Agua, luz distorsionada, presión en mi cuerpo, madera sobre mi espalda y cadenas.

Podía sentir como me estaba uniendo me estaba ahogando, hubo un momento en el que la tela que estaba sobre mi boca se quedó flotando y mis forcejeos no hacían nada más que alterar me y de mi alteración llegaba mi desespero lo que causaron burbujas saliendo de mi boca en un intento de gritar claramente fallido.

El agua estaba salada y vista empezó a oscurecer mientras cerraba los ojos.

Suelo.

Fue lo que sentí al despertarme, estaba en el suelo tirada con un dolor de cabeza increíble

–Mierda – Dije para mis adentros.

Dirigí mi mirada hacia el felino que estaba acurrucado en mi cama. Lo nombré, Azul por sus ojos azules y su obvia rareza (hermosa rareza) especie, lo digo así ya que nunca ví un gato negro con ojos azules

«Los raros, siempre están juntos»

Mi abuela tenía razón, ¿Quien dijo que tenía que enamorarme de un ser humano, cuando una mascota puede ser el mejor amor emocional?.

Pose una mano sobre mi cabeza, mierda, mierda. Agh y yo que pensé que me había acostumbrado al dolor.

Cuando intenté levantarme del piso se me dificulto por lo cual, caí. Y el dolor palpitante venía de mi pierna la cual ya hacía, vendada, lo cuando me recordó las cosas de aquella noche;

–¿A que te refieres con; «No puedo, creer que la chica de la que me enamore de crío esté en mis brazos»? – Me acomode un poco en el sofá alejando me de el.

–Por dios, sabes que yo te gustaba de críos.

–Exacto, tu mismo lo dijiste «Me gustabas» Ya no siento eso – De alguna manera estaba mintiendome a mi, misma pero de otra manera estaba diciendo la verdad.

No sabía com esa actitud si me seguía gustando, era como una votación entre qué parte de mi ganaba; La que quiere admitir que dichos sentimientos siguen, palpitando por el después de muchos años, o la que mantenía su orgullo y se tragaba todo lo que tuviera que ver con un imbécil que se fue haciéndome entender que nunca le importe.

–Esthela...

–No, nada de «Esthela», tu y yo somos personas diferentes.

–Que se, siguen gustando – se apresuró en decir.

– ¡Nunca, nos gustamos! Y si alguno de los dos se llegó a gustar, fui yo, ¡YO!. Porque tu, solo fuiste un chico cortante.

– Esthela tenía 11 años

– Pues ojalá hubiera sabido el que, era muy joven para saber que era el "amor" – Eso lo dije en voz baja.

Después de eso ninguno de los dos hablo solo, nos quedamos callados hasta que yo me quedé dormida.

Había pasado una semana después de todo eso, y el pensar solo en lo que dijo «Que se, siguen gustando» me traía, uno que otro escalofríos

Que mierda más. Cursis.

Tu ni siquiera me dejas en paz unos minutos. ¿Porque no muestras tu estúpido aspecto como lo hacías antes?

¿Enserio quieres verme?

Lo pensé un momento cada vez que se dignaba a aparecer era algo extraño siempre me causaba temor, así que dije «No» hacia mis pensamientos para después levantarme con cuidado, y dirigirme al baño

«Las marcas solo, representan el pasado»

Abuela...

La extrañaba, mucho, diría yo mi abuela siempre fue una mujer luchadora y con carácter, su orgullo era mucho más grande que ella o el de alguien más –aunque no lo demostrara– siempre fui su favorita, ella sabía todo lo que pasaba en casa así que aveces –la mayoría de veces cuando tenía, 8 o 13 años– se quedaba en casa, por almenos una semana entera. Cosa que a mis «Padres», no les agradaba mucho.

Como la extraño...

Su apartamento seguía con algunas de sus cosas, yo no quería que alguien se llevará algo o quisiera deshacerse, de sus cosas así que tuve que tener una larga charla con el encargado del edificio para que me permitiera pagar, solo, la renta del apartamento. Para conservar sus cosas.

Deje un poco de comida en la taza de Azul, acomode la caja de arena y limpie la casa.

Me bañé lo más rápido que pude (con cuidado claramente) me puse mi ropa más habitual, – pantalones anchos pero no tanto, camisa larga, un suéter de cierre de color gris neutro y mis converse – antes de salir busque mis audífonos y tome las llaves para salir de mi apartamento.

Pienso que es una mala idea.

Todo lo que tú pienses, es una jodida mala idea.

¿Se te olvida, que todo lo que yo piense es lo mismo que tu?

Me detuve en seco, odiaba que tuviera razón.

Seguí caminando.

¿Y si vamos a la casa de los recuerdos?

Casa de las historias jamás contadas.

Si, eso ¿Porque no vamos, en vez de ir a un apartamento desolado sin ningún movimiento humano desde hace, dos años?.

Podré, ir cuando entré al apartamento de mi abuela.

Cómo, quieras.

Suspire hondo, y acomode mis audífonos. Saque mi teléfono mientras bajaba las escaleras y me tropezaba con algunos de mis vecinos casca rabias, We Fell In Love In October.

Recordé cuando le dedique esa canción a Betanny, fue como le pedí que fuera mi novia, nunca creeré lo cursi que pude llegar a ser.

Recuerdo que Lilith me ayudó, ella estaba más emocionada que yo.

–Siempre supe que serías lesbiana –Me guiño un ojo, para luego sonreír mientras yo me sonrojaba.

–En realidad no soy lesbiana –Carraspee– Soy bisexual.

–Peeeero, te gustan más las mujeres ¿Cierto?

–¿Me acabas de poner un medidor? –Arquee una ceja– No se le pone un medidor de «Gustos» a una persona bisexual

–Hay, bien como digas –Se echo sobre la cama– Solo dime en como te ayudo.

Abrí la puerta del, departamento de mi abuela cuando deje mis pensamientos de lado. Todo estaba lleno de cajas; Sillones cubiertos por plástico, polvo en cualquier parte del departamento, paredes perdiendo el brillo.

Todo fue como un golpe en el estómago, solo que más emocional, hice una mueca y entre, el sol podía traspasar las cortinas haciendo notar el polvo que, se paseaba por todo el lugar cerré la puerta y caí de rodillas viendo todo

Estaba mal, estaba muy mal, no tengo idea de porque vine porque lo hice pero, la sensación de familiaridad dolía y ardía en mi pecho, no podía soportarlo. Mis ojos empezaron a inundarse de lágrimas y mi nariz pronto estaría trabada por los mocos y el polvo

No permitiré que te rebajes a llorar por esto.

[###]

Dejé mis audífonos sobre mi cuello y empeze a barrer todo el lugar cantando en voz baja una que otras canciones.

– Hoy se cumple un mes, que ya no me vez quisiste renunciar a quererme, pero como dueles – Susurré – Mientras pienso en ti y en lo que perdí quisiera evitar quise permitirme amarte, para perderte.... – cerré los ojos un momento – Y como dueles....

Seguí sin abrir lo ojos, no se en que momento caí en una habitación blanca en dónde parecía no aver paredes ni techos solo, pura iluminación segadora, ah y más agua que suelo.

Parecía un sueño... Uno muy extraño

Como decía no había nada, solo había más agua que suelo y todo era absolutamente de un blanco vacío, pero era algo rato porque aquella iluminación segadora, era atrayente y palpitante. Si fuera cualquier persona diría que es un sueño lindo, pero no lo es, no es un sueño y no me atrevería a decirlo. Almenos no aquí

Cuando baje mi mirada, estaba de rodillas sobre el agua una de mi piernas ya no tenía la cicatriz que me dejó la herida pero si habia algo que parecía sangre seca, a su lado. Moje mi mano con agua y empeze a quitar la mancha, está fue bajando en pequeñas gotas hasta que cayeron sobre el agua y está se tiñó de un rojo vivo, un rojo sangriento. No sé esparcía más bien... Parecía que iba formando una línea por el agua.

Dispuesta a ver, me levanté no me fijé en nada más que aquella línea y el interminable camino que estaba haciendo,cuando llegue al fin me paralice, mi cuerpo se tenso un poco.

Una niña... Bueno en realidad parecía más una chica de unos 12 o 13 años, no se pasaba de esa edad. Su rostro era cubierto por la gran capucha, que traía puesta, hubo un momento en el que el aquel rastro de sangre se dirigió por el agua, en dirección de la chica. Formando un círculo que no paraba de rodar, hasta que se desvaneció como si nada.

–Se que me estás viendo – dijo derrepente, su voz era clara, suave y era un poco melodiosa – no deberías estar aquí tan pronto.

Eso me confundió

–Aqui solo vienen almas perdidas –Silencio, no dijo nada por algunos segundo que parecieron eternos – Tu alma sigue defectuosa, si, pero estable – Lentamente fue levantando se del agua, pero aún seguía dándome la espalda – Admiro tu silencio, pero no esperaré toda la vida para, escucharte hablar – Carraspeo – Dime, ¿Disfrutaste mis gritos aquella vez, que fuiste a la casa de Lilith después de aver sido golpeada por Amelia?

–¿Cómo sabes de Lilith y de Amelia? – Hables sin pensarlo dos veces.

Esos pareció, gustarle ya que empezó a darse la vuelta, dando a ver si clara piel casi igual que el color de todo este lugar sus venas casi podian verse, sus ojos eran azules parecían cristalinos y con partes oscuras, se acercó a mi con pasos lentos mientras se quitaba la capucha el resto de la tela se iba mojando por cada paso que daba. Cuando llego hasta mi, apenas podía llegarme a la barbilla pero aún así, lucía algo intimidante.

–No tienes ninguna herida hasta ahora, bueno – Bajo su mirada hasta mis piernas, no pude ni ocultar la herida cuando se agachó – La noche de la fiesta puedo recordarla a la perfección – Su voz seguía siendo jodidamente serena.

Pasó su mano por mi piel, hasta llegar a la parte cicatrizada en un abrir y cerrar de ojos, ella apretujo con fuerza la parte herida, haciendo que me alejara de golpe

–¿Pero que mierda, te pasa? – El dolor se fue y ella no dijo nada, baje mi mirada hacia lo que impulsaba dolor a muerte hace unos segundos y ya no estaba, no había absolutamente nada

–Veraz Esthela, las almas son algo muy fácil de manipular pero, el cerebro es una corteza dura – Me paso por una lado para caminar en una dirección recta, a la cual no espere para seguirla – si un alma llega aquí y es lastimada, es un alma perdida, algo... Sin salvación pero aveces, las almas son torturadas por su misma conciencia – se detuvo para verme – ¿Me entiendes?

Negué con la cabeza.

–Te suena... ¿Doble personalidad? – Me tense.

No podia hablar enserio.

–¿Sabes que es lo que hago con esas cosas cuando torturan a sus almas? – dirigió su barbilla hacia una puerta que apareció en medio de toda el agua.

Hizo una seña a lo que pude significar que, quería que me, acercara

Me iba acercando más y más, hasta quedar en frente antes de intentar abrir escuché un grito desgarrador que me puso los pelos de punta, me gire en dirección de la chica, nada. Ella ya no estaba atrás de mi.

Si un paso atrás cuando la puerta se abrió y la chica salió de ahí.

– Eh, cambiado de opinión y no quiero que entres aquí. – Iba a decir algo pero no Melo permitió

– Esthela tengo que hacerte una pregunta – Se acercó a mi dejando ver mi clara altura hacia ella – de echo es una historia seguro debes sabertela

Empezó a caminar, en círculos.

»Oi, la historia de una niña que fue maltratada desde pequeña, una niña que no podía hablar a cierta edad debido a que sus padres la maltrataban, esa niña creció y siguió teniendo maltrato ella fue violada una sola vez al igual que abusada unos días después, aparecer eso no continuo ya que esa persona casi fue descubierta.

Me tense y aún así me quedé callada y con la mirada baja.

»Esa misma niña, consiguió amigos una de ellas siempre estuvo a su lado y la apoyo en todo, fue alguien fiel que a día de hoy lo sigue siendo. Mientras que el otro su «Primo» tengo entendido fue alguien que se fue que apesar de que la apoyo en lo que pudo huyó como un cobarde a corta edad.

»Esa niña quedó destrozada, pero que a sus 17 años se enamoró de una chica muy linda, era alpina al igual que yo oi que ella la escribía como «Perfecta» cuando en varias ocasiones se quejaba diciendo que la perfección era algo absurdo. Lo que más me impacto fue que esa niña con un corazón roto se enamoró después de dos intentos fallidos, oh, cierto, el segundo fue un chico que apesar de ser un imbecil, le fue infiel con su propia hermana

Podía sentir mis ojos llenarse de lágrimas quería llorar ahí mismo y gritar con fuerza, aunque no tuviera explicación

–Calla...

»Esa niña logro superar sus intentos fallidos, se fue de la casa de sus papás, perdió a su abuela, recibe maltrato a diario, y que se reencontró con el idiota de su pasado, también me enteré de que su hermana se casará con el idiota que con el que le fue infiel, y justo ahora, está rota

Se detuvo y me tomo del menton con fuerza para que la mirara.

–¿Te suena esa historia Esthela Bock? O debería decir ¿Esthela victoria Bock? – No tenía expresión alguna, mis lágrimas habían aparecido y empezaban a caer en el agua, que alparecer se hacía más grande por cada lágrima que caía.

–Deberías desaparecer de aquí – Me soltó – Te estás quedando sin pulso

No entendí.

– Búscame en el psiquiátrico Lord's Jeferson – Antes de poder decir algo chasqueo los dedos y caí sobre el agua con la vista borrosa y mi cuerpo debilitándose.