El Santuario
Un mes después de el encarcelamiento de Fobos y Enio

Aun después de la derrota de los dos traidores del Olimpo la alegría no se respiraba en el aire, en cierto modo habían perdido. Ares fe castigado por los dioses y luego se marcharon incapaces de hacer algo debido a la falta de sangre que habían sufrido.

La vida de la leona dorada pendía siempre de un hilo, hilo que se debilitaba cada segundo mientras que su hermano se la pasaba a su lado esperando ver de nuevo los ojos abiertos de su gemela. Regulus se la vivía ahí en compañía de la misteriosa chica que había ayudado a "salvarlos" en cierto modo. Por alguna extraña razón la chica no quería abandonar al león por lo que ella también se la vivía encerrada en aquella habitación.

Los dorados estaban "recuperándose" del golpe en ojos de otras personas pero en realidad la estaban pasando igual de mal que el león. Algunos se esforzaban por sonreír para demostrar que todo iba a estar bien pero esa era solo una mentira que ni ellos mismos creían. Otros ni se molestaban en ocultar su dolor mientras que otros parecían indiferentes a la situación cuando lloraban internamente.

Hoy era una nueva noche en la que Regulus se desvelaba escribiendo sobre los demás, sobre como estaba siendo reconstruido el Santuario y sobre como le hacía falta. Starlight había salido a tomar aire fresco por lo que se encontraban solos los hijos de Ilias. Regulus ya estaba somnoliento cuando juró ver los ojos temblando de su hermana levantando sus ánimos. La chica abrió despacio los ojos y los cerro inmediatamente a causa de un dolor en su estomago, era fuerte pero por lo menos ya no parecía que iba a morir. La chica abrió los ojos despacio esta vez y lo primero que la recibió fue un fuerte abrazo de parte de su hermano, cargado de toda la preocupación que había contado en sus cartas.

Era de noche y Denebola estaba débil por no haber consumido alimentos pero eso no evitó las lágrimas que derramo inevitablemente al ver que estaba bien, todo iba a estar bien. Cuando el fulgor de la emoción paso Dene le pidió ayuda de su hermano para levantarse y ve el Santuario.

A pasos lentos lograron salir de la habitación donde había dormido, comido, vivido durante un mes. Los templos estaban reconstruidos a la perfección dando una imagen aun mas majestuosa al Santuario.

-Hermano...por favor...quiero ver a Leo de nuevo- suplicó ya mas fuerte.

-Pero...estas muy débil y..-el cachorro fue interrumpido por su hermana que no paraba de darle una mirada de suplica.- está bien...vamos hasta Sagitario

Aunque no era mucho el camino a recorrer no pudo evitar sentirse emocionada, vería a su tío de nuevo. la caminata a Piscis fue difícil pues la chica no estaba acostumbrada al movimiento pero resistía logrando llegar a Piscis ya mejor

-Alba?- preguntó despacio con la voz un poco ronca

-Quien a entrado a Piscis?- preguntó alguien desde otra zona del templo

-Somos nosotros Albafica- esta vez habló Regulus

-Regulus?- dijo saliendo con un vaso- y como que noso...- perdió el habla al ver a la chica en frente suyo parada, débil, pero parada y sonriéndole como si no hubiera pasado nada.

-Oh vamos Alba!! Se que me veo mal pero tampoco es para tanto.- bromeó la chica al ver la expresión paralizada del guerrero de Piscis

-Denebola?- habló con la voz quebrada mientras que se lanzaba a abrazar a la chica

-Alba!! Ahorita no soy de piedra- dijo mientras era demolida por el abrazo

- Pero tu...e-estabas..yo

-Señor Albafica solo veníamos de pasada...nos dirigimos a Sagitario pero prometo que lo explicaremos todo mañana- dijo Regulus mientras volvía a ayudar a su hermana

-Entiendo, pueden pasar entonces.- dijo mientras que se alejaba

Llegando a Acuario se encontraron al guardian adivinen que? Leyendo :v

El Acuariano no levanto la mirada hasta que casi lo tumbaban de la silla donde estaba leyendo.

- Que?- el Acuariano casi rompía su faseta de hielo al ver a la chica pero mantuvo el control- Denebola?

-Porque todos preguntan si soy yo? Ni que fuera otra gemela perdida- dijo sarcásticamente

-Pero si tu estabas....- dijo sin poder ocultar el impacto en su voz

-Si, si, si, si, si- dijo rodando los ojos- Se que estuve apunto de morir no es necesario que me lo digan cada vez que los veo

-Pero. . deberías estar reposando- le regañó haciendo reír a la chica

-Si papá - riendo se levanto permitiendo que el Acuariano también se levantara.

-Van a con Sísifo, no?- preguntó mientras se limpiaba el polvo

-Sip queremos darle la sorpresita de que no me va perder tan pronto

-Con cuidado- les dijo

-Bueno nos vamos Degel aun tenemos que bajar hasta Sagitario. -dijo para continuar su travesía

La travesía continuo hasta llegar a Capricornio donde el cuidador de esa casa estaba ocupado en otros asuntos así que pasaron de largo.

AL estar en la salida/entrada de Sagitario la chica le temblaban las piernas por el miedo que no podía evitar sentir, su hermano le decía que iba a estar bien pero eso no era suficiente para calmar a un corazón temeroso. Cuando entraron a Sagitario les inundo la sensación de tranquilidad que el cosmos de su tío siempre les traía, una sensación de tranquilidad, de comodidad y de amor. Admiraban el cosmos de su tío por eso. Era su refugio sin que el mismo supiera.

EL Templo estaba iluminado por antorchas prendidas por cosmos así que le daba un entorno mas pacífico. Al entrar sintieron el cosmos de su tío en la cocina, así que se dirigieron al lugar donde venía.

Sísifo estaba cortando frutas tranquilo cuando sintió un cosmos igual al de su sobrino por lo que se sorprendió levemente y salió a ver que rayos estaba sucediendo. Al cruzar las dos miradas, una cargada de sorpresa y otra de arrepentimiento, el ambiente se congelo para las dos personas que inmediatamente se lanzaron a abrazarse como si no se hubieran visto hace mucho tiempo.

Dene abrazaba a su tío fuertemente pidiendo perdón por muchas cosas que aunque ella no tuviera ni una pizca de culpa se disculpaba. Sísifo por su parte estaba llorando abrazándose de Denebola como si todo fuera un sueño y el pronto pudiera despertar. Al abrazó se le unió Regulus creando un ambiente cálido.

Definitivamente hoy era un buen día