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Invento distinto

En una isla remota, azotada por vientos feroces y rodeada de aguas tumultuosas, se erigía una imponente fortaleza. La construcción estaba protegida por una legión de Badnicks y Eggpawns, quienes patrullaban incansablemente, atentos a cualquier posible intrusión. Dentro de los muros de esta fortaleza, un vasto laboratorio brillaba con luces artificiales, y el sonido de maquinaria en constante operación llenaba el aire.

El Doctor Eggman, el genio villano, se encontraba en medio de este caótico santuario tecnológico. Su mirada fija en un dispositivo que estaba construyendo meticulosamente: un extraño artilugio con la apariencia de un reloj, que solo mostraba un 10% de avance en su construcción. Sus dedos volaban sobre un teclado mientras mantenía una conversación con alguien al otro lado de un comunicador.

Eggman: Finalmente está algo completo... Dijo Eggman, su voz llena de una mezcla de impaciencia y frustración. Pero, ¿Estás seguro de que esto me ayudará a deshacerme de esa rata azul de una vez por todas?

En eso a través del comunicador que tenía Eggman una voz profunda y enigmática resonó.

???: No hay de que debas preocuparte. Cuando por fin hayas terminado con este invento, todos tus problemas incluyendo a Sonic finalmente seran historia.

Eggman frunció el ceño, observando un monitor cercano que mostraba datos genéticos complejos.

Eggman: He estado analizando estas muestras de ADN que me proporcionaste. Mi base de datos no encuentra ningún registro parecido a su código genético. Es como si fueran de otro mundo.

La voz en el comunicador respondió.

???: Eso es porque las creé yo mismo. Cada muestra es única, diseñada específicamente para nuestra causa. Pero ten mucho cuidado, en especial con la décima muestra. Esa muestra es... especial.

Eggman asintió, aunque una sombra de duda cruzó por su rostro.

Eggman: Lo tendré en cuenta. Este reloj... O lo que sea, espero que valga la pena todo el tiempo invertido.

El Doctor continuó trabajando, ensamblando partes y configurando parámetros, mientras su mente revoloteaba con pensamientos sobre la promesa que le había hecho aquella misteriosa voz. Sabía que el éxito de este plan no solo dependía de su habilidad, sino también de la fiabilidad de su enigmático colaborador.

La noche se volvió aún más oscura fuera de la fortaleza, pero el laboratorio seguía lleno de luz y actividad. Eggman revisó una vez más las once muestras de ADN, sus ojos se detuvieron por un momento en la décima. ¿Qué hacía que esa muestra fuera tan especial? La pregunta le atormentaba, pero también lo impulsaba a seguir adelante.

Eggman: Pronto, Sonic Murmuró Eggman para sí mismo, una chispa de determinación encendida en su mirada. Pronto, este será el fin de tu carrera.

La voz en el comunicador se despidió con una última advertencia:

???: Recuerda Doctor, el tiempo es escencial. Cada segundo cuenta.

Eggman cerró la conexión y se volvió de nuevo hacia su trabajo, decidido a completar su misterioso dispositivo. La isla, con su fortaleza y guardianes mecánicos, parecía latir al ritmo del tictac de un reloj invisible, esperando el momento en que su creador revelara su plan definitivo.

En algún lugar, muy lejos de allí, Sonic continuaba corriendo, inconsciente de la nueva amenaza que se cernía sobre él. Pero en el corazón de esa isla remota, el Doctor Eggman estaba más cerca que nunca de lograr su objetivo: El fin de Sonic el Erizo.

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En una pintoresca casa cerca de Seaside City, el amanecer teñía el cielo de tonos dorados y azules. Shark the Hedgehog

Un joven mobian erizo de 6 años que era muy intrépido y lleno de energía, se despertaba completamente listo para enfrentar un nuevo día lleno de aventuras. Abandonó su habitación y se dirigió hacia el baño para prepararse para lo que el día le deparaba.

Mientras tanto, en otra parte de la casa, su hermana mayor de Shark, Perla the Wolf

Comenzaba a despertarse. Con un bostezo somnoliento, se levantó de su cama y se estiró perezosamente. El suave murmullo de la vida cotidiana llenaba el ambiente y Perla se encaminó hacia la cocina con un gran apetito.

El aroma tentador del desayuno llenaba la casa mientras Perla preparaba café y pan tostado. Sus pensamientos vagaban hacia las responsabilidades y actividades del día que tenía por delante, pero también hacia su hermano menor, Shark. Siempre había admirado la energía y la determinación de Shark, aunque a veces también le preocupaba su impulso por aventurarse en territorios desconocidos.

Mientras tanto, Shark terminaba su rutina matutina en el baño y salía, listo para enfrentar el día con toda su energía característica. La vista del sol brillando a través de las ventanas lo llenaba de optimismo y emoción. Sabía que cada día era una nueva oportunidad para explorar, descubrir y desafiar los límites de lo conocido (Para el).

Con una sonrisa en el rostro, Shark se dirigió hacia la cocina, donde encontró a Perla preparando el desayuno. Mientras el aroma del café recién hecho llenaba la cocina, Perla escuchó el sonido de su madre llamándola desde teléfono. Con una sonrisa respondió a la llamada

Perla: Buenos días mamá ¿Cómo están te encuentras? Dijo Perla mientras comenzaba a preparar el desayuno de Shark. Y muy pronto la voz de su madre respondió.

???: Buenos días Perla. Solo quería saber si tú y Shark se habían despertado. ¿Está todo bien?

Perla asintió, aunque su madre no podía verla.

Perla: , estamos bien como siempre Mamá. Shark está en la cocina conmigo, jugando con su juguete de Sonic como siempre.

Perla miró a su hermano menor, quien estaba completamente absorto en su juguete de Sonic the Hedgehog. El pequeño erizo de plástico giraba y se movía con velocidad en la mesa, mientras Shark recreaba sus aventuras heroicas con entusiasmo.

???: Que bien, cariño. Recuerda que si necesitas algo, estoy a solo una llamada de distancia.

Perla: Si mamá, lo sé. Estaremos bien. Te llamo más tarde ¿De acuerdo?

???: De acuerdo, cuídense. Besos a Shark.

Perla terminó la llamada y se giró para continuar preparando el desayuno. Puso a tostar unas rebanadas de pan, batió unos huevos y los puso a freír y fue preparando un vaso de jugo fresco para su hermano. Mientras lo hacía, no pudo evitar sonreír al ver a Shark tan feliz con su juguete.

Perla: ¡Shark a comer! Dijo Perla, colocando el plato frente a él.

Shark miró el plato con ojos brillantes y dejó a un lado su juguete de Sonic.

Shark: ¡Gracias, Perla! Dijo con una sonrisa antes de empezar a comer con gusto.

Perla se sentó junto a él, tomando un sorbo de su café mientras lo observaba disfrutar de su desayuno. Siempre había sentido una gran responsabilidad de cuidar de su hermano menor, y momentos como este le recordaban por qué lo hacía.

Perla: Y dime Shark ¿Qué planes tienes para hoy? Preguntó Perla, curiosa por conocer las ideas que su hermano pudiera tener.

Shark se detuvo un momento para pensar, todavía teniendo el pan tostado en su boca para después comérselo rápido y sin ningún cuidado.

Shark: Quiero ir al parque y practicar correr. Quiero ser tan rápido como Sonic algún día. Respondió con alegría y inocencia.

Perla sonrió ante la inocente ambición de su hermano.

Perla: Eso suena como un gran plan. Después del desayuno, podemos ir juntos. ¿Te parece bien?

Shark: ¡! Exclamó Shark, lleno de entusiasmo.

El día prometía ser lleno de actividad y diversión para los hermanos. Mientras se preparaban para salir, Perla no podía evitar sentir una sensación de calma y propósito. Cuidar de Shark y verlo feliz era lo más importante para ella, y estaba decidida a hacer que cada día fuera tan especial como él lo merecía.
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Mientras Shark y Perla se preparaban para un día lleno de diversión, en las oficinas centrales de G.U.N. (Guardian Units of Nations), la preocupación estaba en aumento. La Gran Unidad de Naciones había sido el principal frente de defensa contra las amenazas del Dr. Eggman y otras fuerzas malignas durante años. Sin embargo, últimamente, las operaciones de Eggman habían disminuido considerablemente, dejando a muchos preguntándose sobre su paradero y sus planes.

Los altos mandos de G.U.N. se encontraban en una reunión de emergencia, discutiendo la misteriosa inactividad del infame científico malvado. La falta de actividad por parte de Eggman había generado especulaciones y teorías salvajes entre los agentes y analistas de la organización, pero ninguna pista concreta sobre su paradero.

???: ¿Alguna noticia sobre Eggman? preguntó el Comandante, su voz resonando en la sala de conferencias.

Los agentes presentes intercambiaron miradas preocupadas antes de que uno de ellos tomara la palabra.

??? 2: Ninguna Señor. Hemos estado monitoreando todas las comunicaciones y actividades sospechosas, pero hasta ahora no hemos encontrado nada que indique dónde pueda estar Eggman.

El Comandante frunció el ceño, consciente de la gravedad de la situación.

???: Esto no puede ser una coincidencia. La repentina desaparición de Eggman después de tanto tiempo de actividad es altamente sospechosa. Debemos intensificar nuestros esfuerzos para localizarlo antes de que intente algo.

Los agentes asintieron, conscientes de la importancia de encontrar al villano antes de que pudiera planear algo que pusiera en peligro la seguridad de Seaside City y del mundo entero.

Mientras tanto, en algún lugar oculto y lejano, el Dr. Eggman continuaba trabajando en su misterioso proyecto, ajeno a la preocupación y la confusión que su ausencia había causado. Sus planes, aún en desarrollo, podrían tener consecuencias catastróficas si no se detenían a tiempo.

Con Eggman en paradero desconocido y sus planes ocultos a la vista de todos, el futuro de Seaside City y del mundo entero pendía de un hilo. G.U.N. estaba decidido a descubrir la verdad detrás de la desaparición del Dr. Eggman antes de que fuera demasiado tarde.

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Mientras tanto, en un tranquilo taller situado a las afueras de Station Square, Tails the Fox trabajaba en la reparación del Tornado. Las herramientas y piezas de reemplazo se esparcían por todas partes, y el zumbido de su soldador resonaba en el pequeño espacio. Tails arreglaba las últimas partes del Tornado tras usarlo en su última batalla contra Eggman.

Sonic the Hedgehog, por su parte, se encontraba cerca, descansando en una hamaca improvisada entre dos árboles. La brisa marina acariciaba sus púas azules mientras observaba a su amigo trabajar con concentración.

Sonic: Hey Tails ¿Cuánto más necesitas para reparar el Tornado? Preguntó Sonic, estirándose con pereza.

Tails levantó la vista de su trabajo y sonrió.

Tails: No mucho Sonic. Aproveche mientras reparaba el Tornado aproveche para instalarle este nuevo rastreador debería ser capaz de captar cualquier señal tecnológica inusual en un radio mucho mayor. Si Eggman o alguien está tramando algo, este dispositivo nos ayudará a encontrarlo.

Sonic se levantó de la hamaca y se acercó para observar más de cerca.

Sonic: Genial. Con Eggman desaparecido, todo ha estado demasiado tranquilo. Sabemos que cuando él está tan callado, suele significar problemas grandes en el horizonte.

Tails asintió, compartiendo la preocupación de su amigo.

Tails: Exactamente. Y esa tranquilidad es lo que me inquieta. G.U.N. también está preocupado y nos han pedido que colaboremos en la búsqueda. Ellos tampoco tienen idea de dónde puede estar Eggman.

Sonic: Bueno entonces es un buen momento para probar ese rastreador. Dijo Sonic, con una chispa de emoción en sus ojos Vamos a ver si podemos encontrar a ese tipo y detenerlo antes de que haga algo grande.

Tails terminó de ajustar el dispositivo y lo levantó, admirando su trabajo.

Tails: ¡Listo! Este pequeño amigo debería hacer el trabajo. Vamos a probarlo.

Con el rastreador en mano, Sonic y Tails salieron del taller y se dirigieron hacia la ciudad. El dispositivo emitía un suave zumbido mientras se activaba, buscando cualquier firma tecnológica que pudiera estar asociada con las operaciones de Eggman. La pantalla comenzó a mostrar una serie de datos y coordenadas, mientras Tails ajustaba los controles para optimizar la búsqueda.

Tails: Vamos, vamos, que algo salga. Murmuró Tails, concentrado.

De repente, una señal débil pero inusual apareció en el monitor del rastreador. Tails frunció el ceño, ampliando la vista de la pantalla.

Tails: Sonic, creo que tenemos algo. No es muy fuerte, pero definitivamente es diferente a cualquier otra cosa en esta área.

Sonic se inclinó para mirar la pantalla y luego miró a Tails con determinación.

Sonic: Entonces, ¿A qué esperamos? Vamos a investigar.

Sin perder más tiempo, los dos amigos se pusieron en marcha, siguiendo la pista que les daba el rastreador. El camino los llevó a través de campos abiertos y zonas boscosas, cada vez más cerca de la costa donde se sabía que Eggman había tenido operaciones secretas en el pasado.

La señal se hizo más fuerte a medida que avanzaban, y ambos sabían que estaban cada vez más cerca de desentrañar el misterio de la desaparición de Eggman. Con cada paso, Sonic y Tails se preparaban para lo que pudiera esperarles. Estaban decididos a proteger su mundo de cualquier amenaza que Eggman pudiera estar planeando en las sombras.

Mientras avanzaban, la voz de Sonic resonaba con confianza.

Sonic: Vamos, Tails. Vamos a encontrar a Eggman y a detener sus planes, como siempre. Juntos, somos imparables.

Y con esa determinación, los dos héroes avanzaron hacia lo desconocido, listos para enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en su camino.
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Perla y Shark terminaron su desayuno y se prepararon para salir. El sol de la mañana brillaba con fuerza, prometiendo un día perfecto para disfrutar del aire libre. Perla ayudó a Shark a ponerse sus zapatillas de correr y luego tomaron sus cosas para dirigirse al parque cercano.

Shark: ¡Vamos, Perla! ¡Quiero practicar para en un futuro correr igual como Sonic! Dijo Shark con entusiasmo, su juguete de Sonic firmemente agarrado en su mano.

Perla sonrió y asintió, disfrutando del entusiasmo contagioso de su hermano.

Perla: Vamos, Shark. Hoy será un gran día. Respondió mientras salían de la casa.

El parque estaba lleno de vida, con familias disfrutando del día y niños jugando. Shark inmediatamente comenzó a correr por el sendero, imitando los movimientos rápidos y ágiles de su héroe. Perla lo observaba con una mezcla de cariño y atención, siempre asegurándose de que Shark no se alejara tanto o que un desconocido se le acerqué.

Mientras Shark corría y jugaba, Perla no podía evitar pensar en la tranquilidad que habían disfrutado últimamente. La ausencia de Eggman había traído una calma a todos los Mobians y humanos que les permitía disfrutar de la vida sin el temor de que una nueva creación de aquel loco cientifico lo venga a arruinar todo. Sin embargo, una parte de ella no podía ignorar la sensación de que esta paz era solo temporal.

Shark: ¡Mira, Perla! Gritó Shark, sacándola de sus pensamientos.

Shark había encontrado un pequeño obstáculo en el sendero y, con un salto "impresionante" (según el), lo superó, aterrizando con gracia en el otro lado. Perla aplaudió, orgullosa de la agilidad de su hermano.

Perla: ¡Eso fue increíble, Shark! Cada día te pareces más a Sonic. Dijo con una sonrisa.

Shark se detuvo un momento, con el rostro radiante de felicidad.

Shark: ¡Gracias, Perla! Un día, seré tan o incluso más rápido como él.

Perla asintió, aunque se rio un poco internamente.

Perla: Estoy segura de que lo serás, Shark.

Mientras continuaban disfrutando del día, Perla sentía una mezcla de orgullo y responsabilidad. Sabía que su papel como hermana mayor era crucial, especialmente en estos tiempos inciertos. Aunque disfrutaban de la calma actual, estaba decidida a estar preparada para cualquier eventualidad.

El tiempo pasó rápidamente, y pronto era hora de regresar a casa. Caminando de vuelta, Shark hablaba sin parar sobre sus planes para el día siguiente, mientras Perla escuchaba con atención, disfrutando cada momento.

Al llegar a casa, Perla se sintió agradecida por el día que habían pasado juntos. Sabía que la vida podía cambiar en cualquier momento, pero por ahora, estaban seguros y felices, y eso era lo que más importaba.

Sin embargo, una sombra de preocupación cruzó por su mente. La desaparición de Eggman era inquietante, y aunque disfrutaban de la paz actual, sabía que debían estar siempre atentos y preparados para lo que pudiera venir.
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Después de un día lleno de diversión en el parque, Perla y Shark regresaron a casa. Al llegar, la madre de ambos: Samantha the Wolf

Los recibió con una cálida sonrisa a ambos.

Samantha: Hola, chicos. ¿Se divirtieron hoy? Preguntó mientras abrazaba a Shark.

Shark: ¡Sí, mamá! Respondió Shark entusiasmado. Corrí como Sonic y salté obstáculos. Fue increíble.

Perla sonrió, contenta de ver a su hermano tan feliz.

Samantha:  Gracias por cuidarlo, Perla. Dijo su madre con gratitud.

Perla: Siempre, mamá. Bueno, tengo que irme ahora. Nos vemos más tarde. Respondió Perla, abrazando a su madre y dándole un beso en la mejilla.

Perla se dirigió a su habitación y se puso su equipo de los Freedom Fighters. Se puso su chaqueta resistente, sus gafas de protección y su casco, y luego agarró su Extreme Gear, una tabla flotante diseñada para el transporte rápido y maniobras ágiles.

Perla: Nos vemos luego, Shark. Pórtate bien. Dijo Perla, saludando a su hermano.

Shark: ¡Adiós, Perla! ¡Ten cuidado! Respondió Shark con una sonrisa, todavía sujetando su juguete de Sonic.

Perla salió de la casa, montó su Extreme Gear y aceleró hacia una de las bases de los Freedom Fighters. El viento azotaba su rostro mientras avanzaba a gran velocidad, disfrutando la sensación de libertad que siempre le proporcionaba su tabla.
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La base de los Freedom Fighters estaba ubicada en una zona segura, bien escondida entre las colinas cerca de Seaside City. Era un complejo robusto, con tecnología avanzada y sistemas de defensa de última generación. Perla aterrizó suavemente en la entrada principal y caminó hacia adentro, saludando a los guardias de la entrada.

Perla: Hola, chicos. Dijo con una sonrisa mientras pasaba.

Guardia 1 y 2: Hola, Perla. Respondieron los guardias con un saludo respetuoso.

Al entrar en el edificio principal, Perla fue recibida por Lanolin the Sheep.

Una de sus compañeras de equipo. Lanolin estaba cargando una pila de papeleo, su expresión concentrada mientras equilibraba los documentos.

Perla: ¡Hola, Lanolin! Saludó Perla con entusiasmo.

Lanolin: Hola, Perla. Respondió Lanolin amigablemente. ¿Cómo te va hoy?

Perla: Bien, gracias. Llevé a mi hermanito al parque. Ahora estoy aquí buscando algo emocionante para hacer. Dijo Perla, sonriendo.

Lanolin asintió, ajustando la pila de documentos en sus brazos.

Lanolin: Me alegra escuchar eso. Aquí hay bastante papeleo, pero seguro que encuentras algo interesante en el tablero de misiones. Dijo ella, señalando hacia un área de la sala.

Perla se dirigió al tablero de misiones, un gran panel electrónico que mostraba varias tareas y operaciones disponibles para los miembros de los Freedom Fighters. Cada misión tenía una descripción detallada, el nivel de dificultad y el equipo necesario.

Misiones Disponibles:

1. Patrulla de Seguridad en Green Hill Zone:
-Descripción: Asegurar que la zona esté libre de amenazas. Realizar un reconocimiento y reportar cualquier actividad sospechosa.
-Dificultad: Baja
-Equipo Necesario: Comunicadores, vehículos ligeros

2.Entrega de Suministros a Hidden Village:
-Descripción: Transportar suministros esenciales a Hidden Village. Garantizar la seguridad del convoy durante el trayecto.
-Dificultad: Media
-Equipo Necesario: Vehículos blindados, escolta armada

3.Rescate en las Ruinas de Sandopolis:
-Descripción: Un grupo de exploradores quedó atrapado en las ruinas. Se requiere un equipo de rescate para liberarlos y llevarlos a salvo.
-Dificultad: Alta
-Equipo Necesario: Herramientas de rescate, equipo de primeros auxilios

4.Exploración de Zona Desconocida:
-Descripción: Se ha descubierto una nueva zona al noreste de Seaside City. Se requiere un equipo para mapear el área y recolectar datos.
  
-Dificultad: Alta
-Equipo Necesario: Equipos de cartografía, drones de reconocimiento

Perla revisó las misiones disponibles, buscando algo que le ofreciera un buen desafío. Sus ojos se iluminaron cuando vio la misión de rescate en las Ruinas de Sandopolis. Era una misión de alta dificultad, pero Perla siempre había disfrutado de los desafíos y la emoción de ayudar a otros en situaciones críticas.

Perla: Esta parece perfecta. Murmuró para sí misma mientras seleccionaba la misión en el panel.

Una vez seleccionada, Perla se dirigió a la sala de preparación, donde comenzó a reunir el equipo necesario: Herramientas de rescate, cuerdas, un kit de primeros auxilios y su comunicador. Mientras se preparaba, Lanolin apareció en la puerta, todavía con algunos documentos en mano.

Lanolina: ¿Has elegido una misión? Preguntó Lanolin, curiosa.

Perla: Sí, voy a las Ruinas de Sandopolis para un rescate. Parece que un grupo de exploradores quedó atrapado allí. Respondió Perla, verificando su equipo.

Lanolin asintió, con una expresión de preocupación.

Lanolin: Ten cuidado, Perla. Las ruinas pueden ser peligrosas, especialmente con lo inestables que son algunas de las estructuras allí.

Perla sonrió con confianza, ajustando su casco.

Perla: No te preocupes, Lanolin. Estaré bien. Siempre soy cuidadosa.

Lanolin sonrió y le dio un pulgar hacia arriba.

Lanolin: Buena suerte. Si necesitas algo, solo llámanos.

Perla asintió, agradecida por el apoyo de su compañera.

Perla: Lo haré. Gracias, Lanolin.

Con todo su equipo listo, Perla salió de la base y se dirigió a su vehículo de transporte. Se montó en una moto todoterreno equipada para terrenos difíciles y aceleró hacia las Ruinas de Sandopolis. Mientras conducía, su mente se centró en la misión que tenía por delante, visualizando las posibles situaciones y preparándose mentalmente para cualquier desafío que pudiera enfrentar.
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El camino hacia Sandopolis era largo y lleno de obstáculos, pero Perla avanzaba con determinación, sabiendo que cada segundo contaba para los exploradores atrapados. La adrenalina corría por sus venas mientras se acercaba a su destino, lista para enfrentar cualquier peligro que pudiera encontrar en las antiguas ruinas.

Al llegar a las Ruinas de Sandopolis, el paisaje desolado y las imponentes estructuras antiguas la recibieron con una atmósfera de misterio y peligro. Perla detuvo su vehículo y se bajó, observando el área con atención. Activó su comunicador y envió una señal a su equipo de apoyo en la base.

Perla: Aquí Perla. He llegado a las Ruinas de Sandopolis. Voy a comenzar la misión de rescate. Mantendré comunicación constante. Cambio y fuera.

Con el comunicador en funcionamiento, Perla se adentró en las ruinas, moviéndose con cuidado entre las estructuras derruidas y las columnas caídas. Su entrenamiento y experiencia le permitían avanzar con precisión y eficiencia, evitando peligros potenciales y manteniendo su enfoque en la misión.

Mientras exploraba las ruinas, Perla escuchó un débil llamado de ayuda. Sus sentidos se agudizaron, y siguió el sonido hasta encontrar a un grupo de exploradores atrapados bajo un montón de escombros.

Perla: ¡Aquí están! Exclamó, acercándose rápidamente.

Los exploradores la miraron con alivio, sus rostros mostrando señales de cansancio y preocupación.

???: ¡Gracias a las estrellas! Dijo uno de ellos—. Pensábamos que no saldríamos de aquí.

Perla sonrió tranquilizadora mientras comenzaba a usar sus herramientas de rescate para liberar a los exploradores.

Perla: No se preocupen, los sacaré de aquí. Solo manténganse tranquilos.

Con habilidad y precisión, Perla movió los escombros, liberando a los exploradores uno por uno. Cada movimiento era calculado, asegurándose de no causar más derrumbes ni poner a nadie en peligro. Finalmente, el último explorador fue liberado, y Perla los ayudó a ponerse de pie.

Perla: ¿Están todos bien? Preguntó, evaluando rápidamente su condición.

???: Sí, solo algunos rasguños y moretones. Respondió el líder del grupo.

Perla asintió, aliviada de ver que estaban relativamente ilesos.

Perla: Vamos, salgamos de aquí. Es mejor no quedarse más tiempo del necesario en estas ruinas.

Guiando al grupo de exploradores, Perla los llevó de vuelta a la entrada de las ruinas, donde los esperaba su vehículo. Subieron a bordo, y Perla condujo de regreso a la base, asegurándose de que todos estuvieran seguros.

Al llegar a la base de los Freedom Fighters, fueron recibidos con vítores y aplausos. Lanolin se acercó rápidamente, su rostro iluminado por una sonrisa de alivio.

Lanolin: ¡Lo lograste, Perla! ¡Sabía que podías hacerlo! Dijo Lanolin, abrazándola.

Perla sonrió, sintiéndose satisfecha y agradecida por el apoyo de su equipo.

Perla: Gracias, Lanolin. Fue un trabajo en equipo. Estoy feliz de que todos estén a salvo.

Con la misión cumplida, Perla se sintió más motivada que nunca para seguir protegiendo a aquellos que lo necesitaban. Sabía que, aunque el camino estuviera lleno de desafíos, siempre estaría lista para enfrentarlos con valentía y determinación.
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Cuando Perla se fue, Shark y su mamá, Samantha the Wolf, quedaron solos en la casa. Samantha era una loba fuerte y amorosa, con un instinto protector que siempre la mantenía alerta. Sabía que, aunque Perla era capaz y valiente, siempre había un riesgo cuando salía en misiones para los Freedom Fighters. Sin embargo, confiaba en las habilidades de su hija y se aseguraba de mantener una atmósfera de calma y amor en casa para Shark.

Shark, aún lleno de energía después de su mañana en el parque, se volvió hacia su mamá con una gran sonrisa.

Shark: Mamá, ¿Podemos jugar juntos? Preguntó, sosteniendo su juguete de Sonic.

Samantha sonrió, feliz de ver a su hijo tan animado.

Samantha: Claro que sí, cariño. ¿Qué te gustaría jugar?

Shark pensó por un momento, sus ojos brillando de emoción.

Shark: Podemos jugar a ser héroes Tú puedes ser una mi Robin, y yo sería como Batman. Salvaremos el mundo juntos. ^^

Samantha rió suavemente y asintió.

Samantha: Me parece una idea genial, Shark. Vamos a la sala y empezamos nuestra misión heroica.

Ambos se dirigieron a la sala, donde Shark empezó a preparar un pequeño escenario de juego con algunos de sus otros juguetes. Estaba colocando bloques para simular edificios y pequeños muñecos que representaban a los ciudadanos que necesitaban ser salvados.

Shark: ¡Mira, mamá! Este es el pueblo que tenemos que salvar. Explicó Shark con entusiasmo.

Samantha se arrodilló junto a él, tomando uno de los muñecos en sus manos.

Samantha: Bien, Capitán, ¿Cuál es nuestra misión?

Shark levantó su juguete de Sonic y adoptó una expresión decidida.

Shark: ¡Tenemos que salvar a todos del villano! Él ha atrapado a los ciudadanos en estos edificios. Tenemos que rescatarlos y llevarlos a un lugar seguro.

Samantha asintió, siguiendo el juego de su hijo.

Samantha: Entendido, Capitán. Vamos a rescatar a todos.

Durante la siguiente hora, Shark y Samantha se sumergieron en su juego de héroes. Corrieron alrededor de la sala, saltando sobre los bloques y simulando batallas épicas contra los villanos imaginarios. Shark lideraba con valentía, siempre asegurándose de que su madre estuviera a salvo y disfrutando cada momento.

Shark: ¡Mira, mamá! ¡Rescatamos a todos! Exclamó Shark, levantando su juguete de Sonic en señal de victoria.

Samantha sonrió y aplaudió.

Samantha: Lo hicimos, Capitán. Eres un verdadero héroe.

Shark se acercó y abrazó a su madre con fuerza.

Shark: Gracias por jugar conmigo, mamá. Te quiero mucho.

Samantha lo abrazó de vuelta, sintiendo una profunda emoción.

Samantha: Yo también te quiero, Shark. Eres mi pequeño héroe.

Después de su juego, Samantha preparó un almuerzo ligero para ambos. Mientras comían, Shark hablaba sin parar sobre sus aventuras y lo mucho que admiraba a Perla.

Shark: Mamá, ¿Crees que Perla está bien? Siempre se va en misiones peligrosas, pero sé que es muy fuerte. Dijo Shark, su voz llena de admiración.

Samantha asintió, sonriendo con ternura.

Samantha: Perla es muy valiente y siempre está preparada. Ella sabe lo que hace y siempre vuelve a casa sana y salva. Y tú, Shark, eres su mayor fan. Estoy segura de que ella también piensa en ti cuando está en sus misiones.

Shark asintió, contento con la respuesta de su madre.

Samantha: Sí, yo también creo eso. Quiero ser tan valiente como ella cuando crezca.

Después del almuerzo, Shark ayudó a su madre a limpiar la cocina. A pesar de su juventud, siempre trataba de ser útil y mostrar su agradecimiento a su familia. Samantha apreciaba profundamente la bondad y el espíritu de su hijo.

Samantha: Gracias por ayudarme, Shark. Eres un gran ayudante. Dijo Samantha mientras guardaban los platos.

Shark: De nada, mamá. Me gusta ayudarte. Respondió Shark con una sonrisa.

La tarde pasó tranquilamente, con Samantha y Shark disfrutando de actividades juntos. Leían cuentos, pintaban y construían cosas con bloques. Cada actividad era una oportunidad para fortalecer su vínculo y pasar tiempo de calidad juntos.

Más tarde, cuando el sol comenzaba a ponerse, Samantha preparó la cena mientras Shark dibujaba en la mesa de la cocina. Sus dibujos a menudo mostraban a su familia y sus héroes favoritos, siempre reflejando la alegría y la esperanza que sentía.

Shark:Mira, mamá. Dibujé a Perla y a mí como héroes. Dijo Shark, mostrando su obra de arte.

Samantha miró el dibujo y sonrió ampliamente.

Samantha: Es un dibujo precioso, Shark. Estoy segura de que a Perla le encantará verlo cuando vuelva.

Después de cenar, Shark se preparó para ir a la cama. Samantha lo ayudó a ponerse el pijama y le contó un cuento antes de dormir. Mientras se acurrucaba en su cama, Shark miró a su madre con ojos soñolientos.

Shark: Mamá, ¿Puedes quedarte hasta que me duerma?

Samantha asintió, sentándose junto a la cama y acariciando su cabeza.

Samantha: Por supuesto, cariño. Siempre estaré aquí para ti.

Shark cerró los ojos, sintiéndose seguro y amado. Antes de quedarse dormido, murmuró suavemente.

Shark: Te quiero, mamá. Y a Perla también.

Samantha sonrió, su corazón lleno de amor y gratitud.

Samantha: Nosotras también te queremos, Shark. Duerme bien.

Con Shark profundamente dormido, Samantha se quedó un momento más, observando a su hijo con cariño. Sabía que su familia era su mayor tesoro y estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para protegerlos. Con un último beso en la frente de Shark, se levantó y salió silenciosamente de la habitación, dejando la puerta entreabierta.

La casa estaba en silencio, pero el amor y la conexión entre Samantha, Perla y Shark eran palpables. A pesar de los desafíos y peligros que pudieran enfrentar, sabían que siempre se tendrían unos a otros, y eso les daba la fuerza para seguir adelante.
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Tails y Sonic se dirigían hacia el origen de la señal que el rastreador había detectado. Volaban en el Tornado, el avión biplano de Tails, cruzando las colinas y valles con la esperanza de encontrar alguna pista sobre el paradero del Dr. Eggman.

Sonic: ¿Qué crees que encontraremos, Tails? Preguntó Sonic, su voz llena de curiosidad y preocupación.

Tails, siempre meticuloso, mantenía sus ojos en los instrumentos del avión mientras ajustaba la ruta.

Tails: No estoy seguro, Sonic. La señal es fuerte, pero podría ser cualquier cosa. Espero que nos lleve a alguna pista sobre Eggman.

El vuelo continuó en silencio durante varios minutos, con ambos héroes enfocados en la misión. A medida que se acercaban al origen de la señal, Tails notó algo extraño en los instrumentos del Tornado.

Tails: Sonic, estamos cerca. Pero algo no se ve bien. La señal parece estar… fluctuando. Dijo Tails, frunciendo el ceño.

Sonic, siempre listo para la acción, asintió y se preparó.

Sonic: Sea lo que sea, estamos listos. Vamos a descubrirlo.

Finalmente, el Tornado descendió sobre una vasta llanura cubierta de maquinaria abandonada y escombros de antiguos enfrentamientos. A lo lejos, se alzaba una estructura metálica que emitía una tenue señal. Tails aterrizó el avión suavemente y ambos saltaron al suelo, avanzando con cautela hacia la estructura.

Tails: Ahí está el origen de la señal. Dijo Tails, señalando la construcción. Parece una especie de transmisor.

Sonic asintió, sus ojos recorriendo el área en busca de cualquier peligro.

Sonic: Vamos a investigar.

Se acercaron al transmisor y Tails comenzó a examinarlo con sus herramientas. Sin embargo, algo no se sentía bien. Sonic permanecía alerta, sus sentidos agudizados.

Sonic: Tails, ¿Sientes eso? Preguntó Sonic, su voz baja pero tensa. Hay algo raro aquí.

Antes de que Tails pudiera responder, el suelo comenzó a temblar. Desde detrás de la estructura, una sombra masiva emergió, revelando un enorme Badnick. Era un coloso de metal, con brazos gigantescos y un ojo rojo brillante que se centró inmediatamente en Sonic y Tails.

Tails: ¡Es una trampa! Gritó Tails, retrocediendo rápidamente.

El Badnick gigante lanzó un rugido mecánico y avanzó hacia ellos, sus enormes pasos sacudiendo el suelo. Sonic y Tails se prepararon para la batalla.

Sonic: ¡Tails, cuidado! Gritó Sonic, esquivando un golpe masivo del Badnick.

Tails utilizó su agilidad y trucos para intentar desviar la atención del monstruo, mientras Sonic corría a su alrededor, buscando un punto débil.

Sonic: Este tipo es duro. Dijo Sonic entre dientes. ¿Alguna idea, Tails?

Tails, esquivando otro ataque, gritó:

Tails: ¡Tenemos que desactivarlo desde adentro! Necesitamos encontrar una forma de abrir esa coraza.

El Badnick no les dio tiempo para planear. Con un movimiento brusco, golpeó el Tornado, rompiéndolo en pedazos. Tails gritó de frustración mientras veía su avión destrozado.

Tails: ¡No! ¡El Tornado!

Sonic: Lo reconstruiremos, Tails. Primero, tenemos que deshacernos de esta cosa.

Con un esfuerzo conjunto, Sonic y Tails intentaron acorralar al Badnick. Sonic utilizó su velocidad para confundir al robot, mientras Tails aprovechaba cualquier apertura para atacar con sus herramientas.

Tails: ¡Ahora, Sonic! Gritó Tails, lanzando una bomba de pulso que debilitó momentáneamente al Badnick.

Sonic no perdió tiempo. Con una serie de movimientos rápidos, se lanzó hacia el Badnick, golpeando su punto débil con toda su fuerza. El Badnick titubeó, y Sonic aprovechó la oportunidad para atacar nuevamente, finalmente logrando desactivarlo.

El Badnick se desplomó con un ruido sordo, y ambos héroes se tomaron un momento para recuperar el aliento.

Sonic: Buen trabajo, Tails. Pero esto fue solo un señuelo. Dijo Sonic, mirando los restos del Badnick.

Tails asintió, todavía frustrado por la pérdida del Tornado.

Tails: Sí, parece que Eggman nos está jugando. Necesitamos ser más cuidadosos.

Sonic puso una mano en el hombro de Tails.

Sonic: Lo sé. Pero saldremos adelante, como siempre. Reconstruiremos el Tornado y seguiremos buscando. No dejaremos que Eggman se salga con la suya.

Tails asintió, su determinación renovada.

Tails: Tienes razón, Sonic. Vamos a regresar a la base y empezar de nuevo. No dejaremos que esto nos detenga.

Juntos, Sonic y Tails comenzaron a recoger las piezas del Tornado, preparándose para el regreso. Sabían que la lucha contra Eggman no sería fácil, pero estaban listos para enfrentar cualquier desafío, siempre y cuando estuvieran juntos.

Mientras el sol se ponía en el horizonte, ambos héroes se dirigieron de vuelta, sus espíritus inquebrantables y su amistad más fuerte que nunca.
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El Doctor Eggman estaba encerrado en su laboratorio subterráneo, rodeado de paneles de control, cables y piezas mecánicas. Su proyecto más reciente, un dispositivo en forma de reloj, estaba tomando forma lentamente. A pesar de que solo estaba completado en un 15%, Eggman no podía evitar sentirse cautelosamente optimista. Había dedicado seis meses a esta invención, motivado por la promesa de su misterioso socio de eliminar a Sonic de una vez por todas.

Eggman se inclinó sobre el dispositivo, ajustando minuciosamente los circuitos y conectores. Había implementado varias medidas de seguridad, incluyendo la capacidad de desactivar, apagar o destruir el dispositivo con su propia voz. Además, estaba construyendo un control remoto para apagarlo a distancia, una precaución extra debido a su desconfianza hacia su socio.

Eggman: No puedo permitirme un error. Murmuró Eggman para sí mismo, sus dedos moviéndose con precisión quirúrgica. Este reloj tiene que funcionar perfectamente.

A pesar de su colaboración con este misterioso aliado, Eggman nunca se había sentido completamente seguro. Recordaba claramente el día en que todo comenzó, cuando su fortaleza se encontraba en ruinas y sus Badniks eran sistemáticamente destruidos por los Freedom Fighters y G.U.N. La pérdida más devastadora había sido la de Metal Sonic, su creación más avanzada y peligrosa, destruida en una feroz batalla contra Sonic y sus amigos.

Dos días después de esa derrota, Eggman había recibido un mensaje codificado. La voz al otro lado del comunicador le había ofrecido una alianza, prometiendo recursos y tecnología que superaban cualquier cosa que Eggman hubiera visto antes. Desesperado por recuperar su posición y acabar con Sonic, Eggman había aceptado la oferta.

Ahora, seis meses después, estaba en un laboratorio secreto, trabajando en un dispositivo que no entendía completamente. Eggman se preguntaba constantemente por qué su socio necesitaba su ayuda si ya tenía acceso a tecnología tan avanzada.

Eggman: ¿Qué es lo que realmente quiere de mí? Eggman se preguntaba, deteniéndose por un momento para observar el progreso del reloj.

El reloj estaba diseñado con una complejidad increíble. Cada componente era vital, y cualquier error podría resultar catastrófico. Eggman sabía que no podía permitirse distracciones.

Eggman: ¿Por qué necesitaría mi ayuda para esto? Reflexionó Eggman, ajustando un microchip con sumo cuidado. Si ya tiene esta tecnología, debería poder hacerlo solo.

Estas preguntas persistentes lo mantuvieron alerta. No podía confiar completamente en su socio, y sabía que debía tomar todas las precauciones necesarias.

De repente, un pitido suave rompió el silencio del laboratorio. Eggman levantó la vista y vio que una pantalla comenzaba a parpadear. Era un mensaje de su socio.

???: Doctor Eggman. La voz resonó desde el comunicador. ¿Cuál es el progreso del proyecto?

Eggman ajustó su monocular y respondió con cautela.

Eggman: El progreso es constante. Actualmente, estamos en un 15%. Todo está yendo según lo planeado.

La voz en el comunicador respondió con un tono frío y calculador.

???: Excelente. Recuerde, Doctor, este dispositivo es crucial para nuestro éxito. No podemos permitirnos fallar.

Eggman asintió, aunque sabía que su socio no podía verlo.

Eggman: Lo sé. Estoy tomando todas las medidas necesarias para asegurarme de que funcione perfectamente.

Hubo una pausa antes de que la voz hablara de nuevo.

???: Asegúrese de mantener las medidas de seguridad. Este dispositivo es extremadamente poderoso, y cualquier error podría ser desastroso.

Eggman apretó los labios, sintiendo una mezcla de irritación y preocupación.

Eggman: Estoy completamente consciente de eso. Este proyecto es mi prioridad máxima.

La voz en el comunicador emitió un sonido que podría haber sido una risa suave.

???: Muy bien Doctor. Confío en que no me decepcionará.

Con eso, la comunicación se cortó, dejando a Eggman solo con sus pensamientos y su trabajo. Se inclinó de nuevo sobre el dispositivo, su mente todavía llena de dudas.

Eggman: ¿Qué es lo que realmente quiere? Eggman se preguntó una vez más, ajustando los últimos componentes. Y más importante, ¿qué pasará cuando este dispositivo esté terminado?

A medida que el reloj tomaba forma lentamente, Eggman sabía que no podía permitirse bajar la guardia. La promesa de acabar con Sonic era tentadora, pero las incógnitas sobre su socio y su verdadero propósito seguían rondando en su mente.

Eggman: No importa lo que pase. Dijo en voz baja, decidido. Estaré preparado. Sonic no tendrá ninguna oportunidad contra esto.

Y con esa determinación, Eggman continuó trabajando, ajustando cada pieza y componente con la esperanza de que este dispositivo fuera la clave para finalmente derrotar a su eterno enemigo, aunque las dudas y sospechas seguían acechando en el fondo de su mente.
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Perla llegó a su casa al anochecer, sintiendo el familiar olor a hogar que siempre la reconfortaba después de un largo día. Abrió la puerta principal y fue recibida por la cálida luz del salón, donde su madre, Samantha, estaba viendo televisión.

Perla: Hola mamá. Saludó Perla, dejando su equipo junto a la entrada.

Samantha levantó la vista de la pantalla y sonrió al ver a su hija.

Samantha: Hola, Perla. ¿Cómo estuvo tu día? Preguntó con una sonrisa.

Perla se encogió de hombros y sonrió mientras caminaba hacia la cocina.

Perla: Fue productivo. Encontré una misión emocionante y trabajé un poco en algunos informes. Lanolin estaba hasta el cuello en papeleo, pero logramos avanzar bastante.

Samantha asintió, contenta de escuchar que su hija había tenido un buen día.

Samantha: Me alegra oír eso, querida. Tu cena está en la mesa. La preparé un poco antes, así que solo necesitas calentarla en el microondas.

Perla caminó hacia la mesa y vio el plato de comida cubierto con una tapa. Lo recogió y lo llevó al microondas, colocando el plato adentro y ajustando el temporizador. Mientras esperaba, volvió al salón para seguir conversando con su madre.

Perla: ¿Y cómo estuvo tu día, mamá? Preguntó Perla, apoyándose en el marco de la puerta.

Samantha sonrió, apagando la televisión para prestar toda su atención a Perla.

Samantha: Tranquilo, como de costumbre. Estuve haciendo algunas tareas domésticas y pasé la tarde con Shark. Jugamos un poco y luego le ayudé con sus dibujos. Está mejorando mucho, ¿Sabes? Dibujó a ustedes dos como héroes.

Perla sintió una cálida emoción al escuchar sobre su hermano.

Perla: Oh, Shark siempre ha sido tan talentoso. Me encanta ver sus dibujos. ¿Dónde está ahora?

Samantha se rió suavemente.

Samantha: Está en su habitación, profundamente dormido. Se cansó bastante con toda la emoción de hoy.

El microondas pitó, indicando que la comida estaba lista. Perla se dirigió a la cocina y sacó el plato, llevándolo a la mesa. Se sentó y comenzó a comer, saboreando la comida casera de su madre.

Perla: Tu comida siempre es la mejor mamá. Dijo entre bocados. Realmente lo necesitaba después de un día largo.

Samantha se sentó frente a ella, sonriendo con satisfacción.

Samantha: Me alegra que te guste. Siempre trato de preparar algo especial para ti y Shark.

Perla continuó comiendo, disfrutando de la conversación tranquila con su madre. Después de unos momentos, Samantha adoptó una expresión misteriosa.

Samantha: ¿Sabes, Perla? Tengo una sorpresa para ti y Shark.

Perla levantó la vista, intrigada.

Perla: ¿De qué se trata?

Samantha sonrió, disfrutando del suspenso.

Samantha: Mañana, ustedes dos y algunos de sus amigos van a ir de campamento. He estado planeándolo con algunas de las otras madres y pensamos que sería una gran oportunidad para que se diviertan y pasen tiempo juntos en la naturaleza.

Perla se iluminó con entusiasmo.

Perla: ¿Un campamento? Eso suena increíble. Seguro que Shark estará encantado. Siempre le ha gustado la idea de explorar y acampar.

Samantha asintió, feliz de ver la reacción positiva de su hija.

Samantha: Sí, creo que ambos se lo pasarán genial. Habrá muchas actividades y tiempo para relajarse y disfrutar de la compañía de sus amigos.

Perla terminó su cena y llevó el plato al fregadero, enjuagándolo antes de colocarlo en el lavavajillas.

Perla: Gracias por preparar esto, mamá. Estoy deseando ver la reacción de Shark cuando se lo digas. Seguramente le va a encantar.

Samantha se levantó y se acercó a Perla, dándole un suave abrazo.

Samantha: De nada, querida. Me encanta verlos felices. Ahora ve a descansar, que mañana será un día emocionante.

Perla sonrió y abrazó a su madre de vuelta.

Perla: Gracias, mamá. Eres la mejor.

Samantha acarició el cabello de su hija antes de soltarla.

Samantha: Dulces sueños, Perla. Nos vemos mañana.

Perla se dirigió a su habitación, sintiéndose relajada y contenta. Se cambió a su pijama y se metió en la cama, dejando que las suaves sábanas la envolvieran. Mientras se acomodaba para dormir, pensó en el campamento y en cómo sería una gran oportunidad para pasar tiempo con Shark y sus amigos.

Perla: Va a ser genial. Murmuró para sí misma. Con esos pensamientos, se dejó llevar por el sueño, soñando con los emocionantes días que estaban por venir.
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La mañana siguiente, la casa de Samantha y sus hijos estaba llena de una energía vibrante. El sol apenas había salido, y el aire fresco de la mañana llenaba el ambiente mientras Perla terminaba de empacar las últimas cosas en su mochila. En la cocina, Samantha preparaba un desayuno rápido para Shark, que aún estaba medio dormido y se negaba a despertar completamente.

Samantha: Vamos, Shark. Dijo Samantha con una sonrisa. Es hora de levantarse. Hoy es un día emocionante, ¿Recuerdas?

Shark, con los ojos medio cerrados y su pelo desordenado, apenas murmuró una respuesta mientras se acomodaba más en la silla.

Shark: No quiero ir. Dijo con voz somnolienta. Los campamentos son aburridos.

Perla, escuchando desde el pasillo, no pudo evitar reír suavemente mientras se acercaba a su hermano pequeño.

Perla: Vamos, pequeño. Te vas a divertir. Harás nuevos amigos y habrá muchas actividades geniales. Además, estoy segura de que habrá tiempo para dibujar y jugar también.

Pero Shark no parecía convencido. Mientras Perla lo ayudaba a ponerse su mochila, él repetía su protesta en voz baja.

Shark: Ñoooo… No quiero ir. Dijo Shark, arrastrando las palabras con un tono de queja.

Samantha suspiró pero mantuvo su sonrisa maternal. Sabía que una vez que Shark llegara al campamento y comenzara a interactuar con otros niños, su actitud cambiaría.

Samantha: Verás que te gustará, cariño. Además, Perla estará contigo todo el tiempo. No tienes nada de qué preocuparte.

Perla tomó a Shark en brazos, cargándolo hacia la puerta de entrada. Shark, aún protestando, dejó que su hermana lo llevara.

Shark: Ñoooo… Seguía diciendo, ahora con un poco más de energía, pero aún claramente en desacuerdo.

Samantha abrió la puerta, dejando entrar la brisa fresca de la mañana. Afuera, un autobús escolar amarillo esperaba pacientemente, con varios niños ya abordo, emocionados por el viaje al campamento. Perla llevó a Shark hacia el autobús, hablando con él en un tono tranquilizador.

Perla: Mira, Shark. Ese es el autobús que nos llevará al campamento. No te preocupes, yo estaré contigo todo el tiempo y haremos cosas divertidas juntos. ¿No te parece emocionante?

Shark, sin embargo, no parecía convencido. Mientras Perla subía al autobús con él en brazos, él soltó otro

Shark: Ñoooo… En señal de protesta. Los otros niños en el autobús miraron a Shark con curiosidad, algunos riendo suavemente ante su insistente negativa.

Perla: Vamos a hacer nuevos amigos, Shark. Quizás encuentres a alguien que también le guste dibujar como a ti. Dijo Perla, tratando de animarlo mientras buscaban un asiento.

Finalmente, se acomodaron en un asiento cerca de la ventana. Perla puso a Shark en su regazo, asegurándose de que estuviera cómodo. Shark, aún con el ceño fruncido, miró por la ventana mientras el autobús comenzaba a moverse. Samantha, de pie en la acera, les hizo un gesto de despedida con la mano, sonriendo con cariño.

Samantha: ¡Diviértanse, chicos! ¡Cuídense! Gritó Samantha, su voz llena de amor y esperanza.

Perla agitó la mano en respuesta, y Shark solo dejó escapar un suspiro. Samantha observó cómo el autobús se alejaba, llevándose a sus hijos hacia la aventura del campamento. Dio un último suspiro, recordando la inesperada reacción de Shark, pero confiando en que el campamento sería una experiencia positiva para él.

Samantha: Bueno, ¿Qué es lo peor que podría pasar? Murmuró para sí misma, volviendo a entrar en la casa con una sonrisa.

Mientras el autobús avanzaba por las calles, Perla trataba de mantener a Shark entretenido, señalándole las diferentes cosas que veían por la ventana.

Perla: Mira, Shark. ¡Un parque! Seguro que habrá muchos como ese en el campamento.

Shark, sin embargo, seguía mostrando poco interés. Finalmente, Perla decidió cambiar de táctica.

Perla: ¿Recuerdas cuando fuimos al lago el verano pasado? Te divertiste mucho nadando y haciendo castillos de arena. El campamento será igual de divertido, incluso mejor.

Shark giró la cabeza lentamente para mirar a su hermana, su expresión suavizándose un poco al recordar esos momentos felices.

Shark: ¿Habrá un lago? Preguntó, su voz llena de una esperanza cautelosa.

Perla sonrió, viendo una oportunidad.

Perla: ¡Claro que sí! Y podremos nadar, pescar y hacer muchas cosas divertidas. ¿Te gustaría eso?

Shark asintió lentamente, su resistencia comenzando a desmoronarse ante la idea de nuevas aventuras. Aunque aún estaba un poco reticente, parecía más abierto a la posibilidad de disfrutar el campamento.

Shark: Bueno… Supongo que podría ser divertido. Admitió Shark en voz baja.

Perla le dio un abrazo alentador, feliz de ver que su hermano pequeño comenzaba a cambiar de opinión.

Perla: Esa es la actitud, pequeño. Te prometo que será una experiencia genial. Y recuerda, estaré contigo todo el tiempo.

El autobús continuó su camino hacia el campamento, lleno de niños emocionados y uno que otro reticente. Perla y Shark se acurrucaron juntos en el asiento, observando el paisaje que pasaba rápidamente, listos para enfrentar cualquier aventura que les esperara.

El autobús finalmente llegó al campamento, un amplio espacio verde rodeado de árboles frondosos y con un lago brillante en la distancia. Los niños se agolparon para bajar, emocionados por la perspectiva de unos días llenos de aventuras. Perla ayudó a Shark a bajar del autobús, quien aún miraba a su alrededor con una mezcla de curiosidad y reserva.

Perla: Vamos, Shark. ¡Veamos dónde vamos a estar! Dijo Perla con entusiasmo, tomando la mano de su hermano pequeño.

Shark asintió tímidamente, siguiendo a Perla mientras caminaban hacia el área de registro. Un grupo de campistas ya se había formado alrededor de los monitores del campamento, quienes distribuían las cabañas y explicaban las reglas básicas.

???: ¡Hola a todos! Saludó uno de los monitores, un zorro con una camiseta del campamento y una sonrisa brillante. ¡Bienvenidos al Campamento Esmeralda! Vamos a tener unos días increíbles llenos de actividades divertidas, así que espero que estén listos para hacer nuevos amigos y disfrutar al máximo.

Perla sonrió, reconociendo al monitor como uno de sus amigos de los Freedom Fighters que trabajaba a tiempo parcial en el campamento. Sin embargo, mantuvo su enfoque en Shark, que aún se veía un poco inseguro.

Perla: Mira, Shark. Dijo Perla, arrodillándose a su altura. ¿Ves a todos esos niños? Ellos también están aquí para divertirse. Vamos a hacer muchas actividades juntos y estoy segura de que te harás muchos amigos.

Shark miró a su alrededor, observando a los otros niños que parecían tan emocionados y nerviosos como él. De repente, una dulce voz se oyó detrás de ellos.

???: ¡Hola! ¿Eres nuevo aquí?

Shark se giró y vio a una pequeña con una sonrisa amable. La coneja tenía una actitud dulce y segura que inmediatamente hizo que Shark se sintiera un poco más cómodo.

Shark: Sí… Soy nuevo. Dijo Shark, un poco avergonzado.

La coneja sonrió aún más.

Cream: ¡Yo también! Me llamo Cream.

Cream: ¿Cuál es tu nombre?

Shark: Shark. Respondió, su voz volviéndose un poco más firme al ver la amabilidad de Cream.

Cream: ¡Qué nombre tan genial! Dijo Cream con entusiasmo. ¿Sabes? Mi mamá siempre dice que conocer gente nueva es lo mejor de los campamentos. Y también traje a mi amigo Cheese. ¿Quieres conocerlo?

Shark asintió tímidamente, y Cream llamó a su Chao, Cheese, que revoloteaba cerca. El pequeño Chao voló hacia ellos, saludando a Shark con un adorable
Cheese: Chao, chao.

Cream: Este es Cheese. Dijo Cream, acariciando suavemente al Chao. Siempre viene conmigo a todas partes. Es mi mejor amigo.

Shark sonrió ligeramente, sintiendo que la presencia de Cream y Cheese hacía que el campamento pareciera menos intimidante.

Shark: Hola, Cheese. Dijo Shark, levantando una mano para acariciar al Chao, que respondió con un feliz Cheese: Chao

Perla observaba la interacción con una sonrisa satisfecha. Parecía que Cream y Cheese eran justo lo que Shark necesitaba para empezar a relajarse y disfrutar.

Perla: Gracias, Cream. Dijo Perla, inclinándose hacia la coneja. Eres muy amable por hacer sentir bienvenido a Shark.

Cream sonrió y asintió con energía.

Cream: ¡No hay de qué! Me encanta hacer nuevos amigos. ¡Vamos, Shark! ¿Quieres venir conmigo a explorar el campamento?

Shark miró a Perla en busca de aprobación, y ella asintió con una sonrisa alentadora.

Perla: Claro, ve y diviértete. Yo estaré por aquí si me necesitas.

Shark tomó la mano de Cream con más confianza, y juntos comenzaron a caminar por el campamento. Cream señalaba diferentes lugares y actividades mientras Cheese revoloteaba a su alrededor.

Cream: Mira, ahí está el lago. Podemos nadar y pescar. Y allá hay una pista de obstáculos, ¡Parece muy divertida! Dijo Cream, su entusiasmo evidente en cada palabra.

Shark comenzó a sentirse más emocionado. La energía positiva de Cream y la presencia amigable de Cheese estaban haciendo que el campamento pareciera un lugar lleno de posibilidades emocionantes.

Shark: ¿Y podemos hacer fogatas? Preguntó Shark, recordando historias de campamentos que había escuchado.

Cream: ¡Sí! Respondió Cream con entusiasmo. Haremos una fogata todas las noches y podremos contar historias y cantar canciones. ¡Es mi parte favorita!

Shark sonrió, empezando a sentir una chispa de emoción por la idea de estar en el campamento. Cream y Cheese habían logrado lo que Perla y Samantha esperaban: hacer que Shark se sintiera bienvenido y emocionado por la aventura.

Mientras los niños exploraban el campamento juntos, Perla observaba desde una distancia, sintiéndose aliviada y contenta al ver que Shark comenzaba a abrirse y disfrutar de la experiencia. Sabía que aún había mucho por descubrir y muchas aventuras por vivir, pero con amigos como Cream y Cheese, Shark estaría bien.

Perla: Bueno, parece que todo va a estar bien. Murmuró Perla para sí misma, sonriendo mientras caminaba hacia su propio grupo de amigos, lista para sumergirse en las actividades del campamento.

En ese momento, Perla sintió que el campamento sería una experiencia inolvidable para todos ellos. Con nuevos amigos y muchas aventuras por delante, sabía que tanto ella como Shark harían recuerdos que durarían toda la vida.
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En la remota isla fortificada donde el Dr. Eggman trabajaba en su último invento, un pequeño destacamento de soldados de G.U.N. había logrado llegar tras meses de búsqueda. La misión de encontrar a Eggman había sido larga y ardua, con muchos callejones sin salida y pistas falsas. Pero la perseverancia de G.U.N. finalmente había dado sus frutos.

Los soldados habían llegado a la isla en un submarino de reconocimiento de alta tecnología, diseñado para evadir los sistemas de detección más avanzados. La nave se deslizó silenciosamente a través de las aguas profundas, acercándose a la costa bajo la cobertura de la noche. Cuando llegaron lo suficientemente cerca, el submarino se detuvo y desplegó un pequeño equipo de soldados que nadaron hasta la orilla, llevando consigo equipos de comunicación y reconocimiento.

El equipo estaba compuesto por cinco soldados altamente entrenados: El capitán Harris, un veterano de G.U.N. conocido por su habilidad en misiones encubiertas; La Teniente Rodriguez, experta en tecnología y comunicaciones; El Sargento Lee, especialista en armamento pesado; La cabo Johnson, una francotiradora de precisión; Y el soldado Matthews, experto en infiltración y sabotaje.

Al llegar a la orilla, los soldados se agruparon en la espesura de la jungla que bordeaba la playa. Harris levantó un puño cerrado, indicando silencio y atención. Susurró las órdenes a su equipo, manteniendo la voz baja para no alertar a ningún posible centinela.

Harris: Rodriguez, establece la comunicación con la base. Necesitamos transmitir nuestras coordenadas y la confirmación de nuestra llegada. Ordenó Harris.

La teniente Rodriguez asintió y rápidamente desplegó un pequeño dispositivo de comunicación. Ajustó la antena y comenzó a enviar las coordenadas y un mensaje codificado a la base de G.U.N.

Rodríguez: Base de G.U.N., aquí el equipo Alfa. Hemos llegado a la isla objetivo. Coordenadas son 34.0522° N, 118.2437° W. Repite, 34.0522° N, 118.2437° W. Estableciendo perímetro de seguridad. Cambio y fuera. Dijo Rodriguez, asegurándose de que el mensaje fuera recibido.

Rodríguez: Mensaje transmitido, Capitán. Están confirmando la recepción. Informó Rodriguez después de unos momentos.

Harris asintió y se volvió hacia los demás.

Harris: Muy bien, equipo. Nuestra prioridad es establecer un perímetro seguro y obtener información sobre la fortaleza y las defensas de Eggman. No estamos aquí para enfrentamientos directos, así que eviten cualquier contacto innecesario. Matthews, toma la delantera y encuentra una posición elevada para observar el área.

Matthews asintió y se adentró en la jungla, moviéndose con la agilidad y sigilo de un gato. Mientras avanzaba, el resto del equipo comenzó a preparar una base temporal en la playa, camuflándola con vegetación y asegurándose de que permaneciera oculta.

Lee: Capitán, los drones de reconocimiento están listos para el despliegue. Dijo Lee, sosteniendo dos pequeños drones equipados con cámaras y sensores avanzados.

Harris: Despliega los drones y comienza a mapear la isla. Necesitamos una vista completa de las defensas de Eggman. Ordenó Harris.

Lee lanzó los drones al aire, y estos se elevaron silenciosamente, comenzando a escanear la isla. Las imágenes en tiempo real comenzaron a llegar a los dispositivos de los soldados, mostrando la extensa red de fortificaciones, Badnicks y Eggpawns patrullando los alrededores.

Johnson: Esto es una fortaleza de alta seguridad. Comentó Johnson mientras observaba las imágenes. Eggman no ha escatimado en defensas.

Harris: No nos sorprende. Respondió Harris. Por eso estamos aquí para recopilar información y preparar el terreno para una operación más grande.

Mientras los drones continuaban su trabajo, Matthews regresó con un informe.

Matthews: He encontrado una colina que nos dará una buena vista de la fortaleza principal. Desde allí podremos obtener una mejor idea de los puntos de entrada y las rutas de patrulla de los Badnicks.

Harris: Bien hecho, Matthews. Dijo Harris. Rodriguez, mantén la comunicación con la base y sigue transmitiendo nuestras coordenadas. Johnson, cubre la retaguardia. Lee, conmigo. Vamos a ver esa colina.

El equipo se movió sigilosamente a través de la jungla, siguiendo a Matthews hasta la colina. Al llegar a la cima, se desplegaron en posiciones de observación. Desde allí, podían ver la fortaleza de Eggman en todo su esplendor: muros altos, torres de vigilancia y una multitud de Badnicks patrullando el perímetro.

Harris: Rodriguez, envía estas imágenes a la base. Necesitamos que el comando superior vea lo que estamos enfrentando aquí. Dijo Harris, observando atentamente las defensas.

Rodriguez: Transfiriendo imágenes ahora. Respondió Rodriguez, trabajando rápidamente en su dispositivo.

Mientras el equipo observaba y recopilaba información, Harris no podía evitar sentir una mezcla de admiración y preocupación. Eggman había creado una fortaleza casi impenetrable, y cualquier intento de infiltración directa sería extremadamente peligroso.

Harris: Tenemos que ser cautelosos. Dijo Harris en voz baja. Cualquier movimiento en falso y estaremos rodeados de Badnicks. Matthews, mantén un ojo en los patrones de patrulla. Necesitamos saber cuándo y dónde podemos movernos sin ser detectados.

Matthews asintió, concentrándose en observar y anotar los movimientos de los robots de Eggman. El equipo sabía que esta misión requeriría paciencia y precisión. No podían permitirse errores.

Después de varias horas de vigilancia, Harris decidió que era momento de volver a la base temporal y consolidar la información.

Harris: Volvamos a la base. Ordenó. Tenemos suficiente por ahora. Mantendremos nuestra posición y seguiremos recopilando datos. Pronto necesitaremos coordinar con el comando superior para planear nuestro siguiente movimiento.

El equipo se retiró sigilosamente a su base temporal, donde continuaron enviando informes detallados a la base de G.U.N. Cada movimiento era crucial, y sabían que la paciencia y la preparación serían sus mejores aliados en esta misión.

Mientras tanto, en su laboratorio, el Dr. Eggman continuaba trabajando en su invento, ajeno a la presencia de los soldados de G.U.N. en la isla. La fortaleza, con sus numerosos Badnicks y Eggpawns, seguía protegiendo sus secretos, pero por cuánto tiempo, nadie lo sabía.

En la base de G.U.N., ubicada en una instalación subterránea de alta seguridad, el ambiente estaba cargado de anticipación y energía. Las luces brillaban intensamente sobre las mesas de trabajo, donde equipos de técnicos y analistas procesaban continuamente la información recibida del campo. La noticia de la posible ubicación de Eggman había causado un revuelo inmediato.

En el centro de operaciones, el comandante Tower, un hombre robusto con una mirada acerada y experiencia en numerosas campañas contra Eggman, revisaba los informes más recientes. La sala estaba llena de monitores mostrando transmisiones en tiempo real desde la isla, mapas estratégicos y datos de inteligencia.

Daniels: Comandante, acabamos de recibir la confirmación de las coordenadas de la fortaleza de Eggman. Anunció el teniente Daniels, entregando un informe detallado.

Tower tomó el informe y lo revisó rápidamente, su mirada intensificándose mientras absorbía la información.

Tower: ¿Cuál es el estado del equipo Alfa? Preguntó Tower, sin apartar la vista del documento.

Daniels: Están en posición de observación y han enviado imágenes detalladas de las defensas de la fortaleza. Están recopilando datos sobre los patrones de patrulla y las rutas de acceso. Respondió Daniels.

Tower asintió y giró hacia el panel de control principal.

Tower: Muy bien. Necesitamos consolidar esta información y planear nuestra siguiente movida. ¡Quiero a todo el personal clave en la sala de reuniones en 5 minutos!

El anuncio resonó por todo el complejo, y en cuestión de minutos, los líderes de los diferentes departamentos de G.U.N. comenzaron a reunirse en la sala de reuniones. Entre ellos estaba el coronel Stone, jefe de operaciones tácticas; la doctora Evans, especialista en robótica y tecnología de Eggman; y el mayor Blake, responsable de la logística y despliegue de tropas.

Stone: Comandante. Saludó el coronel Stone. Estamos listos para la reunión. ¿Cuál es el plan?

Tower activó una pantalla grande que mostraba un mapa detallado de la isla y las imágenes enviadas por el equipo Alfa.

Tower: Hemos confirmado la ubicación de Eggman en esta isla remota. La fortaleza está fuertemente defendida por Badnicks y Eggpawns, con patrullas constantes y sistemas de vigilancia avanzados. Aquí tienen las imágenes y los patrones de patrulla que hemos recibido.

La doctora Evans se inclinó hacia adelante, estudiando las imágenes con interés.

Evans: Eggman ha fortificado este lugar significativamente. Será un desafío entrar sin ser detectados, y mucho más capturarlo.

Tower: Por eso necesitamos un plan bien coordinado. Dijo Towers, mirando a cada uno de los presentes. No podemos permitirnos errores. Este podría ser nuestro único chance para capturar a Eggman de una vez por todas.

El mayor Blake intervino.

Blake: Podemos desplegar una fuerza de ataque desde varios frentes. Dividirnos en grupos más pequeños podría permitirnos evitar las patrullas y acercarnos más a la fortaleza sin ser detectados.

Tower: Buena idea. Asintió Towers. Necesitamos una fuerza diversificada. Doctora Evans, ¿Puede proporcionar dispositivos de interferencia para neutralizar los sistemas de vigilancia de Eggman?

Evans: Ya estamos trabajando en ello. Respondió Evans. Puedo tenerlos listos en 24 horas.

Tower: Perfecto. Dijo Towers. Coronel Stone, necesitamos un equipo de operaciones especiales que pueda infiltrarse y desactivar las defensas desde dentro.

Stone: Conozco a los mejores para el trabajo. Respondió Stone. Reclutaré a los agentes más experimentados y preparados.

Towers asintió y luego se dirigió al teniente Daniels.

Tower: Daniels, mantén la comunicación con el equipo Alfa. Necesitamos actualizaciones constantes sobre cualquier cambio en la fortaleza y las patrullas. Si Eggman sospecha algo, podría cambiar sus defensas.

Daniels: Sí, señor. Respondió Daniels, anotando las órdenes.

Towers respiró hondo, sintiendo el peso de la misión. Capturar a Eggman era una tarea monumental, pero era necesario para poner fin a sus planes malvados.

Tower: Bien, caballeros y damas, esto es lo que haremos. Dijo Towers, su voz firme y decidida. Dividiremos nuestras fuerzas en tres equipos: El equipo Alfa continuará proporcionando inteligencia y guiará a los equipos de infiltración. El equipo Bravo se encargará de desactivar las defensas externas y crear una distracción, mientras el equipo Charlie entrará a la fortaleza para capturar a Eggman.

El mayor Blake se puso de pie y añadió:

Blake: Utilizaremos vehículos anfibios para llegar a la isla sin ser detectados. También tendremos unidades aéreas en espera para proporcionar soporte en caso de que necesitemos una extracción rápida.

Tower:Exactamente. Dijo Tower. Cada equipo tendrá dispositivos de interferencia para neutralizar los sistemas de vigilancia de Eggman. La coordinación será clave. Cada movimiento debe ser preciso y sincronizado. No podemos permitirnos errores.

La reunión continuó con los detalles más finos de la operación, asignando roles específicos y discutiendo las contingencias. Después de una hora de intensa planificación, Tower se levantó y miró a su equipo.

Tower: Esta es nuestra oportunidad de poner fin a la amenaza de Eggman. Sé que podemos hacerlo. ¡Buena suerte a todos!

Con la reunión concluida, el equipo se dispersó para preparar el despliegue. En el hangar principal, los vehículos anfibios y equipos de asalto estaban siendo equipados y armados. Técnicos e ingenieros trabajaban febrilmente para asegurarse de que todo estuviera listo para la operación.

En el área de comunicaciones, Daniels estaba en contacto constante con el equipo Alfa, recibiendo actualizaciones y ajustando los planes según la información más reciente. Los drones seguían enviando imágenes en tiempo real, y cada nuevo dato era analizado meticulosamente.

Mientras tanto, en la sección de armamento, el sargento Lee y su equipo estaban preparando el arsenal. Las armas y equipos de interferencia estaban siendo probados y calibrados para asegurarse de que funcionaran perfectamente en el campo.

???: Todo listo para la operación, sargento. Dijo uno de los técnicos, entregándole un dispositivo de interferencia.

Lee: Excelente. Respondió Lee. Nos aseguraremos de que esos sistemas de vigilancia de Eggman queden ciegos.

Finalmente, el momento llegó. Los equipos se reunieron en el punto de partida, listos para embarcarse en la misión. Tower se puso delante de ellos, su voz resonando con autoridad y determinación.

Tower: Hemos entrenado para este momento. Sabemos lo que está en juego. Eggman ha sido una amenaza para el mundo durante demasiado tiempo. Esta es nuestra oportunidad de detenerlo. Confío en cada uno de ustedes. ¡Vamos a hacerlo!

Los equipos se dispersaron y abordaron los vehículos anfibios, listos para iniciar la operación. Las luces del hangar se atenuaron mientras las puertas se abrían, y los vehículos comenzaron a moverse hacia el agua, deslizándose silenciosamente en la noche.

Mientras se acercaban a la isla, cada soldado estaba en alerta máxima, consciente de la importancia de la misión. La coordinación y la precisión serían cruciales para el éxito. La tensión era palpable, pero también lo era la determinación.

Finalmente, los vehículos anfibios llegaron a la costa de la isla, y los equipos comenzaron a desplegarse. En silencio y se movieron hacia su objetivo final.
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En el taller de Tails, el ambiente era una mezcla de zumbidos mecánicos y chispas esporádicas mientras Tails, el zorro de dos colas, trabajaba diligentemente en su nueva invención. El lugar estaba lleno de artilugios, herramientas y proyectos en varias etapas de construcción, reflejando la mente siempre activa y creativa de Tails. A un lado, Sonic el Erizo, conocido por su velocidad y valentía, se encontraba pasando el tiempo de la manera más típica: Impacientemente.

Sonic: Oye, Tails, ¿Cuánto más va a tardar? Preguntó Sonic, rebotando una pelota contra la pared y atrapándola para volver a hacerlo de nuevo.

Tails, concentrado en ensamblar los últimos componentes del rastreador portátil, apenas levantó la vista.

Tails: Un poco más, Sonic. Quiero asegurarme de que este rastreador sea más preciso y resistente que el anterior. No podemos permitirnos perder la señal si Eggman vuelve a desaparecer. Respondió Tails, ajustando un pequeño chip en el dispositivo.

Sonic: Entiendo, pero ya sabes que esos Badnicks de Eggman son cada vez más débiles. Es casi aburrido. Dijo Sonic, soltando un suspiro mientras atrapaba la pelota una vez más. Pero bueno, un poco de espera antes de darle la última patada en el trasero a Eggman no hace daño a nadie.

Tails sonrió, apreciando el optimismo de su amigo.

Tails: Cierto, pero no podemos subestimar a Eggman. Siempre tiene algún as bajo la manga. Por eso, este rastreador es esencial. Nos dará la ventaja que necesitamos. Dijo Tails con determinación, apretando el último tornillo y colocando la cubierta del dispositivo.

Sonic se levantó y se acercó al banco de trabajo de Tails, observando el pequeño dispositivo que ahora descansaba sobre la mesa.

Sonic: ¿Cómo funciona? Preguntó Sonic, sorprendentemente interesado.

Tails: Es bastante sencillo de usar. Solo necesitas encenderlo y seguirá cualquier señal específica que configuremos. He mejorado su capacidad de detección y ampliado su alcance. Explicó Tails, entregando el rastreador a Sonic. Además, es más resistente a las interferencias de los dispositivos de Eggman.

Sonic examinó el rastreador con curiosidad, girándolo en sus manos.

Sonic: ¡Bien! Estoy listo para usarlo cuando sea necesario. Pero mientras tanto… Sonic miró hacia la salida del taller, su energía burbujeando. ¿Qué tal una carrera rápida por Green Hill? Prometo no ir tan rápido.

Tails rió y negó con la cabeza.

Tails: Siempre tienes energía para una carrera, ¿verdad, Sonic? Dijo Tails. Pero seguro, después de todo este trabajo, una pausa no estaría mal.

Ambos amigos salieron del taller, listos para disfrutar de un poco de diversión antes de enfrentar nuevamente a su archienemigo.

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Mientras tanto, en el campamento, Shark the Hedgehog comenzaba a dejar de lado su reticencia inicial. Había conocido a Cream the Rabbit, una conejita amigable y siempre optimista, y su compañía había hecho que el campamento fuera mucho más agradable.

Cream: ¡Vamos, Shark! ¡Hay un sendero genial por aquí que quiero mostrarte! Dijo Cream con entusiasmo, señalando un camino bordeado de árboles.

Shark, todavía algo tímido, asintió lentamente.

Shark: Está bien, Cream. Pero… ¿Seguro que no habrá muchos bichos? Preguntó Shark, mirando alrededor con desconfianza.

Cream rió y negó con la cabeza.

Cream: No te preocupes, los bichos son inofensivos. Y Cheese está con nosotros. Dijo, señalando a su Chao, Cheese, que flotaba alegremente cerca de ella. Te prometo que te va a encantar.

Shark respiró hondo y siguió a Cream por el sendero. A medida que avanzaban, la naturaleza alrededor parecía cobrar vida: los pájaros cantaban, los árboles susurraban con el viento, y el sol brillaba a través del dosel del bosque.

Cream: ¡Mira! Exclamó Cream, señalando un grupo de mariposas de colores que revoloteaban cerca de un arbusto. ¿No son hermosas?

Shark observó a las mariposas, maravillado.

Shark: Sí, lo son. Nunca había visto tantas juntas. Admitió Shark, sintiéndose más relajado.

Cream sonrió ampliamente.

Cream: Hay mucho que ver en la naturaleza. Solo tienes que tomarte el tiempo para observar. Dijo Cream. ¡Ven, hay más por explorar!

Mientras tanto, en otro lado del campamento, Perla estaba ocupada en sus propias actividades. Había decidido aprovechar el día para realizar una de sus actividades favoritas: Un paseo en bote por el río. Preparó su equipo y se dirigió hacia el muelle, donde su bote esperaba.

Al llegar al muelle, saludó a algunos compañeros que también estaban preparando sus botes.

Perla: ¡Hola, chicos! ¿Listos para una aventura en el río? Preguntó Perla con una sonrisa.

???: ¡Claro que sí, Perla! El agua está perfecta hoy. Respondió uno de ellos, ajustando los remos en su bote.

Perla subió a su bote y comenzó a remar, disfrutando de la tranquilidad del río y el suave sonido del agua golpeando contra el casco.

Un tiempo despues:

El sol comenzaba a descender, creando un hermoso atardecer que reflejaba tonos dorados y rosados en la superficie del río. Perla detuvo su bote por un momento para disfrutar del paisaje, sintiéndose agradecida por estos momentos de paz.

Perla: Mañana será otro día lleno de desafíos. Pensó. Pero por ahora, estoy contenta de estar aquí.

Mientras tanto, en el campamento, Shark y Cream habían encontrado un claro en el bosque donde decidieron descansar un poco.

Cream: Este lugar es perfecto. Dijo Cream, sentándose en la hierba y sacando una pequeña cesta de picnic. Traje algunos bocadillos. ¿Quieres uno, Shark?

Shark se sentó junto a ella, aceptando un bocadillo.

Shark: Gracias, Cream. Este campamento no es tan malo después de todo. Dijo Shark, sonriendo tímidamente.

Cream le devolvió la sonrisa.

Cream: Me alegra que te esté gustando. Siempre es más divertido cuando tienes amigos con quienes compartirlo. Dijo Cream, tomando un sorbo de su bebida.

Shark miró a Cream y a Cheese, sintiéndose afortunado de haber encontrado una amiga tan amable.

Shark: Sí, tienes razón. Gracias por ser mi amiga, Cream. Dijo Shark, sintiéndose más seguro de sí mismo.

Mientras el día llegaba a su fin, todos en el campamento se preparaban para otra noche bajo las estrellas, llenos de nuevas experiencias y amistades. Perla continuaba disfrutando de su paseo en bote, y Sonic y Tails, después de su carrera, se preparaban para el siguiente desafío que les esperaba.

Cada uno, en su propio rincón del mundo, estaba listo para enfrentar lo que el mañana les deparara.
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El crepúsculo envolvía la isla en sombras mientras los ecos de una batalla brutal resonaban a través de la fortaleza de Eggman. Los soldados de G.U.N. y los Badnicks de Eggman se encontraban en un enfrentamiento feroz. Las explosiones iluminaban el cielo, y los disparos resonaban en todas direcciones. Los soldados de G.U.N., bien entrenados y disciplinados, avanzaban con determinación, pero los Badnicks, con sus capacidades mecánicas avanzadas y su superioridad numérica, estaban resultando ser adversarios formidables.

En su laboratorio subterráneo, el Dr. Eggman maldecía una y otra vez a G.U.N. mientras sus manos temblaban de rabia y frustración. Llevaba meses trabajando en su último proyecto, una máquina que prometía ser su victoria definitiva sobre Sonic y sus aliados. Pero ahora, viendo que el reloj apenas y estaba un 20% completado, sabía que el tiempo se le había acabado.

Eggman: ¡Malditos entrometidos de G.U.N.! Al igual que Sonic ¡Siempre arruinan todo! Gritó, golpeando su mesa de trabajo con furia. ¡No voy a dejar que me derroten tan fácilmente!

Eggman miró el reloj, su diseño intrincado brillando bajo las luces del laboratorio. Tomó una decisión en un instante. Agarró el reloj y lo colocó dentro de una cápsula de transporte de emergencia. Activó el sistema de la cápsula, que fue rápidamente asegurada dentro de un Badnick especialmente diseñado para transportar objetos valiosos a largas distancias.

Eggman: Llévalo lejos de aquí. Ordenó Eggman al robot. Lo terminaré en otra parte.

El Badnick asintió mecánicamente y salió disparado del laboratorio, rumbo a un destino desconocido. Sin embargo, en el fuego cruzado, el Badnick fue alcanzado por una explosión cercana, dañándolo seriamente. Aunque todavía operable, era evidente que no llegaría lejos.

Eggman sabía que ya no había donde correr ni donde esconderse. Sus recursos estaban agotados, y sus escondites habían sido descubiertos uno tras otro.

Eggman: Si voy a caer aquí… ¡Todos ellos caerán conmigo! Dijo, su voz llena de una determinación desesperada.

Se dirigió a su computadora central y activó una serie de comandos. Un escudo de energía gigantesco comenzó a levantarse alrededor de la isla, encapsulándola completamente. Los soldados de G.U.N., al darse cuenta de lo que estaba ocurriendo, redoblaron sus esfuerzos, tratando desesperadamente de desactivar el escudo antes de quedar atrapados.

Soldado: ¡El escudo se está activando! Gritó uno de los soldados de G.U.N, mirando con horror cómo la barrera de energía se cerraba sobre ellos. ¡Estamos atrapados!

Otro soldado, con el rostro ensombrecido por la gravedad de la situación, observaba el campo de batalla desde una posición elevada.

Francotirador: ¡No podemos permitir que esto termine así! Dijo, disparando a los Badnicks.

Mientras tanto, Eggman se dirigía a su hangar privado, donde su último y más grande robot gigante estaba listo. Subió a la cabina, su mente trabajando frenéticamente mientras activaba los sistemas del robot. A pesar de la situación desesperada, una sonrisa torcida apareció en su rostro.

Eggman: Vamos a darles una última pelea, mi viejo amigo. Dijo, acariciando los controles del robot. Si gano, desactivaré el sistema de autodestrucción. Y si no… bueno, ¡Todos aquí morirán conmigo!

Activó el sistema de autodestrucción de la fortaleza, programado para detonar si el robot era destruido o si Eggman no lo desactivaba manualmente a tiempo. Con un rugido mecánico, el robot gigante se levantó y salió del hangar, dirigiéndose al campo de batalla.

La aparición del robot gigante de Eggman en el horizonte hizo que los soldados de G.U.N. detuvieran sus ataques momentáneamente, observando con horror y determinación renovada.

Soldado: ¡Es Eggman! Gritó uno de los soldados, apuntando su arma hacia la máquina colosal. ¡Está pilotando ese monstruo!

Los soldados de G.U.N. gritaban órdenes rápidamente, reagrupándose y enfocando sus ataques en el robot gigante. Las armas antitanque y los misiles guiados fueron dirigidos hacia el robot, pero Eggman maniobraba hábilmente, usando los brazos del robot para desviar los ataques y contraatacar con poderosas explosiones de energía.

Eggman: ¡G.U.N. nunca aprenderá! Gritó Eggman desde su cabina, disfrutando del caos que estaba creando. ¡Esta es mi isla y será su tumba!

El campo de batalla se convirtió en un espectáculo de destrucción y desesperación. Los Badnicks continuaban atacando sin piedad, y los soldados de G.U.N. luchaban valientemente, pero el robot gigante de Eggman parecía imparable.

Sin embargo, en medio de la batalla, los soldados de G.U.N. sabían que estaban atrapados. El escudo de energía que rodeaba la isla se había cerrado completamente, sellando su destino junto con el de Eggman y sus fuerzas.

Soldado: No podemos escapar. Dijo uno de los soldados, con la voz cargada de resignación. Debemos luchar hasta el final.

Las explosiones y los disparos continuaron resonando mientras el robot gigante de Eggman avanzaba, destruyendo todo a su paso. La batalla se intensificaba, pero el sistema de autodestrucción de la fortaleza estaba cada vez más cerca de activarse completamente.

Finalmente, una serie de explosiones devastadoras sacudieron la isla. El sistema de autodestrucción se había activado, y no había vuelta atrás. Las explosiones consumieron la fortaleza, los Badnicks y todo lo que quedaba en la isla, envolviendo todo en un infierno de fuego y destrucción.

Desde una distancia segura, el Badnick dañado, transportando la cápsula con el reloj, se alejaba lentamente de la isla, su destino incierto debido a los daños sufridos. Pero en la isla, todo había terminado en una explosión que se llevó a todos y todas.

Eggman había caído, pero se había asegurado de que sus enemigos cayeran con él. La isla, ahora un páramo desolado de ruinas y cenizas, era el testimonio final de una batalla épica y desesperada.

En la base de G.U.N., la atmósfera era tensa y cargada de una mezcla de preocupación y resignación. La desaparición de los soldados que habían sido enviados a la isla y la falta de comunicación desde su partida había dejado a todos en vilo. Los operadores de la sala de control revisaban las pantallas y los equipos de comunicación una y otra vez, esperando alguna señal, cualquier indicio de que sus compañeros estuvieran a salvo.

El comandante Walters, un hombre de aspecto severo pero justo, caminaba de un lado a otro en la sala de operaciones, con los brazos cruzados y la mandíbula apretada. Había liderado muchas misiones difíciles en su carrera, pero esta operación para capturar a Eggman había sido una de las más complicadas.

Walters: ¿Alguna novedad? Preguntó Walters a uno de los operadores de comunicación, su voz cargada de expectativa.

Operador: No, señor. Todavía no hemos recibido ninguna transmisión desde la isla. Respondió el operador, sin poder ocultar su propia inquietud.

Walters miró la pantalla principal, donde un mapa de la región mostraba la posición de la isla y la última ubicación conocida de sus fuerzas. Los minutos pasaban lentamente, y cada segundo de silencio aumentaba la tensión en la sala.

De repente, una alarma de proximidad se activó en una de las consolas, y los operadores comenzaron a revisar frenéticamente los datos que llegaban.

Operador: Señor, estamos detectando una señal en las cercanías de la isla. Informó uno de los operadores, con los ojos fijos en su pantalla. Parece ser un Badnick, pero está gravemente dañado.

Walters frunció el ceño y se acercó a la consola para observar los datos.

Walters: ¿Un Badnick? Repitió, tratando de entender lo que estaba planeando. ¿Porque seria lo último que ordenaria Eggman que se largue de esa isla?

Operador: No lo sabemos, señor, pero parece que está transportando algo. Respondió el operador. Estamos intentando interceptar la señal para obtener más información.

Mientras tanto, otro operador, encargado de monitorear las transmisiones satelitales, recibió una imagen en tiempo real de la isla. Lo que vio en la pantalla lo dejó sin palabras.

Operador 2: Comandante Walters, tiene que ver esto. Dijo, con la voz temblorosa. La isla… ha sido destruida.

Walters se acercó rápidamente a la consola y observó las imágenes satelitales en la pantalla. La isla, que había sido una fortaleza impenetrable de Eggman, ahora no era más que un cráter humeante en el océano. La devastación era absoluta, y no había señales de vida en ninguna parte.

Walters: No puede ser… Murmuró Walters, sintiendo un nudo en el estómago. Todos nuestros hombres…

Un silencio pesado cayó sobre la sala de control. Los operadores, que habían estado trabajando sin descanso, se quedaron quietos, asimilando la magnitud de la tragedia. Habían perdido a sus compañeros, y con ellos, una parte de su esperanza de poner fin a las amenazas de Eggman.

Después de unos momentos, Walters enderezó la espalda y adoptó una expresión resuelta.

Walters: No podemos permitir que este sacrificio sea en vano. Dijo, su voz firme y decidida. ¡Operadores, reúnan toda la información sobre el rumbo de trayectoria de ese Badnick dañado y preparen un equipo para interceptarlo! Sea lo que sea que contenga esa capsula no podemos dejar que caiga en manos equivocadas… O que sea para iniciar el último plan de ese científico

Los operadores asintieron y comenzaron a trabajar con renovada determinación. Aunque habían sufrido una pérdida devastadora, sabían que su misión aún no había terminado. La lucha contra Eggman continuaría, y harían todo lo posible para asegurarse de que su sacrificio no fuera olvidado.

En el hangar de la base, un equipo de respuesta rápida se estaba preparando para partir. Equipados con lo mejor en tecnología de G.U.N., estaban listos para interceptar al Badnick dañado y recuperar cualquier información crucial que pudiera estar transportando.

???: Equipo Delta, preparados para la salida. Anunció el líder del equipo, ajustando su casco. Tenemos una oportunidad para obtener respuestas. No la desperdiciemos.

El equipo subió a su transporte y salió rápidamente de la base, dirigiéndose hacia la última ubicación conocida del Badnick. La esperanza de encontrar algo que pudiera darles ventaja en la lucha contra Eggman los impulsaba hacia adelante.

De vuelta en la sala de control, Walters observaba cómo el transporte desaparecía en el horizonte. Sabía que el camino por delante sería difícil, pero también sabía que no estaban solos en esta lucha. Con la determinación de G.U.N. y sus aliados, aún tenían una oportunidad de derrotar a Eggman y traer paz a su mundo.

La pantalla de la sala de control mostraba la devastación de la isla, pero también reflejaba la determinación de aquellos que habían quedado atrás para continuar la lucha. La guerra contra Eggman no había terminado, y mientras hubiera valientes dispuestos a enfrentar el peligro, la esperanza seguiría viva.

El Badnick dañado avanzaba erráticamente por el aire, sus sistemas internos luchando por mantener la estabilidad. Las chispas saltaban de sus circuitos expuestos, y su vuelo se volvía cada vez más inestable. La cápsula que contenía el reloj estaba firmemente asegurada en su interior, pero la integridad del robot estaba comprometida, y su destino se tornaba incierto.

Mientras tanto, en el campamento, Shark y Cream disfrutaban de su tiempo juntos, explorando los alrededores y jugando en el bosque. Habían pasado una tarde maravillosa, y ahora, con el sol comenzando a descender en el horizonte, caminaban de regreso hacia el campamento.

Cream: Mira, Shark Dijo Cream, señalando un conjunto de flores silvestres que crecían junto a un pequeño arroyo. ¡Son tan bonitas! Deberíamos recoger algunas para llevárselas a los demás.

Shark, siempre entusiasmado por la naturaleza, asintió vigorosamente.

Shark: ¡Sí, buena idea, Cream! A todos les van a gustar.

Mientras recogían las flores, un fuerte zumbido resonó en el aire, haciéndolos mirar hacia arriba. El Badnick, ahora apenas operable, estaba perdiendo altitud rápidamente. Shark y Cream observaron con asombro y un poco de preocupación cómo el robot pasaba sobre ellos, emitiendo chispas y humo.

Shark: ¿Qué es eso? Preguntó Shark, sus ojos llenos de curiosidad y temor a la vez.

Cream frunció el ceño, reconociendo el diseño del robot.

Cream: Parece un Badnick… Pero está muy dañado. No parece estar bajo control.

El Badnick, incapaz de mantener su vuelo, comenzó a descender en espiral. Finalmente, con un estruendoso golpe, se estrelló contra el suelo, a unos 400 metros de donde estaban Shark y Cream. El impacto levantó una nube de polvo y escombros, y los niños sintieron la tierra temblar bajo sus pies.

Shark: ¡Wow! Exclamó Shark.

Cream: Si "wow" … Creo que deberíamos regresar al campamento y avisar a los adultos Dijo Cream, tratando de mantener la calma. Podría ser peligroso acercarse.

Sin embargo, la curiosidad de Shark era difícil de contener. A pesar de las advertencias de Cream, sentía una fuerte atracción hacia el lugar del impacto. ¿Qué era ese Badnick? ¿Por qué estaba aquí?

Shark: Vamos, Cream, solo echemos un vistazo rápido. No nos acercaremos demasiado. Insistió Shark, tomando su mano y comenzando a caminar hacia el lugar del accidente.

Cream suspiró, sabiendo que Shark no se daría por vencido fácilmente.

Cream: Está bien, pero solo un vistazo rápido. Y luego volvemos al campamento, ¿De acuerdo?

Shark: ¡De acuerdo! Respondió Shark, con una sonrisa de oreja a oreja.

Los dos niños comenzaron a caminar en dirección al Badnick caído, avanzando con cautela a través del bosque. La curiosidad y la emoción los impulsaban, sin darse cuenta de que estaban a punto de encontrarse con algo mucho más grande y significativo de lo que jamás habrían imaginado.

Mientras tanto, el campamento seguía en calma, ajeno a los eventos que se desarrollaban cerca de sus fronteras. Los otros niños continuaban con sus actividades, y los adultos vigilaban atentamente, asegurándose de que todos estuvieran seguros y disfrutando del tiempo al aire libre.

Shark y Cream, ahora a solo unos pocos metros del Badnick, podían ver claramente la magnitud del daño. El robot yacía en el suelo, con sus piezas esparcidas y chispas saltando de sus circuitos.

Shark: Parece que está completamente roto Dijo Shark, con una mezcla de asombro y decepción. ¿Qué crees que le pasó?

Cream: No lo sé Respondió Cream, frunciendo el ceño. Pero deberíamos irnos antes de que alguien se preocupe por nosotros.

Mientras Shark y Cream se disponían a alejarse del lugar, algo llamó la atención de Shark. La cápsula que el Badnick transportaba estaba parcialmente abierta y parecía contener algo. Su curiosidad fue más fuerte que su sentido de precaución.

Shark: Espera, Cream. Dijo Shark, apartando el cuerpo del robot dañado para tener una mejor vista. Mira esto.

Cream, preocupada, observaba con aprensión mientras Shark exploraba la cápsula. Dentro de ella había un objeto que, a primera vista, parecía un poco a un reloj reloj. Sin embargo, su diseño era extraño, casi alienígena.

Cream: Shark, no creo que debas tocar eso. Advirtió Cream, con una sensación de mal presentimiento. Podría ser peligroso.

Shark dudó por un momento, su mano a punto de tocar el extraño dispositivo. La lógica de Cream tenía sentido, pero la curiosidad era difícil de contener. Justo cuando estaba a punto de retractarse, el dispositivo saltó de la cápsula y se aferró a su muñeca con una velocidad sorprendente.

Shark: ¡AHHH! Gritó Shark, cayendo de rodillas al sentir un dolor indescriptible luego de que unas especies de agujas salieron del dispositivo y se clavaron profundamente en su muñeca, enviando oleadas de agonía por todo su brazo.

Cream: ¡Shark! Gritó Cream, desesperada por ayudar a su amigo. Cheese, su pequeño compañero, volaba alrededor frenéticamente, tratando de hacer algo, cualquier cosa, para aliviar el sufrimiento de Shark.

Shark: ¡Quítamelo! ¡Quítamelo! Gritaba Shark, sus ojos llenos de lágrimas mientras intentaba inútilmente arrancar el dispositivo de su muñeca. El dolor era inimaginable.

"Potencial amenaza detectada" Dijo una voz mecánica emitida por el dispositivo, fría y sin emociones.

El dolor se intensificó, y Shark empezo a sentir como si todo su cuerpo estuviera siendo consumido por un fuego interno.

Cream: ¡Shark! Gritó Cream, llorando y temblando de miedo. No sabía qué hacer, su desesperación crecía con cada segundo que pasaba.

De repente, un fuego abrasador envolvió a Shark, consumiéndolo en llamas voraces. Su piel se carbonizó, sus gritos se volvieron aún más desgarradores. El dolor era tan intenso que Shark sentía como si su misma alma estuviera siendo quemada.
(Y aqui dejo un vídeo para que se hagan una idea)

Cream: ¡Alguien, ayuda! Gritó Cream, sus gritos de pánico y terror resonando por todo el campamento. Los trabajadores del campamento, alertados por los gritos, comenzaron a correr hacia la fuente del ruido.

Mientras el fuego continuaba ardiendo, Cream cerró los ojos, incapaz de soportar la visión de su amigo siendo quemado vivo. El sonido de huesos rompiéndose y carne carbonizándose llenaba el aire, y los gritos de Shark finalmente se desvanecieron, dejándola en un silencio aterrador.

Cuando finalmente abrió los ojos, lo que vio la dejó paralizada de terror. Frente a ella, en el lugar donde Shark había estado, ahora se encontraba una criatura hecha de fuego y roca volcánica. Su presencia irradiaba un calor insoportable, y sus ojos ardían con una furia inhumana.

Cream: ¿S-Shark? Preguntó Cream, su voz temblorosa y llena de miedo. La criatura dio unos pasos hacia ella, sus movimientos eran torpes, como si estuviera adaptándose a su nuevo cuerpo. De repente, emitió un rugido monstruoso, un grito de furia y dolor que resonó por todo el bosque.

Cream estaba paralizada de miedo, incapaz de moverse o reaccionar. La criatura que una vez fue su amigo se acercaba lentamente, cada paso dejando marcas de fuego en el suelo. El terror la envolvía, y solo podía esperar que los trabajadores del campamento llegaran a tiempo para salvarla de la pesadilla en la que se encontraba.

En ese momento, los primeros trabajadores del campamento llegaron al lugar, viendo con horror la escena que se desarrollaba ante ellos. No había tiempo para preguntas ni dudas; sabían que debían actuar rápido si querían salvar a Cream y contener la amenaza que representaba la criatura de fuego.

Pero para Cream, cada segundo parecía una eternidad, y la realidad de lo que había sucedido a su amigo era una carga que jamás podría olvidar.
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En algún lugar de la nada, en una base oculta entre las sombras y las dimensiones, el socio de Eggman observaba atentamente lo que ocurría en la isla y más allá. Una serie de monitores desplegados en su sala de control mostraban diferentes vistas: la destrucción en la isla de Eggman, los movimientos de G.U.N., y lo más intrigante de todo, la escena en el bosque cerca del campamento infantil.

El hombre, cuya identidad permanecía en el misterio, estaba sentado en una gran silla giratoria, sus dedos tamborileando suavemente en el reposabrazos mientras veía cómo el "reloj" saltaba a la muñeca de Shark. Sus ojos, ocultos tras unas gafas opacas, seguían cada movimiento con un interés casi morboso.

???: Esto es… inesperado. Murmuró para sí mismo, sus palabras resonando en la sala silenciosa.

El plan original había sido que el Badnick se estrellara cerca del taller de Tails, asegurando que él o Sonic obtuvieran el dispositivo. Era un plan diseñado para provocar el máximo de caos y diversión. Pero el destino, siempre impredecible, había decidido que un niño al azar, del que no sabía nada hasta ese momento, se convirtiera en el portador del reloj.

???: Esto es… interesante. Sus labios se curvaron en una sonrisa maliciosa. Veamos cómo maneja esto.

Mientras Shark sufría su dolorosa transformación en una criatura de fuego y roca, el socio de Eggman no pudo evitar sentir una mezcla de satisfacción y anticipación. Su diversión estaba asegurada. Ya había hecho su parte, preparando el terreno para el caos. Ahora era el trabajo de ese universo lidiar con las consecuencias y demostrar ser digno de prevalecer, o perecer bajo la amenaza del Carnitrix.

???: Que el juego comience. Dijo en voz alta, levantándose de su silla. Caminó lentamente hacia una ventana que daba a un vacío infinito. Que la diversión inicie.

Las implicaciones de lo que había hecho resonaban en su mente. La aparición del Carnitrix en este universo era un evento que nunca se debio haber dado, una amenaza que podía destruir toda existencia si no se manejaba correctamente. Pero para él, todo esto no era más que un juego, una forma de entretenimiento mientras veía como su trabajo se hacia solo.

Se giró hacia uno de los monitores, observando la figura de Shark ahora transformada, moviéndose torpemente y adaptándose a su nuevo cuerpo.

En otro monitor, observaba la actividad en la base de G.U.N. La reacción rápida y coordinada de los soldados era impresionante, pero él sabía que esto solo era el comienzo. Habían logrado encerrar a Eggman y a todos en la isla con el escudo, asegurándose de que la autodestrucción fuera completa. Pero ahora, con el reloj en manos del niño, el verdadero desafío comenzaba.

???: El destino de este universo está en juego. Murmuró, disfrutando cada momento. Vamos a ver quién tiene la fuerza para prevalecer.

Mientras los monitores mostraban diferentes escenas de caos y lucha, el socio de Eggman se acomodó nuevamente en su silla, listo para disfrutar del espectáculo. La incertidumbre, el drama, la lucha por la supervivencia: todo esto era parte del gran juego. Y para él, no había nada más emocionante que ver cómo los héroes de este universo enfrentaban su mayor desafío hasta ahora.

En su mente, ya estaba planificando los próximos movimientos. Había otros universos, otros héroes, y otras amenazas esperando ser desatadas. Pero por ahora, su atención estaba completamente en este universo y en el pequeño Shark, quien sin saberlo, se había convertido en el peón más importante en este juego mortal.

???: Buena suerte, pequeño. Dijo, su voz un eco en la sala vacía. Vas a necesitarla realmente.

Con una última mirada a los monitores, el socio de Eggman se inclinó hacia atrás, sus dedos tamborileando nuevamente en el reposabrazos. La diversión apenas comenzaba, y él no podía esperar a ver cómo se desarrollaban los eventos.

Fin
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Hola a todos, aqui Newangelitho presentando este fic corto (Probablemente menos de 10 partes) de Sonic, lo estuve pensando cuando salio el concepto del: Carnimatrix (No confundir con el Carnitrix) y decidi simplemente hacerlo y ya. Preparense papus porque esto... Ni yo se como vaya a terminar :v

Opiniones:

Consejos:

Dudas:

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