Tn---No hay elección---dije suspirando.---Yo, tn, la princesa de los condenados, te convoco, rey único de los condenados, Lucifer---dije a duras penas. Al aparecer frente a mí, sentí el enorme impulso de matar a mi propio padre, de arrancarle las alas, ver su sangre correr mientras suplica, tomar su trono en el infierno con la corona del sufrimiento, mientras su cadáver está frente a mis pies. Inevitablemente sonreí por esos pensamientos y mi padre me miraba muy atento.

Lucif---He escuchado y visto muchas cosas por siglos en las mentes de las personas, pero las que acabo de ver en las tuyas causan que mi corazón duela. Al saber cómo tú, que eres mi hija, me quieres matar, lo único que me consuela es saber que esos pensamientos no son lo que sientes aquí---dijo, poniendo un dedo sobre mi corazón, que hizo que este se acelerara, sintiéndome extraña.---Eres mi única hija y siempre has sufrido. Desde que naciste, siempre has tenido que pasar por momentos difíciles que nunca me perdonaré. No puedo manipular todo tu destino, mejor dicho, no puedo hacer. Dios me castiga haciéndote sufrir a ti, eso no es justo---dijo, rodeándome con sus brazos, pero un impulso me hizo que un movimiento brusco lo tomara del cuello, tirándolo al suelo y colocándome encima de él.

Jin---¡Cálmate, tn!---dijo rápidamente mientras yo apretaba más con una sonrisa maligna en mi rostro. Eso me causaba un gran placer y un gran dolor.

Rapmon---Lucha con ellos---me dijo en un tono dulce y yo fui soltándolo lentamente para luego acostarme sobre este, abrazándolo.

tn---Lo siento, appa---me disculpé.

Lucif---No te preocupes, no me dolió tanto---dijo, comenzando a flotar para luego dejarme de pie. Este me soltó, dirigiéndose a las mellizas.---Una vez que salgan, los destruiré---les dijo a los demonios, pasando sus manos en los vientres de las chicas.---Tn, tú eres fuerte, podrás soportarlo---dijo, mirándome. En su mirada vi la respuesta, así que solo me puse de rodillas, asintiendo.

Jin---¡No le harás eso a mi hermana!---dijo, molesto, poniéndose frente a mí.

Lucif---Es mi hija, ¿crees que a mí no me duele?---dijo, molesto.

V---¿Y si ellos le hacen algo?----preguntó, asustado.

Rapmon---Tn es fuerte, sabrá luchar---dijo, serio.

Jin---¿Acaso nadie recuerda cómo está? Solo miren sus ojos, en ellos solo se ve oscuridad---dijo seriamente.

Lucif---Ella lo hará bien. Después de todo, es mi hija---dijo con orgullo, desapareciendo. Yo me levanté con rapidez, tirando a Jin a un lado, que fue atrapado por un aún confundido Kook. Tomé el rostro de Miha entre mis manos, quedando a centímetros de mis labios. Hice que abriera la boca, absorbiendo el demonio de su interior, para luego hacer lo mismo con Hami. Mientras lo hacía, escuchaba los gritos de Jin diciendo "¡no lo hagas!". Al terminar de sacarlo rápidamente, ellos y yo peleábamos por el control de mi cuerpo. Caí al suelo, revolcándome posesivamente; mi espalda estaba pegada al suelo, mientras la parte inferior de mi cuerpo daba vueltas de una forma dolorosa.

Tn---¡Este cuerpo es mío!---dijo uno de los demonios y los chicos retrocedieron, asustados, mientras la voz me acusaba. Un escalofrío me recorrió mientras salía de mis labios.---¡No! Este cuerpo es mío. Ella es fuerte y tiene mejores habilidades---dijo el otro, molesto.---¡NO! ¡ESTE CUERPO ES MÍO!---grité desesperada y los demonios se enojaron, arrastrándome por el piso y pegándome de una manera abrupta contra la pared, para luego hacerme caminar de espaldas sobre esta, retorciéndome.---¡AAAAAH!---grité al sentir cómo mis huesos dolían, mi alma se estrujaba y mi corazón fallaba. Caí al suelo bruscamente.---¡SALGAN DE MÍ!---grité, poniéndome de pie, eché mi cabeza hacia atrás, casi suspendida, mientras ellos salían de mí a través de mi boca en forma de un humo muy negro. Me iba elevando.

Jin---¡TN!---lo escuché gritar mientras caía al suelo. Mi cuerpo dolía, mi corazón latía eufóricamente.---¡Abre los ojos, por favor!---suplicó, pero yo lo intentaba, pero no podía. Me sentía débil, rota y vacía. Sentía cómo mi corazón se iba marchitando, lo que me causaba un gran dolor.---¡Vamos, angelita, abre los ojos!---suplicó nuevamente.

Miha---Cc... canten---dijo débilmente. Sentí cómo me acogían unos brazos cálidos y protectores, los que siempre quiero tener cerca: los de mi único hermano. No desearía tener a otro; él es el mejor, es único, bueno y siempre me perdona. No importa las cosas más monstruosas que haga, él siempre me perdona y acepta.

Jin---¡Omma!---lo escuché decir con sorpresa.

Omma---Siempre es tn---dijo dolida. Sentí cómo me acogía en sus brazos, haciéndome sentir cálida. Sentí cómo mi corazón dejaba de marchitarse al sentir cómo caían las lágrimas de mi madre en mi mejilla derecha y se deslizaban lentamente.---Ningún ángel llora como tú---dijo mientras mis lágrimas salían sin ni siquiera poder abrir mis ojos.---Sé que te duele, pero el dolor pasará y eres mi hija, mi pequeñita. Tú y Jin son la luz que alumbra mi corazón. Nunca dejaré que te destruyan, no importa si tengo que dar mi vida---dijo, dándome un casto beso en la frente.---Te amo, mi pequeña---dijo antes de desaparecer.

Kook---¿Cuándo despertará?---preguntó esa voz tan inconfundible que deseaba escuchar.

Hami---Tenemos que cantarle---dijo con algo de dolor en su voz. A los pocos minutos se escuchaba la canción de los ángeles. Sonreí para mis adentros, escuchando la voz de mis ángeles. Al terminar de escucharla, sentí cómo mi cuerpo se despegaba del suelo, empecé a flotar. Mientras abría mis ojos lentamente, quedando de pie, todos me miraban con alegría.

Jin---¡Tus ojos!---rió alegre, poniendo sus manos a cada lado de mis mejillas.---Están azules, un azul hermoso---dijo contento, pero yo no me sentía la misma, estaba feliz por dentro, pero no podía expresarlo.---¿Qué te hicieron?---dijo con miedo mientras miraba mis ojos, alejándose. Miré a los demás que también lo hacían. Yo me acerqué a los pedazos de un espejo, mirándome.tn---No puede ser---dije, rompiendo el pedazo de espejo en mi mano, pero ni siquiera me corté, y menos sangre.---¿Que me pasó?...