Capítulo 10: Operación semidios... Otra vez

Bueno. Creo que hoy la diosa Tique no está de buen humor conmigo, ¿por qué lo digo? Verán, hace unas horas me mandaron a llamar a la casa grande, ¿para qué? Pues para iniciar otra vez con el tema: OPERACIÓN SEMIDIOS. Otra vez, pero esta vez con mis condiciones.

Flashback

—No, de ninguna manera irás sola — dijo Quirón.

—Por favor Quirón, ésta vez ya sé quiénes faltan —supliqué.

—No, es demasiado arriesgado —me respondió.

—Mira, seré honesta, la verdad, ya no me quiero meter en más líos con los de la escuela, en especial con alguien. Suficiente tengo con que haya hecho a Percy pasarse por mí novio —le expliqué.

—Está bien, puedes ir tú sola —accedió.

Fin del flashback

Y otra vez estoy aquí, en este asqueroso lugar que se llama escuela, y ya tengo un plan, es:

1. Buscar a los chicos localizados que son semidioses.

2. Ganarme su confianza, en el caso de los nuevos, con mis amigos no hay problema.

3. Decirles quienes son en realidad.

4. Llevarlos a través del portal al campamento mestizo.

Fácil, ¿no? Pero esto aparenta más de lo que es. Llegué al salón y vi que ahí estaba Jeannette y me habla.

—Ayla —se acerca a mí.

—Jeanette —la abrazo.

—Creí que no vendrías más —nos separamos.

—No te preocupes, ya estoy aquí, es que tuve unos asuntos que atender.

Bueno al parecer no está de mal humor la diosa de la suerte, ¿por qué digo esto? Porque a mí no se me da mentir, si miento tengo nervios o no puedo mirar a los ojos a la persona que le estoy mintiendo, por eso.

—¿Y los chicos? —me preguntó.

—Ellos están arreglando unos familiares con sus padres —respondí tratando de no sonar nerviosa, lo cual funcionó.

—Está bien, oye, ¿y tú novio? —me volvió a  preguntar,pero que chica más preguntona.

—Verás, él no era mi novio, es novio de una amiga mía, pero como él se vino a estudiar aquí ella me hizo prometer que lo cuidara de las chicas de aquí, y que mejor manera de hacerse pasar por mi novio, aunque posiblemente hay otras maneras, está fue la primera que se me ocurrió —le expliqué.

—Ya veo —dijo mientras lo analizaba—. Bueno, ven las clases ya van a comenzar —fuimos a nuestros respectivos asientos.

Después de que terminaran las clases me dirigí a mi departamento para preparar muy bien el plan.

Nico

—¿A dónde? —pregunté.

—A esta escuela —me da la dirección.

—¿Y por qué yo? —le pregunté—. ¿Por qué no a Percy y Annabeth?

—Porque solo hace falta uno más para completar está misión —respondió Quirón.

—¿Y quién es el otro semidios que está en esta misión? —estaba un poco enojado ya que no me gusta hacer este tipo de cosas.

—Es semidiosa y es Ayla, ella está en un departamento y tú estarás enfrente del suyo.

Cuando escuché su nombre,me sorprendí, ella, ¿en esa misión sola? No me lo creía, con razón no la he visto todo el día.

—Está bien, acepto —accedí de mala. gana

Ayla

Me desperté y me fui a bañar, al salir me puse una ropa que consistía en una playera negra, una sudadera de cierre color blanco, unos jeans y unos tenis Nike. Desayuné, agarré mi mochila y me fui directo a la cárcel que llaman escuela.

—Hola Ayla —saludó Jeannette.

—Hola Jeannette, ¿qué pasa?

—Nada, que escuché que hoy hay un chico nuevo y según dicen que es guapo.

—Ah, está bien, vamos a clases —le dije y dicho esto nos fuimos al salón.

Cuando ya estábamos en el salón el profesor entró.

—Atención jóvenes, hoy tenemos a un chico nuevo —entra el chico.

—No es cierto —pensé, esto no podía ser peor. El chico nuevo es...

—Me llamo Nico Di Angelo, y es lo único que deben saber de mí —habló y se sentó a dos lugares de mí.

Durante la clase las chicas estaban locas para él, y yo ya me había desesperado, ya tenía ganas de salir; tocaron el timbre y me salí corriendo. Al llegar a los pasillos alguien me agarró del brazo y al voltearme vi que era él.

—¿Qué haces aquí? —lo miré.

—Quirón me mandó a que te ayudará con la misión —me respondió normal.

—Sabía que no podía contar con él —susurré.

—Vaya, vaya, pero si es la rarita —habló una persona que ya conocía, rayos, esto no podía ser peor.

—Qué quieres tontonellia —le respondí enojada.

—Al parecer tu novio te abandonó, sabía que no ibas a durar con él, quién te va a querer así como eres —respondió.

Con ese comentario hizo que me enojara y le iba a pegar a eso que llama cara hasta que escucho que alguien dice.

—Yo —Nico respondió de manera fría—. Yo la quiero así como es —me quedé en shock al oír eso, no lo vi venir.

—Aparte de rara, zorra. Guapo, ¿cómo puedes estar con ella si puedes estar con esta lindura? —hice una cara de desprecio.

—Porque tú tienes la cabeza hueca, lo que tienes de linda lo tienes de estúpida —respondió Nico con una actitud que a muchos les daría miedo y Amelia no es la excepción.

Amelia se fue muy molesta, y yo estaba nerviosa por lo que había dicho Nico. Me armé de valor para poder mirarlo a los ojos, porque en serio no podía hacerlo, no después de ese comentario.

—¿Y has soportado todo esto? —me preguntó de manera tranquila.

—Sí, bienvenido a mi mundo —e respondí, para después dedicarle una sonrisa.

—¿Y como es eso de que te abandonó el novio? Yo que sepa, no tienes —confundido.

—Sobre eso... —le expliqué todo lo ocurrido desde la primera misión.

—¿Es enserio? —me miró.

—Sí, y por eso le dije a Quirón que yo quería hacer esta misión sola, ya que no me gusta aparentar algo que no soy —respondí mientras miraba hacia otra dirección.

—Bueno —hizo una pausa—. ¿Quieres ir a comer? —me preguntó.

Yo lo mire y le dije. —Sí, porqué no.

Fuimos al McDonalds y empezamos a comer, era incómodo el silencio, no había mucho de que hablar.

—¿Y por qué te envío Quirón? —le di una mordida a mi hamburguesa.

—La verdad me mandó a llamar, y no sabía para que y ni siquiera me importaba —le dió una mordida a su hamburguesa—. Me dijo que tenía que ir a una misión para traer a los semidioses sobrantes junto con otro semidios que ya estaba ahí, le pregunté quién era el otro y me dijo que eras tú; luego le pregunté que por qué no otro semidios en vez de mí, lo cuál me dijo que los demás estaban ocupados y que tú ya no querías que Percy fuera, pero no me dijo la razón de eso.

—La razón por la cual no quise que viniera de nuevo Percy es porque aquí ya estoy en líos, tú lo viste con la estúpida de Amelia; con ella siempre he tenido problemas y ella conmigo, lo que hace que ella me odie —le respondí.

—Y supongo que eso también aplica conmigo.

—Sí, por eso le dije a Quirón que me dejara hacerlo sola, ya que si me meto en un lío por lo menos no involucró a nadie más —miré por la ventana.

Terminamos de comer y nos dirigimos a nuestros departamentos, y de casualidad, su departamento estaba enfrente del mío, le dije que mañana lo veía en mi departamento para la misión.