Me dirigí al palacio rápidamente (que por cierto era el único sitio intacto) al llegar golpee la puerta de manera suave, un angel me abrió y sonrió.

.- Señorita Samantha, sabíamos que vendría-. Abrió la puerta y entre.

El lugar era gigante, con varios cuadros de Athena y cosas por el estilo, llegué a un salón en el que se encontraba Venus, su pelo estaba corto y su piel de tono canela se veía clara por el reflejo del sol.

.- Samantha-. Dijo de manera fría y seca.
.- Venus-. Me quite la máscara y Vi como se volteaba a verme.
.- Es un gusto conocerte-. Sonrió un poco.

Porque mierda mi instinto me avisa tan tarde! Ahora estaba encadenada, el cobre empezó a quemar mi piel y solté un pequeño grito de dolor.

.- Acabas de traerte a tu destino final-. Saco una espada y puso el filo en mi cuello.
.- Lo que tú no sabes es que soy la muerte-. Sonreí de manera sádica y ella aparto el filo.
.- Ahí ajá, por desgracia ni siquiera tu padre se salvó de su propio final-.

Hace 200 años

Mi padre estaba enseñándome a transformarme, cosa que no se me dió muy bien, en vez de convertirte en un animal podías hacer que las partes de tu cuerpo se volvieran un humo espeso.