Capítulo 11| California
A I L E E N
⚡⚡️⚡
Desperté temprano para ir al campamento, quería ver a Damián, y a Ylenia que hacía mucho tiempo no veía. Me puse un vestido blanco simple, acomodé mi cabello para ponerme mi corona, también me puse el collar que me había regalado la diosa Atenea, me parecía muy lindo. Me puse unas sandalias blancas de taco corrido y estaba lista para ir a desayunar. Era la primera vez que yo misma me buscaba mi propia ropa sin ayuda de las ninfas y me arreglaba sin que ellas estuvieran presentes.
Camine por el pasillo silencioso y vacío del olimpo. Antes cuando era una niña lo veía de otra manera, pensaba que ese pasillo me conducía al reino de las hadas que era el jardín privado de Artemisa me dejaba entrar porque era pequeña y le agrado. Morfeo también ayudaba a que viera pequeñas hadas soñando despierta. Cada dios del olimpo por lo menos una vez me cuido, de cada uno de ellos aprendí algo distinto. Había momentos en donde pasaba más tiempo con otros dioses que con mis propios padres, pero jamás salía del confinamiento del olimpo salvo para ir al inframundo.
Cuando mis poderes surgieron estaba bajo el cuidado de Ares mi hermano, este no supo qué hacer conmigo, ya que estaba lanzando rayos a diestra y siniestra. En un momento de desespero me llevó al campamento media sangre yo apenas tenía seis años. Recuerdo que mi hermano le gritaba al director que llamara urgente a un profesor que me ayudara a controlar mis poderes. Ese día lloré porque había quemado más de una vez a mi hermano Ares y sus hijos fueron a verlo en cuanto lo vieron en ese estado pensaron que algo malo le había pasado. Cuando logré controlar mis poderes aparecieron mis padres gritando a los cuatro vientos que donde estaba su bebé. Desde ese día mis papás no me dejaron tanto tiempo sola, se empezaron a ocupar más tiempo de mi para moldearme a ser la hija perfecta o eso al menos es lo que quería mamá.
—Buenos días, mamá y papá —me senté al lado de mamá.
—Buenos días —dijeron al unísono.
—Papá hoy iré al campamento, voy a ver a Ylenia y a un amigo — tomé un sorbo del jugo de naranja que tenía servido.
—¿Un amigo? —Mi padre es una persona muy temperamental, por lo general comete muchos errores estando enojado. Pero cuando se trata de mi es cuando aparece su faceta sobreprotectora. Él intenta tenerme guardada en una cajita de cristal donde nada malo me pueda pasar.
—Se llama Damián va al campamento media sangre él fue el que me salvó de ser el hazmerreír en el campamento tras la bromita de la sangre —tome una tostada para untarle mermelada de manzana.
—¿Es guapo? —preguntó mamá bebiendo su jugo.
—Si es guapo, divertido e inteligente y su sonrisa puede derretir a cualquier chocolate —solté un suspiro contenido pensando en Damián y todas sus cualidades.
—Mi pequeña princesa no puede hablar de un amigo de ese modo —expeto mi papá golpeando su mano contra la mesa, en señal de que estaba reprimiendo su enfado. Al contrario que a mis hermanas o hermanos mi padre no me dio tanta libertad en el amor, sospecho que se debe a que soy la más pequeña.
—Por los dioses, Zeus te recuerdo qué edad teníamos cuando nos casamos Zeus —responde mi madre tirándole un pan de centeno en la cabeza.
—Está bien Hera... hija puedes ir a ver a tu amigo cuantas veces quieras —tomó el pan que mamá le tiró y se dispuso a abrirlo para untarlo de mermelada.
—Puedes traerlo a cenar un día aquí para que lo conozcamos —sugirió mamá sonriendo.
—¿Por qué no lo traes mañana? —esta vez papá parecía ser el interesado en conocer a Damián.
—Está bien veré si puede venir —me levanté de la mesa —Nos vemos luego me voy al campamento —me envolví en un rayo y me fui al campamento.
No había muchos semidioses en la cafetería, pero en una mesa estaban mi prima, su supervisor y Damián hablando. Fui hacia ellos sentándome al lado de mi amigo. Este beso mi frente pasando sus brazos por mis hombros.
—¿Qué me perdí? —mi prima dio un bocado a su sándwich.
—Nada nuevo Ylenia con Damián somos amigos — noté que Damián se tensaba a mi lado. Suspiro, aún no somos nada, pero ya quisiera decir que somos algo más que amigos.
—¿Damián mis padres organizaron una cena esta noche y querían saber si puedes ir? —jugué con la botella vacía que tenía Demian en la mesa
—Ah claro si puedo rayito —beso mi mejilla atrayendo la atención de mi prima y Adonis.
—Creo que ya debo irme —me separé de Damián, sentí un frío al no tener un contacto con su cercanía.
—¿Te irás tan pronto?, si apenas acabo de llegar —mi primo habló atrayendo nuestra atención.
—Apolión —Ylenia se levantó y salió corriendo para abrazar a mi primo.
—Enana —la estrechó contra él abrazándola.
—Yo también quiero un abrazo Apolión —corrí tirándome encima de ellos dos y los tres caímos al piso estallando en carcajadas. Adonis y Damián nos ayudaron a ponernos de pie, la falta de aire nos impedía pararnos.
—¿Qué cuentan de nuevo? —mi primo volvió a la mesa con nosotros. Miré a Damián y este me sonrió malicioso. Esa sonrisa me dijo que una broma estaba planeando para mi primo. —Nosotros dos bueno es difícil decir esto —Damián entrelazo su mano con la mía —Nosotros...
—Estamos esperando un bebé, estoy embarazada —decidí seguirle el juego a Damián y mi prima se puso pálida. Adonis no sabía qué hacer y Apolión bueno él...
—Eso es... —Apolión se levantó y dio un paso —Es una noticia algo precipitada creo que... —se desmayó.
—Que dramático —mi prima levantó las piernas de Apolión —Adonis trae alcohol y algodones para ponerle en su nariz y que reaccione —mi prima aún seguía un poco pálida temía que se desmayara.
—Si jefa —Adonis salió rápido de la cafetería.
—¿Cómo sabes qué hacer en estos casos? —preguntó Damián sorprendido al igual que yo.
—Mi mejor amiga Zoe cuando tiene emociones fuertes se le baja la presión y se desmaya, para ayudarla su papá que es doctor me dijo que hacer —sonrió.
—Se nos pasó la broma lo siento — entrelacé mis dedos nerviosa.
—Al menos es una broma, recuerdo que la prima de Zoe quedó embarazada a los dieciocho no fue nada bonita la noticia para sus papás —Adonis llegó con las cosas que mi prima le había pedido.
—¿No extrañas un poco el mundo mortal? —preguntó Adonis dándole el algodón ya mojado.
—A veces sí lo extraño es el mundo donde viví dieciséis años — suspiró con melancolía —Pero hay cosas que no extraño como que me llamen fenómeno —bajo las piernas de Apolión y pasando el algodón en su nariz.
—O que te tachen de raro —Damián me abrazó por los hombros.
—O que te acose tu ex novia al saber que eres un semidiós —Adonis levantó las piernas de Apolión como lo había hecho Ylenia.
—¿Y tu princesa qué extrañas del mundo mortal? —me preguntó Damián sonriendo.
—Yo jamás salí del Olimpo sola, al mundo mortal fui pocas veces con mi papá —lo miré.
—En cuanto me gradué de aquí podríamos ir juntos a California, mi ciudad natal —me abrazo fuerte Damián.
—Apolión —mi prima acarició el rostro de mi primo en cuanto abrió los ojos.
—¿Qué pasó? —preguntó mi primo confundido.
—Te desmayaste cuando supiste que Aileen te hizo la broma de que estaba embarazada —le hablo Ylenia despacio.
—Que torpe —se levantó despacio.
—¿Aileen a qué hora es la cena con tus padres hoy?
—A las ocho treinta —siempre cenamos a esa hora.
—Debo hacer una llamada —mi primo se fue.
A P O L I Ó N
💀💀💀
Salí de la cafetería esquivando a semidioses que entraban y salían del lugar, quería ir a un sitio apartado de las miradas curiosas. No quería hacer esta llamada sabiendo que alguien podía estar escuchando y se lo fuera a contar a Agatha sabiendo que estábamos tan bien en estos momentos. Por lo que me aleje lo suficiente de los campistas y de las sirenas que se hallaban siempre rondando el muelle en busca de la seguridad que les brindaba el escudo del campamento y el tener a mi prima Ylenia. Una vez estuve completamente solo me senté en un tronco caído y marqué el número de mi mejor amiga, esperando impaciente hasta que en el tercer tono se descolgó la otra línea.
Llamada con Diana
—Hola chico sombra —escucho desde el otro lado de la línea a Diana, podría jurar que en estos momentos debía estar tirándose en su cama para hablar conmigo. -Que milagro recibir tu llamada.
—Hola Diana, necesito hablar contigo —respondo algo dudoso no sabía que decirle nosotros habíamos peleado por Agatha y desde ese momento me sentía muy mal por no poder hablar con ella.
—¿Es sobre Agatha? Porque si es así yo no quiero hablar, vete a la mierda por idiota —el tono irritado en la voz de Diana me hace sonreír, sé que está muy enfadada por ese tema, pero sé que es porque quiere lo mejor para mi, porque me aprecia. Podía imaginarla con los cachetes inflados y rojos por el enojo.
—No es sobre ella, es porque Aileen está muy cerca de Damián y esta noche tendrán una cena, ¿recuerdas lo que decía el pergamino que me llegó? —balbuceo atropelladamente, el tema de mi prima me ponía de los nervios y me importa poco si me ven como sobre protector solo quiero lo mejor para ella.
—Algo de que pasaría una catástrofe con Aileen y una descendencia de Afrodita —le tembló la voz al pronunciar las palabras, desde que recibí ese pergamino había tratado de mantener a mi prima alejada de cualquier descendiente de Afrodita y eso incluía a Damián.
—Ese mismo —hablé alarmado, necesitaba un consejo o saber como poder abordar esta situación sin que mi prima salga herida —Te veo en unos minutos iré a ver a Agatha —respondí levantándome del tronco, iría a ver a la pelirosa para que mantenga alejado a Damián de mi prima y luego iría a ver a Diana para hablar más calmados.
—Porque tienes que ir a ver a Agatha, ya te dije que ella no es para ti Apolión —asqueada Diana me colgó sin darme tiempo a decir otra cosa.
Fin de la llamada
—Pero ¿qué le pasa? — miré mi celular buscando respuesta, sabía que no le agradaba Agatha, pero ni cuando salía con Cleo ella no se comportaba así.
—Tiene celos —una voz cantarina me tomó por sorpresa haciéndome girar, viendo a Alysa colgada en la rama de un árbol de cabeza con ambas piernas. Se parecía a un murciélago colgado de cabeza, quizá tenga complejo de vampiro y no lo sabía.
—¿Desde cuándo estás aquí? —pregunto viéndola desconfiado, no sabía cuanto había oído de mi conversación con Diana y si ella estaba enterada de que recibí el pergamino que involucra a su hermano.
—Desde que dijiste que tenías que ir a ver a mi hermana y luego irías con ella, no sé quién sea esa otra chica, pero si mi hermana descubre que la engañas atente a las consecuencias. Príncipe del inframundo o no Agatha no se quedará de brazos cruzados mientras le vez la cara de estúpida. Y termine así probando los viajes de transportación, termine aquí colgando de cabeza como Tarzan. Agradece que no caí encima de ti, en el viaje anterior terminé cayendo encima de Dex —comenta conteniendo la risa tapando su boca, con destreza Alysa se subió al árbol y se dejó caer de pie con una gracia felina.
—No estoy engañando a tu hermana, voy a ver a mi mejor amiga Diana a la cual no le agrada Agatha, pero no es por celos, tan solo no quiere que yo salga herido. ¿Sabes dónde está tu hermana? —guardando mi celular en uno de los bolsillos de mi campera di una mirada a mi alrededor para asegurarme que nadie más me estaba espiando.
—Está en la cabaña con mi hermana Penny puso una gigantografía de una foto de mi hermano dándose una ducha —comenta la cabeza de uva acercándose hasta donde me encontraba, era una cabeza más baja que yo, pero seguía imponiendo respeto a pesar de ser tan pequeña de edad.
—Iré para allá no me pierdo la oportunidad de ver a Damián haciendo el ridículo —estaba emocionado por ver esa broma —Te llevo o seguirás practicando —me ofrezco a llevar a la menor porque en verdad de las hermanas de Agatha es con quien mejor trato tenía sin que ella me tuviera miedo.
—Llévame tardaré todo el día en dar con la cabaña —Alysa puso su mano en mi hombro y viajamos en sombra a la cabaña.
Llegamos para ver en primera fila un inmenso cartel estaba la foto de Damián desnudo con las manos sobre su cabeza quitándose el shampoo de la cabeza con los ojos cerrados. Por lo menos se veía desde su cintura hacia arriba, nos comenzamos a reír junto a Alysa. Amo venir a este campamento.
Bueno mis semidioses y semidiosas aquí otro capítulo. Apolión es un verdadero drama King 😂😂😂
Besos
De
Danny
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