6 - El Nombre que Todos Merecen
Notas del cap:
Bueno, ya llevaba bastante que no me pasaba por aquí... menos mal que ya tengo algo para mostrar XD wiii
¡A leer!
6 - El Nombre que Todos Merecen
Había sido tenso e incomodo, es decir, las cosas de pronto se volvían confusas para alguien como Azteca. Una cosa era la vida de un espía, que lo había visto prácticamente todo, que había visto la capacidad cruel del ser humano, que había atacado y destruido organizaciones que buscaron perjudicar al mundo mismo y destruirlo
Acabo con organizaciones, acabo con guerras, acabo con peligros potenciales para el mundo y la economía del mismo, pero; justo es estos instantes se debate en una duda clara y complicada
La mujer que le ha dejado solo, en una habitación, había dicho que lo que había frente suyo, no era un niño. Hizo demasiado énfasis en el hecho de que no era un niño, no era un countryhumans y por supuesto, no era alguien que podría estar dentro de cualquier tipo de parámetros de la palabra "normal"
Este "niño", esta ─COSA─ era en realidad un arma creada por el equipo de científicos que ahí trabajaban. Pero, mientras Azteca observa fijamente a quien debía de considerar un objeto, se pregunta cómo su apariencia, su forma, su simple existencia podría ser tomado como un arma
Era demasiado pequeño para ser un espía, era demasiado pequeño y lucia demasiado frágil como para pensar en él como un posible asesino, tal vez si en el futuro fuera entrenado sin piedad para volverse el mejor asesino del mundo, podría ser considerado como un arma pero, por las heridas que apenas fueron levemente tratadas en su cuerpo, apenas cubierto por una camisa de hospital para adultos que claramente le queda demasiado grande y deja entrever más de su pequeño cuerpo de lo que debería, Azteca se pregunta cuales son los verdaderos planes de alguien como Yara para con este niño
¿De verdad es un arma? Es decir, es solo un niño pequeño, no puede ser un arma. Es pequeño, se ve frágil, su mirada como la de un pequeño cachorro asustado y desconfiado luego de ser herido, le mantiene estático mientras su mirada observa cosas más alarmantes como lo son las heridas abiertas dejando al descubierto la piel y tejidos al rojo vivo, ya seco y posiblemente comenzando una cicatrización que le preocupa ver que no ha sido atendida de un modo correcto
La mirada de Azteca viaja desde las heridas del pequeño hasta sus ojos. Ahora puede notar un par de ojos bicolor (*) a cordes al color de su bandera. Azteca parpadea, unos ojos inocentes que brillan con desconfianza silenciosa y fría, Azteca quiere acercarse pero, al observar al pequeño encogerse sobre si mismo abrazando sus piernas y viendo hacia otro lado le obliga a detenerse
Es decir, el, como espía, jamás había tratado tan directamente con niños; no es como que en sus misiones no haya tenido que rescatar o proteger a algún niño de familia importante o rescatar a niños de manos de secuestradores, asesinos y violadores... pero, de eso, a tratar directamente con uno en particular, hablar, interactuar... era diferente; y aun así, Azteca puede observar la incomodidad y posiblemente el miedo del pequeño en cuanto lo ve acercarse a su persona
No necesita ser un genio o un psicólogo con años de experiencia para saber que ese niño estaba rehuyendo de él y, la casi confirmada causa se debería directamente a que, debido a sus heridas, era claro que a este niño ya lo habían utilizado para experimentos que honestamente el no quiere averiguar. Entonces, por ende, si Azteca trata de pensar como el pequeño, muy posiblemente crea que todos los adultos que va a ver en su futuro lo van a tratar como un objeto; después de todo, aun delante del pequeño, Yara hizo hincapié de que este niño no era reconocido como un ser humano o como un country, sino como un arma, un mero objeto sin derechos, que serviría para perfeccionar el arma definitiva que era. Él, era el primer prototipo funcional que sería estudiado para mejorar al siguiente prototipo hasta conseguir llegar a su objetivo
«Tengo que salir de aquí» se dice, dando media vuelta y cerrando tras de sí la puerta que es casi tan gruesa como su propio cuerpo. Escucha detrás suyo el pesado movimiento de la puerta y finalmente el cómo se cierra. Azteca pasa una mano por su frente, no es que este sudando, pero la impresión de saber que iban a utilizar a un niño pequeño como un objeto no había sido agradable de descubrir
Salió del complejo de laboratorios y se encamino hacia el comedor común donde hombres y mujeres de diferentes ramas de investigación se encontraban comiendo. Azteca solo busco un lugar lo mas apartado pudiera de todos y finalmente, se sienta intentando soportar las nauseas que habían surgido desde la boca de su estomago y que amenazaban con enfermarlo totalmente
Era un niño por el amor de dios, era un niño pequeño e inocente que no podría defenderse de la locura que iba a sufrir a continuación y que no tenía nada ni a nadie que pudiera defenderlo de la crueldad humana ¿Cómo iba a conseguir "él" mantener su posición recta y sin expresión si sabía que quien iba a sufrir experimentos iba a ser un niño pequeño? Sabía lo que iba a pasarle. El estuvo en buena parte de la investigación y aunque intento no meter sus narices en donde no debía de estar, lo cierto es que escuchar a Yara hablar tanto del experimento le daba mucha información que él no debía de conocer pero que ahora, de verdad, desearía que no fuera real
Si lo que escucho de Yara cuando aun trabajaba para protegerla era cierto. Ese niño estaba en serios problemas y temía por su seguridad
... ... ...
Sus pensamientos siguieron moviéndose con violencia, incapaces de quedarse estáticos mucho tiempo en un propio hilo de pensamiento. Su cuerpo se movió de un modo inconsciente, totalmente mecánico he instintivo, solo actuando por actuar y, para cuando se dio cuenta de que traía algo entre sus manos, descubrió que traía en ellas vendas, gasas, desinfectantes y anestesiantes para heridas abiertas como las del pequeño y que, justamente, sus pies lo habían vuelto a llevar a la puerta pesada y blindada que custodiaba al pequeño inocente
Aun cuando la idea rasgo desde su nuca que no debía de meterse donde no le llamaban y que debía de mantenerse al margen, lejos del niño pequeño, lo cierto es que su cuerpo ya se movía y la puerta por fin se abría para darle paso
En cuanto entro, sabiendo que la puerta se ha cerrado detrás suyo dejando al adulto y al niño solos en esa habitación herméticamente cerrada, Azteca sintió una incomodidad de ver al niño, aun sentado, mirando a la nada hasta que cae en cuenta de su presencia y simplemente, en un silencio pesado, lo observa carente de algún tipo de respuesta emocional
¿Qué se le puede decir a un niño en esta situación? Fue un pensamiento rápido que incomodo, Azteca descubre que no sabe responderse a sí mismo, aun así, apenas da un paso, el niño, instintivamente mueve su cuerpo hacia la orilla de la cama deseando no ser tocado. Azteca lo observa, mostrando entre sus manos el pequeño kit que consiguió para curar sus heridas
─Tranquilo ─habla─ vengo a curar tus heridas nada mas ─continua luego de saber que de todos modos el niño no le dirá nada─ no te hare daño
Tras sus últimas palabras, como un juramento que se da a sí mismo, avanza. El pequeño le observa fijamente, mirando lo que aun mantiene entre sus manos y los ojos del adulto. Finalmente, la tensión se siente casi a punto de cortarse cuando Azteca finalmente está tocando con sus piernas la cama y el niño, en la zona opuesta de la cama, casi se pega a la cabecera sin apartar la mirada del adulto
─Dame tu mano ─pide, aunque como una orden, su mano, lentamente se estira, en cuanto alcanza a tocar un dedo del pequeño, el mismo niño se aleja instintivamente, Azteca lo observa, sabe que los niños lastimados tienden a ser desconfiados así que, lentamente estira su mano, consiguiendo atrapar la mano del pequeño y, usando un poco de fuerza, jalarla suavemente para que quede extendida─ Me llamo Azteca ─responde, mientras toma de entre el kit un poco de algodón que moja en un desinfectante y que lentamente comienza a pasar por las heridas de su brazo, notando un brinco y un gesto de dolor junto a un pequeño quejido─ lo siento, olvide decirte que te iba a doler
─Al menos no duele tanto ─sorprendido, Azteca descubre que el niño no solo puede hablar palabras completas, sino que son totalmente comprensibles
─¿Puedes hablar? ─pregunta, sorprendido de no escuchar una voz infantil tartamudeando o hablando con palabras mal dichas. El pequeño lo mira y vuelve a bajar la mirada, observando cómo aunque Azteca mira su rostro, también continua limpiando las heridas de su brazo─ dime, ¿Cómo te sientes?
─No entiendo su pregunta ─tras un largo silencio, siendo el pequeño quien observe el movimiento de Azteca y descubrir que, tras lo que pone en el algodón que pasa sobre su piel, el dolor de esta comienza a disminuir, vuelve la mirada y responde por fin, tras haber intentado comprender la pregunta que, honestamente, no entiende por más que piensa
─Si, ¿Qué sientes? ─insiste Azteca no sabiendo otra forma de hacer una pregunta que es tan básica que te hace detenerte un segundo y te hace replantearte todo tu léxico y la razón de cada palabra─ ¿Te duele? ¿Se siente caliente? ¿Se siente frio? ¿Te incomoda?
─No... ─el pequeño parece arrastrar la "o" mientras observa ahora al adulto poner una gasa y posteriormente, con cuidado, vendar sus heridas─ ya no me duele tanto ─susurra, como quien no termina de comprender lo que está pasando─ ¿Qué es frio o caliente?
Ambos, adulto y niño se observan, siendo Azteca quien, tras curar su brazo, lentamente toma el siguiente, esta vez, el pequeño ya no pone resistencia y permite al mayor curar sus heridas
Hay un silencio incomodo por parte de Azteca ¿Cómo le explicas a un niño lo que es el frio y el calor? Es entonces que Azteca cae en cuenta de otra cosa. Parece ser que la habitación está ambientada a una temperatura adecuada para que el niño no enferme, entonces, por lógica, no sabrá reconocer lo que es el frio o el calor ¿Cómo iba a explicarle algo que el pequeño no conocía? Ho, espera
─El frio es ─susurra, mirando el muro que esta cercas del pequeño y tocándolo, efectivamente, estaba más frio que la piel del pequeño─ mira, si tocas el muro, se siente frio, su temperatura es más baja que la de tu cuerpo
El niño, curioso de lo que escucha, obedece tocando el muro, observando poco después la palma de su mano y posteriormente, sintiendo como la mano de Azteca se coloca sobre su mano
─El cuerpo de un ser vivo tiene una temperatura constante, esta temperatura es cálida, pero a veces, se siente más caliente ─mientras explica, pasa suavemente su mano sobre la mano del pequeño generando un poco mas de calor. La mirada apagada del pequeño parece brillar un segundo en sorpresa mientras observa los movimientos y la sensación en la palma de su mano
─¿Solo lo puedo sentir en la mano? ─pregunta el pequeño en cuanto Azteca ha liberado su mano
─No, lo puedes sentir en todo tu cuerpo ─explica Azteca al ver por fin un brillo más acorde a un niño pequeño que está deseoso de conocer más y de experimentar mas y no a alguien sin alma
─Interesante ─susurra el pequeño observando su mano y después, volviendo a ser tomada por Azteca para seguir curando sus heridas
─Por cierto ─habla de nuevo el adulto al tiempo que coloca la venda sobre las gasas─ ¿Tienes un nombre?
─¿Qué es un nombre? ─pregunta rápidamente el pequeño mirando a los ojos al adulto que, acabando de vendar sus heridas, le mira sin creer lo que escucha
─Es ─susurra─ es la forma en la que podemos referirnos a los objetos o a las personas, por ejemplo ─menciona, tomando entre sus manos la venda─ este objeto se llama "venda" ─toma ahora el algodón─ y este otro objeto se llama "algodón" ─deja los objetos y observa al niño─ los nombres sirven para identificar no solo objetos, animales, plantas o ecosistemas, también sirven para saber si se habla de una persona en especial
─¿Y tú tienes un nombre? ─pregunta el pequeño
─Si, me llamo Azteca ─intenta sonreírle─ mis padres me pusieron ese nombre en cuanto naci
─¿Y yo tengo un nombre? ─al tiempo que hace la pregunta, su dedo se señala a sí mismo, confuso, a la espera de que Azteca pueda responder esta nueva pregunta suya. Pero, contrario a ello, Azteca solo lo mira confuso ¿Yara no le dijo su nombre? O tal vez es que no le ha explicado sobre los nombres
─He ─duda en responder─ si, se supone que si ─continua─ ¿Cómo te llama Yara? La científica con la que llegue ─el pequeño parpadea confuso y, tras pensarlo un momento, vuelve la mirada al mayor
─Objeto
─No, ese no puede ser tu nombre ─responde Azteca─ no eres un objeto
─¿Por qué no soy un objeto? ─pregunta el pequeño
─Los objetos son "cosas" ─toma la venda y las gasas─ no están vivos, no piensan, no sienten ─continua explicando─ en cambio, los seres vivos no solo respiramos, también sentimos, pensamos, hablamos ─se detiene un segundo antes de continuar─ los seres vivos tienen nombres diferentes de los objetos
─Entonces... ─piensa el pequeño─ ¿Soy un ser vivo?
─Estas pensando ¿Cierto? ─pregunta con cierto sarcasmo pero el pequeño asiente, ignorante del tono sarcástico de Azteca─ además, sientes dolor, sentiste frio y calor, estas pensando y ambos estamos hablando
─Entonces si soy un ser vivo ─Interrumpe el pequeño, Azteca afirma su suposición, el pequeño mira a todos lados y vuelve a subir la mirada─ entonces, me llamo Cosa
─¿Cosa? ─pregunta Azteca sin creerlo, observando el asentir del pequeño
─Ella me llama Objeto o Cosa
Azteca se golpea la frente ¿Cómo le explica a un niño que no puede llamarse "Cosa" porque no es un maldito objeto? Además, de pronto quiere soltarle maldiciones a la mujer ¿Cómo se atreve a tratar al niño como un objeto? Bueno, es claro para estas alturas que esa mujer no está precisamente en sintonía con sus instintos maternales... es un científico y ve a este niño como un experimento, no como otro ser vivo pensante
─Olvídalo ─suspira Azteca frustrado─; voy a suponer que no tienes un nombre
─Eso ─habla el niño confuso─ ¿Es algo que ocasione problemas?
─Un poco ─responde Azteca de un modo desinteresado aunque niega rápidamente─ todos los seres vivos merecen un nombre, especialmente los niños pequeños como tu ─afirma de pronto de un modo mas determinado, el pequeño le mira confuso, Azteca coloca su puño bajo su barbilla observando fijamente al pequeño
Un nombre. Originalmente, casi siempre eran los padres, los propios progenitores los que entregaban los nombres a sus hijos; pero, como la situación con este pequeño es por demás, peculiar, se pregunta si debería de darle un nombre. Bueno, mas allá de ello, un nombre que valga la pena. No es como que pueda ponerle Rubén solo porque si
Pero ¿Qué nombre le ponía? Lo miro por largo rato, observo fijamente su complexión y aunque le llego en primera instancia un nombre, lo descarto casi de inmediato, no le terminaba de convencer para el pequeño, que su nombre fuera "México". Entonces, su mente llega la una curiosa conclusión que ya había hecho antes en el pasado
¿Por qué mierda este proyecto se llamaba Mictlan? ¿Yara sabia el significado de la palabra? No era una palabra común de escuchar, mucho menos tomando en cuenta que estaban en Suiza, pero, aun así, había sacado de algún lado la palabra Mictlan. Miro al pequeño nuevamente, que curioso observa las vendas cubriendo sus heridas
─Mictlan ─susurro ¿Qué clase de nombre podría ser la representación del inframundo? Sin embargo, curioso, descubre al pequeño volviendo la mirada rápidamente al adulto. El niño había reaccionado a la palabra como si se tratase de su nombre
─¿Si? ─pregunto el pequeño confundido de la palabra que había escuchado y que, instintivamente sabia se refería a él, después de todo, la mujer lo había presentado al adulto como "el proyecto Mictlan"
─Tu nombre ─susurra Azteca no creyendo que el niño correspondiera a la palabra, pero bueno, podría haber cierto nivel de sentido ¿cierto? después de todo, sus colores, su apariencia, su propia forma, incluso sus ojos o su propio escudo─ Te queda bien el nombre de Mictlan ─sonríe descubriendo una mirada aunque confusa, asertiva de parte del pequeño
─Entonces me llamo Mictlan
Notas del cap:
*Loooool me acabo de acordar que este es un fanfic countryhumans... digo XD perdón, como ahora estoy usando mas el diseño "humano" de Mictlan, se me había olvidado que en este fic tiene la piel tricolor... es que de verdad, me quede con la idea mental del niño humano y se me olvido XD looooool pido perdón XD se nota que llevo rato sin escribir para el fandom y ya me afecto XD
Originalmente quería escribir algo para el 15 de septiembre... luego, quise hacer un shimeji de México bolita con alitas así todo lindo, entonces, que se me ocurre buscar entre los fics si tenía algo bueno con relación, pero nada. Entonces, pum, que se me ocurre otra idea para otro fandom y me pongo a escribir, además, sumemos que no es que haya estado diario en la pc pues en realidad, me la pase en la calle desde... pfff desde hace mucho, así que tiempo es lo que menos he tenido para estar aquí
Huuugggg... no sé si tendré oportunidad de traer algo para Halloween y día de muertos DX mucho menos para navidad... ni siquiera he avanzado el sextember o acabado el comic que tengo en proceso... QnQ que tristeza
Una disculpa por no haber traído nada hasta ahora
Con respecto al capítulo, realmente no siento que haya mucha necesidad de datos extras ¿cierto? Digo, todo se explica, todo se muestra, todo muere de ternura frente a Mictlan XD bueno, no llegamos a tanto, pero se entiende XD
Solo son dilemas existenciales de una persona viendo a Mictlan y sin saber cómo tratarlo; y Mictlan siendo hermoso, precioso, todo perfecto todo bonito como un niño chiquito tal y como es XD... no se necesitan más datos además de ello ¿cierto?
Bueno, espero traer más contenido pronto... si no, seguro me vuelvo a desaparecer otra vez sabrá dios por cuánto tiempo más... en fin
¿Les ha gustado?
Que tengan lindo día
¡Comenten!
(si estás leyendo esto el 19 de septiembre... ¡feliz día del temblor! XD ok no)
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