Y L E N I A
🌊🌊🌊

Despierto por que unos cálidos besos recorren mi cien pasando por mis mejillas, mis labios y abro mis ojos buscando al responsable. Un par de ojos negros me regresan la mirada dejándome ver la noche iluminando esas pupilas con pequeños puntos de luces me miran con amor. Adonis me sonríe depositando un beso en mis labios no hay nada mejor que ser despertada así.

– Buenos días princesa – acaricio mi rostro corriendo mis mechones azules para que lo viera mejor.

– Buenos días mi príncipe – me senté en la cama estirándome acomodando mi melena azulada.

– Debes levantarte hoy te sumergirán en las aguas de los dioses – Adonis nunca dejo de supervisarme siempre está pendiente de mí. Lo observe abrir mi armario para sacar una toalla que dejo a los pies de mi cama. – Ve a darte una ducha llamare a una ninfa para que venga a ayudarte para arreglarte – estaba muy nervioso se le notaba Adonis es obsesivo por planear todo que cada minúsculo detalle sea perfecto.

Salí de la cama estirándome aprovechando que Adonis se fue camine al espejo para verme. Este era mi gran día un momento que jamás olvidare pasaría de ser una mitad mortal a una diosa por entero y estaba algo aterrada.

– Tranquilízate Ylenia eres fuerte eres valiente y en pocas horas serás una diosa – hable al reflejo en mi espejo.

Corrí el cabello de mis ojos caminé hasta el baño para preparar la tina y tomar una relajante ducha. Al terminar salí para entrar en mi habitación donde ya estaban las ninfas. Habían preparado el hermoso vestido que mi papá me regalo para usar este gran día. Era corto con una falda de color verde agua. El corsé es color piel transparente con encaje de color verde agua los hombros son al descubierto con mangas cortas.

Una ninfa me maquillo aplicando purpurina azul en mis ojos arreglo mis unas. Me pusieron mi vestido, el reflejo que me mostraba mi espejo hacia que me sintiera bonita.

Una ninfa me maquillo aplicando purpurina azul en mis ojos arreglo mis unas. Me pusieron mi vestido, el reflejo que me mostraba mi espejo hacia que me sintiera bonita.

En mi cabello me hicieron una trenza colocando algunas flores en verde agua. Mi collar adornaba mi cuello, no me lo había sacado desde que mi mamá me lo entrego. Era lo único que me recordaba a ella me hacía sentirla cerca de mi la extrañaba menos.

Aileen me había entregado la noche anterior un par de tacones brillantes verde agua un regalo de bienvenida según ella. Las ninfas me colocaron mi corona ajustándola con mi peinado tome mi tridente que comenzó a brillar por un instante dándome energías y luego dejo de brillar. Estaba lista le pedí a la ninfa que llamara a Adonis, él me acompañaría hasta la sala donde sería la ceremonia. Volví a mirarme en el espejo recordando cómo era yo antes de ser una semidiosa y sonreí por un momento hoy iba a resurgir de las aguas siendo otra chica. Todo había cambiado en menos de dos meses una nueva vida estaba a punto de escribir y quería que fuera alado de Adonis. Unos golpes en la puerta me sacan del mar de pensamientos que tenía en esos momentos, camine hasta la puerta gire el pomo de la puerta para encontrar a Adonis tenía una sonrisa enorme sus ojos brillaron al verme. Estaba vestido diferente parecía un guerrero griego.

– Princesa Ylenia me permite escoltarla hasta el estanque de los dioses – decía en un tono formal, pero con algo de burla.

– Sería un honor caballero claro que le permito – me reí con él sintiéndome un poco menos nerviosa

– Mi princesa estas hermosa podría besarte, pero te sacaría todo el maquillaje de los labios – tomo mi rostro entre sus manos acariciando mis mejillas. Poso su frente con la mía nos sonreímos sentía tanta libertad, protección cariño así debía sentirse ser amada.

– Gracias, será mejor que vayamos deben estar esperándonos – entrelace mi mano con la suya lista para caminar hacia mi destino.

– Antes de eso ten Ylenia, no lo abras hasta después de la ceremonia – me entrego una cajita y dejo un beso en mi cien.

– Está bien de acuerdo mi príncipe – caminamos juntos hasta la gran puerta del salón de reuniones de los dioses. Entramos para ver a todos reunidos vestían muy elegantes y tenían presentes de sus padres.

– Buenos días semidioses y dioses sean bienvenidos a la ceremonia de Ylenia para convertirse en una diosa completa y futura heredera de los mares – mi tío Zeus capto la atención de todos en el lugar.

– Yo Poseidón bendigo a mi hija mayor Ylenia – mi papá elevo una copa de oro y derramando un elixir en el estanque.

– Ahora que los demás dioses están de acuerdo Ylenia puedes venir a sumergirte al estanque – mi tío señalo el agua que parecía cambiar a diferentes tonos de color.

Me acerque al estanque que además de parecer un arcoíris y parecía irradiar chispas. Papá me tendió la mano para que la tomara me metí al agua. Estando debajo de ella vi como si fuera una habitación mi cabello cambio a rubio mi color natural. Mi vestido se transformó cambio por completo, salí con ayuda de mis tíos. Cuando mi cabello dejo de tocar el agua se volvió azul otra vez.

– La nueva diosa Ylenia – grito mi tío Zeus su voz se hizo eco en el gran lugar. Todos aplaudieron mi papá me abrazo fuerte, me felicitaron todos los dioses y sus hijos.

– Felicitaciones Ylenia y gracias por cuidar de mi hijo – la mamá de Adonis es muy hermosa sus cabellos negros dejaban ver a veces constelaciones del cielo y pequeñas estrellas. La observe acariciar la mejilla de su hijo sonriendo su mirada reflejaba amor maternal.

– Gracias, es un placer cuidarlo él también me cuida a mí – comento viendo a mi novio con amor.

– Los dejo para que celebren a gusto – la diosa se despidió cordial de ambos y se fue a reunir con los dioses.

– Ylenia al fin eres una Diosa ¿Qué se siente? – Adonis me tomo de la cintura elevándome al aire y girándome.

– Lo sé, no es muy diferente de ser semidiosa aunque todavía no use mis poderes – reí alegre para luego besar esos labios que tanto había quería probar.

A D O N I S
🌙🌟🌙

El taller de mi madre es enorme, oscuro con las únicas fuentes lumínicas siendo las estrellas y tengo mucho trabajo para hacer cuando ella se marche. Cuando eso pase yo ya tendré mi propia capa que servirá como traedor de la noche así como mi madre tiene el suyo. Veo el lujoso carruaje negro con detalles plateados, con dos caballos negros que tiraban del y mi madre estaba con ellos alimentándolos.

– Acércate hijo mío – en cuanto ella me vio su rostro se ilumino es como hablarle a una estrella, cuanta mas atención le prestes mas comenzara a brillar son todas unas vanidosas y en su forma humana son igual de hermosas.

– Mamá ¿Qué es lo que querías enseñarme? – pregunto acercándome a ella que me besa ambas mejilla y me abraza con amor. Mi madre es una de las diosas primordiales, lo que la vuelve la mas antigua y poderosa de todas. Por esta razón muchos dioses le temen incluso Zeus le tiene un gran temor y respeto a mi madre. Sus poderes son tan grandes que no podría describirlos en pocas palabras. Lo que si puedo decir es que como madre es muy amorosa desde que papá murió y Krysten murió defendiéndome ella me a cuidado.

Ciertamente no de una manera normal como seria ir a vivir con ella porque donde vive es un lugar no muy seguro para infantes. Por lo que fue mejor que estuviera en el campamento, ahora conozco la existencia de mis hermanos y hermanas al parecer tener un nuevo hermano menor para ellos fue algo sorpresivo. De igual modo todos me recibieron con los brazos abiertos, algunos mas serios que otros pero me quieren a su manera.

– Escúchame bien Adonis como tu madre tuve que ocultarte cosas que no entenderías cuando eras un niño. – ella se desata su manto dejándolo caer al suelo y su vestido de ve ahora menos imponente – Si te lo digo ahora es por que tu seguridad corría peligro antes. Recuerdas a tu niñera Krysten... ella era una de mis mejores ninfas, entrenada en el arte de la espada y diversas técnicas de combate. Te protegió hasta con su ultimo aliento de vida porque eres un niño especial. – acariciando mi mejilla desplego de su espalda dos enormes alas negras. Por la sorpresa me caigo al suelo sentado con los ojos muy abiertos viendo a mi madre alada.

– ¿Cómo...? ¿Cómo no me dijiste antes que Krysten era una ninfa? ¿Por qué es que nadie me dijo antes que tienes alas? – mi cabeza daba tantas vueltas que estaba casi seguro que mis neuronas se habían puesto a batallar en un pentágono en todos contra todos. El susto paso y el dolor me abrazo una vez mas porque Krysten sacrifico su vida por mi y yo ni siquiera sabia quien era ella en verdad.

– Necesitaba que fueras mayor para entender todo esto y me ayudaras a crear una constelación para Krys. Y las alas bueno siempre llevo mi manto ocultándolas pero te las enseño ahora porque tu también las tienes cariño – ayudándome a ponerme en pie ella pasa su mano en mi espalda y de esta surgen dos alas enormes negras. Parezco un ángel caído pero sin el plus de lo malvado, rebelde y odioso. – Te enseñare a usarlas porque ahora tu seguridad y la de Ylenia dependerá de ti – tragando el nudo que se formo en mi garganta mire a mi madre asintiendo.

Ella desplego sus alas moviéndolas con gracia y elegancia despegándose del suelo para volar a mi alrededor. Concentrándome como ella me dijo muevo mis alas hasta que estas dan ligeros movimientos de aleteo. Me despego del suelo un metro y cuando parecía que comenzaría a volar caigo de cara al suelo. Ahora entiendo a los pájaros cuando recién comienzan a volar.

– Vamos hijo déjame ayudarte – aterrizando frente a mi ella me ayudo a pararme – Lo haremos juntos, repite todo lo que yo haga – asiento con la cabeza y la miro. Sus alas se mueven lento y me concentro en hacer lo mismo despacio. Sin despegar mi mirada de mi madre estamos moviendo nuestras alas hasta que mi cabeza golpea el techo. Miro al suelo y no estamos a un metro de este sino que a mas altura. Antes de que pueda decir algo mi madre suelta mis manos y yo continuó aleteando con miedo.

Siguiendo a mi madre comienzo a maniobrar con mis alas, planear y hasta incluso hacer algunos movimientos cool. El miedo a volar se fue y esto mi madre lo usa para enseñarme nuevos movimientos. Continuamos nuestros ejercicios por unas tres horas, estas solo fueron practicas de vuelo mañana me enseñaría tácticas de vuelo para una guerra. Lo ultimo que me enseño fue a esconder y hacer aparecer mis alas sin romper mi ropa en el proceso.

Una vez estuve liberado de mi entrenamiento fui a buscar a Ylenia en su habitacion. Desde la ceremonia había estado durmiendo mucho sus energías fueron drenadas en el estanque. Entrando en su cuarto la veo durmiendo acurrucada entre las sabanas blancas. Cargándola en mis brazos la saco de la cama camino al balcón donde desplego mis alas.

Teniendo a la princesa de los mares dormida mientras vuelo intento despertarla sin perder mi vista al frente. Ella se remueve un poco murmurando cosas dormida pero en cuanto se percata de que no esta en su cama ella grita.

– Ahhhh... Adonis ¿estamos... volando? – aferrándose a mi con mas fuerza ella esconde su cabeza en mi cuello y no me suelta. – Estamos volando y yo me encuentro en camisón – me rio ante sus palabras, efectivamente estamos volando y ella se preocupa por como luce.

– Princesa deja de pensar en tu camisón y disfruta del paisaje – con las manos temblando Ylenia se aferra mejor a mi y despega su rostro de mi cuello. Mira al frente soltando una risa maravillada y soltando mi hombro con una de sus manos ella toca una nube. Sonríe y me mira con sus ojos azules como el océano.

– Te amo, mi ángel alado de la noche – murmura acercando su rostro al mío apenas rozando nuestros labios.

– Te amo, mi diosa de los mares – uniendo nuestros labios me permito sentirla tan cariñosa y dulce como siempre soñé que seria el amor de mi vida.

Aaaaahhhhhhh Adonis es tan lindo 😍🥰