Capítulo 50
Algunas oraciones encuentran respuesta, otras nunca lo sabremos.
-Algo malo paso Patrick... -dijo Jessica con un hilo de voz.
A veces tenemos ángeles junto a nosotros y ni siquiera lo sabemos.
-Vamos amor, come un poco, por favor -suplicó alzando la taza con un poco de té
-No quiero -me negué- No es lo que necesito
Marque el número de nuevo, estaba jodidamente enojado, alguien debía darme respuestas.
-Patrick, por favor tienes que calmarte, no lograrás nada con esto
Estaba muy enojado, no podía pensar en nada más que en eso.
-Patrick -repitió- Estas temblando, por favor cálmate
-Son unos imbéciles inútiles -esperaba en línea de nuevo- ¡Malditos desgraciados respondan!
-Amor, por favor, cálmate
Acunaste mi rostro en tus manos y me abrazaste, fuerte, tu voz estaba angustiada, intentabas calmarme.
-¡Mi madre está muriendo y sus malditos incompetentes doctores no hacen nada al respecto! -grite- ¡Que se creen ustedes para inducirle un coma!
El doctor en la otra línea intentaba explicar que había sido necesario, debido al dolor que presentaba últimamente.
-Me importa un carajo, no pueden hacerlo sin MI consentimiento, no pueden tocar a mi madre, están jodidamente locos si creen que saldrán de esto -continúe gritando, estaba colérico, quería matarlos- Si mi madre no despierta lo lamentaran
Al otro lado de la línea sonaban realmente preocupados, intentaban calmarme y hacerme entender porque lo hacían, pero no entendía razones.
-¡Si no tengo noticias para mañana sobre ustedes, escucharan a mi abogado! -finalice la llamada.
Estaba temblando, tú te habías alejado, estabas sentada en el sofá. Me acerque a ti, hice a un lado la pequeña mesa y me coloque justo frente a ti sobre mis rodillas, mis manos estaban sobre tus muslos desnudos.
Eleve mi mirada hacia ti por un momento solo para dejarla caer de nuevo y explotar en llanto, me sujete fuerte a tus piernas, mis manos temblaban, las lágrimas eran incontrolables, salían cada vez que parpadeaba.
El cáncer se llevaría a mamá.
-Aquí estoy amor -susurraste suave, acariciando mi cabello para lograr calmarme- Tu mamá estará bien, no llores por favor
Mis lágrimas caían sobre tus muslos, las miraba resbalar desde mi nariz hasta el sofá, extrañaba a mamá, me odiaba a mí mismo por no estar con ella para cuidarla, como ella lo había hecho conmigo.
-Quiero estar en casa -solloce.
Te quedaste en silencio, suavemente elevaste mi mirada, colocaste tu mano sobre mi mejilla intentando limpiar las lágrimas. Dejabas atrás los cabellos rebeldes, respiraste profundamente.
-Entonces ve amor...
Eleve mi mirada, tus ojos estaban llenos de lágrimas igual que los míos.
-¿De qué hablas?
-Ve, regresa a casa, necesitas estar en casa con tu familia en estos momentos
-No, no, porque lo dices
-Patrick... es tu hogar, lo extrañas, lo he notado, últimamente tu mirada ha cambiado, tu luz está allá, no aquí
Me aleje un poco.
-¿En serio eso crees?
-Sí, estoy segura, sé que esto de tu mamá te tiene muy preocupado, ve con ella, te necesita y tú a ella
Limpie mis ojos, y me senté sobre la mesa.
-¿Y qué pasa contigo? -tome tu mano- ¿Que vas a hacer?
Apretaste mi agarre con tu mano y me miraste.
-Yo no tengo nada a que regresar, en ese lugar ya no hay nada para mi
-Puedes venir conmigo -te dije- Ven conmigo, nunca estarás sola
Negaste, no iba a convencerte.
-No Patrick, no puedo, estaré bien aquí, no te preocupes
-¿Entonces, te quedarás?
-Si...
No sabía qué hacer, mi vida no estaba en Irlanda, tenía que regresar a casa, necesitaba estar con papá, necesitaba apoyo, necesitaba saber sobre mamá, estaba atormentando, no podía más.
Pudiste ver la indecisión en mis ojos, así que regresaste a hablar, necesitaba tu apoyo, tus palabras serían el empujón que necesitaba para caminar.
-Amor, está bien, ve... -besaste mis manos- Si decides volver, yo estaré aquí
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro