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Y ahí se encontraban todos, cada uno sentado con las piernas cruzadas. Cada uno de ellos prestando atención a las
condiciones del reto.
Había llegado el momento de pagar, ellos habían perdido.
—eso es todo!?—dice con sorna Suga, quien no estaba muy dispuesto a cumplir las condiciones.
—no comiences azuuquitar—lo callo (___)—y bien que esperan!?—los miro a todos—a moverse, que esas cosas no vendrán sola.
Cada quien se encaminó al lugar que le correspondía.
Ya era casi de noche, apenas y se podía ver algunos rayos.
Sentados los dos muy cerca de la orilla del lago, estaban (___) y Jungkook.
Él, era tímido, ella traba de hablar pero Jungkook no ayudaba con sus respuestas de una sola silaba.
—como te encuentras?—fue lo que pregunto, pero al tiempo se arrepintió, era claro que ella estaba bien.
—algo aturdida, sabes creí que ya no vería la luz.—susurró y formo una sonrisa triste—de no ser por mi…—antes de que su boca hablara su mente reacciono más rápido que ella. Por poco y se mandaba al frente—bueno de no ser por el
chico que me sujeto no estaría acá.
—ahh….
Silencio otra vez.
Ella no acostumbraba a ser callada y no comenzaría ahora.
—oye!!—Grito—UNA ARAÑA!!!—volvió a gritar haciendo que el joven solo moviera la cabeza para ver a la araña inexistente.
Era todo mentira, solo quería verlo
saltar del miedo. Se frustro al ver que solo buscaba al bicho de ocho patas con fervor.
—No esta—dijo Jungkook algo desilusionado.
—no, no está Jungkook—hablo sin ganas. Silencio nuevamente—joder!! Habla un poco más Jeon!! Te juro que si no hablas te hare comer arena, odio el silencio.—exclamo parándose y tomando una postura amenazante para el joven.
Uno de sus guardaespaldas, mas precisamente Toc, reprimió una risa al ver la mirada asustadisa del joven, era cierto que (___) era de temer.
—no sé de qué tema hablar—musito bajito.
—pareces un bebé—dijo algo cabreada—te lo han dicho ¿verdad?—suspiro—mira hay muchos temas, el agotamiento del agua, el libro que estaba por salir del cual no me acuerdo el nombre, pero dicen que esta bueno, de la capa de ozono, de los pelos del mono, no sé, de las selvas, de política, música, deporte, lo quesea pero di algo…
—Tengo hambre—fue lo primero que dijo, no lo pensó solo lo dejo salir.
—joder Jeon eres una caja de pandora—comenzó a reír—ya vendrán con comida y lo siento por alterarme, odio guardar silencio y a veces me paso de la raya.—volvió a su lugar y comenzó a armar figuras en la arena.—quiero practicar boxeo.—dijo mientras dejaba caer arena en sus pies—no quieres ser mi saco de boxeo?
Los ojos de Jeon se abrieron de par en par por la sorpresa, y otra vez su risa fue la evidencia de que ella le estaba jugando una broma.
—eres muy expresiva te lo han dicho!?—hablo mientras se paraba y sacudía la arena de sus pantalones.
—lo sé, siempre me lo han dicho, me lo dicen como si eso fuera novedad, cosa que no es—en un momento de seguir molestándolo, tiro de él, haciendo que el cuerpo de Jungkook aterrizara en la arena.
Y como si nada, ambos estallaron en risas, risas divertidas, risas que pueden contagiar hasta al más aburrido del mundo.
A todos, menos a ella, Mery, en su manía de hablar con Jungkook, había emprendido la misión de encontrarlo y hablar, pero su
sorpresa fue tal que su cara se puso roja del coraje acumulado.
Ella vio toda la escena, ella vio como la morada hablaba sin pudor con su novio, vio como lo tocaba, vio como reían, vio como compartían momentos, vio como la sonrisa de su Kookie era real, eso fue lo que más le dolió.
Antes esas sonrisas solo eran para ella, antes esos ojos solo la miraban a ella. Antes ella ere el centro de las miradas, antes ella era el centro de todo la atención de Jungkook. Antes era ella.
Presa de todo el coraje contenido golpeo con todas sus fuerzas un tronco que había cerca, su muñeca dolió como los mil demonios.
Sus ojos por alguna razón desconocida picaban, estaba llorando. Ella misma se odiaba. Odiaba el momento en que dejo ir a Jungkook.
Odiaba a esa estúpida que en esos momentos reía junto a la persona que tanto quería, no la soportaba y sin pensarlo grito.
Su grito llamo la atención de los presentes, (___) y Jungkook cesaron sus risas para dirigir su mirada ante el grito, sus guardaespaldas caminaron hacia Mery, pero se detuvieron cuanto (___) les hizo una seña de que lo dejaran así. No
quería problemas, no quería tener ninguna relación con aquella chica.
Su presencia la aterraba, una sensación indescriptible, pero que ahí estaba le alertaba peligro.
Jungkook la veía sorprendido y algo confuso. Incluso desde la lejanía supo que era ella, también supo que estaba llorando, cual niño cuando le quitan su juguete favorito. Quiso pensar que solo estaba ahí por mera casualidad, que no estaba ahí espiándolos, que no había visto nada.
Si bien ya no le importaba, no quería que su presencia se interpusiera ante él. No era capaz de verla, ella lo había dañado, lo había dejado jodido, si bien creía que lo había superado aun le costaba verla.
Todo sentimiento bueno se había ido ya hace mucho tiempo, solo el dolor estaba con él cada vez que la veía.
—juro por el cabello de Luhi que esa chica me da miedo—susurro (___), solo para ella—siento como si me estuviera acosando—esas meras palabras captaron la atención de Jungkook quien la miro--¿qué?—dijo sin comprender.
—qué has dicho!?
—que la chica esa—señalo con el mentón—me infunde miedo, recién lo he notado hoy, pero siento como si siempre me estuviera observando y es raro, nunca de los jamases he cruzado palabra, pero ella me aniquila con la mirada—suspiró y clavo la mirada en el horizonte—no se ni quien es, pero su mirada me mata cada vez que puede.—rio sin
gracia—es loco.
Ciertos pensamientos hicieron que la mente de Jungkook trabajara, pero no quiso creer a la conclusión que había llegado.
No aceptaba que pudiera ser ella y él, causantes de todo.
No sería capaz ella de hacer semejante barbaridad.
Le costa creer que lo de hoy no había sido un accidente sino un complot.
Sin duda la mente de una persona es totalmente retorcida. Parece normal. Pero en el fondo la locura y la parte irracional comienzan a funcionar.
El coraje y la ira de Mery, fue una prueba clara de que esto recién había comenzado.
La amargura de su corazón estaba por todos lados. Si él no era de ella. Pues entonces no sería de nadie.
Algo tóxico.
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