17. Bailando con él.
Medio año después todo fluía de las mil maravillas. En el ámbito económico conseguí grandes ingresos mensualmente que me ayudaban a ahorrar una parte, invertirlo y a pagar las facturas.
Por un lado seguía ayudando a Dael con los trabajos que se presentaban y en segundo lugar, trabajaba en mi propio terreno junto a mí compañero de aventuras. Todos los alimentos que recogíamos de mi cosecha iban a parar a cuatro fines significativos. Unas cajas las donaba a un orfanato y las otras a una asociación de familias vulnerables de forma gratuita. El resto, las destinaba al pequeño comercio —tanto fruteros como tiendas de primera necesidad— de la zona rural y en Génave. Aquí si me llevaba un pequeño porcentaje de dinerito pero principalmente era destinado a ayudar a mis paisanos.
Por último, comercializaba con una de las fábricas más importantes de Villanueva del Arzobispo. En Jaencoop grupo firmé un trato para llevar la aceituna que recolectaba y que ellos me produjeran el aceite. Durante estos meses me formé, me curtí y aprendí mucho en la fábrica. El proceso de creación del aceite era asombroso y fascinante.
De vuelta a casa en el coche, me llamó la atención un cartel que estaba a las afueras del pueblo de Génave.
—Para un momento.
Dael se detuvo y yo leí la información del cartel.
—No hagas planes porque tú y yo tenemos una cuenta pendiente esta noche.
—¿Cuál?
—Pondrás en práctica lo que te enseñé todos estos meses —espeté orgullosa.
—Me has enseñado tantas cosas que ya no sé a qué te refieres.
—Hay un evento de baile está noche y pienso ir contigo —no le di opción al rechazo.
—Yo haré de apoyo moral —se carcajeó—. Sabes que lo mío no es el baile.
—Pues no opino lo mismo —refunfuñé y eché una foto al evento.
Una vez hecha, revisé los chats de WhatsApp para ver si tenía algún mensaje que no había leído. Al no recibir nada nuevo, centré mi mirada en las fotos de perfil de Dael y mía. Desde el día que paseamos en caballo y nos echamos una sesión de fotos, no hemos parado de capturar cada instante especial para nosotros. Días después de ese acontecimiento, tomamos la decisión de poner tanto en su perfil como en el mío una foto juntos.
Este último tiempo me dediqué a otro aspecto de mi vida que me apasionaba. Aunque no volví a ir al gimnasio desde que viví con mis niños, incentivé a Dael para salir a correr cada vez que pudiéramos a la semana. Además, lo animé a sumergirse dentro del mundo fitness. Juntos hacíamos rutinas de fuerza y cardio para mantenernos en forma. Porque activos éramos un rato.
También intentamos durante un mes ir a clases de baile pero decidimos dejarlo. Dael era muy vergonzoso y tenía pánico a hacer el ridículo delante de la gente así que, ese miedo conseguí que lo disminuyera dándole confianza y seguridad durante tantas horas invertidas. El primer día jamás lo olvidaré cuando tuvimos el primer contacto bailando. Se puso súper nervioso e intranquilo pero nada que yo no lo pudiera apaciguar.
Esa tarde Dael y yo la invertimos en su casa a soltarnos y a bailar sin parar.
—¿Es necesario que yo baile? Me da... un parraque delante de tanta gente —observó a los grupos de gente que había a nuestra alrededor y a todas las parejas bailando sensualmente.
—Muy necesario.
Una melodía romántica empezó a sonar. La canción de Quiero decirte de Sebastián Yatra.
https://youtu.be/T5LUuqGiig8
—Pero en casa no es lo mismo que aquí —tragó saliva y los dos miramos los altavoces. Sonreímos tras escuchar bien el mensaje de la letra.
—Siéntete libre y déjate llevar.
Le ofrecí mi mano y él unió sus dedos junto a los míos. Lo dirigí hacia el salón de sarao —lugar donde se bailaba— y sobró decir que posición de brazos debíamos de adoptar.
La pista de baile me hacía sentirme libre y más si lo compartía con él. En mi mente volvió un momento especial. Recordé la primera vez que me vio bailando en una verbena del pueblo de Villacarrillo que celebraba sus fiestas patronales. Su mirada era tan hipnotizante que llegué a pensar que le faltaba un tornillo —diría que más de uno para ser exacta. Y si los hubiera perdido por mi... tampoco me importaba—. La profundidad de sus ojos lo transmitía todo a la perfección.
«Ojalá... poderlo revivir de nuevo pero bien dicen que el mismo momento no se puede vivir dos veces».
Con determinación y seguridad, lo guie y le susurré:
—Cierra los ojos si quieres sentir que no hay nadie más.
El joven muchacho me hizo caso.
—Creo que es peor.
—¿Porqué?
—Porque así es cuando me entran más ganas de besarte —reconoció.
—¿Y qué tiene de malo?
—Que no me puedo controlar más —dijo—. No te quiero hacer sentir incómoda.
—Mírame.
Dael abrió los ojos y me observó.
—¿Dije algo malo?
—No me haces sentir incómoda. ¿Es prudente que te lo repita una vez más?
—No, pero... —movió la cabeza de un lado hacia otro para indicar que teníamos mucha gente a nuestro alrededor—. Mira cuánta parejita hay.
—¿Y crees que ellos no se dan el lote por estar nosotros delante? —intenté que se soltara e hiciera lo que sentía—. Es algo normal que se produce en las parejas.
—No es eso, sino que...
—Arranca, castaño o te arreo un castañazo para que me lo digas —intenté infundarle respeto y seriedad aunque mi intención no era esa.
—Y si tú no quieres que nos besemos delante de todos.
—Me da igual lo que piensen.
—¿Me dejas hacerlo?
«Estás tardando».
—Tu tienes la decisión entre tus manos.
«Esas que adoro que me regalen una caricia cuando menos me lo espero».
Dael me empezó a dar besos por la cara y en los labios cuando terminó la canción. Me gustaba mucho que no nos ocultásemos delante de tantos desconocidos.
A los pocos minutos reanudamos el baile. Dael en cada giro que hacíamos se quedaba mirando fijamente a alguien. Por curiosidad, miré yo también a la misma dirección.
—¿Qué se supone que miras?
—Ese zagal te está mirando mucho —me fijé en el hombre al que se refería.
Sutilmente con un dedo de la mano derecha le giré el rostro para que se centrase en mí.
—¿Sabes?
—¿Qué sé?
—Pues eso, que se muera de envidia —me pegué a él más, puse una mano en su nuca y besé a Dael con pasión.
🌠
🌠
💫La fuente de mi inspiración💫
🌠
Palabras según wattpad: 1177.
Palabras según word: 1083.
🌠
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro