Al Yumeko abrir los ojos, vio que se encontraba en un lugar mágico para ella, uno que transmitía paz. Al avanzar poco a poco, su vestido de reina se volvía uno más simple como los que usaba de pequeña. Por cada paso que daba rejuvenecía hasta su adolescencia. Aunque daba paz el ambiente sabía en su corazón que algo no andaba bien, se encontraba en el limbo y le entristecía no encontrar a Tristán. Luego se apoya en una puerta que se encontraba en medio de la nada, al apoyar su espalda siente la presencia de sus dos primos lo cual le extrañaba. Era como si estuviesen ahí en la misma situación que ella.

Luego recordamos las canciones que cantamos de niños. Poco después la puerta se abrió dejando verse pero había una condición que les dejó el ángel de la muerte, debían enmendar sus errores. Estuvieron unas horas juntos y sus cuerpos daban señales de estar por desaparecer. Tristán y Yumeko sabían que estaba llegando la hora de nuestro día re nacimiento. No iban aparecer todos a la vez pero de algo estaban seguros que arreglarían los errores cometidos.

Se tomaron la mano aceptando la misión y desaparecieron. El primero en renacer fue Tristán como el príncipe heredero, poco después nació su prima, Yumeko y finalmente, Yune nació. Y ya sabían que iban a separarse a los pocos meses pero que se reencontrarían 13 años después.

Llegó el día que volverían al palacio. Tristán y Yumeko se pusieron sus ropas reales para entrar al palacio. Ellos deberían de asumir su puesto de realeza que habían rechazado anteriormente. Semanas luego de acompañar a Yune, vieron cierto cambio... ya la pequeña sabía cómo manejarse y que rechazar ya la Plata o sus posesiones no le importaban. El ministro salió molesto y ambos lo vieron.

Esa misma noche con un aliado se disponían a matar a Tristán y Yumeko ya que si ellos fallecían ella volvería a sus antiguas costumbres. Por suerte, el soldado rojo y su hija los defendieron. Justo cuando el peligro acabó, Yune entró dando un portazo y abrazó a sus dos primos.

Yune: están bien?! Lo siento no estuve muy atenta

Tristán: no te preocupes

Yumeko: ahora cumples bien tus deberes y eso te mantiene ocupada

Yune: salimos a caminar al bosque? Quiero despejarme

Los dos accedieron al pequeño capricho y entraron. Lamentablemente, estaba la princesa Verde y el príncipe Azul.

Yumeko:- le susurra- ya sabes no?

Yune: si- se seca las lágrimas-

Volvieron al castillo donde se había pedido una audiencia con la reina y sus escoltas. Los tres se arreglaron los zapatos que se llenaron de barro y fueron.

Yune: que se les ofrece?

Un hombre joven de unos 18 años dio un paso al frente. Tenía un saco negro con una capa roja sobre su hombro y su cabello era rojo carmesí.

????: soy el príncipe rojo, hermano mayor de la soldado roja, al no ser heredera al trono tomó el puesto de capitán

Yune: a que viene esta audiencia su alteza?

P. Rojo: me he enterado que la princesa amarilla tiene una hermana mayor y quiero pedirle la mano a ella, si el reino rojo se une al suyo será un poder inigualable pero desconozco su identidad

Yune: la tienes aquí- mirando a su prima- que dices Yumeko?

Yumeko: acepto, pero nuestro reino no se enfoca en tener poder, busca la paz de Lucifenia, no queremos conflictos

P. Rojo: como diga, Yumeko ojosama

Yumeko: será un gusto estar con usted su alteza roja

Yune: y tú joven?- mirando a la chica albina-

???: soy la princesa blanca mi reino está en peligro y buscamos un matrimonio que nos traiga seguridad y también sabemos que tiene hermano presente, soy la única hija con vida, mis hermanos fallecieron victimas de los enemigos

Tristán: si requieren tal ayuda estoy dispuesto a dar lo que sea para ayudarlos

Yune: nichan, nechan!

Yumeko: no te abandonaremos, es nuestro deber como altezas y vendremos a visitarte seguido

El primero en casarse fue Tristán que se puso el traje blanco de rey y tuvo que dejar su nombre de príncipe amarillo Tristán a rey blanco y abandonando su nombre de nacimiento de lado. Se casó con la princesa blanca. Aunque su ropa era del reino blanco de la pureza él sus cabellos no podían ocultar su origen por naturaleza.

La que siguió tu Yumeko se puso una corona que simulaba el fuego inextinguible del espíritu de batalla, al ponérselo su cabello cambió a un color carmesí y un vestido de reina roja. Al igual que su hermano dejó su nombre de nacimiento y título de princesa amarilla a reina roja. Pero luego del casamiento en la privacia de su habitación, se quitaba la corona y su cabello volvía a ser el amarillo que siempre tuvo.

Años pasaron y cada navidad o cumpleaños visitaban a Yune que cada vez gobernaba mejor. Y traían a sus hijos. Lo que más les sorprendía de los niños es que poseían un degradado de colores. Algo que para ellos era único. Poco después se enteraron que Yune empezó a salir con el príncipe Azul ya que la princesa verde falleció por una enfermedad días después de su boda. El rey blanco y reina roja se entristecieron por lo ocurrido pero a la vez se alegraban por su hermana.

Los tres tuvieron su final feliz y esperaban que esa felicidad durara muchos, muchos años más...