Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 4

Al ver que se dormía, aquella criatura sonrió y la dejo dormir sin detener sus caricias.

Mientras tanto, los seres de blanco buscaban a la pequeña por todas partes, y al no encontrarla fueron abriendo habitación por habitación para comprobar si había quedado encerrada.

Al final, solo les quedo revisar la habitación de la criatura que la ayudó.

-María, ¿podemos pasar? -pregunta el del bigote.

Al escucharlo, ella mira la puerta -Sí abuelo, ¿qué pasó?

Tras recibir la respuesta afirmativa abrieron la puerta, y se quedaron sorprendidos al ver que la pequeña potrilla estaba allí, y más al ver que no tenía el bozal

-María ten cuidado, esa cosa es peligrosa -le advierte uno de los que acompañaban al bigotudo.

Ella se confunde aún más -¿Dices esta cosita tierna que duerme tranquilamente? -la carga con mucho cuidado de no despertarla.

La pequeña se queja un poco, pero luego se acurruca de nuevo moviendo un poco su cola cómoda.

-Esta "cosa" como le decís solo esta asustado y necesita un poco de cariño. -les dice ahora a modo de regaño.

-La verdad es que ahora se ve más pacífico, pero sigue siendo peligroso -menciona otro de los de blanco.

Tanto hablar había despertado a la pequeña, que al verlos chilla asustada y trata de esconderse en los brazos de aquella llamada María.

-¿Decías? -puntualiza molesta y acaricia a la pequeña -Shh~ tranquilo, ya paso, no te van a hacer daño~ -le hace cosquillas en las orejas, y aunque se calma, seguía mirándolos asustada.

El bigotudo se acerca un poco -Tienes razón María, solo es una pequeña criatura asustada -mira a la pequeña y le ofrece su mano -Creo que empezamos de la forma equivocada -le sonríe.

La pequeña mira asustada como se acercaba, pero tranquilizada por las caricias de María, termina olfateando la mano de la criatura, y se confunde al notar que su olor era parecido al de ella, por lo que luego los miró ladeando su cabeza confusa, pues la única opcion a que sus olores sean parecidos era el ser familia, pero no eran iguales, y eso la confundía.

-Creo que va a haber que explicarle como funciona la genética humana -menciona la criatura.

-No creo que te entienda abuelo, ni siquiera parece entender lo que decimos -puntualiza María.

-No perdemos por intentarlo, traela al laboratorio -camina pasando entre los confusos seres de blanco.

María obedece y lo sigue mientras la pequeña observaba el lugar curiosa.

Cuando llegaron al laboratorio, lo primero que llamó su atención fue una cápsula algo grande llena de un líquido de aspecto extraño, y parecía haber algo dentro, pero era pequeño.

Una vez allí, María la dejo sobre una camilla, y el bigotudo empezó a explicarle algunas cosas sobre su planeta natal, la Tierra, que es de donde venía.

Así aprendió que aquellas criaturas se llamaban humanos, y las peludas que la habían echado de los callejones se llamaban gatos, mientras que la grande que la persiguió era un perro, y que la máquina que atacó con un chorro de agua era un coche.

Además de eso, le explicaron muchas más cosas sobre los humanos y el planeta, a lo que ella escuchaba atenta.

Cuando le preguntaron por ella y le pidieron que manifestara su poder, dudo un poco, pero al final se concentra un poco y de su cuerpo salen pequeñas rayitos, así como su crin se encrespa un poco por la electricidad.

Rápidamente, el hombre agarró un aparato y lo acercó a la pequeña para medir la corriente que creaba, y se quedo asombrado al ver que la medición rozaba el límite que el aparato podía ofrecer.

-Increíble... -mira a la pequeña, que también lo miraba confundida -Si puedes generar esa energía ahora, ¿que podrás hacer cuando crezcas?

Aquellas palabras asustaron a la pequeña, que bajo las orejas nerviosa y se alejó un poco.

-Ey pequeña, ¿que pasó? -trata de calmarla María confusa.

-Creo que piensa que quiero aprovecharme de su energía -suspira leve -No pequeña, no voy a obligarte a que hagas nada. Aún así, nos pidieron estudiarte y saber que puedes hacer, y por tus ataques abajo, no controlas bien tu poder. Así que te propongo esto. Tú dejas que te estudiemos, y todos juntos aprenderemos como funcionan tus poderes.

La pequeña se lo piensa un poco, pero antes de decidir nada se queda mirándolo fijamente, para luego de un rato lamer su mano en señal de aceptación.

-Esta bien pequeña, y creo que ya tienes a alguien que te cuide -dice sonriendo viendo a la chica.

-Claro, nos vamos a divertir mucho pequeña, y también hay que ponerte un nombre, ¿o ya lo tienes?

Ella piensa un poco, pero había pasado tanto tiempo sola que ya no recordaba su nombre, por lo que niega con las orejas bajas.

La chica la acaricia y piensa un poco, hasta que un brillo llama su atención y se fija que por la ventana desde la que se veía el planeta, una parte empezaba a ser iluminada por el sol.

-Ya lo tengo, te llamarás Alba -sonríe mirando a la pequeña -¿Te gusta?

La pequeña sonríe moviendo su colita y da pequeños saltitos, lo que le saca una risa tanto a la chica como al hombre, y la primera la carga.

-Pues ese va a ser tu nombre pequeña Alba. -le sonríe.

Esta le lame la cara sonriendo también, pensando que había tenido suerte de llegar hasta ellos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro