*Anteriormente en la Hermana de Rick*

-Hagamos un trato- mire a los ojos del desconocido, sus ojos eran oscuros, casi negros, tenía la cara tapada con un pañuelo

-Te escucho- soltó mi cara

-Yo haré lo que ustedes quieran si dejan al chico en paz- trate de sonar lo bastante tranquila, Carl empezó a decir que no, pero el hombre solo tenía su mirada fija en mi

-No le haremos nada al chico- afirmo -pero ya es tiempo de prepararte- dijo alejándose sin más nada que decir

Algo en ese tipo me daba mala espina, pero tenía que hacer todo lo posible por mantener a Carl a salvo, aunque muera en el intento.

*Ahora*

El hombre volvió tiempo después seguido de dos más, todos estaban con la cara cubierta al igual que el

-Bien, ella ira- me apunto y sus dos secuaces me soltaron de las cadenas

Aproveche y quise utilizar la poca fuerza que tenía para golpearlos e intentar huir, pero fue en vano, solo logre que me golpearan y me llevaran arrastrando hacia afuera de la habitación oscura

-Al parecer te gusta pelear- rio el tipo, la luz del nuevo lugar golpeo mis ojos, apenas podía divisar algo, era un lugar demasiado blanco, me tiraron en una silla

-Soy...-comenzó a decir una mujer de tez trigueña que se encontraba adelante de mí, su cara estaba descubierta distinto a todos los demás presentes, tiene el cabello castaño claro y unos enormes ojos azules

-No des nombres reales- advirtió el tipo, supongo que era el "líder" ya que todos hacían lo que él decía

-Ven, no tengas miedo- dijo la mujer estirando su mano para que la tomara

- ¿Por qué haría eso? no confió en ustedes- la mujer miro al tipo con una mirada de desaprobación

- ¿Quieres que yo la obligue? - advirtió él que se encontraba a mis espaldas

Ella solo negó y me jalo hacia ella, estuve a punto de golpearla

-No quieres que sea por las malas, te lo aseguro, además, piensa en el chico- murmuro la mujer cerca de mi oído, me trague mis palabras y simplemente me deje llevar por ella

Abrió una puerta, en esta se encontraba una gran bañera, el agua casi rebalsaba de esta, no había ventanas visibles ni otra puerta por la cual escapar, solo había un mueble en toda esa habitación aparte de la bañera

-Bien ponte esto- dijo sacando del mueble una túnica blanca

Me negué rápidamente, todo esto me estaba dando mala espina

-Hazlo por las buenas- advirtió

*Recuerda que tienen a Carl encerrado*

*Solo quiero volver con el grupo*

*Si sabes que Rick igual te matara*

*Mientras sea el que me mate*

*Tushe*

Sin decir nada, ella se dio vuelta para que me cambiara, era bastante incomodo, pero no tenía opción

Una vez puesta la túnica ella salió por la puerta, recorrí toda la habitación tanteando las paredes para asegurarme de que no había otra puerta escondida

-Es hora- me gire hacia la mujer, venía con otros tres tipos, no sabía si ya los había visto ya que todos tenían la cara cubierta y vestían siempre de negro

- ¿Que pasa ahora? - pregunte preocupada

Ellos empezaron a acercarse, por acto reflejo empecé a correr por alrededor de la bañera, pero uno de ellos pudo agarrarme intente zafarme, pero era demasiado fuerte, los otros dos sujetaron mis pies

La mujer se acercó con una botella con agua

-Que el agua bendita te proteja- volcó un poco en mi frente

Empecé a retorcerme para que me soltaran, pero cada movimiento que hacía más apretaba su agarre

-A la bañera- ordeno

Los hombres me levantaron del suelo y me tiraron a la bañera, el agua estaba congelada

Quería salir, pero la mujer tomo mi cabeza y empezó a ahogarme

-No pelees, déjate inundar por esta agua y limpia tus pecados, la hora de la verdad está a punto de llegar, renacerás- intenté rasguñarla, salir, pero todo era imposible, lentamente perdí la batalla

*Narrador omnisciente*

En el campamento de Alex y Carl todavía seguía aquella chica, tomo algunas cosas, y se marchó dejando atrás el pequeño campamento

-Seguramente sepan salir de esta, parecían fuertes- hablo para ella, dándose ánimo de abandonar a los chicos que habían sido amables al dejarla en su carpa

Mato algunos caminantes mientras se acercaba a la orilla de un rio, al acercarse aprovecho para lavarse las manos, la cara y un poco su cabello, huir de aquel lugar se le había hecho difícil, casi no sale con vida

*Quizás ellos tengan más suerte*- pensó por unos minutos *Casi muero, quizás, si vuelvo puedo ayudarlos*- pero negó rápidamente, tenía que sacar esos pensamientos de su cabeza, ni siquiera conocía a esos dos, no les debía nada.

Pero si no les debía nada ¿porque sentía que sí? eran jóvenes para morir, pero había visto a cientos morir, aunque no a manos de una secta desquiciada, los cuerpos de esos dos pesaran en su memoria si no hacía algo.

-Lisa eres una maldita sentimental- maldijo mientras ataba su pelo mojado con un elástico, tomo la mochila que saco del campamento y camino hasta el lugar donde sabía que encontraría a los dos extraños. -Hola de nuevo iglesia- sonrió con sarcasmo y se mantuvo escondida de la horda de caminantes que se encontraba rodeándola

*Narra Alex*

Desperté sobresaltada, empecé a escupir agua, me costaba respirar y estaba completamente mojada

-Bienvenida de nuevo al mundo de los vivos- la mujer me sonrió

Definitivamente esa gente estaba demente, volví a escupir agua, las arcadas no se iban, mis manos temblaban

-Ya está lista- dijo otra vez esa voz, me gire hacia aquel hombre ahora su capucha estaba baja, dejando a la vista que tenía poco cabello

*El maldito pelón las pagara*

*Déjame que me recupere y te hare sufrir*

Él se agacho hasta mi altura y bajo el pañuelo dejando al descubierto su cara

-Espero que mi cara no sea lo último que veas- en su rostro se dibujó una sonrisa burlona y volvió a cubrirse

Apreté mis puños con fuerza -Has lo que quieras conmigo, pero no toques al niño- advertí

-Llévenla- ordeno y dos tipos encapuchados me tomaron de cada lado arrastrándome nuevamente, esta vez me llevaron delante de un gran altar, había más personas encapuchadas y vestidos con túnicas negras, todos empezaron a rodearnos

-Hermanos llego la hora, tenemos otro cordero- todos aplaudieron, otros tres encapuchados bajaron una enorme cruz de madera -Oraremos por ti-

- ¿Qué hacen? - comencé a preocuparme mientras acercaban la cruz - ¡Suéltenme! - comencé a gritar y retorcerme para que me soltaran, intente luchar con todas mis fuerzas

Recibí un golpe en el estómago haciendo que caiga de rodillas, sentí como algo frio pasaba por mi cuello, mis manos rápidamente se dirigieron hacia lo que me habían puesto, eran cadenas, mis ojos se abrieron aún mas

- ¡¿Que intentan hacer?!- Chille, intente sacar las cadenas de mi cuello, pero las ajustaron aún más, apenas podía respirar, un peso en mi espalda hizo que el ahorque de las cadenas se aflojara, solo un poco, comencé a toser intentando recuperar el aliento

-Sáquenla- ordeno el líder, le dirigí una mirada de odio, al levantarme aproveché para escupirle la cara

El solo soltó una sonrisa e hizo un ademan con la mano, las personas encapuchadas empezaron a empujarme por toda la iglesia, la cadena en mi cuello estaba enganchada a la cruz que cargaba en mi espalda, con el peso apenas podía caminar, había gente sentada en los bancos, parecían estar rezando, nadie hacia nada para detener esta locura

- ¡Están Matando a una persona! - grite desesperada

Parecía que nadie me escuchaba, una persona abrió la gran puerta de entrada, la luz del día golpeo mi cara, me tomo unos minutos acostumbrarme y poder ver la gran horda de caminantes

Intente retroceder, pero los mal nacidos no me dejaban y mucho menos la cruz que ahora debía cargar

-Llegando a las rejas serás problema de ellos- susurro uno en mi oído, comencé a negar e intenté retroceder otra vez

Era imposible luchar contra ellos, estaba de frente a la reja mis manos temblaban

-No estoy de acuerdo con esto, toma- un encapuchado susurro lo suficientemente bajo para que solo yo lo escuchara y sin que los demás lo noten tomo mi mano pasándome algo filoso

Quise decir algo, pero ya era tarde la reja se abrió y todos me empujaron hacia la horda, empecé a empujar a los que se me acercaban, tomé con fuerza el cuchillo que aquella persona me había dado, la cruz pesaba en mi espalda y cada vez que intentaba quitarla me ahorcaba, las lágrimas empezaron a caer

-Hice todo lo posible por sobrevivir- empecé a llorar mientras intentaba matar a los que se me acercaban, era imposible sobrevivir, no tenía salida

Uno me tomo del brazo, en el momento que alejaba a otro, cerré los ojos con fuerza mientras soltaba un grito, mi momento había llegado

-Tranquila- abrí mis ojos ante ese susurro, la chica de antes estaba cubriéndome de caminante, paso unas tripas por mi túnica, el blanco se tiño de un color bordo, ella mato a otro caminante que se acercaba y lo uso de escudo -por acá-

Caminamos intentando dejar la horda detrás, pero la cruz nos hacía difícil escapar con facilidad

-Gracias por intentarlo, pero moriremos las dos si no me dejas- estaba rendida, la horda nos seguía muy de cerca, no importaba que tanto me cubriera de caminante, ellos nos seguirían por la cruz que arrastraba

-Espera- se acercó a mi espalda -si te agachas y levanto la punta quizás podamos sacarla por arriba, la cadena no esta tan ajustada- lo pensé unos segundos, podía funcionar

-No tenemos tiempo- dije algo cansada de luchar, ella paso mi mano por encima de su hombro

-hay una pequeña cabaña- me alentó

Juntas con una horda detrás caminamos unos cuantos minutos hasta llegar a una cabaña que parecía estar abandonada hace años, quizás ya estaba abandonada antes del apocalipsis

Al entrar ella bloqueo la puerta

-Bien vamos a sacar esa maldita cruz- asentí, sacarla por arriba era la única opción -tu agáchate y empuja hacia adelante, yo la levantare-

El primer intento hizo que las cadenas presionaran mi cuello, pero no me detuve, la desesperación se apoderaba de mí, quería sacarme a como dé lugar esa maldita cruz de la espalda

-No funciona- suspiro frustrada

-Pon tus manos en el suelo, como si hicieras un puente con tu cuerpo- le hice caso sin reprochar, ella levanto la punta y la cruz cedió unos centímetros - ¡funciona! - grito feliz, pero la felicidad duro poco, la puerta parecía que iba a ceder en cualquier momento y seriamos comida de caminante.

-No importa si me ahorcas, sácala a como sea- dije ya al borde del colapso

Ella tiro con fuerza hacia delante, pero no funciono

-Espera- soltó la cruz haciendo que mi cuerpo temblara al punto de caerse, empezó a revisar la cabaña -Eureka- se acercó con un corta pernos

- ¿Eso es lo que creo? - sonreí aliviada, ella comenzó a cortar la cadena, la cruz cayó al suelo al igual que la cadena

Sin pensarlo la abrace -Gracias, pero debo volver mi...-comencé a decir, pero ella hablo

-El chico aún sigue en ese loquero- yo solo asentí -nos camuflaremos, e iremos, pero mañana, ahora descansa- antes de decir algo más de la mochila que traía en su espalda saco una botella de agua y una lata de comida -lo necesitas-

Tomé el agua con desesperación y luego comí la lata de frutas que me dio -no puedo dejarlo mucho tiempo ahí-

-No le harán nada, no hasta que vean que tu estés muerta- admitió mientras se acomodaba para descansar

Estaba por hacer lo mismo pero la puerta empezó a romperse

-Esto no es bueno- tomamos rápidamente cosas que podrían servirnos y salimos por la puerta de atrás

-Podemos dormir en los árboles- sugirió

-Tengo mala experiencia durmiendo en arboles- dije recordando como Daryl me dio un flechazo en la pierna

*Esta vez no te flechara el arquero*

*Cállate*

*Recuerda que soy tu, no puedes callarme*

-Es eso o la cabaña- sonrió, la mire unos minutos, seguro estaba haciendo muecas por culpa de la voz en mi cabeza

-Árbol- digo rápidamente

Trepamos a un árbol que se veía estable y con la soga que saco de la mochila nos atamos para no caer

-Entonces... ¿Cómo sabes de los locos? - pregunte sacando tema de conversación

-Yo... me secuestraron junto con mi novia...-comenzó a decir –yo sola pude sobrevivir- apoyé mi mano en su hombro

-Mataremos a esos infelices- afirme –por cierto, soy Alex-

-Lisa- dijo sonriendo de lado

Ella asintió en aprobación, no podíamos dejarlos vivos y que vuelvan a matar más personas

(...)

Los rayos de sol empezaron a golpear mi cara e hizo que casi cayera del árbol

-Te tengo- dijo ella tomándome del brazo para evitar mi caída

-Gracias- sonreí

Empezamos a repasar el plan para que nada nos tome por sorpresa y salgamos ilesos de la situación

-Después de escapar de los locos con Carl podrías venir con nosotros, tenemos un grupo- le propuse

- ¿Por qué no vuelves con ellos para atacarlos? - pregunto

Admitir que no sabía cómo volver seria vergonzoso, pero no podía mentirle después de todo lo que hizo por mí, suspire antes de hablar –no sé cómo volver, pero tengo un mapa-

En estos momentos me pregunto si el grupo estará preocupado, si encontraron al Gobernador, no sabía nada de ellos, ni siquiera sé cuántos días pasaron ya, pero si estaba segura de una cosa.

*Rick me buscara solo para matarme*

-Entonces solo nos limitaremos a seguir el plan, quizás tardemos más tiempo buscando tu grupo- asentí y ambas comenzamos a bajar del árbol

Volvimos al campamento que tenía con Carl, al parecer Lisa tenía un buen sentido de la orientación

Teníamos para el fuego, la distracción y el mapa, ahora solo faltaba ir a la iglesia, matamos a dos caminantes y nos bañamos con sus tripas, lisa colgó manos y algunas tripas sobre mi hombro

-Si quieres vomitar mejor hazlo ahora- sonrió en tono de burla al ver mi cara

Le saqué el dedo del medio y negué –vámonos de una vez-

(...)

Llegamos hasta la iglesia, no había guardias

-No te separes- Lisa tomo mi mano y caminamos entre los caminantes

-Creí que habría menos, ayer nos seguían, pero hoy parece haber más- susurre solamente para que Lisa pudiera escucharme

-Hacen sonar campanas para que vuelvan los rezagados- afirma

Seguimos caminando sigilosamente entre los caminantes hasta llegar hasta la reja de la iglesia.

-Yo iré primero- asiento y empieza a treparla, logra pasar sin problemas

Era mi turno, empecé a trepar la reja, la sangre de caminante que tenía en mis manos me dificultaba un poco el agarre, pero pude cruzar y luego bajar de un salto

-No era tan difícil- sonrió Lisa golpeando amistosamente mi hombro

-Sigamos- dije rodando los ojos

Por una de las ventanas se podía ver a todos reunidos en el altar, y varios sentados en los bancos, al parecer estaban rezando

Lisa me saco de la ventana –podrían verte- susurro

-Perdón-

Suspiro y tomo la mochila, saco las ramas, y el mechero para comenzar el fuego, yo hago mi parte del plan que consistía en trancar la puerta para que nadie pueda salir

-Ahora vamos al sótano- saco el corta pernos y nos dirigimos a la parte de atrás de la iglesia

La puerta que daba al sótano tal y como dijo Lisa estaba cerrada por una cadena con candado, ella corto la cadena y entramos

Al entrar nos encontramos con más personas encadenadas, entre ellas estaba Carl, no se le veía muy bien

-Carl- tape mi boca antes de que un grito salga de ella inconscientemente, si nos descubrían ahora estaríamos en problemas, corrí hacia él y le pedí el corta pernos a Lisa para sacarlo

-Alex, si pudiste salir- dijo Carl sollozando mientras me abrazaba

-No quiero interrumpir, pero tenemos mucho que hacer- murmuró Lisa, asiento y suelto a Carl

- ¿Puedes caminar bien? - pregunto

-Si- afirma y ayudo a los demás junto con Lisa

Al salir el olor empieza a aumentar, el fuego empezó a crecer –deben buscar un lugar seguro- digo dirigiéndome a las personas que acabamos de sacar –Carl ve con ellos, tenemos asuntos pendientes todavía-

- ¿Pueden traer a mi hija? - dice una de las mujeres de mediana edad de tez bronceada, el cabello negro en el cual se le notaban algunas canas tapaba casi la mitad de su cara

- ¿Dónde la tienen? - pregunte

-Alex, no- me advirtió Lisa

-Esta con ellos, se la llevo el líder- la mujer tomo mis manos –por favor ella solo tiene 17 años- suplico

-Hare lo posible por sacarla, ahora vayan con el chico, Carl, el los mantendrá a salvo- la señora me miro agradecida y todos siguieron a Carl

- ¿Cómo la encontraras? - pregunto algo molesta Lisa

-Entrare por la puerta del sótano, si no salgo la cierras- estaba por entrar, pero lisa me detiene

-Es un suicidio-

-Lo sé, pero debo intentarlo- admití

Lisa me abrazo con fuerza –vuelve, estaré esperando hasta que salgas-

-Gracias- sonreí y camine nuevamente hacia dentro del sótano, al parecer todos seguían en el altar, aproveche a salir

*Bien Alex y ahora ¿a quién buscamos*

*A alguien que no esté encapuchado*

*Buen punto*

Sonreí victoriosa, el único problema es que no sabía por dónde ir, probé con una de las puertas, pero era solo una sala vacía, salí y pasé por otra encontrándome a un hombre de espaldas, estaba sin remera y parecía hablar con alguien

-Te ayudare a salir, pero no puedo sacar a tu madre- me detuve al escucharlo

- ¿Por qué hacen estas cosas? - la voz era de una chica que parecía estar llorando

-No éramos así, el Padre se volvió loco después de perder a su hija- el hombre parecía estar intentando justificar su locura

-La chica anterior, tú la ayudaste, ¿no puedes hacer algo por mí?- desde mi lugar pude observar como la chica se arrodillaba delante de el

Ya no podía seguir espiándolos, ella era la chica que buscaba y al parecer él fue quien me dio el cuchillo

-Nos vamos- dije entrando con ellos al cuarto

Ambos se sobresaltaron

-No- chillo la chica

-Soy de los buenos- digo alzando las manos en muestra de paz

- ¿Por qué volviste? - pregunta el hombre, sus ojos verdes se clavan en los míos, lo cual hace que me sienta algo nerviosa

-Para rescatar a mi sobrino y al parecer a todos los que tenían ahí abajo- declare –ahora vamos, no tenemos tiempo- la chica, que al igual que su madre posee cabello negro me mira con sorpresa

- ¿mi madre...tu? - empieza a preguntar

-Están a salvo- asiento - ¿nos vamos? - insistí

El hombre duda unos minutos y luego suspira, toma una remera de un mueble y toma la mano de la chica para guiarla

Los tres bajamos nuevamente al sótano, al salir nos encontramos a Lisa de rodillas

El líder la tiene de prisionera, su cara al parecer se había quemado

-Bienvenida de nuevo- sonrió con malicia –veo que hiciste amigos-

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Continuara *-*

Multimedia es Lisa