Capítulo 25| Jazmines
Y L E N I A
🌊🌊🌊
Sentir que tu opinión tiene peso en decisiones tan importantes que afectan al mundo es algo atemorizante. Ahora estaba bajo la mirada de dioses importantes esta era mi primera reunión desde que era una diosa. Todos esperaban mi respuesta acerca de si los semidioses ya podían quedar a cargo de las tareas de sus padres.
– Si todos saben controlar muy bien sus dones y trabajar en equipó es lo que mejor nos enseñaron en el campamento – hable sintiendo mis piernas temblar. Me habían dado un banco junto a mis primos Aileen y Apolión. Ellos no parecían para nada nerviosos esto les resultaba algo casi cotidiano.
– Concuerdo con mi prima los he visto manejar distintas situaciones muy bien en equipos – Apolión paso una mano por su cabello oscuro, las situaciones que hablaba eran en su mayoría bromas y unas minorías cosas realmente importantes para el campamento.
– Ya terminamos con la reunión tengo cosas que hacer – Aileen se sacó su corona acomodando su cabello para volver a colocársela. Mi prima fue una de las primeras en dar su opinión siempre mostrándose muy diplomática y observadora.
– Si hija ya terminamos pueden retirarse – mis pies se lo agradecían a mi tío estos tacones me estaban matando. El lugar de reuniones es un santuario sagrado cambia tu ropa pero no tus zapatos y los míos en estos momentos no son mis amigos.
Me levante del trono saliendo de la sala siguiendo a mis primos aún no estaba tan orientada como para saber dónde estaba todo. Necesitaba encontrar mi habitación era donde Adonis estaba esperándome necesitaba relajarme un rato todo esto de la reunión me dejo muy tensa. Camine por el pasillo viendo los dibujos en las puertas tenían el mismo símbolo que las cabañas del campamento. Al menos en el olimpo podíamos tener habitaciones individuales. Entre en la mía respirando el aroma a jazmines las flores favoritas de mi mamá, en mi tocador había un florero con un ramo de estas flores.
– Creo que la princesa necesita descansar un poco – Adonis apareció en mi campo de visión con un jazmín en las manos. No lograba entender como alguien tan bueno queria estar conmigo que para nada soy perfecta.
– ¿Porque siempre sabes lo que necesito? – me quite los tacones sintiendo un alivio en los pies. Camine descalza por el frió suelo hasta que llegue a mi novio que me entrego la flor. Respire su exquisito aroma contemplando su belleza. Deje la flor a un lado posando mis manos detrás del cuello de Adonis poniéndome de puntitas intentando llegar hasta su altura. Él se agacho hasta llegar a mi uniendo nuestros labios en un beso. Nuestros labios se movían al compás encajando perfectamente uno con el otro. Sus manos viajaban por mi cintura subiendo por mi espalda y volviendo a bajar hasta mi cintura. El beso fue perdiendo intensidad hasta que nos separamos apoye mi cabeza sobre su pecho y respire su perfume. Soy una adicta al perfume de Adonis les aseguro que no hay otro perfume mejor que el de mi príncipe.
– Descansa un rato te llamare para el almuerzo princesa – fue dejando besos por mi frente y el último fue en mis labios.
– No puedo tengo que ir al liceo y tú también debes ir lo olvidas – sus ojos me miraron interrogante – Ir al liceo es lo único normal que ha quedado de mi vida y quiero continuar yendo – me separe de él para ir por mi ropa, algo sencillo pero bonito y definitivamente me pondré tenis. Abriendo la puerta de mi armario saco mi ropa queria algo cómodo.
– Tenía la esperanza de que faltaras hoy – gire sobre mis talones para mirarlo algo me estaba escondiendo. Adonis jamás me dejaría faltar a menos que sea algo súper importante.
– Tenemos examen de matemáticas ¿recuerdas? – apreté las prendas que tenía contra mi pecho, era algo realmente extraño que Adonis el supervisor modelo se haya olvidado que teníamos prueba.
– Lo olvide iré a mi habitación a cambiarme y vendré por ti para irnos – salió de la habitación dejándome parada algo debe estar escondiéndome.
Le reste importancia hoy podría ver a mi mejor amiga después de varios días. Ella no podía venir a visitarme al olimpo por ser una mortal y no había tenido tiempo de ir a verla al mundo mortal. El único lugar donde la podía ver era en el liceo las Moiras habían hecho un hechizo protector por lo cual ningún monstruo me podía atacar estando en el liceo algo que me dejo tranquila por la seguridad de mi amiga.
Me mire en el espejo arreglando mi cabello me quite el vestido poniéndome un jean rasgado, un buzo negro Adidas y mis zapatos converse negros. Gire viéndome en el espejo ya estaba lista para irme al liceo. Tome mi mochila del suelo revisando si tenía todo solo faltaba mi teléfono. Lo busque por mi cama, pero no estaba otra vez lo perdí tendré que pedirle a Adonis que me llame para poder encontrarlo. El sonido de un nuevo mensaje sonó donde había dejado mi vestido lo levante del suelo tomando el aparato.
Mensaje de Whats app de Zoe
Ya estoy en el liceo ¿vienes?
Llegó en cinco minutos
Apúrate no se cuanto mas pueda aguantar a la tarada de Demi y al descerebrado de mi hermano
Espérame en los casilleros
🌊🌊🌊
Miraba el dibujo que el profesor hizo en la pizarra interpretación libre de que representa el océano para nosotros. Tomé mi lápiz y comencé a garabatear sirenas estando en libertad, las olas rompiendo en la orilla de la playa. Cerré mis ojos imaginando que estoy en el agua saldada mis piernas se unen formando una cola. Mi cabello se movía con el agua sintiéndose libre nadando hacia mi venia Coral con una caracola en la mano.
– Ylenia tu cola – el susurro elevado de Zoe me saco de mis ensoñación y viendo como me miraba espantada pregunte.
– ¿Qué pasa? – mire mi cola y no tenía nada de malo estaba de un tono azul reflejando mi buen animo.
– Ylenia estas en clase – sentí el grito de Adonis en mis oídos haciéndome volver a la realidad. Estaba en mi forma de sirena en plena clase de arte, rodeada de mortales. Zoe estaba pálida mirando por debajo de mi mesa Adonis intentaba cubrir lo que estaba pasando con su abrigo.
– Lo siento no pude controlarlo – volví a mi forma humana sintiendo como el calor subía por mi cuello. Fue un acto reflejo que casi pudo volverme el nuevo fenómeno de internet o un nuevo elemento para el Area 51. Viendo de reojo a los demás nadie nos estaba prestando atención pero aun así mi corazón bombea como loco.
– Tranquila princesa de todos modos nadie te vio ya falta poco para salir – Adonis paso su brazo por mis hombros dándome un abrazo fuerte haciéndome reír un poco.
– Moon muestras de afecto fuera del salón – nos grito el amargado profesor haciendo que seamos el centro de miradas de todo el salón.
– Si claro profesor, lo siento – se disculpó Adonis sonriendo por lo bajo.
La clase continuo termine dibujando sirenas nadando en paz eso es lo que trasmitía el océano paz y al mismo tiempo se podía desencadenar una tormenta. Eso lo represente con un barco pirata acercándose a las sirenas. El recuerdo latente de cuando salve a Coral todavía me persigue. Al término de la clase deje mi dibujo sobre el escritorio del profesor lista para irme. No soy una buena dibujante pero hice mi mejor esfuerzo para que esas figuras horrendas se parezcan a lo que imagine.
El profesor retuvo a Adonis porque quería hablar de unos trabajos por lo cual aproveche para hablar con Zoe. Al parecer conoció a un chico mientras yo estuve fuera aun no me dijo quién es, pero pronto me lo presentara. Estaba feliz por ella al fin parecía no estar tan triste y alguien le hacía compañía mientras yo no estaba.
– Te veré mañana Zoe – me despedí de ella cuando noté que Adonis ya venía hacia nosotros.
– Nos vemos – Zoe se despidió alejándose por el inmenso pasillo casi vacío.
– Al fin nos vamos a casa – tome la mano de Adonis entrelazándola con la mía. Caminamos hasta llegar al armario del conserje revisamos que nadie estuviera cerca para meternos dentro y nos transportamos al olimpo.
– Tengo una sorpresa princesa para ti – Adonis se posiciono detrás de mi poniendo una venda en mis ojos. Tomo mi mano y me fue guiando, admito que estaba temblando Adonis no es un buen guía cuando te venda los ojos.
– Sabía que me estabas escondiendo algo – me reí aferrándome a su brazo no quería caerme y crear un papelón delante de mi sexy novio.
– ¿Enserio? – pregunto cerca de mi oído causando algunos escalofríos en mi cuerpo al chocar su aliento contra mi oreja. Su mano apenas apretó un poco mi cintura luego la soltó haciéndome tambalear un poco.
– Actuaste muy extraño en la mañana – escuche el ruido de unas puertas abrirse – Ya puedo sacarme la venda la última vez que me llevaste a ciegas casi me caigo – sentí su risa algo lejana de mi y gire en busca de su voz. Mis sentidos se agudizaron y escuchaba ruidos suaves como del viento.
– Ya puedes quitártela – quite la venda con mis manos para luego abrir mis ojos adaptándome a la luz.
Estábamos en el jardín de la diosa Atenea espero que Adonis haya pedido permiso de lo contrario ya veo a una diosa muy furiosa. Caminé detrás de mi novio y no me esperaba encontrarme con lo que vi. Había una mesa enorme llena de comida y en la mesa estaban mi mamá, mi papá, Zoe, mis primos y tíos junto a mis tías y la mamá de Adonis. Cubrí mi boca con mis manos mis ojos se llenaron de lágrimas mi mejor amiga y mi mamá estaban en el olimpo para almorzar.
– Adonis eres el mejor novio del mundo – rodeando a mi novio lo abrazo por la espalda no sabía cómo agradecerle lo que hizo por mi esta es la mejor sorpresa que pudo darme. Soltándolo fui hasta donde estaba mi mamá abrazándola fuerte y dejando que me llenara de besos la cara.
– Cuanto te extraño mi niña – me habla mi madre acariciando mi cabello sin soltarme de su abrazo – La casa se siente tan vacía sin ti – soltándome la veo a los ojos y se me estruja el alma verla llorando. Creo que esta es una de las razones por las cuales mamá no queria que descubriera la verdad de donde provengo.
– Me gustaría poder ir a visitarte mamá pero cuando tengo tiempo libre tu estas en el trabajo y...
– No digas nada mi corazón yo entiendo que estés ocupada yo me estaba preparando mentalmente para tenerte lejos en dos años, no ahora – volvió a abrazarme con mucho amor estrujándome como a una caja de jugo – Solo me interesa saber que estas bien y que ningún monstruo te ataco – en ese momento se acerca a nosotras Adonis y me salva de los brazos de mamá pues ella me libera para saludarlo.
Esto se volvió un gran almuerzo al que también asistieron los semidioses que fueron traídos al olimpo. En unos días los dioses partirían a una guerra contra los monstruos del tártaro que estaban intentando escapar. La reunión sirvió como despedida para los semidioses y sus padres.
Las ninfas no tardan en aparecer con bandejas repletas de comida que la diosa Hestia se encargo de preparar. Una jarra de oro iba sirviéndole néctar a los dioses y solo dioses con sangre divina podían tomar del néctar con sabor a frutilla. Esta bebida es un elixir entre los dioses por lo que no todos podían probarlo. Para aquellos que no podían tomar de el néctar se les ofrecía vino hecho por Dionisio o jugo de frutas preparado por Hestia.
Algo que me resulto curioso es que mi mamá y Zoe siendo mortales podían estar en el olimpo. Mi papá me explico que ambas tienen que usar unos amuletos especiales para poder entrar porque siendo mortales no podrían estar aquí. Si bien mi mamá es una diosa sin poderes para entrar al olimpo se debe tener sangre divina y ella no la tiene por eso debe usar ese amuleto especial.
Amo a Adonis es muy tierno.
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