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El Extraño

La luz de la luna iluminaba su rostro y el frío aire nocturno llenaba su pecho.
No podía escuchar más que el silencio de la noche y sus profundas respiraciones.

Comenzaba a fastidiarse, pues llevaba horas meditando. Tanto que estaba segura que pronto el sol sería el que iluminaria su meditación.

Lo que Marius le había dicho la había alarmado. No era ignorante ante la idea de que los niños podían ser espeluznantes, pero jamás creyó que fueran específicamente aterradores.

Morgana.

Marius no conocía a Morgana. ¿Cuál era la probabilidad de que el niño usará el nombre de la hechicera, simplemente por que deseaba sacarle un susto?

No tenía sentido, y Peggy estaba muy consciente de eso.
También sabía no que era probable que Lilith le enseñara al niño tales cosas, pues la cambia formas sabía a la perfección el impacto negativo que podría tener en ella.

Dejó de escuchar la tranquilidad de la  noche; su cuerpo comenzaba a sentirse ligero y su mente, al fin, pudo sentirse en paz.

Una fría corriente golpeó su cuerpo, obligándola a temblar y a abrir los ojos de golpe.
Ya no estaba en el patio de la casa de Zoe, sino que ahora se encontraba a la mitad del bosque, oculta bajo la sombra de los árboles.

Inconscientemente se puso de pie y observó el panorama que la rodeaba. De pronto, sintió la presencia de otro ser y, observando con cuidado las sombras, se encontró con unos grandes y brillantes ojos verdes que la observaban con cautela.

Una mano salió desde las sombras, extendida al aire, esperando a que Peggy la tomara.

Peggy admiro la piel rosada y brillante, creyendo saber a quien pertenecía.
Sin embargo, antes de que pudiera tomar la mano que se le era extendida, la visión terminó.

°°°°°

-No creo que sea una buena idea.- le decía Zoe.- Sabes que las visiones no siempre son ciertas.-

-Solo es para asegurarme.- respondió Peggy.

Marius se acercó a ellas, con deseos de unirse a la cruzada de su protectora.
-Tu te quedaras con Zoe por unos días.- le detuvo Peggy.

Marius la miraba con sus grandes ojos, amenazando en soltar el llanto en cualquier momento.
Peggy entendía que el niño quisiera seguirla; después de todo, no se habían separado desde la muerte de su madre.

-Oye.- le llamó Peggy.- Cuando vuelva iremos a donde tu quieras ¿Que te parece?-

La tristeza en el rostro del niño se esfumó de inmediato.
-¿Podemos ir a Francia?- preguntó Marius.

Peggy sonrió, sabiendo que había hecho desaparecer el temor de Marius. Asintió con una sonrisa, acariciando la mejilla del niño.

Creando un portal de sombras y, sin saber con certeza a dónde debía dirigirse, decidió cruzarlo.

°°°°

El bosque al que habían llegado era el mismo de su visión.
El cielo comenzaba a oscurecer y la brisa de la noche comenzaba a escalar por su columna.

No había nadie alrededor, lo cual la desconcertó un poco, pero decidió que esperar sería la opción más ideal.

Decidió concentrarse en lo que la rodeaba y, una vez que su mente estuvo en silencio, pudo reconocer la intensa energía mágica que gobernaba el lugar.

Un ruido entre los arbustos la alertó, dándose la vuelta, se encontró con la figura de un troll que jamás había visto antes.

Su piel de roca era decorada por símbolos y, en algunas partes de cuerpo, podían apreciarse heridas, como si de agujeros se tratase.
El troll tenía un aspecto intimidante, pero tal vez sólo era el hecho de que se acercaba a ella con cautela. Sus ojos, sin embargo, le causaban a Peggy mucha inquietud.

Eran casi como Winkle había descrito al ladrón de pixies: Sin alma.

-¿Quién eres tú?- preguntó Peggy, sus manos irradiaban energía mágica, mientras Lilith daba vueltas alrededor de su familiar, en la forma de una gran felina.

El troll se acercó más a ella, poniendo frente a su mismo la Vara de las Sombras.
Peggy abrió los ojos con sorpresa, entendiendo lo que sucedía.

-Así que tu eres su campeón.- dijo Peggy, sin bajar la guardia.
No recibió respuesta alguna del troll frente a ella, sino que este simplemente se dedicaba a observarla con frialdad.

-¿Y tu no hablas?- volvió a preguntar Peggy. - ¿Por qué estoy aquí?-

El troll no respondía, lo cual causaba que Peggy comenzara a irritarse.
-Bien.- dijo la hechicera.- Si no tienes nada importante que decir, me iré.-

La castaña comenzó a darse la vuelta, con Lilith a su lado, listas para volver por donde habían llegado.

-Ella quiere que hagas algo.- dijo el troll.

Peggy se detuvo, soltando una pequeña risita, mientras daba la media vuelta.

-Claro que sí.- dijo Peggy con sarcasmo.- Ella siempre quiere que yo haga algo.-  dijo.- Tu eres su títere, hazlo tú.- se dio la vuelta, nuevamente.

Un portal de sombras se abrió frente a ella de manera repentina y el troll, al que anteriormente daba la espalda, ahora se enco traba frente a ella.
El asesino la tomó la tomó por el cuello y la levantó con la facilidad que alguien levanta una pluma.

Lilith se lanzó contra el troll, pero fue devorada por un portal de sombras casi al instante, desapareciendo del plano.

-Yo puedo hacer esto sin ti.- dijo el troll.- Pero yo sigo las ordenes de La Dama Pálida. Y tu deberías hacer lo mismo.-

El agarre en su garganta era fuerte, pero no tanto como para privarla de respirar.
Intentó hablar, pero fue un incoherente sonido el que se formó en vez de sus palabras.

El trol la observaba mientras Peggy sufría en silencio.
-Yo se lo que te hizo.- dijo la bruja a duras penas, con voz áspera.

Peggy sostenía la muñeca del trol con ambas manos y sus piernas colgaban a casi medio metro del suelo.

-Lo siento.- continuó Peggy, sin aliento.- Lamento que ella te engañara. No siempre fue así.-

El trol la soltó y ella cayó de rodillas al suelo. Dio una gran bocanada de aire para después toser con brusquedad.

Un portal de sombras se abrió, dejando salir a Lilith del plano de las Sombras.
La felina se restregaba contra su familiar, rogando su perdón y asegurándose de que estuviera bien.

-Me iré ahora.- dijo Peggy, mientras intentaba ponerse de pie, logrando hacerlo con ayuda de Lilith.

-Ella matará a tu niño.- dijo el trol.

Ambas, familiar y hechicera, se congelaron en sus lugares.
Peggy comenzó a temblar, su corazón latía muy rápido, más rápido de lo que podía sentir.

Tenía miedo de lo que el trol decía. Verdadero miedo.
Tal vez, antes, hubiera dicho que Morgana no haría tal cosa, que su maestra no sería tan cruel como para hacerla sufrir de ese modo. Tal vez hubiera dicho que Morgana jamás lastimaria a un niño tan dulce e inocente como Marius.

Pero Winkle ya se lo había dicho y ella lo sabía muy bien.
La Morgana que Peggy conocía había muerto hace muchos años. La persona que había permanecido en su lugar no era más que una bruja cruel y despiadada, con sed de sangre y venganza.

La Morgana que la había criado ya no existía.

-Eso es imposible.- dijo Lilith, enfrentando al trol.- El niño está protegido en contra de las sombras.-

-Es lo que crees.- respondió el trol.

La cabeza de Peggy no dejaba de darle vueltas al asunto.
Era cierto que Marius había tenido estas visiones desde hace tiempo, incluso cuando nunca se lo había dicho.
Todo ese tiempo había sido suficiente para que Morgana formara una conexión con el niño, ya que este apenas había sido protegido por un cristal.

Tal vez Morgana ya no podría acercarse al niño a través de portales, pero su podía hacerle daño desde sus sueños, atrapandolo en visiones, causándole un eterno sufrimiento.

Sin embargo, ella sí tenía una conexión con Morgana. La Dama Pálida sí podía encontrarla donde fuera que estuviese.
Asi que, mientras ella estuviera con él niño, siempre habría una posibilidad de que Morgana pudiera llegar a él.

-¿Que es lo que quieres?- preguntó Peggy.

°°°°

Esperaban en las sombras de la noche, Lilith jamás dejaba su lado.
El asesino, Angor Rot, guardaba silencio mientras inspeccionaba el área.

Aún no le había dicho que era lo que debía hacer pero, siendo órdenes de Morgana, no pensaba que fuera nada bueno.
Llevaban tantas horas esperando, que llegó a pensar que la luz del día los alcanzaría en cualquier momento.

Se encontraba sentada, con la espalda contra el tronco de un árbol, abrazando sus rodillas con su brazo izquierdo, mientras su mano derecha se movía ligeramente de un lado a otro.

Había pasado los últimos minutos creando pequeñas ilusiones con su magia: pequeñas figurillas brillantes que bailaban o saltaban sobre sus pies.
Pero no importaba cuántas hiciera, o  qué momentos felices de sus recuerdos usara para alimentar las ilusiones, las pequeñas figuritas eran deboradas por las sombras.

Peggy sabía que era su propio miedo el causante de que sus ilusiones se apagarán.
Tenía miedo de no proteger al niño de la magia oscura de Morgana; de que él llegara a pensar que ella, su protectora, la mujer que lo salvó, pudiera hacerle daño.

Marius jamás se había mostrado hostil ante la magia de sombras; tal vez era por que no la entendía, pero a Peggy le gustaba pensar que era por que el niño no caía ante los prejuicios de las brujas.

-Ahí.- dijo el trol.

Peggy se puso de pie, con cuidado de no revelar su posición.
Al observar, pudo divisar a otro trol; sin embargo, este vestía una elegante armadura que relucia con la luz de la luna.

-Matalo.- ordenó Angor Rot.

Peggy volvió su vista hacia él, estupefacta.
-¿Que?- preguntó la hechicera, aún cuando sabía la respuesta.

-Matalo.- repitió el trol.

Lilith intentó detenerla, asegurándole que no valía la pena y que ella era capaz de proteger al niño de Morgana, pero Peggy la ignoro.

No importaba que tan fuerte se había vuelto, cuanto hubiera aprendido o cuánto había mejorado en su magia.
Peggy sabía que no era rival para Morgana.

Peggy salió de su escondite, siendo rápidamente encontrada por el trol con armadura.

-Cazatroles.- saludó Peggy.

No estaba muy segura de que ese trol fuera el cazatroles. Recordaba vagamente a Morgana balbucear sobre el artefacto que Merlín construía para el Rey Arturo, en Camelot.
Jamás lo había visto en persona, pero suponía que el amuleto había llegado hasta el trol frente a ella.

-Mi nombre es Voltar.- dijo el Cazatroles.- ¿Quién eres tú, sacó de carne?-

Peggy se sorprendió ante el apodo que el trol le había dado, pero no dejó que su sorpresa arruinara su momento de seriedad.

-Solo soy una bruja que quiere proteger a su niño.- respondió Peggy.

Sin previo aviso, La Hija de Morgana alzó su mano, de la cual irradiaba magia.
Sostuvo al trol con fuerza, haciendolo levitar. El Cazatroles intentaba luchar contra los encantamientos de la bruja, sin éxito alguno, hasta que sintió como algo atravesaba su costado.

Una daga de Enredadera de Sol, proporcionada por Angor Rot, yacía en su cuerpo. Lentamente, el Cazatroles se convertía en piedra.

Peggy le dejó caer al suelo; sin embargo, al ser no más que una estatua ahora, la figura del cazatroles se partió en mil pedazos al tocar el suelo.

Peggy se acercó a la pila de escombros y, en medio de estos, encontró lo que parecía ser un reloj.

Supuso que se trataba del amuleto del Cazatroles así que, después de inspeccionarlo con cuidado, lo guardó dentro de su bolsillo.

Angor Rot se apresuró hacia ella, pero Peggy tenía otros planes.
Al igual que al Cazatroles, Peggy sujeto al asesino y abrió un portal de Sombras, por el cual cruzarian.

-¿Que haces, bruja?- preguntó Angor Rot, intentando liberarse de mi agarre.

Peggy los había llevado hasta las ruinas de un antiguo templo, del cual había leído alguna vez durante sus lecciones de magia.

Con cuidado, se aseguró de que Angor Rot estuviera bien sujetado por las cadenas del templo, antes de deshacer su hechizo.

-Solo me aseguro de no volver a encontrarme contigo nunca más.- respondió Peggy, para después desaparecer de nuevo por las Sombras.

°°°°

Antes de volver a Inglaterra, se aseguró de ir a Mercado Trol. Al menos donde ella pensaba que estaba Mercado Trol.

Se encontraba frente a una gran roca, la cual supuso era la entrada. Podía sentir la energía de la Piedracorazón bajo sus pies.

Con cuidado sacó el amuleto del Cazatroles de su bolsillo y lo dejó en el suelo.

-Lo siento mucho.- dijo Peggy, más para sí misma que para cualquier otro.

Sintió como Lilith se restregaba contra ella, Peggy sonrió y acarició la cabeza de su familiar.
Ambas se pusieron de pie y se dispusieron a volver a Inglaterra.

Peggy dio un último vistazo al lugar. Detrás la gran roca pudo divisar lo que parecía un pueblo muy pequeño.

Sonrió para sí misma.
Tal vez algún día volvería a este lugar.

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Hola hola hola

Nuevo cap wujuuu

Como han estado? Ha pasado un rato desde que actualicé jsjs
Que tal les fue con la película?

Personalmente fue una montaña rusa de emociones 😔✌🏻

Pero bueno, nuevo inicio, nuevas oportunidades.
O no?

En fin
Que estén super super bien
Mil gracias por el apoyo y nos vemos en unos días byee❤️❤️

⚠️SPOILER ALERT⚠️




Funfact qué a nadie le importa pero a alguien se lo tengo que decir (y quien mejor que ustedes por que estemm no tengo amigos xd)

Ubican esta escena donde traen a Nari de vuelta al lado de los buenos?
Bueno, se supone que aquí están en el desierto de Chihuahua en México... Y pues nada, yo vivo en Chihuahua, Mexico así que me emocione un poco (de hecho no, grité como loca)

Gracias papi Guillermo por poner a mi rancho en la gran pantalla t amo🙏🏻

Además

Tengo sentimientos encontrados con Eli guapo😔✌🏻

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