El día a día, con sorpresa

En otro lugar...

Nico

Llevo varios meses viviendo en una cabaña en el bosque, alejado de las personas. Aún sigo en shock por lo de Ayla, y no sé por dónde empezar a buscar.

—¿Por dónde puedo empezar? —el gato esqueleto se acerca a mí—. Ni siquiera sé por dónde empezar —lo acaricio y ronronea.

Decidí que iba a empezar a buscar aquí, luego resulta que siempre ha estado aquí y uno pensando que puede estar lejos. Lo que todavía no entiendo, es, porqué los chicos y Quirón dijeron que no podía regresar y menos en ese estado. Me maldije mil veces por no haberme aguantado y reclamar en ese momento.

Ayla, te encontraré y volveremos a ser felices como antes...

En Suiza...

1 año después

Ayla

—A ver, abre la boca —Gina me avienta un poco de su comida.

—Al parecer alguien es anti-verduras —se ríe Christine.

—Que gracioso, lo dice la persona cuyo niño no le gusta comer cereal —me rocía agua y me empiezo a reír.

Resulta que Christine tiene un hijo, quién es un año mayor que mis niños y se llama Sebastián. Es un niño muy simpático, y travieso. Aquí el detalle es que mi Gina y Sebas, no se llevan bien. Tan pequeños y llevándose mal.

Este año regresé a estudiar, y hasta eso me va muy bien, tengo excelentes notas y trato de no bajarlas para que me den una beca. Tampoco he descuidado a mis niños, Christine los cuida mientras yo estoy en la escuela, y yo los cuido de regreso, es difícil con las tareas y todo eso, pero la vale la pena.
La poca ventaja que tenemos al cuidarlos es que solo una no es traviesa, y es Gina. Y yo pensando que iba a ser la más traviesa, resulta ser la más tranquila, a diferencia de sus hermanos y de Sebas. Ella se entretiene con cualquier cosa, y creo que sacó mi amor por la lectura, pues cuando estoy leyendo y ellos están conmigo, mi niña dice "mamá", y alza sus bracitos para que la tenga conmigo.

Las primeras palabras de mis niños fueron...

Bianca: Mamá

De Nico, pues fue diferente la verdad. Su palabra fue "lodo". Dijo esa palabra porque fueron como tres veces que jugó en el jardín y con la tierra recién mojada, ya que Christine había regado las plantas, y como les digo, los más traviesos son mi Bianca y mi Nico. Y a Nico le decía "Deja de jugar con el lodo". Y pues se le quedó esa palabra y fue la primera que dijo.

Con Gina, fue diferente. Su primera palabra fue "no", y yo diciendo que más extraño no podía ser.

Al día siguiente me levanto, me cambio, y me voy a la escuela. Las clases pasaron con normalidad, la última no la tuvimos por la reunión de profesores que hubo.
Salí de ahí con Lisa y Jennie, chicas que conocí ahí y son grandes personas. Ellas si saben de la existencia de los semidioses y todo de mitología griega; no son semidiosas, pero ellas pueden ver a través de la niebla. Me costó confiar en ellas, pero después lo hice, y ahora ellas saben quién soy en realidad. De hecho ellas van de vez en cuando a visitar a los niños.

—Bueno, hoy fue menos pesado que ayer —comenta Lisa.

—Parece que ayer la profesora de lenguaje me odiaba. Siempre me pone a leer a mí, que pereza —se queja Jennie.

—Pero si tú lees hermoso Jen, te envidio por eso —las tres nos reímos—. Bueno, me voy, sino, capaz que regreso y alguien me pedirá ayuda, nos vemos —me voy.

—Adiós Ayla —dijeron al unísono y se fueron por otro rumbo.

Empiezo a caminar cuando aparece un mensaje iris, no sabía de quién era, así que esperé para ver a la persona del otro lado.
Al verlo, mi corazón se detuvo y me quedé helada al ver a esa persona. No sabía cómo reaccionar, así que traté de retomar mi compostura.

—¿Ni-Nico? —mis lágrimas amenazaban con salir.

—Ayla —susurra—. Estás viva, estás sana —al parecer, él tampoco podía contener sus lágrimas.

—Pe-pero, ¿cómo? —ya sabía la respuesta, pero era para despistar lo un poco... según yo.

—Escuché de los chicos que todavía estabas viva. Le-les pedí que me dijeran en dónde estás, pero...pero se negaron a decirme —me responde aún sin creerlo.

—Y tienen la razón para eso... —su expresión cambió—. Nico, sabes muy bien que los dioses enemigos me dan por muerta, si se enteran que estoy viva, vendrán por mí y querrán mi poder para tratar de liberar a Cronos —le explico.

Lo único que pudo hacer Nico, fue gritar en ese momento, grita de furia, de desesperación y frustración. Sabía que lo que iba hacer sería algo tonto porque los demás habíamos acordado no hacerlo, pero, sabía que si se entera, podría cambiar algo.

—Nico, escucha —me ve de nuevo—. Te mando un mensaje iris en un rato, quiero mostrarte algo —él asiente y deshizo el mensaje.

Me voy corriendo a la casa, al llegar, le cuento a Christine todo lo ocurrido. Ella primero se negó, pero después de unos minutos aceptó y me apoyó.

Nico

Mi última opción era tratar de hacer un mensaje iris a Ayla. Pues busqué por todo Estados Unidos y nada. Así que hice el mensaje iris. Al verla, no sabía que decir, tenía emociones encontradas... emociones, que una vez deseché y que pensé que nunca más las volvería a sentir.

—¿Ni-Nico? —pude ver que sus lágrimas amenazaban con salir.

—Ayla —me limito a susurrar—. Estás viva, estás sana —trataba de contener mis lágrimas.

—Pe-pero, ¿cómo? —todavía sigue sorprendida.

—Escuché de los chicos que todavía estabas viva. Le-les pedí que me dijeran en dónde estás, pero...pero se negaron a decirme —le respondo.

—Y tienen la razón para eso... —mi expresión cambia—. Nico, sabes muy bien que los dioses enemigos me dan por muerta, si se enteran que estoy viva, vendrán por mí y querrán mi poder para tratar de liberar a Cronos —aclara.

En ese momento grité, gritaba de furia, de desesperación y frustración.

—Nico, escucha —la vi de nuevo—. Te mando un mensaje iris en un rato, quiero mostrarte algo —asiento y deshice el mensaje.

Después de unos minutos, aparece un mensaje iris, y pude ver otra vez a Ayla.

—Bien, te daré una sorpresa. Pero antes, promete me algo —me mira con seriedad.

—¿Qué? —la miro.

—Que cuando sepas de la sorpresa, esperaras lo necesario para que regrese, y que ayudes a los chicos en la misión de encontrar el cofre en dónde está Cronos. ¿Lo prometes? —sería tormentoso para mí esperar a la chica que me ama así como soy.

Suspiro. —Lo prometo —contesto.

En ese momento, quedé en shock...

—Nico, te presento a Nico, Bianca y Gina Di Angelo. Nuestros hijos —me dedica una sonrisa tierna.

—¿Nu-nuestros hijos? —pregunto aún sin salir del shock. Ella asiente.

—Son tus hijos, son nuestros niños —sus lágrimas empezaron a salir—. Díganle hola a papá —una de las pequeñas alzaba su mano para tocarme, y sorprendió aún más por lo que dijo.

—Pa-pa-papá —dijo.

Ayla y yo nos sorprendimos. Me comentó Ayla que es la primera vez que dice esa palabra. Me sentí feliz al ver que si tengo una familia con la chica que más amo.

—Es por eso que no puedo regresar Nico. No es por mí, sino por los niños. No los quiero exponer al peligro, y menos a esta edad. Sino los tuviera, hace un año pude haber regresado —me aclara.

No sabía que decir.

—Nos vemos Nico, cuídate por favor. Y cumple lo que me prometiste. Díganle adiós a papá —los niños empezaron a balbucear y desapareció el mensaje.

Los protegeré, pasé lo que pasé...

Lo que muchas me estaban pidiendo desde no sé qué capítulo. Jajajajaja, primera y última vez que las consiento XD.