-¿Irás al baile? -me preguntó.

-¿Perdón? -dije saliendo de aquel trance.

-Dije: ¿Irás al baile? -me repitió al mismo tiempo de ruborizarse- ¿Ya invitaste a Stacy?

-Por favor si es que fuese a ir, que no iré, no la invitaría a ella...

-¿No irás?

-No -le dije.

-¿Porque?

-Porque... No tengo a nadie con quien ir y no se bailar

Ella estalló en risas.

-¿Es en serio? -después de recuperar el aliento logró hablar.

-Sí y no te burles -hice un puchero.

Ella se puso de pie. Estaba muy hermosa, llevaba puesto un vestido celeste con un pequeño listón sujeto a su cabello. Me tendió su mano.

-Vamos, te enseñaré -la mire espantado.

-No sé hacerlo -tome su mano.

-Inténtalo...

Al principio no me movía, estaba estático.

-Te ayudare... -colocó su mano sobre la mía y las entrelazo, y con mi mano libre sujete su cintura para acércala un poco más

-Pero no hay música -le dije.

-Sólo imagínala... -me dijo.

Nuestros pasos eran lentos, principalmente los míos y luego sucedió lo que quería evitar, la pise.

-Lo siento -dije avergonzado.

-No te preocupes -entonces solo mire mis pies- Mírame a mí...

Mire sus ojos durante largo rato, eran hermosos, desde la primera vez que los vi supe que no podía perderme de esa gran aventura a la que ellos me invitaban, una vez leí en un libro de John Green una frase que me gustó mucho "Voy en busca de un gran Quizá" y es que eso faltaba en mi vida, sabía que ella era peligro, sabía que era misterio y eso me volvía loco, yo buscaba un "quizás" y en ella lo encontré; y estaba consiente que podría perderla, y eso me hacía sentir aún más vivo porque nunca tuve nada que perder.

Ese día fue la primera vez que la besé, sus labios eran tímidos, suaves, sabían a cereza, después de esa ocasión me volví adicto a ellos.

***

Estábamos recostados sobre el césped, a unos cuantos kilómetros había una especie de campo con una colina, todos los días justo al atardecer podías sentir el ultimo rayo de sol del día.

-Mañana iré a visitar a mamá, regresare en un par de días -me dijo.

-Está bien -tome su mano- Salúdala de mi parte...

-Lo haré -sonrió.

-¿Por qué nunca mencionas a tu padre? -le pregunte.

-Se fue hace mucho... -me dijo- No recuerdo mucho de él, creo que mamá y yo nunca le fuimos suficientes

-No digas eso, él no sabe lo que perdió...

-Lo sabe perfectamente, no crecí de acuerdo al plan Patrick -su voz se quebró- Aun recuerdo los días que paso conmigo, ahora parecen tan lejanos

-No sé qué decir... -acaricie su mano.

-No tienes nada que decir -me miro- No puedes reparar un corazón, solo puedes ocultar las cicatrices