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las cosas que no cambian

Al fin llegó el bendito fin de semana, las chicas (y Bakugo, para que negarlo) estaban ansiosos por saber el aspecto del chico que tanto hablaba Ochako, a pesar de que la chica se había negado rotundamente a mostrar fotos del muchacho en cuestión (y eso estaba acabando con la paciencia del rubio de mal temperamento de la clase) solo estaba dispuesta a darles pequeñas pistas a sus amigos para que calmaran su curiosidad. Milo y Ochako se habían decidido encontrarse en una pequeña cafetería en una zona cercana a la academia A.U, ya habían acordado la hora y "casualmente" tres chicos (dos chicas y un chico) las chicas tiernamente de la manos mientas el chico de cabello de dos colores es la conocida "tercera rueda" de la situación:

-Todoroki-kun ¿por qué esa cara larga?- Preguntó Jirou cuando se sentaron en el restaurante habitual de reunión de turno, antes de que los empleados del lugar les dieran la carta para hacer su pedido

-Creo que lo de estas semanas ha sido una pérdida de tiempo- el tono que siempre mostraba seriedad ahora mostraba un tinte de desilusión.

-¿qué pasó? creí que todo estaba llegando bien con tus acercamientos a Midoriya san-
esta vez fue Momo la que pregunto con esa confusión de niña pequeña que solo mostraba de verdad con su novia y su mejor amigo, ya que siempre estaba temerosa de parecer tonta ante los demás, rasgo que comparte y la acercó en cierto modo a Todoroki Shoto hasta el punto de ser el primer amigo que le contó sobre su amor por Jirou y que la ayudó a tener más confianza para declararse, siendo un constante apoyo para la parejita cuando le contaron a sus amigas y salieron del clóset.

-creo que no debo rendirme aun-dijo con decisión en la mirada de dos colores.

Mientras tanto un castaño con bucles en una bicicleta de color violeta estacionaba con torpeza para el desconcierto de todos los que pasaban por sus coloridas ropas, estilo que podria definirse como un hippie con una extraña camiseta que decía "camp half-blood" de color naranja brillante y unos pantalones de chandal dandole un aire de rapero, quien despues de atar con una de esas cadenas para bicicletas mirando a los que pasaban con desconfianza, como si en cualquier momento alguien le fuera a robar su bici.

Podes salir de latinoamerica, pero ella nunca sale de vos...

Pensó Milo con amargura, pero su expresión se transformó en una gran sonrisa al ver a Ochako vestida con lo que suponía era su actual uniforme de la escuela. Ambos se abrazaron como los niños que fueron una vez.

-Little O ¿estás llorando?

la chica sonrió con cariño al escuchar ese apodo en inglés, de la época en donde Milo no sabía mucho de japonés y sus formas de referirse a las personas en el idioma, así que desarrolló un gusto por poner apodos cariñosos para referirse a las personas allegados a él. Pero la verdad es que Ochako estaba preocupada al notar ojeras ocultas por el maquillaje de base, pero sabía que el chico lo usaba para sus obras de teatro, así que no quiso presionarlo al respecto

-tranquilo, Milo-kun solo estoy feliz de que estés aquí, creí que me habías olvidado.

-¿cómo me podría olvidar de la chiquita más inquieta y parlanchina de mi primaria?- dijo haciendo un gesto teatral como si estuviera ofendido, para luego estallar juntos en carcajadas. Se sentaron en ese pequeño café y pidieron cada uno su pedido, Milo un café con leche junta a un Kasutera de chocolate que compartiría los dos mientras que Ochako pidió un té de sabor bastante dulce.

-sabes que no te entiendo cuando cambias del japonés al español, Milo-kun

-Y sabes que no entiendo como puedes poner tantas cucharadas de azúcar como para matar a un ejército de diabéticos- contratacó mientras la castaña le saco la lengua infantilmente.

- Bueno, ¿puedes contarme de tu vida en la academia? de todo lo que se (y las mil veces que me lo contaste) estás cumpliendo tu sueño ¡y mujer, no sabes lo orgulloso que estoy de vos!- la sonrisa de Ochako flaqueo por un instante y desvió la mirada con algo de resignación, Y Milo lo noto al instante.

-¿qué pasó? ¿Hay algún cheto pretencioso que te joda? porque sabes que no está mal pedir ayuda ni eso te hace menos fuerte, little O.
-¡nada de eso, Milo-kun! Mis compañeros son muy amables conmigo, es que siento que no estoy a la altura de la academia ni de las circunstancias, constantemente en mi cabeza me comparo con mis compañeros y veo todo lo que lo pueden hacer, mis intentos no son nada a comparación -El argentino conocía a Ochako lo suficiente para saber que ella nunca le diría esto a sus compañeros de clases, tal vez porque tenía la estúpida creencia de que sus problemas no eran nada comparados a los de los demás, un complejo nacido de cuando la empresa constructora de su familia cerró y pasaron de vivir cómodamente a cambiar de estilo de vida completamente. Él sabía que su amiga es fuerte y nunca se queja ni se victimiza de los golpes que le ha dado la vida, pero si Milo tiene algo claro es que el dolor no es una competencia, y que nadie tiene derecho a hacerte sentir que tus problemas no son válidos .

-Ochako, entiendo que estés preocupada por eso, pero deberías ver que tu también tienes logros increíbles; ¡para empezar, lograste ser la primera en nuestra secundaria que entró en la AU! todos decían que qué iban a entrar solo por tener poderes fuertes- rodó los ojos quitándole importancia y siguió con su discurso

-Pero vos les cerraste la jeta a todos, si eso no es algo grosso ¡no se que es!

-¿Sabes que solo entendí la mitad de lo que dijiste? pero gracias por alentarme-

-Soy tu mejor amigo, además cuando me fui de Japón te prometí que siempre te voy a apoyar en cada decisión que tomes. solo estoy cumpliendo con esa promesa que te hice- le tomó la mano con ese cariño fraternal que con los años no se había desgastado.

-tengo algo que contarte. ¿Recuerdas a ese chico del que me enamore el primer día de clases? bueno, el rápidamente se volvió mi mejor amigo (recuerdas el drama que hiciste por Whatsapp al entérate, bueno de ese te estoy hablando) el me confesó hace unos días que tiene una relación a distancia con una chica llamada Melissa
-¿Y eso no te dolió? Porque a mí sí me dolería si me dejaran tan descaradamente en la friendzone.

-Curiosamente, no me sentí tan terrible como esperaba. Tal vez porque empecé a tener sentimientos encontrados mucho antes de eso.

-Entonces ¿con quién debería hacer mi papel de hermano mayor celoso?

-Es un compañero de mi clase, probablemente creas que es demasiado orgulloso y arisco (a veces no entiendo porque me gusta tanto) tal vez sea porque cuando está cerca de mí me siento más valiente y confiada, también siempre que me ve de una forma diferente a el restó de mis compañeros, como si pudiera comerme el mundo si yo quisiera ¿Eso tiene algún sentido?

-estar enamorado de alguien no es solo sentirse con mariposas en el estómago y estar nerviosa alrededor de esa persona. Lo más importante para qué una relación funcione y perdure es que las dos se vuelvan mejores personas a través del tiempo. Así que si ese chico saca esa confianza y entusiasmo en ti, ya le doy el pase libre para estar contigo. Pero tengo que advertirte una cosa: NO PIENSO MAQUILLARTE para tus citas (ya que por muy gay que sea) no tengo ningún talento ni sustancia para nada relacionado a la moda ¿okey? y no queremos que te veas como un payaso cuando el pobre diablo venga a buscarte a tu casa.

-Pfff... Hombres - pero el entusiasmo y la gran sonrisa de esperanza mostraba la alegría de la castaña por como Milo le daba fuerzas para declarar sus sentimientos al ceniza, porque era consciente de lo que sus demás amigos pensarían si estas ideas salían en una conversación cualquiera

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