
Capítulo 5:"Imprimación"
POV Akane:
Decir que estaba nerviosa era quedarme corta; estaba hecha un manojo de nervios. Hoy es el último día de vuelo, por lo que me desperté a las 6:00 para cambiar mi ropa por la misma que usé en los últimos dos días, cepillar mis dientes y cabello. Me dispuse a seguir con mi lectura, ya que eso evitaba que el corazón me latiera como caballo desbocado. Estaba tan entretenida, que por unos segundos me sentía en mi habitación en la mansión y no en el cómodo asiento del avión, hasta que una cálida y dulce voz me devolvió a la realidad.
-Buenos días, hermanita.- Saludó Sophy mientras acariciaba mi cabeza sin despeinarme, cosa que le agradecí bastante.
-Buenos días, hermana.- Devolví con una cálida sonrisa mientras ponía mi mano derecha sobre la de ella, viendo al momento, como comenzaba a reír por lo bajo.
-No te preocupes, todo saldrá bien.- Habló con su gran y cálida sonrisa, dándome la suficiente confianza para estar tranquila.
-De acuerdo. Confiaré en ti, hermana.- Respondí con una sonrisa igual de grande y la abracé, acto que ella correspondió gustosa.
Después de separarnos, Sophy me ofreció desayuno, por lo que pedí un par de huevos revueltos con cebolla y tomate, y de beber, le pedí un vaso muy frío de leche. Ella asintió con esa bella sonrisa en su rostro y se marchó por mi pedido. Al volver, no solo traía mi pedido, sino que traía otra porción para ella, lo cual me hizo muy feliz pues ya no desayunaría sola. Se acomodó en el poco piso y ambas nos pusimos a degustar el delicioso desayuno en una plática muy tranquila hasta que Sophy se comenzó a poner nerviosa.
-Kan, tengo algo qué decirte.- Habló Sophy un poco nerviosa, por lo que tomé sus manos a modo de darle la confianza de que no importa lo que me dijera, siempre la iba a apoyar en todo. Ella suspiró y asintió.-Anoche hablé con Sam Uley, el alfa de nuestra manada y, le conté de tu situación con Francis.- Hubo un leve silencio, pues quería saber qué pensaba al respecto, pero al no escuchar palabra alguna, prosiguió.-También le dije todo respecto a ti. Desde tu mitad vampira, hasta tu mitad semi-diosa.- Volvió a hacer una pausa para escuchar algún sonido por parte mío, pero yo solo la observaba con una ligera sonrisa de comprensión, por lo que continuó.-Dijo que no había problema en que te quedaras en la reserva y, también dijo, que vendrá por nosotras para llevarnos a casa, ya que te quiere conocer.- Asentí para que continuara, con la misma expresión de comprensión en mi rostro.-También dijo que vendería con su segundo y el tercero al mando. Algo así como Beta y Omega.- Añadió rápidamente, pero pude entenderlo perfectamente gracias a mi lado vampiro.
-Te lo agradezco mucho, Sophy.- Respondí con una cálida sonrisa, la cual, relajó bastante a mi hermana, pero la dejó con una mueca de confusión.-Por protegerme, hermana.- Añadí rápidamente y me lancé a sus cálidos brazos.
-¿No estás molesta, hermanita?- Preguntó con asombro mientras correspondía a mi abrazo.
-Claro que no. Solo quieres mi bienestar, y te agradezco que te preocupes por mí.- Expliqué aún en sus brazos, los cuales se relajaron al escucharme.
-Solo cuido a mi familia, Kan. Con gusto daría mi vida por ti sin pensarlo, hermanita.- Habló Sophy al borde de las lágrimas, por lo que rápidamente me separé de ella y tomé con delicadeza sus mejillas.
-Y yo por la de ustedes, hermana. Ahora son mi familia, y estoy segura que Sam y los demás también lo sentirán así.- Hablé desde el corazón mientras le limpiaba las lágrimas a Sophy y luego, con uno de mis dones, le devolvía la belleza de su maquillaje.
-Muchas gracias, Kan. Te aseguro que ellos te amarán y te protegerán tanto o más que yo. Te quiero, hermanita.- Habló Sophy con una cálida sonrisa y desde su alma, cosa que me enterneció mucho. Le devolví la sonrisa y la volví a abrazar.
-De nada, Sophy. También te quiero mucho, hermana.- Devolví con una gran sonrisa.-Ahora hay que seguir con el desayuno antes de que se enfríe.- Agregué con diversión, lo cual le sacó una gran sonrisa y ambas volvimos al exquisito desayuno.
Al terminar, Sophy retiró nuestros platos, por mi parte, me dispuse a seguir leyendo mi libro. Un par de horas después, Sophy volvió con un bold lleno de fresas, una jarra llena de leche fresca y dos vasos. No pude evitar esbozar una gran y auténtica sonrisa pues, me encanta compartir mi extraño gusto por las fresas y leche con mi hermana Sophy. Se acomodó en el piso mientras yo apartaba el libro y cerraba el compartimento, y para platicar mejor lo silencié. Mientras comíamos, me hablaba un poco del señor Sam Uley, y de los jóvenes Paul Lahote y Seth Clearwater. Me contó que Sam ya tenía a su impronta, Emily Young, quien es prima segunda de Seth y Leah, esta última, hermana mayor de Seth. Al igual que Sam, Paul también tiene a su impronta, Rachel Black, hermana mayor de Jacob y gemela mayor de Rebecca. Por otro lado, Seth aún está a la espera de encontrar a su impronta.
-Me encantaría que tú fueras la impronta destinada para Seth.- Comentó Sophy con una gran sonrisa y un brillo especial en su mirada, lo cual, me hizo esbozar una melancólica sonrisa.
-No lo sé, hermana.- Comencé con cierta duda en mi voz, porque por un lado quería sentirme amada, protegida y respetada, pero por otro lado, tenía miedo a ser lastimada de nuevo.-¿Y si el amor se acaba y busca a alguien más?, ¿y si soy solo un pasatiempo para él?- Pregunté con un tono de pánico, pues me aterraba ese pensamiento.
-Nada de "¿y si?" ni de "peros".- Respondió Sophy rápidamente mientras me tomaba ambas manos para tranquilizarme, cosa que funcionó al instante.-Nunca lo sabrás si no lo intentas. Además, nunca pasan esas cosas.- Añadió suavemente, mientras esbozaba una cálida sonrisa, la cual devolví.
-De acuerdo. Confiaré en ti, hermana.- Devolví con una leve sonrisa de aceptación y la abracé muy fuerte, acto que nos hizo reír.
-Gracias, dulzura.- Respondió mientras nos separábamos y acariciaba mi mejilla derecha.-Hay que seguir con la merienda, ya que solo quedan tres horas más de vuelo.- Agregó con notoria emoción, cosa que me hizo reír con auténtica alegría.
Continuamos comiendo hasta terminarnos todo, después, Sophy se llevó las cosas. Al volver, me dijo que bajaría junto conmigo para que no me perdiera, y se retiró a continuar con su excelente labor. Por mi parte, utilicé uno de mis dones para limpiar mis dientes y lengua, y apartar malos olores de mi cuerpo y ropa, así como de mi calzado. Después me acomodé mejor en mi asiento y me dispuse a continuar con mi lectura. Un par de horas después, Sophy se asomó a mi compartimento para recordarme de no dejar mis pertenencias, por lo que le agradecí de todo corazón, ya que suelo ser un poquito descuidada. Dejé mi libro en la mesita y me dispuse a guardar todo lo demás en las respectivas maletas. Una vez todo listo, guardé mi libro en su respectiva maleta y me volví a acomodar en mi asiento. Prendí mi teléfono, notando que tenía 30 llamadas perdidas de un número desconocido, al que claramente conocía como "Francis". Ignoré eso y llamé al tío Zeus, quién respondió enseguida.
-¿Alou?- Respondió con su característico tono juguetón de siempre, cosa que me hizo reír por lo bajo.
-Hello, tío Andy.- Saludé con mi perfecta imitación de niña inocente, escuchando un leve bufido por parte de mi tío favorito.-Solo llamaba para informarles que ya llegué a Forks y, que el alfa de la manada vendrá por nosotras para llevarnos a la reserva.- Agregué con una ligera sonrisa de diversión.
-De acuerdo, conejita. Pórtate bien, y si no, me invitas.- Respondió el tío Zeus de forma divertida, lo cual me hizo reír mientras negaba con la cabeza.-Nos saludas a Sophy.- Agregó un poco más serio.
-Lo haré, tío Andy. Besos y abrazos a todos por allá.- Respondí haciéndome la niña inocente, sacándole otro bufido, pero éste venía acompañado con un toque de diversión.
-Besos, conejita. Chau.- Y con esa pequeña despedida, colgué con una leve sonrisa. Y mientras esperaba el aterrizaje, me dediqué a ver el nuboso, pero hermoso cielo de Forks.
POV Seth:
Hoy me desperté más temprano de lo normal y con una felicidad y dicha inexplicable, y no entiendo por qué. Digo, no me malinterpreten, siempre he sido de carácter alegre, inocente, dócil, juguetón, cariñoso, sencillo y comprensible, y rara vez me enojo; pero hoy, es como si mi lobo quisiera aullar de pura alegría contenida. No le di tanta importancia y me lancé a la ducha antes que la acapadora de mi hermana lo hiciera primero. Me duché en 5 minutos y me puse un conjunto bastante cómodo y sencillo, tal cual mi personalidad.
Estaba cepillando mi húmedo cabello, cuando escuché sonar mi teléfono, y al momento de ver que era de Sam respondí de inmediato.
-Buenos días, Samy.- Saludé feliz de la vida a mi ex cuñado. Sé que suena raro porque ya no es pareja de mi hermana, pero le tengo gran cariño.
-Buen día, cachorro.- Me devolvió el saludo, al parecer, alegre, lo cual me puso de mejor humor.-¿Tienes algo qué hacer más tarde, como a eso de las 3?- Preguntó un tanto nervioso, por lo que sentí curiosidad y respondí lo más tranquilo que pude.
-No lo sé. Que yo sepa, no. ¿Por qué?, ¿se te ofrece algo, Samy?- Pregunté como quien quiere brindar sus servicios a un hermano.
-Porque te quería invitar a ir al aeropuerto por Sophy y su nueva hermana.- Respondió con un poco de inquietud.-Pero si no puedes, se lo pediré a Paul.- Agregó del mismo modo.
-Dame unos segundos, le pediré permiso a mis padres.- Respondí de inmediato, consiguiendo así una leve risita por parte de Samy. Algunos segundos después volví más feliz de lo normal.-Sí puedo ir, Samy.- Respondí muy feliz.-También invita a Paul, es quien siempre nos divierte.- Agregué, sacando una sonora carcajada a mi ex cuñado.
-De acuerdo, cachorro. Lo voy a invitar. Pasaremos por ti antes de las 3.- Respondió divertidamente y colgó.
Una vez bien peinado, avisé a mis padres que estaría en mi habitación, así que me puse a ordenarla, recoger la ropa sucia, y guardar la limpia en su respectivo lugar, con una gran sonrisa en mi rostro. Al terminar, me dirigí hacia la pequeña sala de estar en donde se encontraba papá para ofrecerle mis servicios como buen hijo, pero me dijo que de momento no, por lo que me dirigí a la cocina a hacer lo mismo con mamá, la cual respondió de igual forma, así que me dirigí a la habitación de Leah, quien, estaba profundamente dormida, por lo que decidí mejor no molestarla e ir a mi habitación a leer mi libro favorito: Harry Potter y la piedra filosofal. Minutos después, Samy y Paul llegaron por mí, por lo que me despedí de mis padres y salí en su encuentro. Los saludé con un gran abrazo a cada uno como niño pequeño que, a decir verdad, soy de los más jóvenes de la manada, pues tengo 16 años, solo que mi estatura dice lo contrario, pues mido 1.83, demasiado alto para mi edad. Me devolvieron el abrazo y después subimos a la camioneta. En el camino, tanto Samy como Paul, bromeaban con la idea de que me imprimara en la nueva hermana de Sophy, lo cual, no me desagradaba en absoluto, pues por fin tendría a mi alma gemela; lo que sí me preocupaba, era el imprimarme en ella y ser rechazado. Eso sin duda me rompería el corazón. No me quise sugestionar por cosas que tal vez ni pudieran pasar, por lo que me uní a sus risas y me dispuse a disfrutar del viaje con mi alegría a mil por hora.
POV Normal:
El vuelo de Akane había aterrizado justamente a las 3 que, para ese entonces, los chicos ya se encontraban en la entrada del aeropuerto, esperando por ella y Sophy. De pronto, las puertas se abrieron, dejando ver a una castaña, muy sonriente de mostrarle todo a su hermanita, una albina ojos rojos, quien observaba todo con mucha emoción. Ambas iban tomadas de la mano, cosa que les pareció muy tierno a los tres varones, quienes las veían embobados, en especial el más joven, veía a Akane como el más bello y hermoso conejo blanco de todo el mundo, hasta que desvió la mirada un tanto apenado, pues los mayores comenzaron a reírse de él.
-Hola, hermanos míos.- Saludó Sophy una vez que llegaron a ellos con un gran abrazo a cada uno, muy feliz de verlos.-Ella es Akane Cullen, hija biológica del doctor Cullen.- Habló rápidamente y en voz un poco baja, pues no quería que los demás la escucharan. Al escuchar eso, los tres jóvenes se sorprendieron, pues no creían al doctor Cullen capaz de tener un hijo biológico, hasta que vieron a la albina, la cual, tuvo la mirada clavada en sus zapatos todo el tiempo, en señal de vergüenza. Hubo un silencio incómodo para Akane, quien, no sabía para dónde mirar.
-Un placer, Akane Cullen.- Habló un joven bastante alto y delgado, de músculos bastante marcados, cabello negro y ojos marrones, con una cálida sonrisa, haciendo que Akane fijara su vista en él, el cual le había extendido la mano derecha, la cual, la albina no tardó en corresponder, sintiendo así, el mismo calor que Sophy desprende.-Mi nombre es Sam Uley, el alfa de la manada.- Agregó del mismo modo, dándole un poco de confianza a la albina, haciéndola sonreír.
-El placer es mío, señor Uley.- Respondió educadamente la albina mientras sujetaba la mano del mayor, ganando así una mirada de asombro por parte de los más jóvenes.
-Puedes decirme solo Sam, pequeña.- Habló Sam dulcemente mientras sonreía del mismo modo, mostrando así, sus perfectos y afilados dientes, dándole así más confianza a la menor.-Él es Paul Lahote.- Añadió mientras señalaba con la mano a un joven igual de alto y delgado, con una notoria pero no tan exagerada musculatura como la del alfa, piel cobriza, cabello negro y ojos marrones al igual que Sam, con rasgos faciales un poco distintos pero atractivos.
-Mucho gusto, joven Lahote.- Saludó con una gran sonrisa mientras extendía su mano derecha, la cual, fue tomada rápidamente por la mano del mayor, quien besó delicadamente el dorso de la mano atrapada, dejando notoriamente sonrojada a la albina.
-El gusto es mío, encanto.- Devolvió coquetamente, recibiendo así un golpe en la cabeza por parte de Sam y Seth, quien rió divertido, mientras que Akane y Sophy rieron junto a él, por otra parte, Sam solo negó de forma divertida.
-Y él es Seth Clearwater.- Habló Sam un poco más serio mientras señalaba a un joven un poco más bajo y con un poco menos de músculo que Paul; de cabello negro y ojos cafés, el cual se le quedó viendo a los ojos a Akane, creando entre ellos la imprimación, haciéndolo caer de rodillas frente a ella, provocando una leve risa en los mayores.
-Encantada, Seth.- Habló Akane dulcemente mientras tomaba con delicadeza las mejillas de Seth y las acariciaba del mismo modo.
-El encantado soy yo, Akane.- Respondió cálidamente mientras acariciaba dulcemente las manos de su impronta.
POV Akane:
Faltaban unos segundos para llegar a Forks, en los cuales ya comenzaba a sentir el frío de la región, aunque por ser mitad vampira, tenía la opción de poder sentirlo como una fresca y suave brisa. Estaba absorta, mirando por la ventana el hermoso, lluvioso y oscuro panorama que se mostraba ante mí, hasta que sentí la delicada, cálida y suave mano de Sophy en mi hombro izquierdo.
-¿Lista para el inicio a tu nueva vida?- Preguntó con una hermosa y divertida sonrisa, la cual, devolví del mismo modo.
-Lista, hermana.- Respondí muy segura, pues algo dentro de mí me decía que todo estaría bien.
Sophy ya traía consigo su pequeña maleta, por lo que se pudo acomodar muy bien en el piso y nos dispusimos a platicar de lo que haríamos el resto del día. Aterrizamos y las personas comenzaron a bajar poco a poco; nosotras bajamos a lo último, pues queríamos evitar los empujones y las prisas. En todo momento que caminábamos por el largo pasillo, lo hicimos tomadas de las manos, pues Sophy me había notado un poco nerviosa, por lo que a petición suya nos dimos las manos, haciéndome sentir más segura.
Antes de salir del aeropuerto, Sophy me hizo una seña para que viera a través del gran y oscuro ventanal a tres jóvenes bastante altos, de piel cobriza y cabello oscuro.
-Ellos son los chicos, hermanita.- Habló Sophy con una gran y alegre sonrisa mientras miraba a los varones.-Entre ellos está tu lobo.- Bromeó divertidamente mientras me daba un ligero codazo en señal de burla.
-Ya veremos, hermana.- Devolví divertidamente, aunque en el fondo esperaba que fuese cierto.-Vamos.- Agregué y ambas nos encaminamos a la salida.
Al salir, Sophy me mostraba todo mientras nos dirigíamos hacia los gigantes. Es increíble que hasta aquí sienta el calor que emana de ellos; sé que es normal, pero me asombra, y hasta me agrada. Al llegar, no pude evitar mirar hacia abajo, pues me apenaba de mi estatura tan baja a lado de estos titanes; aunque la diferencia no era mucha, ya que suelo usar tacones muy altos. Al momento que Sophy dijo mi apellido, los chicos se asombraron, haciéndome sentir nerviosa, fijando más mi vista a mis zapatos como si fuera lo más interesante del mundo. No pude evitar mirar a los ojos al mayor de todos cuando pronunció mi nombre con esa voz tan varonil y potente, por lo que asumí que era el alfa; tampoco pude evitar estrechar su enorme, suave y cálida mano, pues no quería parecer grosera. Cuando me sonrió, pude ver sus afilados, perfectos y blancos dientes, cosa que me asombró, pero le devolví la sonrisa. Sam, el alfa de la manada, me presentó a Paul Lahote, el joven de en medio, el cual, tiene pinta de todo un don Juan, cosa que confirmé al momento de presentarnos, pues al momento de levantar mi mano, él la había sujetado con rapidez y la había besado, cosa que me hizo gracia, pero más me hizo gracia el golpe que le propinaron Sam y el más joven. Al momento de cruzar mi mirada con la suya, sentí un mar de sentimientos, tales como de paz, amor, cariño, entrega y lealtad. No despegamos miradas en ningún momento; ni cuando los demás comenzaron a reír, ni cuando Seth cayó de rodillas frente a mí, ni cuando tomé con mis manos sus cálidas y suaves mejillas.
Esto es, sin duda, lo mejor del mundo.
POV Seth:
Nos encontrábamos fuera del aeropuerto, recargados en la camioneta de Samy y platicando sobre trivialidades, hasta que las puertas se abrieron, dejando ver a una Sophy muy feliz en compañía de una chica un poco baja, albina y de ojos rojos, algo completamente inusual en un humano, pero no en un vampiro, aunque debo decir que la chica frente nosotros era muy hermosa, como un conejo albino del bosque en un día nevado, por lo cual, no pude evitar quedarme como bobo viéndola, contemplando su belleza; al momento desperté de golpe y volteé hacia otro lado, apenado de mis acciones, mientras que mi lobo exigía volverla a ver. Cuando se acercaron, pude sentir un gran calor emanar de ella, por lo que deduje que no era, por lo menos, cien por ciento vampira, lo cual me lo confirmó Sophy al presentarla, Akane Cullen. Al parecer, era hija biológica del doctor Carlisle Cullen; supongo que es producto, y uno muy hermoso y puro, de una aventura, ya que está casado con Esme, una maravillosa y noble vampira. Al principio me sorprendí, ya que no tenía ni idea de que eso fuera posible, pero ahí estaba Akane, la prueba viviente de que lo es, pero ¿quién soy para juzgar, no?
Samy, como alfa, se presentó primero, sacándole una hermosa sonrisa, la cual me pareció la cosa más hermosa que alguna vez haya visto en mi vida. Después se presentó Paul, el cual, para hacerse el interesante, tomó su mano y la besó, haciéndola reír en el acto, como a un infante al cual le han hecho cosquillas en los pies, haciéndola ver más bella y adorable. Por otra parte, Samy y yo cruzamos una rápida mirada y ambos asentimos mientras le dábamos un buen golpe en la cabeza para que se comportara, por lo cual, Akane río más divertida, lo cual fue como música a mis oídos.
Cuando Akane y Sophy, que también rió, terminaron, Samy pronunció mi nombre haciendo que la albina me mirase directamente a los ojos, y ahí dejé de pensar. Caí de rodillas frente a ella, sintiéndome pesado; ya no era la gravedad lo que me sujetaba a la tierra, sino Akane. Todo el amor que sentía por mi familia y amigos, desapareció, ahora le pertenecía a ella, mi mundo. Sería cualquier cosa que ella quisiese o necesitara; un amigo, un hermano, un padre; un protector.
En ningún momento apartamos nuestras miradas; ni cuando Sophy y los chicos nos hacían burla, ni cuando sentí las delicadas, tersas, suaves y cálidas manos de Akane sobre mis mejillas.
Ahora entiendo lo que Jake sintió al imprimarse en Nessie. Es maravilloso, y más porque ella me correspondió. Mi lobo no puede estar más feliz.
POV Normal:
Tal escena, fue presenciada por Sophy y Paul, quienes lloriqueaban tomados de las manos como colegialas, mientras que Sam, observaba orgulloso a su cachorro, pues se había imprimado en una poderosa mujer. Hasta que se dio cuenta de que estaban llamando la atención.
-Bueno, hora de ir a casa.- Habló mientras abría la puerta a Sophy, quien se subió con una gran sonrisa, seguida de Paul, quien quitaba las lágrimas de sus mejillas.-Seth y Akane, si no quieren ir caminando, suban ahora mismo.- Habló Sam divertidamente, provocando que los menores rompieran el contacto visual y lo miraran confundidos.
Sin decir una palabra, Seth tomó a su impronta al estilo nupcial, sorprendiéndose del poco peso de la joven, y la subió a la camioneta con él detrás, para así sentarse junto a ella. El paisaje de camino a la reserva llamaba notoriamente la atención de la albina, la cual, pegaba sus manos al vidrio, lo cual a los ojos de los demás era adorable.
-Y dinos, Akane,- habló Paul, quien rompió el cómodo silencio desde que salieron, llamando así la atención de la joven.-¿de dónde vienes?- Preguntó con notoria curiosidad, cosa que hizo sonreír a la albina.
-New York.- Respondió Akane cálidamente, volviendo a fijar su vista en la ventana.
-¿Qué edad tienes, pequeña?- Preguntó esta vez Sam con tono cálido.
-16.- Volvió a responder Akane del mismo modo.
-¿Por qué tienes los ojos color rojo?- Preguntó Seth mientras la veía con cara de borrego a medio morir, provocando una suave risita a la albina.
-Es una larga historia.- Respondió Akane, pero esta vez con un leve tono de tristeza, el cual no pasó desapercibido por Seth.
-Está bien si prefieres no decirnos.- Habló el más joven con una cálida sonrisa, la cual Akane devolvió enseguida.
-Yo la quería escuchar.- Murmuró Paul muy bajo, pero todos lograron escucharlo perfectamente, ganándose así la mirada más asesina de Seth, provocándole tremendo escalofrío.-Solo bromeaba.- Se disculpó rápidamente, haciendo que Seth relajara su mirada y que Akane riera por lo bajo.
-Se las contaré,- habló la albina suavemente, ganándose así la mirada de todos.-pero cuando esté toda la manada. Quiero que me conozcan por quien soy.- Añadió un poco más seria, recibiendo un asentimiento de cabeza por parte de Sophy, quien sonreía cálidamente y un leve apretón de mano por parte de Seth en señal de apoyo.
Y conesas últimas palabras, todos guardaron silencio mientras disfrutaban el viajede camino a la reservación.
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"Hola mis estimados lectores.
Si les gustó el capítulo, por favor den me gusta, comenten y compartan.
Sin más, nos leemos en hasta el siguiente capítulo.
Chau chau❤"
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