Capítulo 1
"Hija,
Sé que tengo que contarte muchas cosas pero espero que entiendas que nunca lo hice con tan mala intención.
Recuerda hija que antes de volvernos malos en algún tiempo fuimos buenos".
Me desperté por el sonido de mi alarma, aunque este sonaba raro, sonaba más... Inquieto.
— ¡No puede ser! ¡Es la alarma que me avisa que ya llegó tarde!. — Salgo de la cama para quitarme rápidamente la ropa y ponerme mi ropa que ya estaba preparada.
Antes de salir de mi cuarto agarro mi Deck lo guardó seguidamente para ir a la cocina.
— ¡Tío! ¡¿Porque no me despertaste?!. — Agarro unos panes para meterlos en la tostadora y después el peine que siempre lo dejo en la cocina para luego peinarme.
— Lo hice pero no me hiciste caso. — Me dió un plato lleno de huevo con jamón y agarra el pan tostado.
Al acabar de comer, me cepillo mis dientes y me pongo mis zapatos cuando ya estoy en la salida.
— Bueno, ¡Ya me voy!. — Dije tomando la perilla de la puerta.
— ¡Suerte en el examen!. — Dice mi tío que está en la cocina y el otro que apenas me acabo de dar cuenta que está en la sala.
Salgo de mi casa empujando a la gente mientras corro. Hola, mi nombre es (T/N) Mutou, lo sé, lo sé, ¿Porque no aparece mi padre en este capítulo? Remontemos en el día que mi padre y mi madre se casaron, más bien, en la Luna de Miel, en el día en dónde mi madre quedó embarazada algo había ocurrido provocando que mi madre solamente se quedará con mi padre unos meses para luego desaparecer. Mi mamá desapareció refugiándose en una casa que ella tuvo que comprar, ¿Recuerdan a mis tíos? En realidad no son mis tíos, son amigos de ella, ella me cuido hasta los 8 años cuando me abandonó y ellos tuvieron que abandonar la casa que había comprado mi madre para vivir en un departamento pequeño.
Mi Deck es muy especial ya que tienen las cartas de Exodia, al Mago Oscuro y al Dragón Negro de Ojos Rojos de parte de mi madre y a Obelisco y a Slifer el Dragón del cielo de parte de mi padre. Si bien, mis tíos habían confesado que mi madre se los tomo "prestado".
Cuando llegue inmediatamente me metí al duelo, no use muchas cartas poderosas ya que debía mantenerlos oculto y solo pude usar estratégias,pero afortunadamente si pase al examen de admisión.
Me senté en una silla que era para los espectadores y descanse mis hombros que los tenía tiesos.
— "Una vez más, todos los aspirantes a la academia que ya han pasado su examen de admisión para los duelos registren se, los que hayan reprobado mejor suerte para el próximo año". — Se escuchó a alguien en alta voz.
Hice lo que me pidieron y volví a sentarme. Rayos, esto de pensar en estrategias si que es agotador pero mejor así. A lo lejos pude ver como un chico de cabello azul pálido alborotado y con los ojos grises se enfrentaba a una carta que parecía un gusano.
Había olvidado mencionarles lectoras que tengo el cabello (C/C) (color de cabello), (Lacio/Chino/semi lacio) y (Corto/largo) junto con unos flecos tipo rayo heredado de parte de mi padre.
Suspiré: — Tengo entendido que mis tíos me darán una gran sorpresa en la academia, aunque me preguntó cómo. — Cerré mis ojos por unos breves segundos hasta que escuche: "Mira nada más eso". Voltee y me encontré con unos ojos café igual que su cabello mirando a alguien.
Me di cuenta a quien miraba, a un chico de cabello negro y ojos grises.
— Muy bien novato, opción múltiple hay dos monstruos mirándote:
»A) Arrojas la toalla.
B)Pides clemencia.
O
C) Corres a las faldas de tu madre.«
— Elijo de: ninguna de las anteriores. — Se levanta una carta que tenía el y era una trampa.
— ¡¿Una trampa?!. — Habló impresionado el señor.
— Exacto, con el Rey de la Destrucción puedo acabar con cualquier mounstro que esté en modo de ataque y luego ambos recibiremos igual a los puntos de ataque de ese monstruo. — Gracias a eso los puntos de vida del profesor llegaron a cero.
— Eres inteligente, novato. Estás dentro de la academia. — Felicitó el profesor.
El chico se inclinó por respeto. : Gracias, ilustre profesor. — Y así termino la partida del chico.
Vaya, supongo que será divertido enfrentarme lo algún día. Cerré mis ojos nuevamente.
— Ese último aspirante realmente lo destrozó. — Se escuchó una voz.
— Sí, Bastión Misawa, dicen que obtuvo la puntuación más alta en el examen escrito entre todos los aspirantes. — Abrí mis ojos y ví que quién hablo era el de ojos grises.
Ahí hay un error, fui yo quien obtuvo la puntuación más alta, algo me huele mal.
— Guau, si yo apenas pase. — Miré de reojo y ví que quién había hablado era el castaño.
— Sí, también yo, por cierto me llamo Syrus, mucho gusto. — Se presentó el chico de cabello azul pálido. — Tengo muchos nervios por el examen y no sé cómo pude ganar está pelea, no puedo creerlo.
— ¿Ya estás dentro?, felicidades yo también estaré cuando gane mi duelo. — si supiera que...
— Oye, ¿No has tenido un duelo?. —.
— No. — Negó muy seguro.
— Pues vas a tener problemas porque este era tu última oportunidad. —.
— Pobre de el. — Pensé mientras veía su rostro.
Algo me decía que tuvieron que hacer algo ese par llamados tíos. Bueno, me enteraré por ahí que es lo hicieron, si para bien o para el mal ya que no saben diferenciar entre bien y mal.
— Un duro duelo, Bastión. — Halago el castaño.
— Gracias. — Agradeció el de cabello negro.
— Por lo visto tal vez seas el segundo mejor duelista de este lugar. — Volvió a decir el castaño.
— "Jaden Yuki por favor repórtese en el campo de examen". — Ordenó la voz en el altavoz.
— Llegó la hora, desean me suerte. — Dijo Jaden, al parecer, yendo al campo.
— Aguarda, si soy el segundo mejor, ¿Quién es el primero?. —
— A tus órdenes, soy yo el primero. —.
— Ya lo veremos. — Pensé con una sonrisa traviesa.
— Guau, es tan seguro de sí mismo. — dijo Syrus impresionado. — Me preguntó si será tan bueno.
— No más bueno que yo. — Hablé acercándome a ellos. — Hola, mi nombre es (T/N), no pude evitar escuchar su conversación, un gusto en conocerlos.
— Vaya, eres la que venció a uno de los profesores más fuertes. — Soltó el pelí celeste impresionado.
— Jeje, no fue nada, creo. — Sonreí un poco incómoda, no me acostumbro que me suban la autoestima.
— Tus estratégias fueron muy hábiles. — Me halago el de cabello negro.
— No lo creo, en fin, será un gusto verlos en la academia y quizás será un gran gusto tener un duelo con ustedes. —.
Esto de andar de metiche no es lo mío, pero simplemente escuche por casualidad.
Ví a Jaden Yuki dirigirse al campo de examen y en eso apareció una señora o señor no estoy muy segura cual es su sexo definido pero ví que entraba como el rival de Jaden.
— A ver, hijo, tu nombre. — Ordenó el sexo indefinido.
— Ah, Jaden Yuki. —.
— Bien, Jaden Yuki. Soy el doctor... — Me distraje mirando una mosca, ¿Cual era su nombre? —... En la academia de duelos.
— Guau, un presidente de departamento, no tenía idea, verlo vestido así creía que era usted una especie de mascota en la academia como un animador o una porrista, jaja. — Habló sin pensar.
No pude evitar soltar una pequeña risa por su comentario.
Ví como el sexo indefinido agarraba unas cartas de su Deck. (Chic@s voy a tener que adelantarme un poco).
Seguí mirando la partida que había, hasta que el invoco a Kuriboh, no pude evitar poner mi cara algo impactada, esa carta era de mi padre pero como es que... Tranquila, creo que es pura coincidencia... Creo.
— Vaya, no lo hace nada mal. — Solté de repente. — Hasta me podría enamorar. — Dije con burla, como si eso me fuera a pasar.
Veía con demasiado detenimiento el duelo y me impresionaba como el cabello de Kuriboh usaba las cartas.
Hasta que usó la carta Rascacielos... Ese chico me impresionó.
— ¡Muy bien, Jaden!, ¡Sí!. — Gritó Syrus emocionado.
— Será divertido enfrentarme lo algún día. — Susurré sonriendo.
...
Sé que rayita no interviene mucho en este capítulo pero ya lo hará en el siguiente... Esperemos :v.
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