Y L E N I A
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Un año después...

– Mi vestido es blanco necesito que el ramo sea con flores blancas y rojas – observo los distintos ramos que las ninfas me presentan y ninguno termina por convencerme. Reviso la lista de invitados viendo que faltan las oceánides que cuidaron de Electra durante tanto tiempo, quiero que mi hermana tenga una sorpresa en mi boda – Envíen una invitación a las oceánides que cuidaron de Electra necesito que sea una sorpresa para mi hermana – desde que la guerra acabo Electra vive en mi casa junto a mis padres, mamá fue la que la invito a vivir con nosotros después de todos mi hermana es una joven agradable y no es molestia tenerla en nuestra casa hace que el lugar se sienta menos vació. Nuestra relación como hermanas mejoro muchísimo pasamos tiempo juntas, hacemos cosas para mi boda y la ayudo a adaptarse al mundo mortal. Conoce a todos mis amigas y ya a hecho sus amigas propias de su edad ahora que ella tiene quince años busca tener su propio espacio pero de todas maneras seguimos llevándonos bien.

– Anotado las enviaremos junto a las demás invitaciones, otra cosa princesa ¿dónde se sentarán sus padres y la familia de Adonis? – tomo nota la ninfa de todo lo que le estaba pidiendo, caminábamos por los pasillos del olimpo mientras estaba buscando a Adonis, dentro de una hora tendríamos la prueba de pasteles para nuestra boda y luego debíamos aprontarnos para otro evento.

– En la mesa de los novios se sentaran a mi costado mis padres y hermana y al costado de Adonis su madre y familia – señale en la tablilla donde la ninfa tenia una gráfica donde estaba como serian las mesas distribuidas. Mientras la ninfa anotaba lo que le estaba diciendo vi pasar a Aileen corriendo en dirección a la sala de tronos.

– Entendido, si necesita algo más para la boda llámeme princesa – la ninfa hizo una reverencia al igual que sus hermanas y se fueron todas juntas hacia otro lado dejándome en medio del pasillo sola.

Intrigada por saber que le pasaba a mi prima fui corriendo a la sala de tronos entrando en silencio a la enorme habitación. Pero el sigilo se fue al carajo cuando vi un jarrón dirigirse en mi dirección, me agache escuchando como el jarrón se hizo añicos contra la puerta y algunas piezas me cayeron encima. Ninguna me llego a lastimar pero si que me dio un buen susto, mire a quien tiro ese jarrón y caminando furioso tirando cosas para todos lados estaba mi primo Apolión siendo seguido por Aileen que intentaba calmarlo. Sus esfuerzos parecían ser inútiles pues nuestro primo la ignoraba paseándose por la estancia tirando cosas por los aires y soltando insultos.

– Aileen yo hablaré con él tu ve por una ninfa para que arregle esto – señale todos los jarrones del suelo que estaban hechos miles de pedazos. La rubia asintió estando algo apenada de no poder ayudar a nuestro primo que continuaba tirando cosas a diestra y siniestra.

– Está bien Ylenia – dio una mirad a Apolión y se alejo en silencio para no alterar aun mas las cosas aquí dentro.

– Es duro saber que tu ex se casa ¿verdad? – me acerco a mi primo deteniéndolo antes de que tire otro jarrón antiguo por los aires. Estas cosas deben ser mas vieja que cualquiera uno de nosotros y mi primo se encargo de destruir como veinte de estas cosas.

- Ojala fuera por eso que estoy tan furioso – comento alejando su mano de mi agarre – Agatha y me envía una invitación para dos personas. Es acaso una puta broma de mal gusto o de verdad es un juego para torturarme por que ella tiene a un marido modelo – su cabello se encendió en llamas azules y yo con algo de miedo di un paso hacia atrás.

– ¡¿Qué ella hizo que?! – pregunté casi gritando pero me tuve que controlar para no echar mas leña a este fuego que pronto se volvería incontrolable si no hacia algo ahora.

– Lo que escuchaste no es una broma ella me envió una invitación para mi y un acompañante mas – subió los escalones y se dejó caer en el trono de su padre cubriendo su rostro con la mano. Las llamas en su cabeza se apagaron y volvió su cabello negro carbón.

– No es por defenderla pero quizá piensa que ya la superaste, ya paso un año y medio desde que no están mas juntos y ella se esta por casar tal vez piensa que tienes a alguien mas – sacando sus manos de su rostro lo abrazo – Olvidas que ella es la encargada del amor ella sabe que tienes a alguien en mente para que valla contigo – intentaba animarlo y que deje de pensar en destruir todo lo que se le pone enfrente.

– Ylenia yo... no lo es aún siento cosas por ella, pero no creo que sea amor. Tampoco quiero tener nada con nadie creo que Agatha simplemente se esta burlando de mi – sus brazos me rodearon y apoyo su cabeza en mi hombro escondiéndose de mi mirada.

– Tu decides si lo que ella haga te afecta o no Apolión pero creo que deberías ir y demostrarle que tu también la superaste a ella. Aun queda tiempo para que invites a alguien mas y ya deja de romper jarrones si sigues así el tío Zeus nos matara a todos – frote su espalda para animarlo un poco y pareció funcionar porque el se alejo de mi poniéndose en pie.

– Si creo que tienes razón primita, pero primero iré a hablar con Aileen debe de estar asustada por cómo me comporte – se dio la vuelta bajando un escalón y yo me puse de pie tomando su codo para detenerlo.

– Antes de que te vallas – tire de su brazo para darle un fuerte abrazo – Quiero que sepas que eres el mejor primo del mundo y que te quiero mucho Apoli – lo estruje en mis brazos como a un oso y luego me separe para besar su mejilla con un sonoro beso.

– Yo también te quiero sirenita – con su mano fría acaricio mi mejilla para luego pellizcarla – Ahora debo ir con la enana a pedir disculpas – soltó mi mejilla que estaba roja por el dolor y se fue como si nada.

A P O L I Ó N
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Fui un idiota por haberme enojado de aquella manera y la pobre Aileen se llevo toda mi furia de gratis ahora debía disculparme con ella porque en verdad no tuve que haber reaccionado así. Fui directo de la sala de tronos a su habitación donde di unos suaves toques en su puerta. Espere hasta que ella me grito que entrara y abriendo la puerta despacio la vi sentada en su cama mirando hacia afuera.

– Aileen quería pedirte perdón – me acerque a ella con la cabeza gacha no podía verla a los ojos.

– Está bien Apolión te perdono, pero tú también deberías perdonar a Agatha, aunque yo jamás estuve de acuerdo con su relación no quiero que ninguno siga sufriendo en especial tu – se acercó a mi poniendo una mano en mi pecho en el lugar donde está mi oscuro corazón.

– Hablaré con ella hoy – puse mi mano sobre la suya para mirarla a lo ojos.

– ¿Cuándo? Si hoy es su boda – rodó los ojos apartando su mano de mi pecho.

– Ya lo veras – acaricie su rubio cabello y me transporte a casa en una nube de humo negra.

– Hola mamá y papá – salude a los tórtolos que se andaban besando en la cocina.

– Apolión... quítate Hades – mamá se soltó del agarre de papá para verme con la cara colorada.

– Tengo una boda hoy así que sigan con lo que sea que estaban haciendo – contuve la risa para salir de la cocina directo a mi habitación.

Saco un traje del armario y lo dejo sobre la cama el negó me queda bien, me dirigí al baño donde me di una ducha rápida. Salí envuelto en una toalla y tome mi teléfono y llame a alguien que jamás pensé volver a llamar.

– Hola Diana – hable cuando el pitido dejo de sonar indicándome que la otra línea contesto.

– ¿Apolión?

– Si el mismo ¿me recuerdas? – rasque mi nuca nervioso

– ¿Como puedes preguntarme eso? Somos amigos desde que eramos niños idiota claro que te recuerdo. Y también recuerdo que por los celos de Agatha decidiste alejarte de mí – comento ella de manera acusatoria, entendía su enojo pero el que nombrara a Agatha me dolió un poco.

– Yo dejé a Agatha hace mucho tiempo, un año y medio de echo. Ella se está por casar hoy y tengo una invitación para una persona más ¿quería saber si quieres venir conmigo? – mire el espejo

– Me buscas luego de un año y medio para ser tu cita de emergencia – habla ella estando mas calmada – Tienes suerte de que todavía te quiero mejor amigo, pero solo iré contigo como tu amiga yo también encontré a alguien – su respuesta me tomo por sorpresa y no pude evitar sentirme decepcionado por sus ultimas palabras.

– Oye yo no quiero saber más de chicas por un largo tiempo ya sufrí demasiado con lo de Cleo y luego lo de Agatha. Tu eres la única que puedo invitar sin que piense que es por algo más – sentí una punzada de celos al saber que estaba con alguien más, pero es que somos amigos desde hace tanto que me es normal sentirme así la quiero como a una hermana.

– Tranquilo iré contigo Apolión

– Paso por ti en dos horas – sonreí al escuchar su risa

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Cuatro horas después...

– Apolión ¿quién es tu bella acompañante? – pregunto Agatha en cuanto estuvo enfrente de mi

– Ella es Diana – aparte mi mirada de ella – Diana ella es Agatha y él es Zachary su esposo – los señale

– Un gusto conocerlos – Diana entrelazo nuestras manos

– ¿Ustedes son novios? – Agatha abrió los ojos desconcertada

– Si lo somos hace muy poco Apolión quería que fuera secreto, pero ya es tiempo de decirlo somos novios hace dos meses ¿verdad sombrita? – mire a Diana que buscaba mi mirada para que le siga el juego.

– Si es verdad lo ocultamos porque ella es muy reservada y no quería incomodarla – acaricie su mejilla con ternura.

– Que lindos me voy a la pista ya quiero bailar – la diosa del amor tomo del brazo a su esposo y se fue a la pista contoneando sus caderas.

– Gracias hasta luego – grito Diana viendo cómo se alejaban.

– ¿Que fue eso?

– Te salvé tu sexy trasero Apolión, es obvio que Agatha quería tener la satisfacción de que ella siguió adelante y tu aún no la superas – miro a la novia que bailaba con su flamante esposo.

– Tienes razón gracias – la abrasé tomándola por sorpresa.

– Siempre seremos amigos Apolión – apretó su cuerpo más al mío – Por siempre y para siempre.

– Te quiero mi flor – la solté apretando sus mejillas

– Te quiero sombritas

– ¿Mejores amigos? – la cuestione dudoso

– Los mejores amigos sombritas – beso mi mejilla

– Bailamos mi flor – me incline haciendo una reverencia

– Por supuesto Príncipe – me siguió el juego. Haciéndome recordar cuando éramos niños.

Cuando tenía cinco años recuerdo que estaba jugando en el inframundo mientras mi padre Hades me estaba cuidando porque mamá estaba con la abuela Démeter. Recuerdo que jugaba cerca de los portales hasta que me tropiezo y termino atravesando uno sin saber a que mundo me llevo. Al girarme no encuentro el portal por lo que comienzo a caminar por las calles sucias de aquel mundo que no me parece conocido para nada.

Hasta que el sonido inconfundible de un gruñido animal me asusto haciendo que volteara a ver a un perro enrome de color blanco que me miraba enseñándome los dientes. Un miedo me corrió por entero ya que no había visto otro perro antes que no fuera Cerbero. Dando unos torpes pasos hacia atrás me gire para comenzar a correr siendo perseguido por ese perro hasta que abro un portón de una casa entrando cerrando la reja detrás de mi. Comencé a llorar porque estaba perdido, mi mamá no estaba y papá tampoco.

– Hola – una dulce vocecita suena detrás de mi haciendo que deje de llorar. Papá siempre dice que los niños fuertes no lloran.

– Hola – gire volteando a ver a la niña saludándola con timidez.

– ¿Qué te paso ahí? – ella señalo con su dedo mi rodilla donde había sangre.

– No lo sé, pero me duele – soltando un sollozo una lagrima me rueda por la mejilla.

– Vamos te curo adentro – ella me extendió su mano.

– Gracias – tome su mano con timidez.

Entramos en su casa donde ella me curo me dio algo de comer y salimos a su patio para jugar.

– ¿Cómo te llamas? Yo me llamo Diana – hablo la castaña riendo

– Me llamo Apolión – seguía hablando con cierta timidez frente a Diana aparte de mi prima no conocía a otros niños.

– Es un nombre raro ¿no eres de aquí cierto? – cuestiono frunciendo el ceño

– No soy de aquí, vivo en el inframundo con mis papás – murmuro estando ya mas tranquilo, Diana era agradable y comenzaba a sentirme en confianza con ella.

Quería seguir conversando pero en ese instante aparece mi mamá cubierta de flores que se esparcen por el jardín, corre hacia mi para cargarme dándome un fuerte abrazo.

– Apolión mi niño ¿cómo viniste a parar aquí? – me pregunta sin dejar de abrazarme – Voy a matar a tu padre – mi madre me lleno la cara de besos como siempre hace cada que me ve luego de estar días sin verme por estar con la abuela.

– No lo sé, sólo sé que jugaba y luego un enorme perro me perseguía y conocí a mi nueva amiga Diana – señalo a mi amiga que mira a mi madre con los ojos muy abiertos.

– Gracias Diana por cuidar a Apolión otro día lo traigo para que jueguen, pero debemos irnos a casa – le sonrío mi madre a la niña.

– Adiós Diana seremos los mejores amigos por siempre y para siempre – me despido de ella agitando mi mano.

– Adiós Apolión y regresa pronto para contarme como es el inframundo – se despidió ella de la misma manera.

– Apolión no debemos hablar con nadie acerca del inframundo – me regaño mi madre mientras desaparecíamos envueltos en flores.

– Pero ella es mi amiga mamá no dirá nada – abrazando a mi mamá sabia que ella no estaría mas enfadada conmigo

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Nota de autora
Capítulo dedicado a: kianymendoza, majo22r, anapajaro, luz_17_30_06, mariprecious13, vocaloid9 y Eira82131935 muchas gracias por sus votos y comentarios me ayudaron a motivarme a seguir.
En multimedia esta Electra recuerden que es adoptada no tiene todos los poderes de su hermana por eso el color de pelo azul apenas si cubre su cabellera.
Apolión esta triste denle amor en los comentarios. Hasta el próximo capítulo que será la boda y abra una sorpresa a alguna de las mencionadas.

Besos

De

Danny