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En busca de la verdad

Al día siguiente Evelyn y Alma se despertaron en tierra por primera vez en mucho tiempo. Fueron a desayunar a la terraza en donde ya estaba Rita con su computadora con los nuevos horarios.

—Alma, ya te inscribí en el colegio—dijo Rita.

—Gracias Rita, tenemos planes para hoy en la tarde asique nos iremos pronto.

El mar ya no era seguro según la misma manada, Alma, Evelyn y Alex buscaron incansablemente al día siguiente a la manada, el chico con el bote y ambas chicas transformadas. Llegó el mediodía sin ninguna noticia y sin ningún resultado, Alex estaba en el bote con su radar de peces intentando localizar alguna sirena cuando las chicas salieron del mar a la superficie.

—En serio no encontraron nada ustedes tampoco? Tenía la esperanza de que tengan más suerte—dijo Alex.

—Y que lo digas, ayudanos a subir—dijo Alma desactivando su cola.

Alex con los guantes puestos las ayudó y ellas se secaron usando sus poderes.

—Es oficial que se fueron—dijo Evelyn con tristeza mientras volvían a tierra firme despues de pasar toda una mañana en el mar—, no pude hacer nada para detener a Zac.

—No fue tu culpa, el poder de la luna llena es una fuerza que incluso las sirenas desconocemos—dijo Alma.

—Por lo que nos contaste estaba como poseído—dijo Alex pensativo—, ¿algo como lo que me pasó a mí?

—Sí, pero me pregunto porque solo ustedes dos fueron atraídos hacia la piscina lunar y no Cam por ejemplo—dijo Evelyn.

—Tal vez Rita sepa algo—dijo Alma—, le podríamos preguntar a ella

A pesar de que Alex estuvo de acuerdo, Evelyn dudaba. A pesar de que Rita era una de las sirenas más poderosas de todas, junto a Veridia y Nerissa, también tenían un pacto. Evelyn no sabía con mucho lujo de detalles de lo que se trataba, pero si que era algo serio y en el que habían jurado no hablar con nadie sobre ciertos temas. Y tenía un muy mal presentimiento sobre Alex y Zac, no sabía muy bien lo que era. Pero sospechaba que su madre sabía más de lo que decía, aunque ella todavía no se haya enterado que Alex tenía cola no iba a pasar mucho tiempo antes de que lo descubra.

—Es una llamada de Zac—dijo Alex una vez que llegaron al puerto.

Las chicas vieron que ellas mismas tenían varias llamadas perdidas.

—Dice que nos ve en su casa—dijo Evelyn leyendo los mensajes que su mejor amigo había mandado al grupo.

—Ustedes dicen que vaya a cometer una locura?—preguntó Alma mientras caminaban a la casa Blaeklie.

—Conociéndolo si—dijo Alex con un suspiro.

—En cuanto no les haya dicho a sus padres todo bien—dijo Evelyn intentando calmarse un poco a sí misma.

Ninguno habló en lo que quedaba del camino, nerviosos y a la vez curiosos. Además, Zac también había llamado a Cam, eso significaba que tal vez no todo esté perdido y les quiera decir otra cosa. En el jardín de la casa se encontraron con Cam.

_Saben en donde está Zac?—les preguntó—, en su habitación no está y adentro de la casa tampoco.

Evelyn cruzó una mirada con Alex y Alma, temían lo peor. Y para su horror a Cam se le dio por ir al muelle y empezar a llamarlo.

—Zac, Zac—llamaba el rubio mientras los otros tres lo seguían.

—Estoy aquí—se escuchó la voz de Zac. DESDE EL AGUA.

Esto era más grave de lo que pensaban, le iba a decir toda la verdad a Cam. Y a ellas. Llegaron a la punta del muelle y vieron a Zac nadando feliz con su cola de tritón.

—Qué?—preguntó Cam.

—Eres un pez?—preguntó esta vez Alma.

—No es genial? Les dije que me había pasado algo, miren esto.

Previniendo lo que haría, Alex dio un paso atrás. Zac creó una burbuja de agua elevándola y empapando a Cam y a las chicas.

—Cómo has hecho eso?—preguntó asombrado.

Zac reía mientras que los tres amigos se miraban con preocupación. Era peor de lo que pensaban.

Salieron de la casa del chico alterados y sin poder creer lo que pasaba. Definitivamente esto no podía estar pasando y debían de contárselo a Rita de manera urgente.

—Y si descubre que yo soy un tritón también?—preguntó Alex nervioso.

Era entendible, nadie quería enfrentarse a la directora Santos enojada, y mucho menos si tenía la libertad de usar sus poderes como quiera. No por nada en su tiempo fue una de las sirenas más temidas de los siete mares.

—No creo que te haga nada, te conoce como desde que tienes seis años—dijo Evelyn.

—A Zac también y no estaba muy feliz por la noticia—la contradijo Alex.

—Bueno, que sepamos Rita no puede leer la mente asique en cuanto no le digamos vamos a estar bien_ dijo Alma—, tampoco hay que ponerse paranoicos.

—Con la directora Santos nunca es suficiente paranoia—la volvió a contradecir Alex.

—Pueden dejar de discutir? Tenemos que hablar con mi madre de un tema importante—dijo Evelyn ya cansada de que sus amigos vivan discutiendo.

Eso era lo que no había extrañado de que Alma esté en tierra de nuevo, las interminables discusiones con Alex. Casi que no había paz, se llevaban bien, pero les encantaba discutir por cualquier cosa, aunque sea la más mínima.

Llegaron a su casa caminando entre los arbustos y los árboles.

—Mamá—gritó Evelyn una vez que entraron.

—En la terraza—le respondió Rita y los tres subieron a las corridas.

—Rita tenemos problemas—dijo Alex con horror.

—Zac ahora no solo tiene cola, sino que desarrolló todos los poderes de sirena normal, puede manipular el agua y hacerse invisible. Y solo porque no los entrenó, cuando practique quien sabe lo que pueda llegar a hacer—dijo Evelyn más alterada que nunca.

Rita se paró alarmada de su lugar, espantando a Poseidón que dormía en sus piernas.

—Vamos a la gruta—dijo bajando las escaleras y los otros tres la siguieron hacia la gruta.

En la cueva de tesoros de Rita estaba todo en orden como siempre y los chicos se sentaron en uno de los bancos.

—¿Tienes alguna idea mamá?—preguntó Evelyn.

—No tengo nada para revertir la conversión a tritón, tengo algunas pociones que bloquearían sus poderes. Pero solo sería temporal y Zac podría sospechar si pierde sus poderes despues de que le dieran algo de beber—dijo Rita terminando de revisar sus cosas.

—¿Eso quiere decir que no tenemos oportunidad ni siquiera con nuestros poderes especiales?—preguntó Alma desilusionada.

—No lo sé, tanto tus poderes como los de Evelyn son desconocidos en gran medida, son sirenas elementales y Ev es heredera de la sirena original. Pero hasta que sepan más de sus poderes es muy peligroso usarlos sin practica—dijo Rita sabiamente.

—Está bien, ¿entonces que se puede hacer?— preguntó Alma.

—No lo sé, hay que intentar alguna otra cosa—dijo revisando algunos de sus libros.

—Dejanos a nosotros Rita, vuelve a tu trabajo que no te queremos retrasar—se ofreció Alex.

—Gracias, cuando terminen dejen todo ordenado como estaba—dijo Rita antes de irse.

_Alguien tiene algo? _ preguntó la rubia después de un rato de buscar entre los antiguos libros de su madre.

_Nada, no dice nada sobre como sacar poderes, solo habla de pociones y antiguos hechizos, pensé que las sirenas del norte tendrían alguna solución_ dijo Alma dejando el libro que había estado leyendo a un lado.

_ Necesito relajarme, vayamos al café_ dijo Alex_, que Evelyn le tiene que presentar su renuncia a David.

_Cierto, solo espero que no me odie_ añadió Evelyn.

En verdad lo había estado pensando bastante, ganaba suficiente dinero vendiendo a joyerías o a museos lo que encontraba en el fondo del mar y podía hacerlo cada vez que necesite dinero en vez de seguir un horario estipulado. A ella le gustaba la libertad, siempre.

En ese sentido era como su madre y su madrina, un espíritu libre a la que no le gustaba regirse por las normas.

Llegaron al café, Alma y Alex se sentaron en unas de las mesas de afuera y Evelyn entró.

_David, lo siento, pero esta es mi carta de renuncia_ dijo dejándola sobre el mostrador_, lo estuve pensando mucho y prefiero ser un espíritu libre sin horarios más que el de la escuela y este año me surgió un proyecto personal.

_Hola Evelyn_ dijo David recibiendo la carta_, no te preocupes. Muchas gracias por la ayuda.

_Te estamos diciendo que es muy peligroso seguir siendo salvavidas siendo un pez_ dijo Cam.

_Ese es el problema, no sé qué hacer.
_Tienes que renunciar Zac, es muy peligroso_ dijo Alex.

_Podrías decir tu secreto por dinero y ganaríamos una pequeña comisión por dinero_ sugirió Cam.

_NO_ dijimos Zac y yo.

_ Ganarías una buena cantidad de plata_ dijo Cam.

_No voy a ser un monstruo de feria Cam_ dijo firme el chico.

_Además no sabes lo que eres_ dijo Evelyn intentando parecer desentendida y seguirle el juego a Cam_, podría ser algo temporal.

_ Oh claro, el famoso virus del hombre pez_ dijo Zac con sarcasmo

_Tienes que sacarle provecho_ dijo Cam, pero viendo que Zac no estaba de humor decidió no contradecirlo más.

Terminaron de comer lo que estaban consumiendo, pagaron y decidieron ir a la playa. Los chicos para asegurarse de que Zac no cometa una locura y resguardar su secreto, sin que él se entere por supuesto. Ventajas de ser la heredera de Mako y una sirena elemental.

En la playa había más o menos la misma gente de siempre, se pusieron a tomar sol en una lona posicionada estratégicamente cerca de la torre de salvavidas para intervenir de ser necesario. Zac limpiaba tablas y estaba seguro en tierra firme mientras que Cam estaba en el agua asegurándose de que todo estuviera bien.

_No hay nada de que preocuparse ahora_ dijo Alma sacando un libro de su mochila para ponerse a leer.

El jefe de los salvavidas llamó a Cam a que vaya a buscar hielo, y no lo pudo evitar. Dejando a la playa desprevenida. Zac se sentó en la silla alta del guardavida, pero se empezó a marear y sus amigos lo notaron.

_Miren ahí! _dijo Alex señalando a donde había tres chicas: dos rubias y una castaña.

_Soy Lyla, Nixie y Sirina. Las sirenas que fueron expulsadas de la manada porque dejaron caer a Zac al estanque de luna_ dijo Alma a modo de información.

Que solo confirmaba lo evidente porque Lyla no disimulaba en lo más mínimo que estaba usando sus poderes. Cualquiera que sepa del mundo acuatico al menos un poco descubriría que esas tres chicas eran sirenas

_Que alguien me explique que se supone que están haciendo_ dijo Evelyn confundida.

_Deben estar intentando secarlo para sacarle sus poderes_ dijo Alex mientras contrarrestaba los ataques de las sirenas de forma más discreta con su palma extendida hacia Zac. Las sirenas cesaron su ataque al no obtener los resultados deseados.

_Está a salvo_ dijo Alex aliviado.

_Por ahora, vaya a saber lo que piensan hacer esas sirenas_ dijo Alma con resentimiento

_En el colegio no lo van a poder tocar, le avisaremos a mi madre_ dijo sacándoles disimuladamente una foto a las tres chicas.

Pero lamentablemente la tranquilidad no duró mucho para el trío de protectores del nuevo tritón: una niña que estaba metida en el mar se empezó a ahogar al ser empujada por la corriente y las olas del mar. Y no había ningún salvavidas cerca.
Evelyn corrió hacia donde estaba su amigo para ir ella misma a socorrer a la niña.

_Iré yo Zac_ se ofreció la rubia para que no corra riesgos innecesarios.

Pero para su ingrata sorpresa, su amigo se lanzó al agua a salvar a la niña, quien gritaba pidiendo auxilio y nadie hacía nada para ayudarla.

_Hay que mandarla más a lo hondo, pero asegurarnos de que no se ahogue_ dijo Alma llegando junto a ella.

_Cuanto más bajo sea es más probable que le vean la cola_ estuvo de acuerdo Alex.

_Bien, ustedes cúbranme. Las sirenas no se pueden dar cuenta de que somos sirenas_ dijo Evelyn.

Con su mano pegada al cuerpo empujó a la niña más profundo para evitar que su amigo sea visto, incluso por la pequeña niña. Pero el chico tritón no tuvo ningún problema en rescatarla y llevarla a la orilla sin que nadie vea su cola de tritón. En ese momento llegaba Cam, mientras que la niña halagaba a Zac y su madre le agradecía.

_Es un imán de problemas_ dijo Alex con pesadez.

_Vamos a tener que tenerlo vigilado todo el día si queremos evitar que se meta en problemas_ dijo Evelyn.

_Genial, ahora somos niñeras de un humano mitad tritón. Lo que me faltaba además de abandonar la manada_ dijo con sarcasmo la pelirroja.

Volvimos a la casa de Zac, que estaba hecha un desastre.

—Alguien estuvo aquí—dijo Zac.

"Lo primero sensato que dices en todo el día" pensó Alma.

—Seguro fue tu mamá que vino a limpiar—dijo Cam.






Gracias a los que le están dando una oportunidad a esta novela. Se viene la parte dónde las sirenas se chocan con Evly y Alma.

Palabras: 2.214

Nos vemos
Jane

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