hacia la salida.
Cuando conseguimos llegar al baño más cercano, el pis se convierte en un terrible dolor de estómago y mareo que tiene a Elanese aguantando el apestoso olor y abanicándome con las manos porque siento que me sofoco mientras me mantengo sentada en el inodoro.
—¿Y si se te bajó la presión o el azúcar? —pregunta nerviosa.
—Algo me cayó mal o solo son los bebés, me ha pasado antes. Solo dame más aire, por favor.
—Valórame, estoy dentro de un cubículo contigo mientras todo apesta y liberas miles de gases —bromea y rio por lo bajo.
»¿Andrew pasa por esto? —asiento hacia su pregunta—. ¿Y te sientes rara por eso?
—Al principio me avergonzaba, pero él bromea sobre ello y es muy paciente, finge que no es la gran cosa y la verdad es que para este punto ya no me importa o me enfoco en si es vergonzoso, son sus hijas las que causan todo esto —Cierro los ojos sintiendo el sudor frío en mi frente—. Cuando las niñas salgan, trabajaré en traer de vuelta a Leslie no apestosa.
»Creo que terminé, pero no quiero levantarme.
Con el dorso de la mano me toco la frente sudorosa, que algunas comidas me caigan mal, apesta.
—¿Quieres que vaya por Andrew? —Suena inquieta.
Abro los ojos y la veo, quiero reír porque está asustada, con Arthur todo fue tranquilo y claramente le aterra no saber qué hacer con respecto a mí en este alocado embarazo.
—Ya quiero verte cuando estés embarazada —Me rio—. Creo que eso será divertido.
—Dexter piensa lo mismo —arruga la nariz—. ¿Voy por Andrew?
—Creo que eso te hará sentir más tranquila. Ve por él mientras me hago cargo de tener mi colita limpia.
Se ríe y promete darse prisa mientras en efecto tiro de la cadena del retrete nuevamente, me aseo y espero sentada a que regrese, con las bragas a la altura de los tobillos y sudando. Es exactamente así cómo Andrew me encuentra, al menos no hay más gases y el olor no es toxico.
Me da una larga mirada, viéndose entretenido tras asegurarse que no estoy muriendo o algo malo está pasando.
—¿Qué sucedió? —me pregunta con calma, entregándome una botella de agua.
—Algo me cayó mal y quiero quedarme aquí sentada toda la tarde.
—El retrete no es tan cómodo —Sonríe y me muestra un paquete de toallitas húmedas mientras me hidrato—. Elanese me dijo que estabas pérdida en sudor y supuse que querrías refrescarte.
—Mi ángel —musito, haciéndolo reír en voz baja antes de que se agache y saque una toallita.
Es paciente comenzando con mi cuello y suspiro de placer porque me alivia el sofoque de calor que estoy teniendo.
—Te prometo que en el futuro tendremos un montón de momentos románticos —murmuro agradecida con sus atenciones.
—Esto es súper romántico —Me guiña un ojo antes de limpiarme detrás de las orejas y luego tomar otra para mi rostro.
Por último me toma las manos y las limpia con dedicación y precisión.
—Siento muchísimo por ti —susurro y alcanzo a ver su sonrisa ladeada.
—Lo sé, también te amo —Me besa la mano ahora limpia y arroja la toallita a la papelera—. ¿Lista para salir de aquí?
—¿No puedo quedarme?
—No, amor, no puedes. Hay lugares más cómodos.
—Espera, quiero hacer pis de nuevo por la botella de agua que acabo de beberme, gírate.
Lo hace y ¡Dios! Orino cómo si fuese una cascada o hubiese aguantado todo un día, tras asearme de nuevo y pasar otra toallita húmeda por mis manos, dejo que Andrew me ponga de pie y me suba las bragas junto al jogger.
Después el dorso de su mano me toca la frente para medir mi temperatura antes de dejar un beso en mi sien.
—Estás bien, solo estás acalorada, tienes las mejillas adorablemente sonrojadas y eso es lindo porque pasa muy poco —Ubica su mano en mi espalda baja haciéndome salir—. Elanese me asustó, decía cosas cómo que creía que se te bajó la azúcar o la presión.
—Es alarmista —Me rio—. ¿Te imaginas cuando esté embarazada? Eso será una locura.
—Entre ella y Dexter nos volverán locos a todos.
»¿Quieres que vayamos a casa y que te recuestes? Pareces tener los pies muy hinchados.
—Creo que puedo quedarme un par de horas más.
—Bien, pero avísame si quieres irte.
Volvemos al salón en dónde están todos y de inmediato me preguntan cómo estoy, pero el mensaje de que estoy bien llega claramente y tras sentarme de nuevo en el sofá, esta vez al lado de Ethan, recargo mi mejilla de su brazo lo que lo tiene de inmediato bajando la mirada para encontrarse con la mía.
Espero en silencio por algo mientras nos vemos y al final inhala con lentitud antes de exhalar.
—Bien... —dice alargando la palabra—puedes ponerte cómoda, pero no babees sobre mí.
—No babearé, lo prometo —Le sonrío y ríe por lo bajo.
—Más te vale no hacerlo—Se mueve para que esté más cómoda—. Descansa, debes de tener sueño.
—Hummm —murmuro ya adormilada viendo cómo Dexter acuna a Heath contra su pecho bajo la atenta mirada de Harry.
Hay risas, conversaciones y en algún momento creo escuchar la voz de Max, pero me acurruco más contra Ethan, sintiendo a Grace a mi otro lado jugar con mi cabello antes de que me quede dormida.
Y sí, babeo sobre Ethan, pero no se enoja tanto.
***
5 de noviembre, 2016.
—¿Qué hemos hablado? Hay que ser buenas con mamá —Le habla Andrew a mi vientre.
Estoy en bragas y con la camiseta enrollada hasta debajo de mis pechos ¡Tengo tanto calor! Aparte estoy hinchada hasta el punto en el que parece que me inyecté los labios, conseguí una nueva nariz y con unos pies que no me ayudan mucho a caminar.
¿La panza? Puedo decir que no saldré en YouTube cómo una imagen para asustar a futuras mamás de embarazos múltiples, pero pareciera que tuviese diez meses si eso fuese posible. Mis niñas son pequeñas según los exámenes, pero me hacen ver enorme. Si dijera que tras este estiramiento de piel no estoy consiguiendo estrías, estaría mintiendo.
Así que hoy decido permanecer en cama, con el cabello sucio, comiendo palomitas de maíz y el aire acondicionado —que nunca se enciende— a toda máquina.
—Ustedes son unas inquilinas en la panza de mamá por lo tanto deben ser buenas con ella, anoche no la dejaron dormir...
—¿Solo anoche? Esas caprichosas aman las fiestas nocturnas —digo.
—Sé que ya quieren salir y conocernos, que están cansadas de estar apretadas en la pequeña panza de mami.
—¿Pequeña? Estás ciego, Andrew Wood, apenas y me veo los pies y solo los dedos.
En lugar de replicar, me deja continuos besos en el estómago que me tienen riendo porque me generan cosquillas y a las niñas les encanta porque se mueven, solo que ellas ya no son tan delicadas y ¡Joder! A veces duele, cómo ahora que se mueven las tres, haciendo que mi piel se ondule de manera perturbadora. Así que llevo mis dedos al cabello de Andrew y tiro para que se detenga.
—Tan delicada —dice con ironía ante mi jalón de cabello tras un quejido.
—Perdón —Lo suelto—, pero las estabas alborotando y dolía.
—Estoy enamorado de esta panza...
—¡No me toques el ombligo! —Me rio y él también lo hace—. ¡No lo hagas!
»Andrew voy a patearte si me sigues tocando el ombligo y no será adrede ¡Andrew! —Intento alejar su mano y él ríe con fuerza antes de resoplar contra mi estómago haciéndome reír—. ¡Para! ¡Andrew!
—Aw, miren este ombligo.
—¡Andrew! —Le empujo el rostro con una mano cuando comienza de nuevo con los besos—. Me orinaré o me moriré si sigo riendo. ¡Andrew!
—Vale, vale, paro —dice entre risas dando un último toque en mi ombligo que me hace patalear y a él reír con más fuerza—. Creo que lloraré de la risa.
—No seas malo, deja mi ombligo y mi panza —Me seco mis propias lágrimas de risa.
Recarga la mejilla por encima de dicho ombligo cómo si pudiese escucharlas y suspira una vez su risa se ha calmado, lo que me tiene sonriendo, porque si bien estoy en una etapa de quejas de este embarazo, no cambiaría nada de esta experiencia. Aquí es exactamente en donde quiero estar, teniendo momentos como estos con el hombre que amo.
Momentos que son nuestros y que siempre recordaremos. Es hermoso que lo que tanto idealizamos, es más bonito y real de lo que pensamos incluso las partes más incómodas y molestas, y que no se muestran en internet, han sido vivencias importantes y memorables.
Sueño con ese momento en el que sostengamos a nuestras bebés.
***
15 de noviembre, 2016.
—¿Estás segura? —Me pregunta Andrew haciendo con una mano movimientos circulares en mi espalda baja mientras con la otra sostiene la papelera en dónde vomito.
—Lo estoy. Aun no son fuertes, pero definitivamente mis contracciones no son un "quédate en casa", son un "ve al hospital, van a nacer".
Tengo otra arcada y vómito, respiro algo agitada en tanto siento la frente sudorosa. Poco después siento de nuevo una contracción.
Tengo ocho meses recién cumplidos, pero éstas bebés ya quieren nacer y sabíamos que eso podía pasar, los embarazos múltiples muy rara vez llegan hasta el final, estamos preparados.
Así que Andrew espera a que mis vómitos se calmen y me ayuda a vestirme porque tenía tanto calor que tomé una siesta en bragas. Luego se viste en tanto habla por teléfono con mi médico y lo pone en sobre aviso anunciando que nos dirigimos al hospital, después creo que llama a Max mientras se pone los zapatos.
Lo veo colgarse mi bolso y la pañalera en el mismo hombro...Yo, me enamoro mucho más ante la visión y le sonrío en medio de mi malestar e incomodidad. Él también me sonríe, tiene las mejillas sonrojadas y los ojos le brillan mientras ese cabello que tanto me gusta tocar, se encuentra despeinado porque se ha pasado las manos.
—Te ves tan engreído y feliz —comento y eso lo hace reír.
—Soy engreído y feliz en este momento.
Camina hacia mí y me extiende los brazos para ayudarme a levantarme.
—Muy bien, vayamos y traigamos a las bebés Wood al mundo —digo cuando estoy de pie y caminando con su ayuda afuera de la habitación.
—Salimos dos personas de casa y volveremos cinco —comenta cerrando la puerta detrás de nosotros.
»¿Cómo te sientes? ¿Necesitas que haga algo más?
—Estoy bien —Trato de estar serena pese a los malestares—. Lo estás haciendo bien.
Conseguimos llegar a la camioneta nueva en dónde ya se han instalado tres sillas para bebés, es el "auto secreto" porque solo nosotros lo hemos visto.
Andrew está emocionado y puede que nervioso, pero mientras tomo respiraciones profundas y lo veo, me enfoco en su sonrisa, en el bonito sonrojo de sus mejillas y en cómo tararea una canción que me hace sentir en calma y centrada. Conduce sobre el límite, pero no de manera imprudente y en cada semáforo voltea a verme para reafirmar que estoy bien.
Es una experiencia muy diferente y bonita, la manera en la que se maneja influye mucho en cómo me siento. No hay desesperación o terror, por lo que cuando llegamos al hospital y me trasladan en una silla de ruedas, no estoy asustada ¿Adolorida? Sí y nerviosa también, pero no asustada.
En mi habitación, en dónde Andrew me habla y toma de la mano en tanto me quejo y me monitorean, escucho a mi doctor decirme que tal cómo lo habíamos conversado lo mejor es hacer una cesárea, por mi seguridad y la de las niñas, también tal cómo lo pedí van a ligarme, pero que esperarán un tiempo más e irán preparando el quirófano.
Durante esa espera que da a las cinco de la tarde, Ethan, Max y Doug llegan. Y cuando finalmente el quirófano está listo y me sacan en la camilla, también veo a Dexter, Ela, Eva y Harry.
—Cuando vuelva serán tíos —Les digo.
—Haz un buen trabajo —Me pide Ethan haciéndome sonreír.
—¡Animo! —Doug alza el puño.
—Es una embazada civilizada —alcanzo a escuchar a Harry.
—Te veo adentro, debo cambiarme —Me dice Andrew dándome un beso suave en la boca.
—Te veo adentro —repito.
—Te amamos —escucho a mis hermanas y sonrío.
El quirófano es intimidante, la epidural duele, pero mi equipo médico es amable y divertido...También puede que sea que influya el que está relajada por los efectos de la anestesia. La luz es muy brillante y Andrew se ve precioso, cómo un ángel con ropa quirúrgica y ojos brillantes.
—Qué guapo —Le digo—. Qué hermoso.
—¿Leslie puedes sentir esto? —Me pregunta el doctor Tyler.
—¿Qué cosa?
—Bien —dice, no lo veo porque hay división mientras haces sus cosas de cesárea—. Traigamos a las cinco niñas.
—¡Son tres! —Le recuerdo y lo escucho reír.
Hablo muchísimo y Andrew ríe bastante de ello, no es el único. También soy muy amorosa, declarando cuánto lo amo y cómo lo he querido básicamente desde siempre.
—Te ofreciste y estuve tan nerviosa, quería gritar sí, pero tenía miedo... Me embocaste.
—¿Lo hice? —Recarga su frente de la mía—. No podía perder tiempo, sabía lo que quería.
—Querías embarazarme.
—Y también enamorarte —Me guiña un ojo.
En algún punto me silencio y espero.
No sé cuánto tiempo pasa, pero los ojos de Andrew están acuosos cuando el primer llanto enojado suena.
—Oh, Dios —susurro derramando lágrimas y riendo—. Es real. Andrew, es real.
—Es real, amor —Una de sus lágrimas cae sobre mi rostro.
Lloro en #Landrew Te amo.
Se ha sentido bonito escribir este capítulo y finalmente llega el momento de decir que se puede contar con una mano los capítulos que le quedan a esta historia, así que disfruten mucho de las actualizaciones que nos restan.
Los dibujos fueron hechos por zu.rss (Así la encuentran en instagram).
Redes sociales:
Instagram/ Tiktok/Younow: DarlisStefany
Twitter: Darlis_Steff
Espero les guste.
Un beso.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro