Lo siento mucho enserio. Las cosas se me han juntado y no me ha dejado ni un segundo para poder escribir, pido que me disculpen y como recompensa he escrito un capitulo medio larguito. Ojala lo disfruten y muchas gracias a todos los que comentan y le dan favoritos. Lo aprecio mucho.

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Capítulo 7:

En la Editorial Marukawa unas horas antes...

Hace algunos días había comenzado el nuevo periodo asi que en el grupo Esmeralda no había demasiado trabajo, sin embargo en la tranquilidad que existía en la oficina, sonaba casi antinatural el sonido de un tono de llamada que venía de nada más y nada menos que de Ritsu Onodera, un joven de ahora 25 años, editor de manga, antes Literatura. Pidió permiso y salió apresuradamente a contestar esa llamada tan inesperada pero no por eso dejaba de ser importante.

- ¿Quién será? ¿Tal vez sea su novia?- preguntaban algunos que lo habían visto salir. En ese momento Takano Masamune estaba que echaba humo y sigilosamente salía para poder escuchar la conversación del quien fue y es su primer amor.

- ¿Qué pasa okaasan?- lo oyó decir y con eso pudo expulsar el aire que no sabía que estaba sosteniendo, siguió escuchando, pero ahora solo unos pequeños fragmentos.

"¿Volver a casa?, pero ¿por qué?"- en eso vio que su semblante se transformó a uno de preocupación y se acercó un poco más para así poder escuchar mejor.

- ¿Hizumi se encuentra bien?- ¿Hizumi? ¿Quién es esa Hizumi?, ¿por qué se preocupa tanto por ella? Malditos celos que lo torturan.-  ¿No está un poco mayor para cuidarse sola?, además tiene a Tachibana-san con ella... Pero..., ya está bien lo haré. Ya, te llamo cuando llegue. Adiós.- terminó la llamada y se adentró apresuradamente a la oficina. Takano entró unos minutos después para ver que su primer amor estaba terminando el trabajo rápidamente. Pasadas 2 horas termino, aún era las 6, pero se despidió de todos y salió rumbo a lo que parecí la dirección de su apartamento. ¿Qué estarás tramando Ritsu Onodera?

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Ritsu apresuro todo su trabajo luego de la llamada de su madre pidiéndole (o más bien exigiéndole) que pasara unos días en casa para cuidar de su pequeña hermana que estaba por cumplir 18, 18...

- 18...- se dijo ya yendo a su apartamento para recoger algunas cosas que necesitaba en su casa- ya han pasado 13 años desde que una pequeña niña tímida apareció en mi casa haciendo que mi triste y monótona vida se transformara en algo alegre y divertido cada día- con este pensamiento se dirigió a su casa sin haberse dado cuenta de que Takano-san entraba por la otra puerta mientras que él salía.

- Ya llegué- dijo Ritsu abriendo la puerta con las llaves que se quedó cuando se mudo.

- Bienvenido Ritsu-nii- su pequeña hermana salió de la cocina para ir a saludarle.

- Hola Onodera-kun- la saludó Nami indiferente sin despegar la mirada del televisor, que ahora estaba dando un canal de modas.

- Hola Hizumi-chan y hola también Tachibana-san-  le respondió  ya acostumbrado al tono cortante que le dirigía la mejor amiga de su hermana.

- ¿Cómo estas Ritsu-nii?- le preguntó para que su mejor amiga y su hermano no hagan una batalla campal en la sala, no estaba de humor.

- Bien, aunque un poco cansada, la verdad es que no sabía lo cansado que es editar un Manga shoujo- le respondió depositándose en el sillón de 2 plazas al lado de su hermana, estirando sus brazos para que se recostara sobre él- sin embargo he aprendido mucho en los últimos meses y aunque sé que todavía no hago un trabajo perfecto, no me rendiré hasta que mi obra sea un best-seller- lo dijo con tal convicción que una vez más Hizumi se quedó embelesada por la expresión que ponía su hermano y termino por convencer de que elegir como carrera.- Y tu hermanita ¿Cómo has estado?

- Ya sabes, con la presión de la fiesta, la lista de invitados, el pastel y todo eso- le dijo Hizumi con un gesto con la mano como restándole importancia.- Hoy hemos ido a ver los vestidos, ¿cierto Nami-chan?- se digirió a su mejor amiga haciendo que esta la mirara y respondiera con un encogimiento de hombros y volviera su vista a la televisión, ahora en un programa de cocina- te mostraría mi vestido, Ritsu-nii, pero es una sorpresa para todos los invitados.

- Esto, bien, no me enojo, y tan solo 3 días más, no hay que hacer tanto suspenso- le respondió el editor de manga shojo con la vista perdida- vas a cumplir 18 años, como pasa el tiempo- en ese momento solo estaban en la habitación los hermanos Onodera, Nami les quiso dar su "espacio de hermanos" que, aunque no lo admitiera en voz alta, ya lo extrañaba. Con el nuevo trabajo de Ritsu y que se había mudado, hizo que los hermanos se vean muy poco, siendo la última vez que se vieron la fiesta de año nuevo, y para eso habían pasado cinco meses ya.

­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­- Si, tienes razón, ya no soy la misma niña que apareció hace 13 años- le respondió Hizumi apegándose al brazo de su hermano 'Cuanto lo extrañaba', pensaba- he crecido varios centímetros desde la última vez que viniste- le dijo ahora parándose jalando a su hermano para que comparan estaturas. Ella ya lo había alcanzado.

- No es justo, le recriminó Ritsu divertido- ¿por qué tienes que ser de mi estatura? Se supone que por ser hombre y ser mayor que tú debería ser más alto- terminó "molesto".

- Bueno, parece que en este caso no se cumple- le sacó la lengua y continuaron hablando de cosas triviales hasta que ya cansados se despidieron y se dirigieron a sus dormitorios ya que Ritsu tenía trabajo mañana y Hizumi ver los últimos preparativos de la fiesta.

Al día siguiente:

Ritsu ya se había ido a trabajar, no sin antes ser amenazado por su hermana a que desayunara algo y ya satisfecha lo dejó ir. Más tarde la futura cumpleañera despertó a su amiga para poder ir a ver la decoración del local. Desayunaron mientras hablaban de cosas sin sentido y una hora más tarde se dirigían al hotel Teito en donde se iba a realizar la fiesta.

En el editorial Marukawa Shoten:

- Onodera llegas tarde- fue el gran recibimiento de Ritsu al llegar jadeando y sudando, casi no llegaba al tren porque su "querida" hermanita lo retuvo por más de media hora para hacer que desayunara apropiadamente.

- Lo-lo siento Takano-san, tuve un pequeño problema en mi casa- respondió un poco evasivo, no estaba de humor, tenía que acabar rápidamente porque se había olvidado de comprar un terno para la ocasión.

- ¿Y se puede saber qué problema es ese?- le preguntó Takano repentinamente serio acordándose de la conversación del día anterior, se acercó peligrosamente al menor haciendo que este se ponga nervioso en el acto.

- E-eso no te incumbe, Takano-san- se alejó rápidamente de él y comenzó a hacer su trabajo.

Algunas horas más tarde Ritsu ya había acabado su trabajo y estaba dispuesto a irse, pero algo lo detuvo y ese "algo" es, obviamente, Masamune Takano.

- ¿Ya te vas?- le preguntó éste.

- Si, ya acabé mi trabajo y tengo cosas que hacer- y sin decir más se dirigió a la salida dejando al jefe de Esmeralda solo.

Masamune, todavía desconcertado, regresó a su oficina donde advirtió algo que no estaba ahí antes, era un sobre color pastel que se posaba tranquilamente encima de su mesa.

- Kisa-san- llamó al más cercano en esos momentos.

- Hai, ¿Takano-san?

- ¿Sabes quién dejó este sobre aquí?

- Ah, fue una chica de recepción, dijo que va dirigido a usted, y como no estaba en esos momentos, lo dejó ahí en su mesa.

- Gracias, Kisa-san, ahora vuelve al trabajo.

- Hai, Takano-san- volvió a su escritorio con un aura deprimente jugando con su teclado mientras suspiraba (A/N: a mí no me engañas, sé que está esperando un mensaje de Yukina *-*).

Ya otra vez solo. Masamune agarró el sobre y lo abrió para comenzar a leerlo. A medida que leía sus ojos se abrían más y más y al final esbozó una sonrisa enigmática.

'Muy pronto nos volveremos a encontrar' pensó.