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Cap 39

Hades, Poseidón y Nix

Ayla

Leo se llevó a los niños a la cabaña de Hermes. Mientras que los demás salimos de la casa y empezamos a charlar.

—¿Y es bonito Suiza? —me ve Piper.

—Es hermoso y lleno de sorpresas. Con decirte que Nico y Sebas se encontraron con un perro de los Pirineos, creo que así se llama. Y ya querían quedárselo —respondo con felicidad.

—¿Y se lo quedaron? —me pregunta Percy.

—Sí, pero ahorita se lo quedó la madre de Sebas —sonrío.

Pasamos un rato platicando, cuando los niños nos dijeron que querían conocer el campamento. Gina me dijo que Leo se ofreció, pero ellos querían que el recorrido se lo hiciéramos su padre y yo.

Les dimos el recorrido, en dónde todo fue "wow", "mira", "cool" y "genial" por parte de los niños. Los llevamos a los establos, Nico se quedó afuera por la relación que tiene con los animales.

—¡Señora! —exclama BlackJack emocionado al verme.

—Hola BlackJack. ¿Me extrañaste guapo? —lo acaricio.

—Sí señora —responde mientras raspa el suelo con su casco.

—Un pegaso que habla —hablan los tres emocionados.

—¿Pues que dijo? —pregunta Sebas algo confundido.

—Jajajajaja —echo una carcajada por la reacción de Sebas—, de hecho solo los que somos descendientes de Poseidón, podemos hablar con los caballos, pegasos y animales marinos —le explico.

—En pocas palabras, ¿solo nosotros entendemos lo que está diciendo? —resume mi explicación Bianca.

—Es correcto señora —afirma BlackJack.

—Luego le digo a su tío que los lleve de paseo en Blackjack —los miro.

—¡Siiii! —gritan con emoción que casi me rompen el tímpano.

—Nos vemos BlackJack —me despido de él.

—Adiós BlackJack —dicen los niños al unísono.

—Adiós —responde.

—Valla, se ve que es interesante ser hijo o descendiente de Poseidón —opina Sebas.

—Es interesante también de los otros dioses —respondo.

Les enseñamos lo que faltaba, incluyendo el Bunker, aunque cierta niña no quería salir de ahí y cierta persona se negó a entrar.

Después nos encontramos con Alice, quién me dio un pequeño golpe en el hombro y después un abrazo.

—No vuelvas a darnos ese susto Ayla Laforêt. Pero aún así te extrañé —me abraza.

—Yo también Alice —le correspondo el abrazo.

—¿Y ellos son mis sobrinos? —mira a los chicos.

—Sí. Nico Jr, Bianca, Gina. Les presento a su tía Alice —Nico los presenta.

—Alice, te presento a Nico Jr, Bianca y Gina Di Angelo Laforêt. Pero aman más que les digan solo por el apellido Di Angelo —le aclaro—. Y él es Sebastián, un amigo nuestro.

—Hola niños —los saluda.

—Hola —saludan al mismo tiempo.

—¿Qué les pareció el campamento chicos? —les pregunta.

—¡Increíble! —excláman con entusiasmo.

—Que bueno... Ay, Nico y Bianca se parecen a su padre. Siento que veo a Nico cuando era un niño, y en su versión femenina. Y según yo, la menor se parece más a ti —suelta un chillido de felicidad.

—Lo sé Alice, muchos aquí me lo han dicho, ya hasta perdí la cuenta —le respondo.

Llegó la hora de la comida y nos sentamos en nuestros respectivos lugares, esta vez me senté con Percy porque se lo había prometido. Mientras no reclamen a los niños, deben sentarse con los de la cabaña de Hermes.

Y a todo esto me pregunto, ¿por qué yo nunca estuve en esa cabaña y porque nunca me senté en esa mesa?
Jamás le pregunté a Quirón, bueno, si le iba a preguntar...iba, porque cada vez que quería hablar con él, me interrumpían con una u otra cosa.

—Me siento una mala hermana —miro a la mesa en dónde estan Nico, Alice y Evangeline.

—No lo eres. Hiciste lo que era correcto —me responde Percy—. Los chicos hubiéramos hecho lo mismo si estuviéramos en tú lugar, incluyendo Nico.

—Lo sé, pero no la culpo de que se sienta así. Pues nadie sabía de todo esto, solo tú y los chicos —suelto u suspiro—. Aparte, ella solo era una niña. Una niña que necesitaba amor en ese momento, y su único consuelo era yo —me puse más triste.

—Deja que procese todo esto, y después charlas con ella. ¿De acuerdo? —sugiere.

—De acuerdo —le respondo.

En eso, todas las miradas se centran en los niños.

—Salve Sebastián Kim, bisnieto de Deméter, diosa de la agricultura, la cosecha, la fertilidad y las estaciones —menciona Quirón.

Después de él, aparecieron los símbolos de Hades, Poseidón y Nix.

—Salve Nico, Bianca y Gina Di Angelo, nietos de Hades, dios de los muertos y las riquezas, Señor del Inframundo; Poseidón, dios de los mares, los terremotos, los huracanes, los océanos, los caballos, las indudaciones y sequías; y Nix, diosa de la noche.

Esto será la novedad en todo el campamento.

Después de la comida y de las reclamaciones, los niños ya no sabían a dónde ir, a excepción de Sebastián, quién fue llevado ahí por Katie Gardner, capitana de la cabaña 4.

Gina, Bianca y Nico ya estaban haciendo piedra, papel o tijera. Porque ellos podían estar en una de las tres cabañas, suertudos que son.

—Qué tal si Nico Jr se va con su padre y ustedes dos preciosas, se vienen conmigo a la cabaña de Poseidón —les sugiero.

—¿Y la cabaña de Nix? —pregunta Bianca.

—Podrán ir, pero nada más dejen que arregle unas cosas con su tía. ¿Quedó claro? —respondo.

—Más claro que el agua —responde Nico Jr.

Y así le hicimos, Nico Jr se fue a la cabaña de con su padre y las niñas y yo, nos fuimos a la cabaña de Poseidón.

Percy se la pasó toda la tarde platicando con las niñas acerca de las misiones que tenía, las niñas por su parte, estaban muy atentas a lo que su tío les contaba.

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