Cap 26
Un gran peligro...
Narradora
Después de un rato consolando a la hija de Nix, ambos jóvenes se encontraban acostados.
—Sabes que nunca te voy a dejar —habló Nico y la abrazó por la espalda.
—Lo sé, pero temo que en esta guerra me aparte de tu lado —respondió triste.
Ayla volteó a ver a su novio y éste la empezó a besar, ella seguía el ritmo, y ese ritmo fue aumentando más y más hasta que se empezó a volver apasionado.
Nico le empezó a quitar la playera que tenía, Ayla le fue quitando el cinturón, su pantalón.
Ella empezó a acariciar el cabello del hijo de Hades, mientras que él acariciaba el cuerpo de la chica; le fue dando besos en su cuello.
El hijo de Hades estaba encima de ella.
—¿Segura que quieres hacerlo?- pregunta mientras sus ojos hacen conección con los de la chica.
—Claro que si —ella lo mira.
Poco a poco empezó a soltar gemidos y a la vez, pronunciando el nombre de su novio.
En estos momentos daban gracias a que las niñas estuvieran en la casa grande con su tía.
Ella le empezó a dejar marcas de besos en su cuello, y él en sus brazos y uno en su cuello. Y poco a poco se fueron quedando dormidos.
Al día siguiente Nico se despertó primero, y pudo contemplar como dormía su novia. Tenía un rostro pacífico. Él siempre quería ver ese rostro por el resto de sus días.
Se levantó de la cama, evitando despertar a su novia, tomó su ropa y se fue a dar una ducha.
10 minutos después despertó Ayla, escuchó que caía agua del baño, así que supo que era su novio bañándose.
—Hola mi dormilona —le dice mientras le muestra una sonrisa.
—Lo dice el que luego se levanta a medio día —le da un beso en la mejilla—. Mejor vete a tu cabaña que puede venir alguien y nos atrapa —sugiere la pelinegra.
—Está bien, te veo luego —se va por viaje sombra.
Ayla se cambió y se puso esto.
Fue a la casa grande y le dijo a Quirón que iba al olimpo. Una vez hecho esto, abrió un portal y antes de que entrara, alguien le habló.
—Voy contigo —se da la vuelta y lo mira.
—Percy, no. Esto no es tu asunto —le habla de manera seria.
—Claro que lo es. Desde que eres semidiosa y mi hermana. Y los hermanos siempre se apoyan —ella suelta un suspiro y accedió a que la acompañara.
Ambos cruzaron el portal y se encontraban ya en el Olimpo.
Entraron a lo que era la sala en dónde se encontraban los tronos de los dioses, al entrar, vieron que era un caos, pues todos los dioses discutían acerca de la guerra que se avecinaba. Los dioses, al percatarse de que los hijos de Poseidón estaban presentes, detuvieron su discusión.
—Miren quién está aquí, nada más y nada menos que la culpable de todo este caos —dice el dios de la guerra.
—Ya sé que es mi culpa, y no es necesario que me lo recalques —responde con cierto enojo y seriedad—. Es por eso que vengo a averiguar cómo puedo solucionar esto... —respira profundo—. Cronos me quiere por el poder que tengo, pero estoy incompleta, ya que no tengo los poderes de mi padre —comenta.
—De hecho... —menciona Poseidón—. Si los tienes.
—¡¿Qué?! —exclaman ambos hijos del mar.
—¿A qué te refieres? —la chica lo mira.
—Tu poder lo has tenido cerca de ti —mira hacia el collar y Ayla por inercia lo toca—. Tu collar guarda el poder que te quitamos cuando eras una bebé, y tu madre se encargó de guardar ese poder en un objeto que siempre llevaras contigo. Pero eso te lo íbamos a dar cuando tu llegaras al campamento —explica el dios de los mares.
—Genial, las cosas no pueden ir de mal en peor —ahora estaba preocupada—. ¿Y no hay manera de que desaparezca ese poder? —mira a los dioses.
—Sí, pero es muy arriesgado, y no del todo desaparecerá —responde Hera.
—No entiendo —dice un Percy confundido.
—A lo que se refiere Hera es...que podemos quitarle el poder a Ayla, pero no podemos deshacernos de su poder, y si es quitarle eso, implica a que le quitemos tanto el poder por parte de Poseidón como por el de Nix —esta vez responde la diosa de la sabiduría, aclarando la duda de Percy.
—Al punto de volverme una... —es interrumpida por Apolo.
—Una mortal —termina la oración.
—Tengo una idea —responde ella.
—¡Estás loca! Eso es arriesgado —exclama Percy.
—Percy...es la única manera. Me quiere nada más a mí. Y si no hacemos esto, es probable que más semidioses mueran. Mínimo que sea un tipo de retraso en lo que ustedes planean todo —responde mientras aguantaba las ganas de llorar—. Prométeme que no le dirás nada a los chicos, en especial a Nico y a las niñas. Solo se lo podrás decir a Annabeth y yo a Quirón —Percy asiente.
—Lo prometo —dice con algo de dificultad.
—Bien, hora de llevar a cabo el plan.
Mientras que eso pasaba. En la cabaña de Hades, Nico sufría de una pesadilla.
Nico
Me encontraba en el campamento, pero solo veía humo, fuego y semidioses muertos. Otros más estaban luchando, veo que Ayla se acerca a mí.
—Vamos Nico, levántate —me levanta y me lleva a un lugar en dónde protegerme, si estaba muy herido, al punto de no poder levantarme.
Me deja recargado en la pared de una de las cabañas y se viene acercando Percy y Sujin.
—Ayla, ya es hora —habla Percy.
—Hora, ¿de qué? —dije preocupado porque esto no me daba buena señal.
—Ayla, hay que hacerlo ahora o todo esto habrá sido en vano —esta vez habló Sujin.
—Voy... Nico, hicimos un plan en el que puede que les de tiempo a los semidioses para que se preparen como se debe —me dice tratando de sonar tranquila.
—No hagas esto por favor. No me dejes —la abrazo y empiezo a llorar.
—Lo siento, pero es la única forma —me da un beso, se levanta y se va alejando.
—¡Ayla! —grito su nombre con desesperación.
En ese momento que grité su nombre, me desperté. Solo pedía que esto fuera una pesadilla y no una visión.
Ayla
—Ok, hay que evitar decirle a los chicos sobre esto, sino, no funcionará, en especial a Nico, quién creo que nos descubrió —comento mientras los miro.
—¿Cómo? —me mira Percy con confusión.
—Mi lindo sobrino, Morfeo, se lo mostró a través de una pesadilla, así que hay que tratar de evitar ese tema, y fingir que todo va normal a excepción de la guerra que se viene —explico mientras pienso las diferentes maneras de torturar a mi sobrino.
—Y cómo sabes que Morfeo le dijo —se cruza de brazos esperando la explicación.
—Ella, al ser hija de Nix, tiene habilidades que juntan los poderes de Tánatos, de Hipnos, de sus otros hermanos y de sus descendientes —Sujin le explica.
—Al igual que los de Poseidón. Por eso Cronos y Hécate quieren su poder —responde Quirón.
—Entonces así le haremos —afirmo.
—Sigo diciendo que es una locura y es muy arriesgado —me ve la hija de Hécate.
—Pero es la única forma de que ganen tiempo todos ustedes —la miro.
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