Punto de Vista: Lucy

*Bip Bip Bi-*

Apagué el despertador una vez que ya me encontraba despierta y lista para un nuevo día.

Eran las nueve a.m. y el sol entraba por mi ventana haciéndome sentir la cálida sensación en mi cara.

Lo primero que hice luego de levantarme, fue dirigirme al baño, largué el agua de la tina y una vez que ya estaba lo suficientemente llena, comencé a desvestirme; desabroché la camisa de mi pijama revelando mis pechos, espalda y cintura, dejé la camisa sobre una mesita cerca de la tina, luego me quité los pantalones del pijama y los dejé en el mismo lugar que la camisa, una vez que ya estaba totalmente desnuda deslicé lentamente un pie dentro del agua para sentir la calidez del líquido y adecuarme a éste para luego sumergir mi cuerpo completo.

Podría estar así por horas.. no hay nada más relajante que un buen baño por la mañana -pensé mientras me enjabonaba para luego enjuagarme y salir de la tina.

Cuando salí me percaté de algo; no había traído ni toallas ni ropa de cambio.

Bien hecho Lucy, ahora lo único que falta es que Natsu irrumpa en mi departamento mientras salgo del baño totalmente desnuda

Pensé con angustia en esa posibilidad, pero sin más opciones salí del baño en busca de una toalla o cualquier cosa que pudiese cubrirme ante el temor de que Natsu, Happy o incluso Gray se apareciese mientras estoy desnuda.

-Oi, Lucee.-

Miro hacia la fuente del sonido; Natsu, en mi ventana.

-¡KYAA!- grité mientras con una patada sacaba a Natsu volando de mi ventana.

Agh, sabía que esto pasaría -pensé mientras una gota de sudor corría por mi frente.

Apresuradamente aproveché el momento para buscar una toalla y secar lo poco y nada de mojado que me quedaba, me vestí con lo primero que encontré; una falda celeste con azul, un top blanco, una chaqueta de mangas largas azul oscuro y unas botas oscuras largas, me puse mi usual cinturón al cual enganché mis llaves y mi látigo.

Y para entonces, Natsu ya volvía a estar en mi ventana.

-Natsu, cuantas veces te he dicho que entres por la puerta, para algo existe sabes...- dije disgustada por lo que acababa de pasar.

-Meh.. es más divertido aparecer así, siempre reaccionas de manera distinta.- dijo Natsu riendo entre dientes.

-¡Aye!- exclamó Happy apoyando a su amigo.

Solo suspiré ante la respuesta de los dos, pensando en que hacer mientras me dirigía a la cocina.

-Oi Luce, veníamos porque tenemos un nuevo trabajo para ir como equipo.-

-¿Equipo?- pregunté sin saber si se refería a nosotros dos o a alguien más.

-Nuestro equipo, Gray, Happy, Tú, Erza y yo, ¿Ya olvidaste que somos el equipo más fuerte de Fairy Tail?-

Ustedes.. yo estoy lejos de pertenecer a uno de los más fuertes -pensé ante las palabras de Natsu.

-¿Y?, ¿de qué se trata el trabajo?- pregunté mostrando un falso entusiasmo.

-Piden derrotar a unos monstruos que están acechando a un pueblo cerca de Magnolia.- dijo Natsu pensando en como plantear lo siguiente, -La recompensa son 400.000 jewels y...- el Dragon Slayer se quedó en silencio esperando a mi respuesta, generando un suspenso que creí ridículo.

-¿Y...?, vamos Natsu para qué te detienes.- dije un poco ansiosa.

-Y una llave celestial.- dijo orgulloso Natsu.

Abrí mis ojos con sorpresa y aun más entusiasmo ante lo que acababa de escuchar, -¡¿Dice cual o qué tipo de llave es?!-

-No.. pero seguro lo sabrás si nos acompañas.- asegurando con esto que me había convencido, Natsu sonrió con confianza mientras miraba a Happy.

-Okay.. es un trato entonces, ¿Cuando partimos?- pregunté alegre, motivandome mayormente por la recompensa.

-¡Ahora!- gritó Natsu mientras agarraba mi brazo para arrastrarme fuera de mi apartamento junto con Happy, dirigiéndonos hacia la estación de trenes, donde esperaba, estarían Gray y.. Erza.

***

-Ya era hora, Natsu.- dijo Erza completamente evadiendome, parecía estar enojada por algo, pero no pude decifrar el porqué.

¿Quizas olvidé algo sobre ella? -pensé mientras Gray y Natsu comenzaban una pelea como siempre, hasta que Erza los separó haciendo chocar sus cabezas en el proceso.

-¡¿Cuantas veces he dicho que no peleen?!- les dijo Erza mientras les lanzaba una de sus típicas miradas que te harían desear estar muerto.

-Per-perdonanos Erza.- Natsu y Gray tartamudearon al mismo tiempo, abrazándose como si se aferraran a sus vidas.

-Tsh.- dijo Erza dándose la vuelta hacia donde yo estaba, aun que creo que lo hizo sin pensarlo, porque una vez que me vio allí, su cara se tornó en un gesto de aún mas enojo y decepción.

Definitivamente tuve que haber hecho algo para que reaccionara así al verme.

Con la intención de solucionar las cosas me acerqué a ella,

-¿E-Erza?..-

-...- no hubo respuesta alguna y seguido a esto llegó el tren por lo que no tuve otra oportunidad de preguntar nuevamente.

Gray y Natsu sin dejándonos opción se sentaron juntos, ambos aún quejándose del golpe que recibieron de Erza.

Miré a Erza tratando de buscar alguna acción que me diera alguna pista para saber sobre su inusual comportamiento hacia mí, pero al hacer esto noté que ella ya estaba mirándome y al hacer contacto visual rápidamente desvío su mirada de mí y se dirigió a su asiento.

¿Qué fue eso? -pensé, dirigiéndome incómodamente a sentarme al lado de Erza mientras Happy se acomodaba en mi regazo para tomar una siesta.

Fueron 3 horas de viaje hasta que arribamos al lugar que indicaba la misión; Los Muermos.

Gray y Erza se bajaron, dejándome con un Natsu apunto de vomitar por su mareo en los transportes.

Como pude, tomé al mareado Natsu para salir del tren,

-Agh, Natsu, esto es asqueroso.- le dije mientras veía un hilo de baba caer por su boca.

Cuando salí del tren, con el brazo de Natsu sobre mi cuello y mi mano en su cintura para mantenerlo en pie, miré hacia adelante en dirección a Gray y Erza.

Mientras Gray estaba examinando los alrededores, nuevamente encontré a Erza mirándome y evitando el contacto visual conmigo, pero esta vez noté un leve tono rojizo en sus mejillas.

¿Erza se acaba de sonrojar..? Estoy totalmente perdida en todo esto -dije en mi mente confundida al pensar en como se ha comportado Erza desde que comenzamos esta misión.

-Bien, vamos a la casa de quién pidió por la misión y comencemos el trabajo.- dijo Gray entusiasta para que nos empezáramos a mover.

-Ahm, hagamos esto rápido.- agregó seriamente la mujer de cabello escarlata.

-Cr-creo lo mismo.- dije insegura por seguir las palabras de Erza.

-¡Es-toy enc-endid-o!- tartamudeó Natsu aún en medio de su mareo.

-En algún lugar de Los Muermos-

-Es un lugar bastante grande para solo pagar 400.000 jewels.- dijo Gray en frente de una casa gigante que parecía pertenecer a quien solicitó la misión, -mezquino...- finalmente murmuró el mago de hielo.

-Ahorrate esos comentarios Gray.- dije algo molesta pero también con nostalgia, recordando cuando algunas veces teníamos malos momentos económicos con mi familia y seguíamos vivíamos en la mansión.

Rápidamente deseché mis pensamientos y seguido de esto me di cuenta que Erza se había dado vuelta para mirarme debido a mi comentario, pero esta vez no me molesté en mirarla de vuelta.

-Luuuucy, ¿estás bien?- preguntó Happy con una voz de preocupación y tirando de mi bota para ganar mi atención.

Me arrodillé para mirar a Happy a su altura y preguntarle algo confundida, -¿Por qué me preguntas eso Happy?-

-Porque tienes cara de como si algo te estuviese molestando..- me respondió Happy con cara triste.

¿De verdad? Ni siquiera me di cuenta, supongo que me dejé llevar por mis pensamientos -dije en mi mente mientras cambiaba mi cara por una sonrisa cálida para tranquilizar a Happy.

-Solo tengo un mal presentimiento recordando algo, eso es todo.- le dije aún con una sonrisa en mi cara.

-Okay Happy, vamos adentro.- dijo Natsu cambiando el tema mientras se dirigía a la entrada de la gigantesca casa.

-Yesss, tenemos trabajo que hacer aquí.- dijo Gray caminando hacia el interior de la casa junto a Natsu, mientras Happy volaba al rededor.

Vi a Erza parada sin moverse, así que tomé esta oportunidad para preguntarle que pasaba.

-¿Oye... Erza?- pregunté enfrentando su espalda.

-...- nada, ninguna respuesta.

-Er..- estaba apunto de volver a preguntar cuando veo sus hombros sacudirse como si estuviese contuviendo su risa. Esto me hizo enojar tanto que ni siquiera me molesté en volver a hablar, tomé bruscamente su brazo para darla vuelta y hacerla enfrentarme a la cara.

Pero cuando la di vuelta, algo inesperado sucedió... Erza tenía lágrimas en sus ojos.

¿Qué esta pasando? ¿Por qué Erza tiene lágrimas en sus ojos? ¿Estaba... llorando? Ohh.. no, nunca se estuvo riendo, Erza estaba aguantando sus lágrimas.. mierda.. esto está mal, muy mal -pensé en menos de un minuto porque para entonces, Erza seguía llorando y yo sin saber como reaccionar.

-Er-Erza, lo-lo siento.. no tenía idea.-

¿Esto es real? ¿Titania? ¿La reina de las hadas? ¿Llorando? ¿Pero por qué?

No lo podía creer, en un momento estaba super enojada y ahora me siento hasta culpable.

Erza seguía llorando, estaba rígida, sus brazos a sus lados y su cabeza ligeramente inclinada hacia abajo, pero gracias a que soy más baja aún podía apreciar su rostro, sollozando, tratando de luchar contra sus lágrimas y sus mejillas un poco sonrojadas.

Se ve tierna viéndola de esta forma, en este estado... Erza siempre aparenta ser tan dura y valiente

Pensé mientras me inclinaba a abrazarla y consolarla, pero al momento de hacer esto, Erza inmediatamente me empujó, haciéndome caer al suelo.

-¡Vete! ¡No necesito que me consueles!- me protestó Erza, con resentimiento en cada una de sus palabras.

-¡¿Qué mierda?! Erza, ¡¿Qué te pasa?! Desde que empezamos la misión que tienes esta actitud conmigo, ¡¿Qué te hice?!- le grité con furia desde el suelo, en este punto, ya me encontraba cansada de su comportamiento... la persona que yo conocía no era así.

Erza sólo se quedo mirándome pero pasado unos segundos se dio vuelta e hizo su camino hacia la casa.

Me levanté y la seguí rápidamente pero fui detenida cuando me di cuenta que Natsu, Gray y Happy venían ya de vuelta, así como también Erza que tuvo que haberse encontrado con la misma sorpresa.

-Oi Luce, recién le dijimos a Erza que estamos listos, sólo tenemos que ir a una montaña aquí cerca dónde viven los monstruos y quemarlo todo.- Natsu dijo con una sonrisa malvada al pensar en incinerar todo.

-Congelarlo todo, mejor dicho.- dijo Gray provocando a Natsu y empezando una nueva pelea, pero esta vez Erza no se molestó en detenerlos.

Empezamos a caminar hacia la montaña en un ambiente tenso entre yo y Erza.

Nunca había visto a Erza tan enojada y tratándome así

Pensé mientras caminábamos.

Como me encontraba perdida en mis pensamientos, no me di cuenta de lo que pasaba alrededor y cuando fue demasiado tarde para reaccionar, recibí un fuerte golpe de uno de los monstruos que estábamos buscando.

-Oouch.- me quejé del dolor mientras sobaba el lugar del impacto.

Cuando abrí mis ojos vi una figura negra con garras en sus manos y una cara similar a la de los Vulcans pero a diferencia de estos, el que se situaba frente a mí era mucho más grande, incluso más grande de lo que esperábamos.

-No bromees.- dijo Gray con preocupación al ver la misma figura que yo.

-Esto me huele a un desafío, me gusta.- Natsu río entre dientes.

-No te la tomes a la ligera Natsu.- dijo Erza mientras miraba a más de los mismos monstruos salir detrás del cual me atacó.

-Tengo un mal presentimiento sobre esto.- confesé preocupada.

Todos comenzaron a atacar; Natsu con un rugido del Dragón de fuego, Gray con Martillos y Lanzas de hielo, y Erza cambiando su armadura por la del purgatorio y lanzándose a los monstruos con su espada. Todo esto, mientras yo me levantaba del suelo aún adolorida pero dispuesta a entrar a la batalla.

Llamé a Loke el León para ayudarme a pelear pero antes de enterarme fui arrastrada por un puñetazo causándome chocar con Natsu, Gray y para peor, con Erza.

-Luce ¿qué demonios?- preguntó Natsu por debajo de mi y sobre Gray y Erza.

-Muévete idiota.- dijo Gray enojado por haber sido empujado por mi y Natsu.

-Lo siento chic..- fui interrumpida por Erza.

-No seas un estorbo.-

Sus palabras realmente me hirieron, y lo único que pude responder fue levantarme, permitiendo que los demás volviesen a la pelea.

-¿Estás bien?- Loke me preguntó

-Si.. seguro.- respondí aún pensando en lo que Erza me había dicho.

Llamé a dos espíritus más, incluso si estaba casi al límite gracias a los golpes que había recibido, pero no quería ser un obstáculo para los demás, mucho menos para Erza, quería probar que yo era capaz de ayudar, que yo era fuerte..

Llamé a Virgo y luego a Aquarius, a esta última, desde un charco.

-¿Tiempo para mi castigo? Hime.- dijo Virgo con cara de poker.

-UGGGH, ¡¿me invocaste desde un sucio charco pequeña mocosaa?!- Aquarius me regañó.

Quería responder pero por alguna razón no pude, me empecé a sentir mareada y desde los bordes hacia el centro mi visión se tornaba negra, sentí que me caía pero ni siquiera sentí el dolor al golpear el suelo. Mis reservas de magia aún no estaban vacías, no podía entender porque me desmayaba.

-Perdón chicos..- fue lo único que pude decir antes de quedar inconsciente en medio de la batalla.

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