Capítulo Cuarenta y Nueve
Capítulo cuarenta y nueve.
—Hija —dice papá con suavidad.
No dejo de ver al jardín vacío, ese en donde solía jugar mi bebé: antes de los médicos, el monstruo, las quimios, los malestares, el dolor, el cansancio y finalmente la muerte.
Aun puedo visualizarlo de bebé y en cada año de lo que fue su joven vida, aun puedo cerrar los ojos y escuchar su risa mientras corría detrás de él en el jardín y él gritaba cuando lo atrapaba.
Mi mayor miedo es olvidar su voz, los detalles de su sonrisa, sus pucheros, su tacto, la calidez de sus abrazos y la manera en la que a veces me encontraba con sus hermosos ojos al abrir los míos.
Sé que hay fotografías, pero no es lo mismo. Temo tanto que estos detalles se me escapen con el pasar del tiempo.
—Leslie —dice ahora papá posando una mano sobre mi hombro.
—Me gustaba ser una mamá —susurro.
—Aun lo eres.
—Siempre lo seré.
—Te ves cansada —Eso es lo primero que dice Ethan cuando entra a mi habitación.
—Tiene sentido, acabo de pasar una cesárea y ligadura de trompas —respondo con suavidad porque me duele todo el cuerpo y siento que incluso al hablar me late la herida de la cirugía.
—A mí me parece que te ves increíble —Me dice Elanese dándole una larga mirada a Ethan que se encoge de hombros.
—No dije que se viera mal, dije "te ves cansada", fácilmente se puede ver increíble estando cansada, yo lo hago.
—Guau, lo volviste algo jodidamente sobre ti —Dexter enarca las cejas hacia él.
—Bueno, si quieren me sacan de la habitación así ya no tienen que atacarme—finge Ethan estar ofendido, abriendo la puerta.
Andrew lo toma del cuello de la camisa y lo devuelve, lo que me hace reír, pero luego gimo de dolor por cómo se siente la herida y ese pequeño sonido tiene de inmediato a Eva acercándose a mí.
—No la hagan reír o tener reacciones fuertes, es evidente que le duele —Los reprende—. Ni siquiera deberíamos estar todos en esta habitación.
—Bueno, puedes salirte si consideras que somos demasiados, uno hace la maldita diferencia—Le dice Dexter con tono de burla.
En la actualidad Eva y Dexter mantienen una relación de cuñados bastante divertida en donde veces parece que cada uno quiere resaltar sobre el otro frente a Elanese, lo disfrutan, siempre parecen esperar quién gana la ronda.
—En realidad Leslie y yo queríamos que estuvieran aquí, reunirlos a todos de una vez, bueno por todos nos referimos a ustedes de BG.5 y a sus hermanas —dice Andrew, quien sutilmente hace a Eva a un lado para ocupar su lugar y acariciarme el cabello enredado y seguramente grasoso.
Me encantaría tomar un buen baño y dormir en mi cama, pero aún no termina el día y hace cuatro horas tuve mi intervención médica ¿Cuándo traerán a mis bebés?
Sonrío recordando sus pequeños rostros y los múltiples llantos, me fue imposible cargarlas, pero las sentí a todas contra mi pecho y reafirmé que era real. Aún no he tenido la oportunidad de verlas por más que unos pocos minutos y esa tal vez sea la razón por la que me he negado a dormitar y descansar. Las quiero aquí conmigo, con nosotros.
No diré que el proceso fue romántico y hermoso porque en realidad estuve bajo efectos de la droga, diciendo tonterías y un poco cegada por las luces, también deslumbrada por lo hermoso que se veía mi esposo con su traje quirúrgico y los ojitos brillosos ¿Tendrán las bebés ese rasgo de él?
Ni siquiera sé cuánto tiempo tomó la cesárea y posterior a ello la ligadura, solo sé que dejaron reposar sobre mi pecho una por una a mis bebés de una manera demasiado breve antes de que continuaran con mi ligadura y tras al menos una hora y media en donde apenas y dormité, me trajeron a mi habitación.
Esto no es algo que quiera repetir o que diga que disfruté, pero estoy feliz de que finalmente las bebés están con nosotros.
—Antes de que digan cualquier cosa... —comienza Doug, pero se calla cuando la puerta se abre y Harry entra.
—¿De qué me perdí? Lo siento, pero es que los abuelos de Kae vienen de visita y había olvidado que debía ir por ellos, el abuelo Luca está muy, pero muy molesto porque dice que lo dejé tirado para sacarlo de la familia, lo que no tiene lógica, pero no pienso arriesgarme a discutir con él.
—Tranquilo, cuando salgamos de aquí, iré contigo para hacerlo malditamente feliz con mi presencia. Él me ama
—¿Feliz? ¿Te ama? —Ethan ríe por lo bajo—. Eres tan soñador, mi querido Dexter incluso demasiado iluso.
—¡Pero sí soy el favorito! Jodidamente me ama.
—Soy el que lo hace feliz, soy su favorito —dice Andrew antes de voltear a verme—. El abuelo de Kaethennis es bastante peculiar y por alguna razón me llama el rubio sensato, dice que soy el menos desalmado y de hecho me sonríe siempre que me ve, tenemos conversaciones sobre la vida y le agrado a su bella esposa.
—Eso fue antes de que supiera que estamos aquí porque has tenido gemelas, no creo que te vea sensato —dice Harry cerrando la puerta detrás de él.
—Es sensato porque fue un embarazo buscado, sabía lo que hacía, no fue que me puse mal el condón o que fallaron las pastillas.
—Me siento particularmente atacado —Doug frunce el ceño—. Me lo puse bien, que al parecer se dañó o hubo magia, ya es otro asunto en el que habrá que dejar una queja.
—Kaethennis se enfermó...
—Todos saben lo que los antibióticos le hacen a las píldoras anticonceptivas —rueda los ojos Ethan.
—Shh, shhh, shhh silencio —Le palmea Harry la espalda—. Esta no es tu batalla.
Veo entre ellos a medida que se fastidian, olvidando que están en la habitación de alguien que está agotada y adolorida.
—Andrew —digo.
Y solo basta que diga su nombre para que se enderece y detenga la absurda discusión que amenazaba con hacerme reír hasta que me doliera.
—Disculpa, Leslie, pero sacan lo peor de mí —Se excusa Harry.
—Bastardo traidor y quejoso.
—Respeto para tu hermano mayor, Dexter —Lo fastidia Doug.
—Cállate, rubia —Ese es Ethan.
Y están por iniciar otra discusión, pero un toque en la puerta los detiene. Andrew me da un beso en la frente antes de salir abriendo apenas un poco la puerta y cerrándola detrás de él.
—Lo que quería decir antes de ser interrumpido —Comienza de nuevo Doug, acercándose a una de las tantas flores que ellos han dejado en mi habitación—, es que deseo saber por qué no se nos ha permitido ver a las gemelas ni siquiera se nos han dicho los nombres.
»Estábamos de pie emocionados esperando y nos corrieron ¡Nos corrieron! Y pusieron seguridad para no dejarnos acercarnos ¡Cómo si fuésemos peligrosos! ¿Qué clase de ofensa es esa? ¡Soy el padrino! Merezco conocerlas.
—¿Quién te hizo padrino? —Le pregunta Ethan enarcando una ceja—. Tomas demasiado crédito sobre algo que no se te ha dado.
—Perdona, pero soy el padrino, todos lo saben. Cuando tengas a tus hijos entonces podrás decidir si lo soy o no, pero esas niñas son mías.
—Son dos, solo puedes tener a una ¡La otra es mía! —asegura Dexter dando un paso al frente.
—Pero volviendo al punto —retoma Harry interrumpiéndolos—. ¿Cuándo podremos conocerlas?
—Quería que las conocieran juntas —comienzo— porque luego quiero descansar y es más fácil que hacerlo todo de una vez, quiero ver cómo se enamoran de mis bebés y luego me dejan descansar.
—No deberías hablar demasiado, te llenarás de gases —dice Eva.
Agradezco que Andrew consiguiera esta enorme habitación para mí, me permite hacer esto de una sola vez, al menos hasta que papá y sus padres vengan mañana, y nos permitirá descansar con tranquilidad los próximos dos días, estoy tan agotada y sé que este es solo el comienzo de mi maternidad.
Tentativamente me llevo una mano a uno de mis pechos, siento que me van a explotar y mis pezones duelen de manera feroz, es solo que el dolor en otras partes me hace ignorarlo.
—Se está saliendo la leche —dice Elanese y ruedo los ojos—. Necesitas que mis sobrinas se alimenten.
No tengo que responder porque Andrew abre la puerta y asoma la cabeza por la rendija, tiene los ojos brillosos y está sonriendo.
—Ya están aquí —Me dice y mi sonrisa es inmediata.
»Bueno, prepárense para conocer a las bebés —dice cerrando, quedándose afuera antes de que segundos después se vuelva a abrir.
Una enfermera rueda una incubadora en donde se ve una bebé vestida de amarillo pastel, es pequeña y debido a que sus movimientos inquietos le han quitado el gorrito, se percibe abundante cabellera oscura, pero esto es bastante normal en los recién nacidos, sé que no sabré la coloración definitiva de su cabello ni de sus ojos hasta que estén algo más grandes.
Hay murmullos y un montón de "awww" y mi hermana mayor comienza a derramar lágrimas cómo lo hizo al conocer a Arthur.
Siguen con la mirada a la incubadora hasta que se detiene a mi lado y con mucho cuidado la enfermera, sonriéndome, saca a la bebé pequeña que se queja y mantiene los ojos cerrados. No hace falta decir que estoy derramando lágrimas cuando la deja en mis brazos.
Mi bebé.
Beso su frente y no importa que esté sonrojada e hinchada, para mí es hermosa y es palpar un sueño, es sostener a uno de los amores de mi vida, un pedazo de mí, de Andrew e incluso de Arthur.
—Hola, mi bebé —Le susurro acariciándole la mejilla con el índice y arruga la nariz antes de abrir la boca buscando algo, tiene hambre.
Tomando su pequeña mano, se la beso y visualizo su nombre porque es evidente que tras los pocos minutos que la vi cuando nació aun no sé diferenciarlas más allá de a una de ellas que tiene menos cabello.
Alzo la vista a mi familia que nos ven como si en este momento fuésemos el centro de todo, su mundo.
—Ella es Moon Allyson Wood, fue la primera aventurera que nació.
—Es hermosa —Me dice Doug acercándose, puedo ver que los ojos le brillan— y su nombre es precioso cómo ella.
—Es nuestra luna y también tiene el nombre de una tía que siempre la cuidará ¿Verdad, mi amor? —susurro dándole un beso en la frente y ella se remueve lo suficiente.
La veo hacer el intento de abrir los ojos, pero solo dura unos dos segundos antes de que los vuelva a cerrar y abra su pequeña boca en busca de comida.
—No sé qué decir —susurra Harry y parpadea continuamente—. Estoy demasiado conmovido por su nombre, Ally estaría tan feliz y orgullosa.
—Ally debe de estar feliz y orgullosa en dónde esté —dice Dexter.
—Me siento igual de conmovida y tan feliz—dice Elanese con una sonrisa, limpiándose los ojos con la manga de su suéter.
La puerta se abre de nuevo y Andrew entra con la incubadora rodante que tiene a una bebé que sí tiene su gorrito, va vestida de verde pastel con blanco y parece profundamente dormid a diferencia de su hermana, en mis brazos, que se está quejando.
Me derrito cuando Andrew la saca de la incubadora y la deja sobre su pecho, en dónde ella se encoge y continúa durmiendo. Él ríe por lo bajo, pasando la punta de su nariz por la mejilla sonrojada de nuestra bebé y ella se ve tan pequeña con la mano de él sosteniéndole el trasero envuelto en pañal y con la otra, siendo mucho más grande, sosteniéndole la cabeza.
Le doy una mirada de complicidad a Andrew porque sabe qué quiero saber, eso lo tiene riendo por lo bajo para no exaltar a la bebé.
—Es la dormilona de Heaven Bree Wood —Me dice—, parece que no tiene prisa por comer a diferencia de otras.
—Esto es real —Escucho a Ethan—, de verdad está pasando, eres papá Andrew, tienes dos bebés... Dos bebés muy pequeñas con nombres inesperados que me gustan.
Volteo a verlo y se cubre con una mano la boca viendo de la bebé en mi brazo a la que está en los de Andrew. Cuando veo a Dexter, él parece sin palabras e inquieto, supongo que está muriendo por pedirnos cargar a las bebés, pero nos deja tener nuestro momento.
—Esto es hermoso y no puedo dejar de llorar —Se ríe Eva.
—Siendo un nudo en la garganta —Confiesa Doug—. Estoy muy feliz por ustedes.
—Las amaré cómo si fuesen mías, lo prometo, ya tienen mi jodido corazón, Elanese y yo las cuidaremos cuando quieran.
—Siempre, si quieren las cuidamos siempre —dice mi hermana menor, asintiendo de manera muy efusiva, y aunque quiero reír, me aguanto porque no quiero que me duela la herida.
—Necesito tomar una foto de esto ¡Mejor un vídeo! La princesa quiere detalles —Habla Doug de su esposa preparando el teléfono—. Ahora sí, saluden a la cámara, nuevas sobrinas. Princesa, te presentó a Moon y a Heaven, perdimos de manera horrible la apuesta sobre los nombres, pero no importa, estamos demasiado felices para enfadarnos.
Esta vez no puedo evitar reír en tanto él se acerca para grabar a la bebé que sostengo y luego a la que carga Andrew.
—Espera —dice Harry con mirada pensativa—. Ahora consigo entender el tatuaje de Andrew.
»Tenía una luna y adentro decía Heaven —dice dando un paso hacia adelante— y tenía la letra A junto a la B, pero también... Había un corazón enlazado a la luna y la letra... C después de la B.
Se hace un silencio bastante intenso y rio, lo que me hace gemir de dolor y en consecuencia que mi hija se moleste porque comienza a lloriquear en mis brazos, pero eso no se compara al llanto furioso que viene desde afuera.
Todos voltean, dándole toda la atención a la puerta que se encuentra cerrada.
El llanto es potente, agudo y tan enojado que temo que ese sea un indicio del carácter de la bebé.
—No puede ser —dice Harry abriendo mucho esos bonitos ojos azules—. ¿Esto es una broma?
—A de Allyson —señala Dexter a Moon—, B de Bree —señala a Heaven— y C de... ¡Joder, Joder, Joder! ¡Estos desgraciados nos han tendido una emboscada! ¡Otra jodida emboscada!
—Hay un bebé cabreado afuera —dice Ethan con lentitud viendo a Andrew directamente a os ojos.
—Eso es verdad, también la escucho —Es lo que responde el nuevo papá.
Otro largo silencio cae sobre la habitación y necesito que reaccionen rápido porque me angustia escuchar a mi bebé tan enfadada y no sostenerla.
—¡Es C! —dice Doug con los ojos muy abiertos—. ¡Es C!
—En realidad es Love Camille, pero entiendo el punto —Corrige Andrew sonriendo y de una manera muy casual.
—Mierda —Elanese se recarga de la pared y Eva solo mantiene la boca y los ojos muy abiertos.
Odio que esto me haga reír porque de verdad me duele, pero me divierte tanto mientras meso a la bebé que lloriquea.
—Por favor, que dejen entrar a la bebé, debe de sentirse sola y por eso llora —Le pido a la enfermera que no duda en ir por mi pequeña.
—O tiene hambre —agrega Andrew.
El llanto se hace más potente cuando la enfermera entra con la tercera incubadora y en serio mi hija está muy enfadada, se encuentra sonrojada y mueve las manos en puño, es la más pequeña de las tres, pero sin duda es la que está dando la impresión más memorable.
—Ya la hicieron cabrear por dejarla de última en las presentaciones, yo también estaría cabreado —dice Dexter aun sonando conmocionado.
La enfermera la saca y me la entrega en el otro brazo, luego es amable al ayudarme a remover mi bata y llevar a la bebé molesta hacia mi pezón en donde su succión es inmediata y siento que lo hace con molestia.
—¡Carajo! ¡Ay, ay, ay! —lloriqueo, los ojos se me llenan de lágrimas porque duele—. Te vas a atragantar, con calma, Love, puedes hacerlo con calma.
Ahora es Moon quién comienza a llorar en mis brazos de una manera menos fuerte, pero sí igual de aguda.
No sé cómo explicar la sensación de tener a dos bebés pegadas a mis tetas al mismo tiempo, Moon es más delicada, pero de igual manera siento que me destroza el pezón hinchado y comen con tanto esmero que estoy aterrada de que se ahoguen. Son pequeñas y puedo sostenerlas, pero ¿Cuándo crezcan?
Y para hacer más evidente mis nuevos dilemas, la bella durmiente en brazos de Andrew decide despertarse y llorar. Mi esposo me ve con pánico.
—Solo tengo dos tetas —Le hago saber lo obvio.
—Y yo no tengo tetas —Me responde Andrew.
—Evidentemente —escucho a Ethan.
—Ya, ya, Heaven, papá está aquí, debes esperar tu turno para comer.
La bebé incrementa su llanto, es cómo si le subieran el volumen incluso se pone roja y él hace una mueca.
—¿Qué tal bajarle el volumen al llanto para no dejar sordo a papá, cariño? —Le pregunta dándole palmaditas suaves en la espalda.
—A mí también me cabrearía que me dejarán de último para comer cuando llegué primero que a la que le dieron la teta antes ¡Bien por ti, Heaven Bree! Llora y cabréate a gusto.
—Cállate —Le dice Andrew a Dexter.
Andrew comienzo a mecer a la bebé y le susurra palabras en tanto comienza a caminar de un lado a otro bajo la atenta mirada de todos que aún están conmocionados y desconcertados de ver a tres bebés y no a dos.
—Tres bebés —Habla finalmente Doug.
—Me duele la cabeza y las escuché llorar por separado —Ethan niega con la cabeza—. Esto es demasiado ¡Andrew es demasiado! ¡Leslie es demasiado!
—¡Demasiado bueno! Tenemos tres bebés —celebra Dexter finalmente—. Ahora no sé de cuál me toca ser padrino ¡Pero me pido a una!
—Te alcancé, Harry —Sonríe Andrew y éste frunce el ceño.
—No es justo, pero concéntrate en calmar a Heaven... ¿Esa es Heaven, no?
—Pero lo puedes superar, Harry —Lo aliento—, ya yo cerré la fábrica.
—No creo que Kae quiera tener otro bebé o eso escuché —dice Elanese.
—Tampoco quería un tercero y Harry ahora tiene tres hijos —Nos recuerda Doug.
—Tengo tres bebés, no me lo puedo creer —dice mi hermanita con los ojos llenos de lágrimas y las mejillas muy sonrojadas.
»Voy a confundirlas —Se angustia durante breves segundos—. Tengo que encontrar un modo de diferenciarlas.
—Por ahora, Love es la malhumorada que tiene menos cabello, las otras dos si no sé qué haremos —comenta Andrew viendo de la bebé que volvió a dormirse contra su pecho hacia la que come de mi pecho.
—April tuvo mellizos y aun no sé cómo sobrevivo ¡Tienes tres, Andrew Wood! ¡Tres! ¿Qué hago yo con tres bebés? —pregunta Ethan viendo de una bebé a otra.
—Amarlas —Le sonrío—. Ellas ya te aman.
—Por supuesto que me aman, pero ¡Son tres! Tres al mismo tiempo es demasiado ¿Y si son cómo ustedes? Ustedes no son tranquilos ni siquiera sé quién de los dos es peor.
—Esto es una locura —dice Doug sonriendo— y lo tengo grabado.
Hay un toque en la puerta y Harry la abre, dando paso a Maximiliano que entra con una sonrisa y con dos bonitos peluches, pero se detiene cuando hace una toma visual de la situación.
—¿Por qué veo tres bebés?
—A, B y C —Las señala Eva con precisión.
—También conocidas cómo Moon Allyson, Heaven Bree y Love Camille Wood, las trillizas Wood —concluye Harry.
Max deja caer los peluches y se pasa las manos por el rostro, luego por el cabello y ve de una bebé a otra. Heaven, bebé B, vuelve a llorar, pero ahora con más fuerza sin importarle que Andrew la meza de un lado a otro.
—Tiene hambre —Me dice Andrew comenzando a sudar cuando el llanto se va volviendo más potente.
—Y ya te dije que solo tengo dos tetas.
—Y ya acordamos que evidentemente yo no tengo tetas que alberguen leche —Me responde con una sonrisa asustada.
Intento destetar a Love, pero se aferra con fuerza a mi pezón y grito porque ese tirón me duele hasta en el alma y cuando lo logro con Moon, ella comienza a llorar igual de fuerte que su hermana Heaven.
Andrew y yo nos vemos con pánico, entendiendo esta nueva dinámica.
—Bueno, tú quisiste emparejarme de un solo parto, disfrútalo, Andrew —Se ríe Harry.
—Ese es un comentario cruel —Lo reprende Elanese, pero está sonriéndole.
—De verdad son tres —dice Max.
—Dale la primera bebé a Andrew —Me sugiere Ethan y lo veo—. Él le saca los gases y eso te da tiempo a alimentar a la tercera.
—Tienen nombres —Le recuerda Elanese.
—Recién descubro que son tres, no hay manera en las que ya la diferencie —Se defiende.
Andrew y yo hacemos un incómodo intercambio de bebés y cierro los ojos con fuerza cuando la nueva bebé comienza a comer, pero me alivia que Andrew consigue calmar a la que sostiene.
—Estoy feliz, pero también asustada —Se ríe Eva de manera nerviosa—. Son tres bebés y acabo de presenciar esta dinámica y ya me dio miedo.
—Podemos con esto —aseguro con una sonrisa tensa, aguantando el dolor y fingiendo que no temo que mis hijas me destrocen los pezones.
Andrew y yo nos asentimos, fingiendo que no estamos nerviosos y llenos de pánico ahora que sostenemos a tres bebés pequeñas con caracteres cuestionables, exigentes y lloronas, pero me digo que es el primer día, que seguramente luego serán dulces bebés durmientes que no comerán al mismo tiempo.
Después de todo, se me permite soñar, aunque me hace infinitamente feliz mi realidad, estoy cansada y nerviosa, pero feliz.
—No puedo creer que lo grabé todo.
—No puedo creer que sean tres —murmura Harry.
—Esta familia está loquísima —sentencia Ethan—. Estoy feliz, pero angustiado. Son muchos pañales, llantos y mocos.
—Ethan —Le dice Elanese en ese tono que hace que él la vea.
—¡Elanese, es verdad!
—Pero las ama —Le dice mi hermana.
—Claro que las amo, pero eso no me impide establecer que son demasiadas. Déjenme pasar mi conmoción, estoy procesando esto.
—¿Hay más emboscadas? —pregunta Max recogiendo los peluches del suelo.
—No por ahora —Sonrío.
—Por ahora —repite, viéndonos con reproche.
Entonces la bebé que sostiene Andrew comienza a llorar y las que yo alimento son solidarias y también lo hacen, dejando de comer, y a mí se me escapa la leche de los pezones. De nuevo mi esposo y yo nos vemos llenos de nervios.
—Bueno, ahora sí tengo miedo —anuncia Dexter cuando la habitación resuena con llantos furiosos al mismo tiempo.
—¡Es el pañal!
—Son gases.
—Quiere seguir comiendo.
—Puede que tenga frío.
—La sofocamos.
—Insisto en que son gases.
—Solo son traviesas.
—Tienen sueño.
Y siguen diciendo sugerencias mientras las bebés lloran y Andrew y yo nos sonreímos en consuelo, felices, pero nerviosos, pero muy, muy felices... Y nerviosos de esta nueva etapa de nuestras vidas.
Ya no somos dos, ahora somos cinco: Moon Allyson, Heaven Bree y Love Camille. Nuestra pequeña familia, las niñas a las que nunca les faltará amor y que cuenta con dos ángeles: su tía Ally y su hermano Arthur.
Bienvenidas al mundo BG.5, letritas, que sepan que todo el famdon rezó y prendió velas por ustedes para que llegarán a la historia vivas y a salvo.
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