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Cap 25

Una guerra por venir

Narradora

Nix fue a dónde estaba Hécate.
Algo le decía que ella le ocultaba algo, desde el momento en que le pidió que ayudara a su hija a recuperar su sentido auditivo y ésta se negara.

—¿Qué te trae por aquí Nix? —e levanta de su trono y camina hacia la diosa nocturna.

—¿Saber qué le hiciste a mi hija? —la mira con seriedad.

—¿Yo? Yo no le hice nada —responde de manera inocente la diosa de la magia.

—No me mientas —alza la voz una diosa nocturna muy enojada.

—Porqué te mentiría, yo no tengo nada que ocultar —Nix se fue de ahí—. Pero pronto lo sabrás y yo seré quién tenga el poder —sonríe maliciosamente.

Al día siguiente...

Percy

Todos estaban comiendo cuando Grover nos dijo que la chica ya había despertado, fuimos a ver y efectivamente, ella estaba sentada. Su cabello era entre un rojo oscuro y vino, labios entre rosa claro y fuerte, vestía con prendas de cuero.

—¿Cómo te llamas? —pregunta Alice.

—Me llamo Evelyn, y soy hija de Ares —responde algo adolorida.

—Nos habían dicho que te habías escapado de alguien, porque tenías varias heridas y estabas en malas condiciones —comenta Piper.

—Así es, un grupo de monstruos me habían raptado y llevado a una cueva. No sabría decirles en dónde se encuentra, porque no recuerdo del todo, solo sé que estaba entre árboles —responde mientras trata de recordar.

—No te preocupes, ya estás a salvo —habla con tranquilidad Quirón.

—Solo recuerdo que hablaban de revivir a Cronos con el poder de la descendencia nocturna y de la descendencia marina. Pero no sé a que se referían —nos mira con confusión.

—¡Oh no, de seguro vienen por Evangeline y por Ayla! —exclama Grover con preocupación.

—Pero también por un hijo o hija de Poseidón —dice Leo.

—Puede que nos quiera a los 4 —ésta vez hablé.

En eso se escucha que gritan y todos empezaron a moverse de aquí para haya, salimos y le preguntamos a Clarisse.

—¿Qué sucede? —la miro.

—Hay monstruos que quieren atravesar la barrera de protección, y ésta vez son muchos —se fue a checar a los soldados.

—Ayla —dije y en ese momento Nico se fue en viaje sombra.

Ayla

Estaba con Evangeline y Sara, ambas se llevan bien al punto de considerarse hermanas. Estaba viendo como platicaban, y de repente, volvió...volví a escuchar.
Las niñas se dieron cuenta y se alegraron, pero eso no duró mucho porque sentía varias auras de monstruos.

—Evy, dime qué tú también los sientes —miro a Evangeline y ella asiente—. Quédense aquí...mejor vayan a la casa grande —les ordeno.

—¿Tú que vas a hacer Ayla? —me mira Sarahí.

—A arreglar algo con cierta persona salgo y veo que todos se estaban preparando en caso de que atacaran. Me convierto en lobo y me dirijo hacia la barrera.

Nico

—Ayla —dijo Percy y en eso me fui por viaje sombra a su cabaña, aparecí ahí y solo vi a sus hermanas.

—¿Y Ayla? —las miro con preocupación.

—Se fue, dijo que debía arreglar algo con alguien, y nos dijo que fuéramos a la casa grande —habla una de ellas.

—Ok, vamos y ahorita voy a buscar a Ayla —las agarra y aparecemos en la casa grande.

—¿Y dónde está Ayla? —me mira Hazel.

—No sé, cuando llegué, ella ya no estaba, solo ellas —respondo.

Llega corriendo Hiyori —Ella está en la barrera, y más vale que vengan a ver esto —la seguimos.

Las niñas se quedaron con la Tía de Ayla y nosotros fuimos corriendo hacia la barrera. Y ahí estaba.

—Vaya, vaya... Otra vez ustedes —dice ella.

—Se ve que estás feliz de vernos —sonríe Amelia.

—Da igual... ¡HÉCATE, DA LA CARA Y NO SEAS COBARDE! —todos se quedaron callados al ver las agallas que tenía Ayla al retar a una deidad.

—Tienes agallas hija de Nix y Poseidón —apareció de repente.

Aparecen Nix y Poseidón —Si te atreves a tocarla, no tendré piedad de ti —habla la diosa de la noche.

—Pero, antes, veo que te rendiste fácilmente con lo de quitarme mi sentido del oído —suelta de la nada Ayla.

—¿A qué te refieres? —pregunta su madre.

—¿No te lo dijo?... Bueno, ella me quitó el sentido después de que tuve mi accidente, y ella me lo devolvería si le daba mi poder, pero cómo sabía que ambos se negarían, por eso dijo que me devolvería mi sentido, si me casaba en un futuro con uno de sus hijos —todos nos quedamos sorprendidos—. Y eso no es todo, porque ella me devolvió mi sentido auditivo a los 15, pero hoy me lo volvió a quitar para que le fuera rogando a que me lo devolviera, pero haría un trato conmigo, mi sentido a cambio de mi poder, ¿o me equivoco? —ve a Hécate y ella no dijo nada—. Pero diles para que quieres mi poder —sigue sin responder—. Nada más y nada menos que ¡para revivir como se debe a Cronos y tener el poder para dominar a todo el olimpo! —Hécate ataca pero Ayla lo deshizo con su espada. Hécate tenía una ira—. No creas que eres la única con tus trucos —abre sus manos y las empieza a mover, de pronto, humo negro empezó a aparecer y envolvió a varios monstruos, cerró su manos formando un puño y esos monstruos se hicieron polvo.

—Pe...ro, ¿cómo? —pregunta una Hécate sorprendida.

—Más vale que me des tu poder mocosa —apareció Cronos en el cuerpo de Luke.

—¿Y si no lo hago? ¿Qué vas a hacer? —lo mira seria.

—Todo lo que amas morirá, y los verás morir, uno por uno _en ese momento quería hacerlo trizas.

—Pues ve sabiendo, que no lo haré.

En ese momento, la barrera se debilitó, y no supimos cómo pasó. Empezaron a atacar, y nosotros por igual, pero ellos tenían más ventaja, tenían de su lado a monstruos, semidioses.
Los dioses por ley no podían intervenir, por lo que se fueron al Olimpo, solo maldecia en estos momentos.

Ayla

Estaba peleando y varios se vinieron contra mi, pero a mi lado estaban los chicos y mis amigos.
Dylan y yo estábamos espalda contra espalda.

—¿Así te imaginabas tus guerras de niño? —lo miro.

—Sí y no —ataca a un semidiós.

No sé en qué momento, Dylan se lanzó sobre mi y le dio una flecha, estaba sorprendida. Lo agarré y poco a poco lo dejé en el césped, solo pedía que no me dejara. Quedó inconsciente y mi ira se acumuló y de la nada, algunos monstruos se hicieron polvo.

Percy

Pude ver a Valeria, una niña de 13 años rubia, ella era semidiosa, y había llegado aquí hace dos años, pero ningún dios la reclamó como su hija. Entonces ella habia desaparecido hace tres semanas y ahora sabemos a dónde fue, a ser parte de la tropa de Cronos.

—¿Por qué lo hiciste Val? —pregunto un poco cansado.

—Porque puedo ser más que ustedes si lucho al lado de él —responde con odio—. Porque ellos sí me aceptaron a pesar de no ser reclamada por uno de ellos —me empieza a atacar.

Nico

Si seguíamos así perderíamos.
En eso, Ayla se puso en medio de la batalla y empezó a crear ese humo, y agarró a monstruos y semidioses rivales y los hizo polvo. Cronos dio retirada, pero antes de que eso pasara, uno de sus cómplices, lanzó una flecha que iba directamente hacia ella, pero no le dio porque se interpuso Laura, una chica que siempre hablaba con ella.

—¡Laura! —la atrapa—. No me dejes por favor, te lo pido —lloraba.

—Tranquila, todo estará bien —cerró sus ojos para no abrirlos nunca más. Ella empezó a llorar.

Cayó la noche, y ese fue el momento en que todos rendimos tributo a los semidioses caídos. Entre ellos estaban Laura y Dylan.

Después fuimos a la casa grande, y ahí estábamos todos los jefes de cabañas.

—Ya vimos que son capaces de hacer Cronos y sus soldados. Y que vienen por Ayla... —no terminó de hablar porque entró Maddie enojada.

—¡Tú tienes la culpa de todo! ¡De que Laura y Dylan murieran! ¡Si no hubiera pasado esto, ellos todavía estuvieran aquí! —dijo muy dolida y molesta, y la entendía, porque Laura era su hermana, así que entendía su dolor.

—Lo siento —dice sin mirar a Maddie.

—No pidas perdón maldita, hubiera sido mejor que te hubieras muerto —dicho esto se fue y Ayla salió corriendo hacia su cabaña.

Salí tras de ella, y al llegar, le pedí que me abriera, pero se negaba, hasta que entre por medio de viaje sombra. Ella estaba acostada, y no quería ver a nadie.

—Vete —dijo aún en llanto.

—No te voy a dejar, y jamás lo haré —me acosté con ella.

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