04: Somos tus padres
Manchester, UK. 9:40 pm
No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista.
Eleanor abrió la puerta de su departamento e invitó a Lucy a pasar adentro, encendió las luces y soltó las llaves en la mesa.
—Te traeré un poco de agua para que te calmes.
—No, yo... —Eleanor no se movió de su lugar, posó la mirada en la chica que estaba a su lado sin duda tenía mucho medio se podía ver en su mirada.
—Tranquila, ya todo pasó ahora estas a salvo y nada malo te volverá a pasar, lo juro. —Lucy levantó la mirada y no pudo aguantar más y empezó a llorar.
—Por mi culpa... —no pudo seguir hablando, sentía tanta vergüenza por causarle problemas a la mujer que estaba con ella y aquél hombre que las había ayudado, incluso metió a la policía para que ella no pasara por esa molestia.
—Nada de esto es tú culpa. —contestó serena.
—¡Pero ese señor, mintió por mi culpa!
—Louis lo hizo para protegerte. —se acercó más a Lucy y le secó las lágrimas. —No llores más o me vas hacer llorar a mi también.
—No yo no quiero que sufra. —dijo rápidamente alzando la mirada.
—Si tu lo haces, yo también voy a sufrir. —le comentó abrazandola.
Lucy se dejó envolver en ese abrazo cálido que aquella mujer le brindaba, no sabía porqué pero a su lado se sentía segura, refugiada, quería soltarse a llorar en esos hombros. Después de la muerte de su querida abuela hace unos cuatro años nadie la había abrazado con tanto amor y devoción.
—¿Estas mejor? —preguntó Eleanor separandose un poco y limpiando sus lágrimas para que la joven no las viera. —Siéntate, te traeré un poco de agua. ¿Tomas café?
—Me gusta mucho el café, gracias.
—No hay porque agradecer es un placer para mi prepararte mi especialidad —dijo sonriéndole y se marchó a la cocina gritándole "estas en tú casa" "el baño está en el pasillo al fondo"
Lucy sonrió abiertamente al escuchar las voces de aquélla mujer, sentía que la conocía pero no sabía de donde, se sentó en el sofá pero se paró inmediatamente al sentir curiosidad por ver unas fotos que adornaban la sala.
Habían fotos de Eleanor con su amigo Max, con su perro Bruce y con su novio Dan, consu ex Louis y su abuelo, con sus amigas Alana y Megan.
—Mis tiempos de juventud. —murmuraron detrás de Lucy.
—Yo la veo igual o mas hermosa, los años le sientan bien.
—Gracias, solo venía a decirte que el café ya esta casi listo y a traerte un poco de agua. Las fotos son un poco viejas, algunas son de mis tiempos en la universidad. —explicó al ver a la joven concentrada en las fotografías. —Ese de ahí es Louis y ese señor es su abuelo, falleció hace mucho tiempo.
—Lo siento. —murmuró, tocando inconscientemente la foto. —Se nota que el señor Louis y usted se quieren.
—Pues... hubo un tiempo en el que si nos quisimos mucho. —le respondió incómoda. —Mira este de acá es mi novio Dan.
—Ugh, yo... lo siento, pense que usted y... —se atragantó con las palabras.
Pero que torpe, Lucy. Pensó bajando la mirada sintiéndose muy tonta al pensar que Louis y Eleanor eran una pareja.
Se ven muy lindos junto.
—Tranquila, supongo que es normal que pienses eso.
—¡Ya sé de dónde la conozco! —exclamó emocionada, Eleanor se sorprendió al escucharla decir esas palabras. —Usted es la famosa modelo Eleanor Calder, la vi una vez en la televisión, bueno en realidad fue a su novio y usted estaba saliendo del hospital pero vi fotos sobre usted anteriormente en una revista de modas que un cliente había olvidado. —Entonces... el señor debe ser Louis Tomlinson, ex integrante de la legendaria boyband One Direction.
Lucy conectó las ideas que tenía y lo poco que sabía sobre sus salvadores, realmente era tonta al pensar que ambos estaban juntos. Eleanor había perdido un hijo de su pareja Dan, jamás olvidaría ese día se había quedado hasta tarde para ver ese reportaje, y por supuesto que no lo olvidaría ya que también ese sujeto repugnante intentó abusar de ella.
Eleanor iba a decir algo pero el pitido del café le había avisado de que estaba listo. Al instante tocaron la puerta del departamento.
—Ese debe ser Louis, abre por mi, gracias. —sin más se fue a la cocina mientras Lucy le abría la puerta a Louis y lo dejaba pasar.
—¿Estan bien? ¿Dónde esta Eleanor?
—Si muchas gracias, la señora Eleanor está en la cocina. —contestó automáticamente.
—Oh, Louis. ¿Cómo te fue? —Eleanor llegó con una bandeja donde traía tres tazas de café, las colocó en la mesa del centro y se sentó en el sofá mas grande, a su lado se posicionó Louis tomando una taza y sorbiendo de esta, en uno de los dos sofas individuales se colocó Lucy siguiendo el ejemplo de Louis.
—Ese hombre pasará un buen tiempo en la cárcel, según me dijo el oficial estaban detrás de él por ser la cabecilla de una banda que se dedicaba asaltar a las personas. —explicó con voz ronca por la rabia, ¿Qué hubiera pasado si él no llegara en ese preciso momento? —¿Te robo alguna cosa? —le preguntó a la joven que estaba frente a él.
—No, bueno él... —Lucy se sintió incómoda, no sabía mentir y no quería involucrar más a esas personas desconocidas en sus problemas. —Me molesta desde hace un tiempo, solo que hoy salí mas tarde de mi trabajo y es necesario pasar por el callejón en el que me encontraron para llegar a mi edificio.
Louis y Eleanor sintieron rabia y tristeza al saber que su hija debió tener una vida difícil ya que se encontraba trabajando tan joven.
—Será mejor que llamemos a tus padres para no preocuparlos. —informó Louis causando que Eleanor le dedicara una mirada extraña que el no entendía y que Lucy bajara la mirada.
—Yo no tengo padres. —confesó Lucy con la mirada puesta en sus zapatos.
—¿C-como qu-ue no ti-enes padres? —preguntó Eleanor con la voz quebrada.
Lucy quería llorar, quería huir de ese lugar pero también quería quedarse sentirse segura con ellos a su lado y no entendía el porqué le contaba de su vida a dos desconocidos, no quería causar lástima pero tampoco podía ser grosera con sus salvadores.
—No, no tengo. Mi abuela me dijo que me encontró entre la basura en una cesta, al parecer mi madre no me quería solo era una molestia, un error en su vida y por eso me abandonó a mi suerte. —levantó la mirada y se chocó con qué Eleanor, la mujer que la había ayudado estaba llorando a mares y el hombre que la salvó esa noche tenía los ojos rojos y apretaba los puños por la furia que estaba sintiendo. —Yo lo siento, no quiero causarles molestias, no llore señora Eleanor.
Y ese fue el detonante para que llorara con mas fuerzas, Louis se acercó más a ella y la abrazó para que llorara en su pecho.
—No entiendo, ¿como es que tu abuela te encontró ahí en ese lugar? —preguntó Louis pasando su mano por la espalda de su ex mujer para consolarla.
—En realidad no era mi abuela, fui adoptada por ella. Falleció hace algunos años.
—¿Entonces con quien vives? ¿Quién es tu tutor?
—Yo vivo... sola. —concluyó en murmullo.
—Pero algo debes saber acerca de ti, ¿no? Si tu abuela te adoptó debe tener unos documentos, ¿lo tienes?
—Bueno, realmente ella no me adoptó legalmente, dijo que era un proceso costoso y además de que si alguien se enteraba de que no era su familia me iban a mandar a un orfanato. Eso ya no me asusta, pronto seré mayor de edad y podré conseguir mis papeles legales. —con una sonrisa esperanza en su rostro concluyó su explicación.
Por culpa de no tener una identificación no podía estudiar bajo algún registro, además de que no podía salir de su sector sin una identificación.
—¿Sabías que Eleanor y yo tenemos una hija? —preguntó llamando la atención de ambas castañas.
Eleanor dejó de llorar y se separó un poco de Louis, había llegado el momento de la verdad.
Lucy se perdió en sus pensamientos, estaba muy confundida. ¿No que la señora Eleanor y el señor Louis no son pareja?
—No lo sabía, disculpen. —se disculpó al verse tan ignorante de la situación, ellos eran figuras públicas, es posible que pensaran que ella conocía más sobre ellos pero en realidad sabía bastante poco.
—Se llama Elena. —dijo Louis, Lucy se sorprendió porqué su abuela la llamaba por ese nombre cuando estaban solas, solo ella le decía Elena.
—Hace 17 años, tuvimos a nuestra primera y única hija, Elena Tomlinson Calder pero en esa misma noche no las robaron. —contó Eleanor y Lucy no cabía en su asombro por lo que estaba escuchando.
Vaya que debieron sufrir mucho.
—¿Pero ustedes la encontraron, cierto? —preguntó con añoranza, sus salvadores no merecían un castigo como estar lejos de su hija.
—Sí. —respondió Eleanor emocionada. —Hoy por fin encontramos a nuestra pequeña Elena.
—Tú eres esa bebé que nos fue arrebatada hace 17 años. —habló Louis, dejando escapar un par de lágrimas. —Nosotros somos tus padres.
Lucy pasó su mirada de un lado a otro mirándolo fijamente a ambos, incrédula de lo que acababa de oir.
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Perdonen las faltas ortográficas que encuentren por ahí.
¡Al fin ya sabe la verdad! Lucy en verdad es Elena.
¿Qué les pareció?
Jaz.
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