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- ♡ ¿Me amas? ❤︎

Kazuma: tampoco lo sé, pero. Quiero saberlo Eris.

En lo que nuestras dos miradas se interrogan entre si, solo podía él esperar una respuesta.

Tomo unos segundos para que al final Eris saltará un suspiro, ya sea de molestia o solo cansancio.

Chris: hay cosas más importantes que eso en este momento.

Nuevamente su postura regresa a una más precisa. Una vista molesta

Kazuma: Tenemos tiempo, y para mí lo importante eres tú.

Dejando que la luz de la luna ilumine la habitación, uso una corriente de viento para apagar las antorchas que servían de luz.

Chris: ¿Era necesario apagar las luces? O solo querías ambientación.

La expresión de Eris obtiene una sonrisa cómplice, más apropiada para su apariencia de Chris actual.

Kazuma: Espero te guste, aunque lo hice por mi, la oscuridad es preferible a la luz en esté momento.

Chris: La oscuridad no es él lugar donde deberías estar Kazuma.

Eris me dedica una mirada piadosa, una que antes podia apreciar como una Diosa auténtica.

Kazuma: Solo por la noche puedo concentrarme en lo importante, lejos de la luz que aparta tu mirada.

Mi mirada se distrae un tiempo con él cielo nocturno, un espectador silencioso. Un cómplice que nunca a de hablar.

Eso sonó tan estúpido.

Chris: y que es eso de lo cual no quieres apartar tu mirada?

El tono de Eris es calmado, ella mis viendo la luna con una mirada de admiración.

Kazuma: eso me interesaría preguntarte a ti. Yo ya te di la mía.

Eris se toma su tiempo, en lo espero sin mirarla. El tiempo pasa de forma constante, como las manecillas de uno, cada segundo es otro donde ella sigue meditando.

Mi mente solo divagando en lo que es importante, ¿Que era?. en definitiva Alys y Jaiden están ahí. Pero quienes más

Lo importante son las personas, pero como elegir entre las personas.

La palabra elegir sonaba Mal, ya que al elegir dejas ver una preferencia. El Abandonar a otro al preferir.

Lo cual me gusta, mi mente pasando por las veces que eligieron a otros sobre mi. No sentía rencor, pero era un buen detalle.

También de cuando yo Elegí, que de cierta forma eran pocas veces. Las personas que están conmigo me eligieron. Yo no lo hice

Un Elegido

La luna oculta por las nubes no pudo ser mi cómplice en esta nueva resolución.

Elegir y ser elegido, si así funcionaba entonces que alegría. Que alegría haber sido Un Elegido.

En lo que mi mente seguía filosofando por él aburrimiento de esperar una respuesta, una luz blanca se habré lugar detrás mío.

No volteo, mi atención fijada en lo importante. Y si es que Eris también me elegiría o no.

Si no lo hiciera, lo aceptaría. En un orden donde todos somos libres de Elegir a quienes queremos sobre otros.

Eris: Puedes voltear.

Eris con su verdadera apariencia me sonrie, un aura que ilumina levemente su figura.

Me toma un tiempo el pensar que decir. Ésto no entraba en mis estimaciones.

Eris: Acaso ¿ya no te gusto Asistente?

Una sonrisa divertida deja ver que seguro debo tener una expresión de sorpresa en esté momento.

Me tomo mi tiempo, mi mente procesando la sonrisa fe una verdadera Diosa, una que había derribado todas mis defensas.

Eris: ¿Realmente me veo tan mal?

Ella se sigue riendo, con su tono infantil que usa para las bromas.

Uno que era normal en Chris pero en Eris, solamente me daba diabetes.

Kazuma: ..ya tienes tu respuesta?

Eris se acerca lo suficiente para tomar mi mano, estrechando sus dedos con los míos. Mi mente totalmente de enfocada en predecir que está planeando.

Eris: Me importan mis Seguidores, mi mundo. Y mis amigos. ¿Seguimos siendo amigos Asistente?.

Maldit$ sea!.

¡recupera el control Satou Kazuma!.

Kazuma: La pregunta ofende, ¿Dudas de nuestra relación?

Eris parece no ser afectada por la última palabra, lo cual fue molesto.

Pero esa molestia me devolvió a la realidad, nuevamente teniendo mis seis sentidos.

Eris: ¿Y que relación tenemos?

La voz de Eris salé suave, como un susurro. Pero en la oscuridad y silencio de la noche, un susurro bien podía ser un grito.

Kazuma: La que tu quieras Big Boss

Una sonrisa propia se crea en mi cara, tomando su otra mano libre con la mia propia. Rompiendo el poco espacio que había entré nosotros.

No para un acercamiento, solo juntando mi frente con la de ella.

Su expresión de confianza rompiéndose al fin. Aunque tampoco me aleja, lo cual es una buena señal.

Eris: ¿La que yo quiera?

Aún manteniendo el contacto, mi propia voz salé como un susurro. La luna viendo este momento íntimo donde solamente esperaba su silencio.

Kazuma: la que tú quieras mi Linda Diosa.

Besando suavemente su mejilla recalcó mi punto, solamente sirviendo para desestabilizar a la Diosa.

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Ko-no-su-ba
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Si llego a tener un hijo, me pregunto si debería darle consejos con las chicas.

...No

Realmente no podía decir que era un conquistador, era tan simple como que ellas ya tenían esos sentimientos.

El poder decir las palabras correctas, y acciones. Fue lo único que podía atribuir a mi mano.

Eris: Sigues despierto?..

El tono de Eris acostada a mi lado, en lo que la cubría con mis brazos. Ella misma apegándose a mi pecho, como si buscará ocultarse.

Kazuma: lo hago.

No habíamos hecho nada, solamente dormir juntos en lo que sería compartir el calor. Algo que agradecía

Estaba dispuesto a llegar al último escalón si es necesario para atar su corazón. Pero parece que no fue necesario

Eris: está mal que hagamos esto, tu mismo ya tienes dos personas en tu corazón.

Sus palabras siendo más una declaración que una pregunta. Me limito a dibujar círculos en su espalda,

Una vez ella arquea su espalda y ojedoes sale un quejido suave de sus labios, lo veo como mi señal para hablar.

Kazuma: tu también estás ahí querida.

Usando la palabra querida para evitar la idea de que estoy siendo un idiota.

Simplemente diré algo como "Una Diosa no un mortal no pueden estar juntos" su corazón se distanciara. Pero mantendra la idea de que tenemos un amor imposible.

Lo cual sirve perfectamente a mis estimaciones, y Alys nunca debería de enterarse.

Eris: ¿Me amas?..

Empiezo a odiar esas dos palabras.

Kazuma: Así es, Amor.

Con esas palabras finales mis labios se juntan con los de ella, en lo que su sorpresa es muy evidente.

Pasando de la confusión, miedo. Unas pequeñas lágrimas desapareciendo, no toma mucho tiempo para que ella misma corresponda.

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