Capítulo 5: ¡¿Quién es quién?!

Al día siguiente Percy y yo estamos hablando en los pasillos, los demás alumnos están en la cafetería, hablamos plácidamente hasta que escucho una voz que para mí era el mismísimo infierno, por la cara de los chicos sabía que era ella.

—Miren a quién tenemos aquí, a la rara —dice una rubia, a la cual le puse un apodo—. ¿Qué te pasa? ¿Te comió la lengua el gato? —se ríe junto con su séquito.

—Sí, pero en vez de gato, es una rubia oxigenada la que me dejó sin habla —le respondo mirándola despectivamente, como dije, ya le había puesto un apodo.

—Cómo te atreves —me iba a golpear pero Percy la detiene.

—No la toques —le da una mirada asesina, que hasta cierto punto si da miedo.

Se suelta del agarre. —Hola guapo, ¿qué haces con esta estúpida? —le coquetea al extremo. Dan ganas de mandarla al tártaro.

—¿Es lo que me pregunto? ¿Qué hace contigo? —los chicos se ríen y ella muestra una cara de molestia, mientras la mía es de satisfacción—. Él ya tiene novia Tontonelia —ella se llama Amelia alias “rubia oxigenada” y “tontonelia”, o “la putirubia”.

—Ah sí, y dime. ¿Quién es su novia? —me mira de forma malévola.

Cuando dijo esas palabras, sin querer cavé mi propia tumba, no sabía que decirle y más enfrente de mis amigos; estuve metida en mis pensamientos hasta que escucho una voz.

—Es ella —responde Percy.

Me quedo en shock al oír su respuesta, en eso la estúpida rubia habla.

—Pues si es tu novia, dale un beso —me dieron unas ganas de pegarle, pero en ese momento estaba pensando en cómo darle el beso a Percy, pero sin que fuera un beso, en eso se me ocurrió una idea.

—Claro —respondo con gusto mientras dejo mi mochila en una de las mesas, pero sin que se den cuenta, tomo un pedazo de cinta adhesiva. Voy con Percy y discretamente le pego la cinta adhesiva en su boca y finalmente lo beso. La idea más estúpida que se me pudo ocurrir, dirán ustedes, pero estoy escasa de ideas.

Percy me sigue la corriente con lo del beso, y puso sus manos en mi rostro; después le retiri la cinta adhesiva discretamente de su boca. No lo iba a besar en serio por muchas razones: uno, es mi mejor amigo desde la infancia, jamás me sentí enamorada de él; dos, él ya tiene novia y hay otras razones pero jamás terminaría. Ni esa yo me la creo, pero bueno.

—¿Contenta? —la miro triunfante y ella se va.

—Creí que si lo besarías enserio —dijo Dylan.

—Iagh, claro que no, y tú ya sabes el porque —le respondo algo asqueada, las chicas en shock no sabían que pasaba aquí y se los explico todo.

Al terminar las clases salimos e íbamos directo a nuestras casas hasta que escucho unas voces que ya extrañaba mucho.

—¡AYLA! —gritan un par de niñas.

Me doy la vuelta. —¡Tania, Amaya! —las veo y me abrazan—. Las extrañé mucho mis gemelas traviesas —así es, Tania y Amaya son gemelas, ambas de cabello rojizo o anaranjado y de un color de ojos que te dejan asombrado.

—Nosotras también Ayla —dice Tania con emoción.

—¿Cómo han estado?

—Muy bien, aunque ya te extrañabamos mucho —responde Amaya.

Si se preguntan cómo puedo saber quién es quién pues es simple: Amaya es una chica muy traviesa y tiene mi actitud,en cambio Tania es más educada, diría refinada, pero es igual de desmadrosa que su gemela. Hace unos años, sus padres se separaron por un pleito que desconozco, y su gran idea fue que cada quien se llevara a una de las gemelas, su padre se llevó a Tania y se fueron a vivir a Londres, de ahí lo educada, formal y un poco delicada de ella, que a veces me cae mal. En cambio, Amaya fue criada por su madre, ellas vivían en una granja por Misuri, pero tiempo después se vinieron a vivir aquí y ella es más valiente, bromista y no se queja de nada. Para no hacerla larga, ambos decidieron que las gemelas estuvieran juntas y el acuerdo quedó de esta manera: Tania y Amaya estudiarán y mientras estudian ellas estarán con su madre y en vacaciones se irán con su padre. ¿Y cómo las conozco? Fácil y simple, era su niñera; después de que llegaron a ese acuerdo, su madre me llamó proponiendome que fuera su niñera.

—Yo también. Percy, te presento a las gemelas Tomson, Tania y Amaya. Chicas les presento a mi amigo Percy Jackson —los presento.

—Que bueno que solo es tu amigo —comenta Tania.

—Porque sino ya lo estuviéramos amenazándolo por si te llegará a hacer algo —completa Amaya.

—Son muy protectoras contigo, ¿cierto? —me pregunta Percy.

—Sí, ¿a quién me recuerda? —me le quedo mirando graciosamente. Pues siempre me ha cuidado desde pequeña, y ahora lo seguirá haciendo.

—¡Yaa! Solo te protegía y te protejo de lo que te pueda lastimar —me responde con cariño, seguido de un puchero—. Además, sabes que eres como mi hermana pequeña —.me abraza por detrás

—Así cualquiera pensará que somos novios sesos de alga —me quejo.

—Pero no lo somos —dijo tranquilo.

—Pero dudo que los demás piensen así, ya vámonos a casa, nos vemos chicos —nos vamos y los chicos también se van.

—Hay vamos, si no nos viéramos como hermanos, ¿posiblemente si te gustaría? —me ve burlonamente.

—Mmm, posiblemente, aunque siendo honesta, y tomando mis gustos, no entrarías en los de mi tipo —me empiezo a reír.

—Auch, esa frase ya lo he escuchado de otra persona —confiesa.

—Uuuh, ¿así que hubo una enamorada a parte de Annie? Eso lo quiero saber a detalle —lo miro.

—Por el momento te aguantarás las ganas de saberlo —empieza a correr.

—Ven aquí hijo del mar —lo empiezo a corretear.

—Atrápame si puedes, gruñona —se burla y sigue corriendo.

—Tú me quieres matar de cansancio —me quejo mientras sigo corriendo como loca desquiciada tras él.