El ANCIANO Y EL DOLOR
Las conversaciones se volvían más interesante, Allison se interesaba un poco más en saber quién era Aldair. En cambio, Aldair sentía una conexión muy intensa con Allison.
¬Lo siento, fui a tú casa sin saber que hoy era tu cumpleaños. ¬Allison con pena le quita la mirada a un Aldair que pasa su lengua por el helado con sabor a vainilla.
Habían salido a caminar un rato, los conos de galletas con helados ya se estaban derritiendo en sus manos, aunque la pequeña caminata por un parque cercano a la casa de Nemo estaba resultando fantástico. Algunos árboles coloridos resaltaban en el ambiente, la brisa era fresca, las nubes seguían amenazando con una pronta tormenta. Pero sentir el aire fresco era el punto perfecto de una buena cita.
Era el mejor cumpleaños para Aldair que aprovechaba el buen humor de un padre que se comportaba extraño y que habían dejado en casa. Aunque tal comportamiento mantenía preocupado a Nemo que sostenía la idea de que su padre consumía algún tipo de drogas. Antes de salir de casa indago, pero no quiso tocar el tema con su padre frente a Allison. Así que se preocupó un poco más en pasar el día bien.
Camiseta blanca, pantalón negro y unos converse de los mismos colores que su vestimenta, fue lo más cómodo que Aldair consiguió para salir a caminar. Aunque no le convencía la gorra que tenía puesta, pero no le quedaba otra opción que dejársela ya que no quería lucir su cabello desordenado.
¬Créeme que sigo sorprendido con tú visita. No esperaba a nadie en realidad y mucho menos en este día. ¬Comenta impresionado y a la vez cabizbajo Nemo.
¬ ¿En serio? Cualquiera dice que nadie te ha visitado nunca.
El silencio había respondido a Allison.
¬De hecho si... ¬Replica Aldair.
¬ ¿Ah sí?... Cuéntame ¿Quién es mi competencia?
Aldair sonrió y volvió a encontrase con los ojos marrones de Allison. De nuevo se volvía a perder en sus pensamientos, juraba de que Allison estaba empezando a sentir cosas por él.
¬ ¡Oye, cuidado te caes! ¬La nube de su pensamiento se desvaneció al ser alertado por Allison, era el alcantarillado sin ningún tipo de tapa quien lo había sorprendido. Ya era tarde y no pudo frenarse; El pie se encontró con el hoyo y su cuerpo perdió estabilidad.
Gracias a un leve empujón que Allison le había dado, Nemo no cayo del todo en el hoyo que, con suerte no estaba rebosado de agua sucia; Lo que, si fue doloroso, fue el golpe en la tibia. Tan fuerte que Nemo tuvo que sentarse a un lado para pasar el dolor. El helado ya hacía con el pavimento, y las risas de algunos que estaban presenciado no se ocultaron, al mismo tiempo Allison busco la forma de ayudarlo.
¬Puta madre... ¬Ceño fruncido de dolor. ¬Solo a mí me pasa esto.
¬Vale tranquilo. ¬Dijo Allison estirando su brazo hacia Aldair para auxiliarlo.
¬Espera... Solo fue un golpe. ¬Intervino Aldair aun con el ceño fruncido de dolor.
¬Solo apóyate en mí y tratemos de caminar. Busquemos un lugar en donde te puedas sentar.
¬Vale. ¬Aldair se levantó y encontró la manera de medio apoyar su pie con la ayuda de Allison.
Habían encontrado un lugar donde reposar. Un anciano con su bastón caminaba cerca donde estaban y se detuvo al llegar a donde hacían sentados, los miro y sonrió. El anciano al ver que Aldair refunfuñaba levemente del dolor intervino.
¬Joven ¿ella te hizo eso? ¬Allison se sorprendió y negó entre risas.
¬Se ha golpeado con una caída sorpresa. ¬Sonrió.
Aldair la miro y comenzó hacer gestos de burlas.
El anciano puso su bastón frente a él y saco una especie de papel fotográfico de su bolsillo en la camisilla de botones. Sus manos temblorosas mantenían la intriga a tal punto que Aldair se empezaba a incomodar en medio del dolor.
¬Por lo menos fuiste tú él único culpable. ¬objetó el anciano. Y con un leve visaje tomo su bastón y se apoyó a el con fuerza. ¬Saliste ganador. ¬Volvió a sonreír y señalo a Allison ¬Ella fuese pegado más fuerte.
De inmediato las curvas de unas sonrisas aparecieron. Tanto a Allison como Aldair, le había causado gracia lo que el anciano comento.
¬Juventud... ¬observo a su alrededor e inhalo con ojos cerrados. ¬Solía venir acá y sentarme justo ahí donde están ustedes.
Las miradas entre Allison y Aldair no esperaron, creían que habían ocupado el puesto de reposo del anciano.
¬ ¿No han visto a su alrededor acaso? ¬ Una pregunta directa por parte del anciano había despertado la necesidad de levantarse de donde estaban y no ocupar el espacio ajeno. Sin decir nada querían hacerlo, pero el anciano los detuvo.
¬No le estoy diciendo que se levanten jóvenes. Solo quiero que observen detalladamente su alrededor por un momento.
Ambos por alguna extraña razón obedecieron y empezaron a darse cuenta de lo hermoso que era el lugar donde estaban.
El banco donde estaban sentado era una piedra enorme tallada. Contenía una firma en el centro de la misma. Cerca de este a un lado, visualizaron a un árbol pequeño que no contenía muchas hojas, pero lucia hermoso en aquel lugar. Aquel golpe en la tibia había pasado a un segundo plano porque su mente estaba disfrutando lo que sus ojos le mostraban. Era el paisaje con sus flores y un pequeño lago a lo lejos. Ambos sonrieron y disfrutaban al detallar el sitio.
Se dieron cuenta que la mayoría de las personas que estaban eran parejas, unas riéndose, otras llorando y estaban ellos que mantenían el dolor y la risa en el mismo sitio.
¬Antes era como ustedes. ¬Menciono el anciano. Antes solo me mantenía con los ojos puesto en una sola cosa. ¬Suspiro. ¬Antes solo intensificaba la mirada en esas pequeñas cosas como el dolor. Bueno... ¬Se detuvo. Hizo un par de toques con el bastón y continuo. ¬En realidad pensaba que algo como el dolor era grande hasta que comencé a ver otras cosas. El dolor se convirtió en algo más pequeño.
Allison quebró su silencio con una pregunta. ¬ ¿Que te puede quitar esa idea de que tu dolor no está grande como crees?
El anciano subió su mirada hacia Allison y curvo su sonrisa. ¬Simple. Afirmo. ¬No te has dado cuenta que, ¬Señalo a un Aldair embelesado en el ambiente. ¬Él se olvidó de su dolor al poner como prioridad otras cosas, aprecio el momento y se dio cuenta que hay cosas mucho mejores que estar quejándose.
Pensativa, Allison no quiso darle a conocer al anciano todas las preguntas que había formulado en sus pensamientos. De seguro darle tanta importancia a un tema como el dolor le parecía innecesario.
¬No fuiste quien se golpeó fuerte. ¬Resalto el anciano a Allison. ¬Lo entenderás en tu dolor. Mientras disfruta tu juventud, tendrás tiempo para detallar esas pequeñas cosas de la vida.
El anciano dio algunos pasos lentamente mientras Aldair notaba que se iba y se detuvo. ¬ ¡Hacen bonita pareja! ¬Exclamo levantando su mano desocupada.
Al escuchar eso, Allison y Aldair se miraron y no pudieron ocultar sus sonrisas. Era algo raro para ellos el solo pensarlo, pero para Aldair no era tan descabellado. ¬Me agrada. ¬comento Aldair.
¬ ¿Yo? Lo sé. ¬ Allison dejo escapar una carcajada y articulo con sarcasmo. ¬Hoy puedes ser feliz conmigo. ¬Guiño sonriente.
Aldair se adelantó para sorprender a Allison con un beso inusual. Beso de pico largo que hacía super especial el día para Aldair. ¬ ¿Y si nos quedamos todo el día así? ¬Propuso.
¬Al parecer ya no tienes dolor alguno. ¬Allison cortante.
¬Tus besos me quita el dolor. ¬replico Aldair.
¬Sobre todo... ¬Acomoda su cabello haciéndose un moño alto. ¬Es curioso sabes...
¬ ¿Que? ¬ Confundido Aldair observa.
¬Jorge. ¬Era un chiste muy malo, hacía referencia a la serie animada sobre un mono llamado Jorge que era muy curioso, pero Aldair no puedo ocultar lo gracioso que le pareció. Las carcajadas como par de locos hablando, hacían pensar que se conocían de toda la vida. Al menos lo que pasaban caminando cerca tenían que ver con Allison y Aldair.
Al observar hacia el piso, Aldair noto un pedazo de papel fotográfico justo en el mismo lugar que había estado el anciano. ¬ ¡Ey mira!... ¬
Allison tomo el estrato sobre el piso y se consiguió con una imagen a blanco y negro de un joven con buen porte, junto a una chica con cabello corto y sonriente; Sentados en el mismo banco tallado en la gran roca donde se encontraban.
"Y si algún día se pierden nuestras sonrisas. La encontraremos en el recuerdo de esta foto"
"En esta y en la otra, juntos por siempre"
Era el escrito que estaba en la contraparte de la foto.
¬El anciano dejo caer esta foto.
¬Es lo que había sacado de su bolsillo. ¬ Completo Aldair.
¬Tenemos que entregársela. ¬Propuso Allison.
¬No pudo ir muy lejos de aquí.
¬Tú no puedes caminar casi, ¿A dónde lo buscaremos? ¬Aldair quiso apoyar el pie completamente, pero al hacerlo sintió la pulsada de dolor.
¬ ¿No tiene firma?
Allison detallo muy bien la foto y noto que un poco más abajo de la imagen se encontraban unas iniciales que casi se podía alcanzar a observar. ¬"C y M"
¬Imposible saber cómo se llama. ¬Aldair decidió convencer a Allison de que él se haría cargo de entregarle la foto al anciano. Ambos aseguraban que el joven de la foto era el anciano y que con frecuencia se la pasaba por eso lares, solo tenían que coincidir algún día en ese mismo lugar y era ahí donde le devolvería la foto.
Ese día para Aldair había traído grandes sorpresas y buenos momentos. La tarde había caído y junto a ella el buen paseo, a pesar de la caída de Aldair las sonrisas no desaparecieron y ambos se sentían a gusto en compañía. Aldair sentía que la conocía de toda la vida y que Allison era increíble. Los ratos calientes no faltaron, pero las ganas se disipaban cuando caían en cuenta que estaba en un lugar público. No se tenían, no eran nada, pero parecían todo y así se sentían bien.
Allison le propuso a Aldair encontrarse la próxima vez en un lugar más privado y entre besos lo convenció de que su relación con Bruces había terminado completamente. Aldair cayo en su encanto de convencimiento y prometió no pensar más en lo que había sucedido la noche de descontrol.
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