Capítulo 14
Después de una semana de su "acuerdo" para descubrir juntos que estaba pasando en las altas esferas, Alba por fin estaba recuperada, aunque seguía sin hablarle a James, ya que si bien por el día este se ganaba su confianza, por la noche eran sus pesadillas quienes le recordaban que, quitando a quienes consideraba su familia, todos los humanos que ha conocido le han hecho daño.
Esa estaba siendo una de esas noches, una en la que, de nuevo, corría junto hacia Shadow y María en la estación de ARK sin poder alcanzarlos, y que cuando lo hacía estaban ambos muertos.
Es ante esta imagen que despierta sobresaltada, encontrándose a su lado a aquel hombre mirándola preocupado, cosa que la asusta un poco y termina gritando empujándolo con una de sus alas para ponerse de pie y extender su mano hacia él, creando una bola de fuego en esta mientras gruñía.
-Ey, vamos tranquila, siento haberte asustado si? Pero parecías angustiada -trata de calmarla este nervioso después de levantarse del suelo -Venga, cálmate si? Ya sabes que aquí estas a salvo
Ante sus palabras, ella baja un poco la guardia y lo reconoce, bajando sus orejas con pequeñas lágrimas en los ojos y guardando sus alas mientras echaba las orejas hacia abajo -L-lo s-siento... -le termina diciendo apenada.
Aquello lo tomó por sorpresa, pues no se esperaba que ella por fin le hablara, sonriendo levemente al escucharla, y se acerca despacio hasta finalmente abrazarla -Tranquila... No sé que te habrá pasado, pero es normal que estés a la defensiva... Solo no quemes nada si? -le dice para bromear un poco y relajarla mientras acariciaba su cabeza con suavidad.
Durante el abrazo, ella estuvo quieta sin saber muy bien que hacer, pero cuando acaricia su cabeza, abre los ojos como platos mientras las lágrimas empezaban a asomarse por sus ojos, pegando sus orejas a la cabeza para finalmente abrazarlo y empezar a sollozar contra él.
Ahora era James el sorprendido ante su reacción, ya que no se esperaba que un simple gesto como una caricia pudiera provocar su llanto, soltando un suave suspiro mientras pensaba en que clase de desgracias habría pasado para reaccionar así, pero igualmente no detiene sus caricias y deja que ella llorara lo que necesitara
Cuando ella parecía calmarse, termina sujetándola para evitar que se cayera, pues esta lo estaba soltando al quedarse dormida gracias a sus lágrimas, acostándola así con mucho cuidado, y después de taparla y retirar con cuidado su cabello de la cara, sonríe levemente al verla tranquila -Descansa... -le susurra antes de irse de la habitación, sin notar que ella había movido una de sus orejas.
Al día siguiente, la chica se despierta por el olor a tostadas que empezaba a inundar todo el piso, levantándose y yendo a la cocina siguiendo este mismo olor, mirando curiosa al pelirrojo asomada desde la puerta.
Este por su parte no se da cuenta de que ella lo observaba, al menos hasta que se da la vuelta para poner el plato con tostadas en una pequeña mesa -Oh, buenos días -le dice sonriendo suavemente.
Ella se sobresalta un poco y regresa a esconder tras la pared, aunque luego vuelve a asomarse curiosa, mirándolo a él anted de pasar su vista a las tostadas, para luego regresarla a él, provocando que este se riera levemente.
-Claro que puedes, anda, ven y siéntate -le dice dejando en la mesa el plato, y en otros dos que estaban frente a dos sillas coloca un par de ellas.
Por su parte, la chica se va acercando con toda su curiosidad sin dejar de mirar a las tostadas, y espera a que este terminara de colocar las tostadas para sentarse y agarrar una con cuidado, observándola por todos los ángulos antes de darle un bocado.
En cuanto a James, este había ido a buscar mantequilla y mermelada, no pudiendo evitar enternecerse al ver el ligero movimiento en las orejas de la contraria tras probar la tostada -Bueno, si ya te gusta así, tienes que probarla con algo de esto -le dice mostrándole los botes y poniéndolos a su alcance.
Ante su confusión, este agarra un cuchillo sin filo y, con cuidado, unta un poco de la mantequilla en la tostada de ella, y luego a otro poco le pone mantequilla -Adelante, prueba ahora
De nuevo, la curiosidad pudo con ella y termina probando en un cacho en el que estaban ambos elementos nuevos, moviendo de nuevo sus orejas sin darse cuenta mientras sonreía suavemente, pues aquello estaba muy rico.
Una nueva risa suave se escucha por parte del pelirrojo -Anda, deja que te unto la otra -le dice para luego empezar a colocarle la mantequilla y mermelada a la otra tostada en cuanto ella se la entrega mientras disfrutaba de la que tenía en sus manos.
Mientras ella comía, por fin el pelirrojo se atreve a preguntarle -Oye, no tienes que contestarme si no quieres pero, ¿cuál es tu nombre? -le pregunta, pues con lo desconfiada que ella era, no se había atrevido a preguntarle antes, además de que no quería alterarla más de lo que ya estaba. Pero esa vez era distinto, ella ya le había hablado en la noche, un par de palabras, pero le había hablado por fin.
Ante la pregunta, ella baja un poco las orejas, ya que de nuevo las dudas de si fiarse o no de él regresaban, hasta que finalmente cierra los ojos y suspira algo pesado -Alba... M-me llamo Alba... -le termina respondiendo mirando hacia otro lado nerviosa.
-Oh... -este sonríe al escucharla -Es un bonito nombre, yo soy James, es un gusto conocer tu nombre al fin -le dice para que se pudiera sentir más cómoda.
Ella lo mira algo confundida en un inicio, definitivamente no entendía a los humanos, pero sacude un poco la cabeza con esa idea antes de responder de nuevo -Lo sé... Lo leí en tu informe -le dice un poco más tranquila.
-Oh, cierto -comenta antes de reirse levemente -La verdad, no pensé que fueras a fijarte en eso, pero bueno, no pasa nada -le dice manteniendo su sonrisa -Por cierto, hablando del informe -dice ahora un poquito más serio -Tengo que ir a la oficina en la que trabajo a buscar unos documentos, ¿quieres venir conmigo y así conoces un poco la ciudad?
Ante la pregunta, ella baja sus orejas -N-no creo que sea buena idea... Y-yo...
-Oh tranquila, ya pensé en eso -le dice sonriendo de nuevo, levantándose y yendo por una chaqueta larga y ancha -Esto creo que te entra y podría esconder tus alas, y siempre puedes llevar una gorra para las orejas -le dice mostrándole una -Creeme, todo va tan agitado allí abajo, que alguien tendría que fijarse mucho en ti para notar algo extraño -le dice para tratar de darle confianza.
Para que mentir, ella seguía sin estae muy convencida, pero verlo tan animado, y la posibilidad de saber más sobre ese "proyecto" en el que estaba involucrada sin saberlo eran unos argumentos muy convincentes, por lo que termina suspirando y asintiendo -E-esta bien... S-solo espero que tengas razón... -le dice para luego ponerse ambas prendas con su ayuda, y en efecto, sus alas quedaban escondidas en la chaqueta si las mantenía cerradas, y si bien sus orejas no quedaban ocultas por la gorra, un sombrero termina solucionando el problema, viéndose algo rara con aquello, pero si con eso podía salir a la calle y averiguar que ocurría, adelante.
Una vez listos, ambos salieron de la casa, y James le fue explicando poco a poco en que consistía el trabajo de reportero, así como los distintos edificios y establecimientos que se iban encontrando por el camino, y también respondía todas sus dudas.
Cuando llegaron a la oficina, la chica estaba algo nerviosa de que alguien preguntara, pero no fue el caso y, como bien le dijo James, todos estaban tan a lo suyo que apenas un par siquiera notaron su presencia.
Para cuando iban a irse, una chica los detiene -¡James espera! -le dice al pelirrojo agarrando su mano antes de que ambos fueran al ascensor.
-¿Qué ocurre Cassandra? -le pregunta este confundido -Ahora ando liado.
-Lo sé, pero aquí estamos hasta arriba de trabajo, y necesitamos que alguien vaya al banco a buscar unos papeles y...
-Quieres que vaya yo, ¿no? -le pregunta este completando su frase -Esta bien, pero solo si cuando tengas tiempo me invitas a un café -le dice con una sonrisa.
Esta se ríe por ello y asiente -Esta bien, pero anda, ve cuanto antes -le pide antes de volver a su asiento.
En cuanto a Alba, ella estuvo callada y algo apartada toda la conversación, pero al escuchar la palabra "banco", si bien ya sabía lo que era y a dónde irían, un pequeño escalofrío recorrió su espalda.
-Vamos, ya la oíste, tenemos que irnos -le dice James para llamar su atención.
-E-eh? -dice mirándolo y saliendo de sus pensamientos -V-voy... -le contesta entrando con él al ascensor, y mientras este se iba cerrando, de nuevo ese escalofrío recorre su cuerpo.
Definitivamente, no sabía que, pero tenía el presentimiento de que algo pasaría en el banco.
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