-Confíe en mí, jefe- dijo el Rey Dado -No le fallaré-

Así, después de un buen rato el Rey Dado entraría en la torre del Diablo con muchos seres.

-Jefe, te presento a Tipsy Troop, Chips Bettigan, Mr. Wheezy, Pip y Dot, Hopus Pocus, Phear Lap, Pirouletta, Mangosteen y Mr. Chimes- dijo el Rey Dado

-Encantado, chicos- dijo el Diablo

-¡¡ENCANTADO!!- dijeron todos

-Quiero decirles algo. Y voy a ser muy sincero- dijo el Diablo -El que no cumpla con su trabajo... ¡¡SE PUEDE DESPEDIR DE SU ALMA!!-

Al escuchar esto, todos y cada uno de los esbirros tragaron saliva y sus cuerpos empezaron a sudar.

-Pero tranquilos, porque sé que no me vais a fallar, ¿verdad?- dijo el Diablo con un tono espeluznante

-Sí, usted confíe en nosotros- dijeron todos nerviosos

1 semana después.

El casino estaría lleno de gente por una razón, gracias a todos los esbirros que trajo el Rey Dado, el casino se convirtió en un sitio de confianza por la seguridad que había.

1 mes después.

En la torre del Diablo.

-Me gusta mucho como ha mejorado el casino, Dado- dijo el Diablo -Lo has hecho muy bien-

-¿A qué sí? Muchas gracias- agradeció el Rey Dado

Pero entonces...

Toc toc toc.

-¿Quién está tocando la puerta?- preguntó el Diablo

-Eeeeh, no lo sé- dijo el Rey Dado

-¿No dijiste que no se podía pasar aquí?- preguntó el Diablo furioso

-Sí, claramente lo dije- contestó el Rey Dado -Pero no sé-

Entonces, el Rey Dado fue a abrir la puerta. Y entonces, vio a un salero con forma humana y traje de panadero.

-¿Quién se supone que eres?- preguntó el Rey Dado

-Tengo que hablar con el dueño- dijo ese salero

Entonces, el Diablo miró a la puerta y se sorprendió.

-¡¿SALEROSO?!- gritó el Diablo

-¡¿DIABLO?!- gritó Saleroso

CONTINUARÁ...